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martes, 7 de febrero de 2012

Desarrollo del Capitalismo en Chile bajo Pinochet (1)








DESARROLLO DEL CAPITALISMO
EN CHILE
BAJO PINOCHET








NOVIEMBRE 1988












MANUEL RIESCO LARRAIN




DESARROLLO  DEL CAPITALISMO EN CHILE BAJO PINOCHET

PRESENTACION




América Latina sale con dificultades a la democracia. Chile no es una excepción. En el país la dictadura se acaba.
En pocos días más, el pueblo chileno concurrirá a las urnas para elegir un presidente y un parlamento democráticos. El gigantesco movimiento de la gente, que se había venido levantando durante años en oleadas sucesivas, ha alcanzado por fin la amplitud, altura y profundidad necesarias para barrer con todos los vestigios del régimen fascista que se impuso a los chilenos durante dieciseis años.
Se abren perspectivas ciertas de cambios importantes en la sociedad chilena en beneficio de su pueblo. Se conquistará la democratización del estado, el restablecimiento de la justicia y el respeto por los derechos humanos, y el pago de la deuda social contraída durante la dictadura.
En democracia millones de chilenos exigirán explicaciones acerca de lo que ha ocurrido y proyectos acerca de lo por venir. Estallarán definitivamente las compuertas que han intentado contener hasta ahora el desarrollo del pensamiento y se derramarán a raudales sobre la conciencia colectiva de todos, las ideas que, inspiradas en la experiencia de estos años, bullen en el seno del pueblo.
En el plano de las ideas se enfrentarán con fuerza lo viejo y lo nuevo, la reacción y el progreso, los intereses del pueblo y de quienes lo oprimen, Chile y quienes conculcan su soberanía.
Frente a este desafío gigantesco, la izquierda se alzará como una fuerza decisiva, con un pensamiento fresco y renovado, que asumiendo la historia en plenitud, y reafirmando su deber de hacer la revolución para terminar para siempre con la explotación del hombre por el hombre, será capaz de recoger todo lo nuevo que surge en nuestro país y en el mundo, y llenarlo de contenido progresista y popular.
Que este libro sea un modesto homenaje a todos aquellos que cayeron en estos años por demostrar que la causa de la libertad, la democracia, el progreso y la justicia seguía viva, a todos los que sufrieron la persecución, la prisión y el exilio, a todos los que lucharon contra la dictadura, a los trabajadores y el pueblo chileno, que son la base sólida y poderosa del futuro del país.
Santiago, 4 de Noviembre de 1989


DESARROLLO  DEL CAPITALISMO EN CHILE BAJO PINOCHET
INDICE GENERAL


Introducción.................................................................................................................. 1
Dar cuenta de lo nuevo desde un punto de vista de izquierda.............. 3
El Modelo Económico de la Dictadura y el "Populismo" de Izquierda..... 4
Corrientes Reformistas...................................................................... 7
Elementos Metodológicos................................................................. 9
Lo General y lo Particular.................................................................. 10
De lo Abstracto a lo Concreto........................................................... 13
Desarrollo Reciente de la Producción del Capital............................................................ 17
Crecimiento de la Producción de Valor e Incremento de los Asalariados 19
Crecimiento Absoluto de la Producción Capitalista............................ 19
Crecimiento Absoluto del Número de Trabajadores........................... 25
Declinación de la Clase Obrera............................................ 28
Crecimiento Absoluto del Número de Trabajadores Productivos........ 30
Ocupación en Actividades Productores de Bienes y Servicios  35
Aumento en la proporción de asalariados......................................... 43
Crecimiento de la población urbana..................................... 47
Aumento general en la proporción de asalariados................. 50
La clase obrera activa...................................................................... 52
Definición de la clase obrera activa....................................... 55
Transformación en el Campo............................................................ 58
Transformación de los Inquilinos en Proletarios................................. 59
El modo de producción del Latifundio.................................. 59
La Descomposición de los Campesinos........................................... 71
Comunidades Indígenas..................................................... 71
Asignatarios de parcelas de Reforma Agraria........................ 72
La pauperización de los campesinos : Campesinado pobre... 73
Campesinos Ricos y Medios................................................ 75
Importancia de los campesinos............................................ 80
Burguesía Agraria............................................................... 80
Industrialización Capitalista e Incremento de la Explotación................. 84
Ley de Producción de Plusvalía Relativa.......................................... 88
Crecimiento Absoluto de la Producción y Empleo en la Industria Transformadora     91
Desarrollo de la Gran Industria Maquinizada en la Industria Transformadora 95
La Industrialización Capitalista.............................................. 95
Industrialización capitalista de la industria manufacturera........ 98
Aumento en la Tasa de Explotación..................................... 109
Ley General de la Acumulación Capitalista....................................... 118
Desempleo y Población................................................................ 119
Acerca de las causas del desempleo.................................... 121
Ocupación y Salarios..................................................................... 125
Composición Orgánica del Capital.................................................. 131
Concentración y Centralización del Capital...................................... 137
Lo Pequeño es Bello.......................................................... 142
Concentración y Centralización del Capital en Chile.............. 145
Producción Progresiva de una Superpoblación Relativa y Ejército Industrial de Reserva       160
Desempleo y "marginalidad"................................................ 168
Una nueva definición de la clase obrera................................ 172
Movimiento Cíclico de la Economía Capitalista................................ 173
Empobrecimiento Relativo y Absoluto de la Clase Obrera como Consecuencia de la Acumulación Capitalista                175
El Descaro Burgués............................................................ 181
Testimonios de Obreros..................................................... 182
Salarios Reales................................................................... 183
Vivienda............................................................................ 195
Distribución del Ingreso...................................................... 199
Los Cambios Económicos y  la Clase Obrera.................................... 204
Aspectos del Desarrollo Reciente de la Circulación del Capital y la Producción Capitalista en su Conjunto              207
Circulación del Capital.................................................................... 207
Crecimiento del Mercado Interno................................................... 209
Solución del Problema por Marx.......................................... 209
Mercado Interno en Chile.................................................... 210
Recomposición Sectorial del Producto de la Industria Transformadora y Crecimiento del Mercado Interno    216
Desarticulación Productiva : Un Momento en el Proceso de Desarrollo del Mercado Interno                 220
Producción Capitalista en su Conjunto............................................ 228
Crisis Cíclicas Capitalistas.............................................................. 228
Renta de la Tierra.......................................................................... 251
Desarrollo Reciente del Imperialismo en Chile.............................................................. 255
Deuda Externa.............................................................................. 258
Desnacionalización del Patrimonio Productivo................................. 261
El Capital Monopolista Interno........................................................ 265
Burguesía Nacional....................................................................... 266
Desarrollo Reciente de la Economía Mundial................................................................ 271
Elementos Históricos................................................................................................. 278
Breve Reseña Histórica ................................................................. 279
Orígenes, Transplante del Feudalismo y Nacimiento del Capitalismo 279
Conquista y Colonia............................................................ 280
Independencia................................................................... 281
Nacimiento de la Burguesía y del Proletariado...................... 283
Imperialismo y Desarrollo Capitalista Hasta 1964.............................. 284
Balmaceda y la Contrarrevolución del 91......................................... 287
Rivalidad Interimperialista y Supremacía del Imperialismo Norteamericano  288
La Crisis de 1929................................................................ 289
Capitalismo de Estado y Desarrollo de la Industria Tranformadora 290
Gran Capital Extranjero y Nacional........................................ 292
Burguesía Media y Pequeña............................................... 294
Clase Obrera Industrial........................................................ 294
Pequeña Producción Mercantil, Latifundio y Comunidad Indígena                 295
Reformas Democráticas y Gobierno Popular................................... 297
Análisis de la Coyuntura Económica................................................ 301
Aspectos Generales : La Fase del Ciclo Económico......................... 303
Tendencia General de la Actividad :................................................ 303
Tendencia General del Empleo :.................................................... 304
Tendencia General de las Remuneraciones :.................................. 305
Tendencia General de las Ganancias.............................................. 305
Tendencia General de los Precios, Comercio Exterior, Tasa de Interés, Dinero y Crédito:     306
Particularidades Económicas Principales de la Coyuntura................. 309
Cambios Estructurales de la Economía Capitalista Mundial............... 309
El Ciclo Económico Mundial y el Ciclo en Chile :.............................. 311
Particularidades Extraeconómicas de la Coyuntura.......................... 312
Dominio Imperialista...................................................................... 313
Dictadura Fascista......................................................................... 315
Las Remuneraciones.................................................................... 315
Intervenciones, Privatizaciones y Pagarés...................................... 316
Operaciones con Pagarés de Deuda Externa....................... 317
La Deuda Interna de la Burguesía no Monopólica y Capas Medias.... 322
Campaña Electoral........................................................................ 323
Contradicciones Principales de la Coyuntura................................... 324
Remuneraciones y Empleo........................................................... 324
Ganancias y Actividad.................................................................... 325
Deuda Externa............................................................................. 328
Deuda Interna............................................................................... 328
Desarrollo del Capitalismo en Chile y Lucha Popular.............. 329
Una Economía Democrática para la Transición y Después............................................. 333
Mercado y Propiedad en el Socialismo............................................ 334
Esencia de la sociedad Mercantil en general................................... 334
Desarrollo de la sociedad mercantil...................................... 337
Rasgos de la Sociedad Mercantil.................................................... 344
La Propiedad Adecuada  a la Producción Mercantil.......................... 345
Reformas Democráticas en el Capitalismo y Avance hacia la Revolución Socialista            351
Democratización de la Economía................................................... 352
Otras Reformas Económicas Nacionales y Democráticas.................. 356
Recuperación de la Soberanía Nacional............................... 356
Rescate de la Renta de la Tierra  .......................................... 358
Pago de la Deuda Social..................................................... 359
Reformas y Revolución: Cambios de Cantidad y Saltos de Calidad... 361
Reflexiones Finales en Relación a la Democracia............................. 363


DESARROLLO  DEL CAPITALISMO EN CHILE BAJO PINOCHET
INDICE DE GRAFICOS

Gráfico Nº 1                Composición de clase de la población ocupada........................................ 17
Gráfico Nº 2                Producto geográfico bruto 1960-1988.................................................... 23
Gráfico Nº3                 Ocupación real total 1960-1988.............................................................. 26
Gráfico Nº 4                Industria manufacturera : % de Profesionales en obrero colectivo.............. 34
Gráfico Nº 5                Participación de sectores productivos en ocupación real total................... 36
Gráfico Nº 6                Ocupación agricultura y resto sectores productivos 1960-1988................ 37
Gráfico Nº 7                Ocupación gran santiago 1960-1988...................................................... 39
Gráfico Nº 8                Ocupación productores de bienes, gran santiago 1960-1988 .................. 40
Gráfico Nº 9                Ocupación productores de bienes, nacional 1960-1988.......................... 41
Gráfico Nº 10             Distribución ocupación productores de bienes........................................ 42
Gráfico Nº 11             Población urbana y rural.......................................................................... 48
Gráfico Nº 12             Composición de clase población ocupada, urbana y rural, 1985................ 49
Gráfico Nº 13             Variación de la composición de clase población ocupada, 1980-1985....... 51
Gráfico Nº14              Asalariados totales gran santiago,  1960-1982......................................... 52
Gráfico Nº 15             Estructura aproximada de la población ocupada en el campo, 1988........... 79
Gráfico Nº16              Industria manufacturera, empleo por tamaño de establecimiento............... 85
Gráfico Nº 17             Industria manufacturera, número de establecimientos por tamaño............. 86
Gráfico Nº 18             Industria manufacturera, nº de establecimientos sobre 500 personas........ 87
Gráfico Nº 19             Indice general de producción industrial, INE, 1960-1988.......................... 92
Gráfico Nº 20             Ocupación industria manufacturera, 1960-1988....................................... 93
Gráfico Nº 21             Industria manufacturera, participación en valor agregado por tamaño....... 100
Gráfico Nº 22             Industria manufacturera, part. en VA, empresas sobre 500 personas....... 102
Gráfico Nº 23             Industria manufacturera, part. en VA, empresas bajo 100 personas......... 103
Gráfico Nº 24             Industria manufacturera, consumo electricidad por tamaño empresa........ 105
Gráfico Nº 25             Industria manufacturera, cons. elec.por tamaño empresas sobre 500...... 106
Gráfico Nº 26             Industria manufacturera, variación valor bruto por empleado, 1967-79..... 108
Gráfico Nº 27             Industria manufacturera, tasa explotaciónpor tamaño empresa................ 110
Gráfico Nº 28             Industria manufacturera, tasa explot. por tamaño empresa, agregado....... 111
Gráfico Nº 29             Tasa desocupación real promedio 1966-1985....................................... 120
Gráfico Nº 30             Remuneraciones y empleo, 1960-1988................................................ 127
Gráfico Nº31              Industria manufacturera, Composición orgánica del capital...................... 133
Gráfico Nº 32.1        Industria manufacturera, concentración de producción........................... 158
Gráfico Nº 32.2        Industria manufacturera, concentración de producción, agregado........... 159
Gráfico Nº 33             Ocupación, desocupación y tendencia, 1976-1985............................... 163
Gráfico Nº 34             Ocupación, desocupación  y tendencia, gran santiago, 1960-1988......... 164
Gráfico Nº35              % desocupación gran santiago, 1960-1988........................................... 166
Gráfico Nº36              Indice remuneraciones reales, 1960-1988............................................. 184
Gráfico Nº37              Indice precios por quintiles de ingreso................................................... 186
Gráfico Nº 38             Consumo mensual promedio por hogar, 1969-1978.............................. 188
Gráfico Nº 39             Variación Consumo mensual promedio por hogar, 1969-1978................ 189
Gráfico Nº 40             Disponibilidad de alimentos por persona, 1965-1979............................. 190
Gráfico Nº 41             Consumo de calorías por persona, 1969-1978...................................... 191
Gráfico Nº42              Disponibilidad de calorías y proteinas por persona, 1965-1986............... 193
Gráfico Nº 43             Cambios en la composición del gasto familiar, 1969-1978....................... 194
Gráfico Nº 44             Vivienda aprobadas e iniciadas, sector público, 1965-1982.................... 196
Gráfico Nº 45             Déficit de viviendas en Chile................................................................. 197
Gráfico Nº 46             Condiciones habitacionales de familias chilenas..................................... 199
Gráfico Nº 47             Distribución del ingreso, 1960-1984..................................................... 200
Gráfico Nº 48             Producción de medios de producción y bienes de consumo, 1986......... 211
Gráfico Nº 49             Cambios ramales en industria manufacturera.......................................... 212
Gráfico Nº 50             Producc. medios de prod. y bienes de cons., 1980-1988....................... 213
Gráfico Nº 51             Importaciones medios de prod.y bienes de consumo, 1970-1986.......... 215
Gráfico Nº 52             Exportaciones medios de prod., bienes de consumo, 1970-1986.......... 216
Gráfico Nº 53             Demanda de carbón, 1900-1910.......................................................... 222
Gráfico Nº  54            Industria manufacturera, % de compras nacionales, 1967, 1985.............. 224
Gráfico Nº 55             Cambios ramales industria manufacturera, 1980-1988............................ 225
Gráfico Nº 56             Comercio exterior, 1970-1988.............................................................. 237
Gráfico Nº 57             Tendencia decreciente de la tasa de ganancia....................................... 240
Gráfico Nº 58             Tendencia decreciente de la tasa de ganancia, ciclos............................. 241
Gráfico Nº 59             Resultados de 50 grandes empresas, 1977-1988.................................. 243
Gráfico Nº 60             Ganancias y actividad económica, 1977-1988........................................ 244
Gráfico Nº 61             EEUU, Impactode recesiones postguerra en consumo e inversión.......... 245


DESARROLLO  DEL CAPITALISMO EN CHILE BAJO PINOCHET
INDICE DE CUADROS
Cuadro Nº1       Ocupación real total, 1972-1988.................................................................. 27
Cuadro Nº 2      Composición de clase población ocupada.................................................... 51
Cuadro Nº 3      Destino de tierras expropiadas reforma agraria............................................... 69
Cuadro Nº 4      Estructura de clases en el campo,1960........................................................ 71
Cuadro Nº 5      Evolución del número de predios agrícolas, 1955-1980................................ 73
Cuadro Nº 6      Composición de clases en la agricultura, 1975-1986..................................... 77
Cuadro Nº 7      Evolución tamaño propiedad agrícola, 1965-1978........................................ 81
Cuadro Nº8       Tasa de crecimiento de población, 1960-1985............................................ 121
Cuadro Nº 9      Variación patrimonio 100 mayores empresas privadas, 1969-1978............... 150
Cuadro Nº10    Variación patrimonio grupo matte, 1978-1986............................................. 151
Cuadro Nº11    Variación patrimonio CMPC, (papelera ), 1969-1986.................................... 152
Cuadro Nº12    Variación patrimonio grupo angelini, 1978-1986......................................... 152
Cuadro Nº13    Patrimonio grupos principales, 1978.......................................................... 153
Cuadro Nº14    Patrimonio grupos principales, 1986.......................................................... 153
Cuadro Nº15    Patrimonio empresas públicas, 1986.......................................................... 154
Cuadro Nº 16   Control accionario empresas privatizadas.................................................... 156
Cuadro Nº 17   Ingreso monetario familias chilenas, 1988................................................... 201
Cuadro Nº 18   Fuentes de crecimiento industria manufacturera, 1974-1981....................... 219
Cuadro Nº 19   Concentración económica en el sector forestal, 1988.................................. 253
Cuadro Nº 20   Capital en industria, 1963.......................................................................... 294
Cuadro Nº 21   Obreros y empleados en industria y construcción, 1960.............................. 295
Cuadro Nº 22   Deuda externa convertida a1988............................................................... 318
Cuadro Nº 23   Origen de pagarés cancelados a 1988........................................................ 319
Cuadro Nº 24   Principales casos de recompra de deuda.................................................... 320
Cuadro Nº 25   Utilidades de las principales empresas, 1988.............................................. 326


"Hay progresos evidentes en el siglo transcurrido, ello no puede negarse…de todos los progresos de que el país se ha beneficiado, al proletariado no le ha correspondido sino contribuir a él pero para que lo gocen sus adversarios"

Luis Emilio Recabarren

"Ricos y Pobres"


Introducción

Chile ha alcanzado tardíamente cierto nivel de desarrollo capitalista y la dependencia del Imperialismo a que ha estado sometido durante los últimos cien años, se ha acentuado a medida que los monopolios, en particular los extranjeros, comenzaron a dominar en forma creciente su estructura económica.  Por otra parte, durante los últimos cincuenta años, el Estado ha jugado un papel cada vez más importante en la economía nacional.
Hasta hace poco perduraban en el país resabios en descomposición, del modo de producción semifeudal que fue trasplantado, exitosamente, por la colonización española, sobre las antiguas formaciones socio-económicas indígenas.  Hoy se observa una fuerte presencia de la pequeña producción mercantil y simultáneamente perduran en nuestro suelo manifestaciones de la comunidad primitiva.
En la década del sesenta se inició un proceso de profundas reformas, que culminó en las transformaciones revolucionarias impulsadas por el gobierno del Presidente Allende. Luego un proceso contrarrevolucionario llevó al poder absoluto al capital financiero  local, que en su alianza subordinada a los monopolios transnacionales, en un estado que tomó la forma de una dictadura fascista.
Chile ha vivido, en los últimos quince años, uno de los períodos de desarrollo capitalista más acelerados de su historia. Este ha estado determinado por la acción de las leyes generales de dicho modo de producción, las particularidades derivadas del desarrollo histórico del país, la situación internacional caracterizada por el paso al socialismo; la revolución científico técnica y todas sus consecuencias sobre la economía y la política mundiales; la acción del Imperialismo y su condición de dependencia.
Producto del desarrollo capitalista, se han producido modificaciones cualitativas en la estructura económica de la sociedad chilena. Estas han afectado a la población, incidiendo en su composición, actividad y conciencia. La clase obrera se ha fortalecido, y hoy constituye la principal fuerza revolucionaria y de progreso nacional.
El empeoramiento en las condiciones de vida de esta clase y la de amplias masas del pueblo, frente al exuberante enriquecimiento de la oligarquía financiera y sus cortesanos, la creciente explotación de amplias capas de la pequeña burguesía y aún de la burguesía a manos de los monopolios han ido generando condiciones objetivas para realizar profundos cambios en el país.
Estas adquieren una dimensión superior al coincidir con las transformaciones que están ocurriendo en el campo socialista, lo que abre inusitadas perspectivas a la lucha ideológica y práctica.
La comprensión de estos fenómenos exige un estudio de la realidad concreta en todos sus aspectos, a la luz del marxismo-leninismo. De allí que el estudio de los clásicos aparezca como condición indispensable para enfrentar este desafío colosal.
Desde el punto de vista ideológico, discrepamos de aquellas posiciones que niegan la evidencia del desarrollo capitalista o alguno de los rasgos esenciales que reviste este modo de producción en un país dependiente y, con quienes, tal vez encandilados por los cambios que genera ese desarrollo, pierden de vista su carácter contradictorio y profundamente reaccionario.
Este nuevo escenario condiciona la actividad práctica de los partidos revolucionarios, abre posibilidades a sus luchas y exige adecuaciones y redespliegues que difícilmente pueden concebirse e implementarse sin una comprensión científica de las nuevas realidades y de sus tendencias.
Este trabajo pretende entregar antecedentes y algunos elementos teóricos y metodológicos que posibiliten el avance colectivo en el conocimiento de la nueva situación que las fuerzas revolucionarias deberán enfrentar y aprovechar desarrollando y optimizando sus actividades prácticas y teóricas.

Dar cuenta de lo nuevo desde un punto de vista de izquierda

La existencia de diversas interpretaciones en torno a los fenómenos económicos no es un hecho casual sino algo necesario y estrechamente vinculado a la lucha de clases.
Algunas interpretaciones acerca de la evolución del proletariado en Chile, por ejemplo, persiguen disminuir el papel histórico de la clase obrera como dirigente de la revolución.  A menudo se presentan también en el campo marxista diferencias de matices, y a veces no tan de matices, en relación a la interpretación de los diversos fenómenos. Al respecto indica Lenin: "No menosprecieis las discusiones teóricas, nuestras divergencias teóricas en la marcha de la revolución se transforman continuamente en las más inmediatas divergencias prácticas"  [1].
La importancia política de alcanzar la dirección de la economía, fue una de las principales lecciones aprendidas, por el pueblo chileno, durante la experiencia del Gobierno Popular.  Se demostró entonces que cierta confusión y la proliferación de "divergencias prácticas" en el campo marxista, en lo que respecta a la dirección de la economía, sin ser determinantes, pueden constituirse en elementos determinantes para la derrota o la victoria de la revolución. La experiencia de la propia gran burguesía, con su "modelo económico", y sus "Chicago boys", es también ilustrativa al respecto, en el sentido opuesto.
Las posiciones progresistas enfrentan en este terreno a un adversario bien entrenado, que cuenta con un marco teórico estructurado, y con una capacidad de operación, medios y cuadros muy importante. Cuenta también con el apoyo del imperialismo como lo atestigua el convenio de la Universidad Católica de Chile con la Universidad de Chicago, que tiene ya más de treinta años.
 Por otra parte en el campo democrático, corrientes que no se plantean el cambio revolucionario cuentan con proyectos económicos estructurados y coherentes, que disponen de especialistas calificados y de aparatos académicos de alto nivel. Estos tienen importantes apoyos financieros provenientes de paises capitalistas desarrollados.
Para alcanzar la dirección de la economía, las fuerzas más avanzadas requieren, por lo tanto, elevar sistemáticamente su capacidad de operación, y contar con un marco teórico global, cientificamente fundamentado.
A pesar de la escasez de medios que dispone la izquierda para el trabajo científico, en los últimos años, en el país y en el exilio, ha tenido lugar un  proceso de desarrollo teórico que pretende dar cuenta, desde una perspectiva revolucionaria, de los enormes cambios ocurridos en el período reciente, en las economías chilena y mundial. Este trabajo se inscribe en dicho proceso y es un producto del mismo.

El Modelo Económico de la Dictadura y el "Populismo" de Izquierda

En la elaboración de este marco teórico se han criticado ampliamente los rasgos "populistas" que se detectan en el pensamiento económico tradicional de la izquierda.
Además de las orientaciones generales de la ofensiva ideológica burguesa en el terreno económico - la denostación sistemática de la URSS, del socialismo, del marxismo y la apología sistemática de los paises capitalistas desarrollados, del capitalismo, de la empresa privada - la crítica burguesa al "populismo" económico de la izquierda ha calado hondo en los medios académicos de nuestro país durante los últimos años.  Es probable que ello suceda porque, en parte, ésta se sustenta en algo verdadero.
Los ideólogos de la gran burguesía, sus economistas y portavoces, intentan sistemáticamente identificar el pensamiento del conjunto de sus oponentes con el "populismo", incluyendo en dicha posición a una serie de teorías económicas que, en general, no se avienen con las leyes objetivas de la economía.
En particular se identifica con las concepciones "populistas" al marxismo, a la política económica de los paises socialistas y a la dirección seguida en este campo por el gobierno de la Unidad Popular.  Según estos críticos las posiciones de sus opositores, y en especial la de los marxistas, consistirían en una mezcla de políticas proteccionistas, de control de precios y de intervención estatal arbitraria, cuya "ineficiencia económica" les resulta muy fácil demostrar.
Frente al así caricaturizado "socialismo", estos economistas se dan el lujo de aparecer como "modernos", "progresistas", y defensores de la "eficiencia económica".
Hasta tal punto ha sido efectiva esta ofensiva ideológica en medios profesionales de nuestro país, que no sólo son numerosos los economistas y profesionales que basan su apoyo a determinadas políticas gubernamentales en la suposición sincera de que con ello están impulsando la eficiencia y el progreso, sino que también hay muchos que, convencidos de que la única alternativa al fascismo son precisamente las caricaturas "populistas", que los propios ideólogos del régimen les atribuyen, hacen suyas dichas posiciones, como una forma de expresar su rechazo a la dictadura.
Es preciso reconocer que, a veces, esta campaña tiene fundamentos en las concepciones económicas de algunos opositores. Es efectivo también que en la dirección de la economía, durante el Gobierno Popular, se cometieron muchos errores. Por otra parte, en los paises socialistas existen numerosos problemas y algunas políticas económicas que, aunque se expliquen por razones histórico-políticas, hoy ya no se justifican y otras que no se han justificado jamás.
Las gestiones de los economistas del régimen expresan los intereses de quienes son sus patrones, los únicos que en definitiva se han beneficiado en la época actual: la oligarquía financiera nacional y extranjera. En otras palabras, las políticas económicas aplicadas por la dictadura, son funcionales al desarrollo capitalista del país en beneficio de los grandes clanes económicos.
Por otra parte, no cabe sino reconocer, como siempre lo hicieron los clásicos del marxismo, los rasgos progresivos del capitalismo en Chile. Por ejemplo, el monopolio capitalista representa un enorme progreso en relación a la pequeña o mediana producción.  Sin embargo, aunque el viejo modo de producción sea a veces capaz, de impulsar el desarrollo de las fuerzas productivas, "incluso más rápidamente que antes", como planteara Lenin, la suya sigue siendo una salida reaccionaria, puesto que para todos los paises está abierta la opción progresiva, no capitalista, de desarrollo.
Esta afirmación se confirma en el caso chileno,  donde la alternativa histórica representada por el gobierno del Presidente Allende abrió perspectivas de desarrollo al país que, en todos los terrenos fueron más avanzadas que las puestas en práctica por la dictadura fascista.
Es por eso un contrasentido, que quienes que en nuestra época representan lo más reaccionario del pensamiento político y económico, y quienes justifican o callan frente a los crimenes fascistas, se muestren ahora como representantes del progreso.
A pesar de sus éxitos parciales en el terreno económico, mantiene su validez el aserto de que el principal enemigo de la eficiencia económica, en nuestra época, es el monopolio capitalista.  La ineficiencia del régimen actual, traducida en las crisis económicas de los últimos años, es consecuencia directa de la propiedad privada monopólica de los medios de producción.  Sólo la transformación revolucionaria de las relaciones y de la propiedad social de los medios de producción, es capaz de sustentar en nuestros días, una economía verdaderamente eficiente.
El socialismo ha planteado históricamente al capitalismo el reto de un desarrollo económico acelerado y  sin crisis. Los paises socialistas, a pesar de los numerosos problemas que aquejan a sus economías, y aunque todavía estén lejos de superar al capitalismo en algunos aspectos, han duplicado  los índices capitalistas de crecimiento de la producción y la productividad del trabajo, en beneficio de sus pueblos, durante las últimas cuatro décadas.
El proceso de la Perestroika, junto con demostrar que determinadas relaciones de producción socialistas que no han considerado adecuadamente el carácter mercantil del socialismo pueden generar profundas contradicciones con  el desarrollo de las fuerzas productivas, ha mostrado también otros fenómenos. Entre ellos, que la dirección consciente de la economía, basada en la propiedad social de los medios de producción, permite combinar acertadamente la planificación centralizada con la iniciativa descentralizada, los métodos directamente sociales con los métodos económicos de dirección, el interés material individual de trabajadores y el colectivo, el desarrollo armónico de los diversos sectores internos de la economía con la integración creciente a la división internacional del trabajo en términos de equilibrios macroeconómicos, políticas racionales de precios, rentabilidad de las empresas, ingresos según el trabajo, desarrollo del comercio internacional, hechos que tienen un notable significado.
Combinando adecuadamente la planificación y el mercado, el socialismo está en condiciones de permitir una eficiente asignación de recursos que aproveche al máximo la revolución científico técnica, destinada a acelerar el desarrollo socioeconómico con el objetivo de satisfacer las necesidades del pueblo.  Es importante sin embargo, depurar las concepciones de los economistas de oposición de enfoques "populistas", que, ciertamente, nada tienen que ver con el marxismo ni con el socialismo.
Frente a la crisis del régimen fascista, por otra parte, la propia gran burguesía se esfuerza hoy por reconformar, apresuradamente un proyecto que le permita pasar a ejercer directamente, sin intermediación militar ni reformista, el poder político.   Este intenta fundamentalmente dar una base consensual, no de fuerza, al régimen social y económico actual.
En lo económico el nuevo proyecto no presenta grandes modificaciones en relación al esquema que hasta ahora la gran burguesía en forma directa impuso al país, bajo el alero del régimen político impuesto por la dictadura militar. Es significativo, sin embargo, el énfasis que en este período empieza a poner, este sector, en los aspectos de "desarrollo social" del modelo.
Al parecer, su ofensiva principal apunta a demostrar que el capitalismo genera en su desarrollo una sociedad con tendencia a la homogeneización y justicia crecientes. De este modo buscan una justificación moral al régimen capitalista, razón por la cual las cuestiones de orden religioso han pasado a jugar un papel muy importante en el diseño de este nuevo marco ideológico burgués.
La convicción probablemente sincera, de muchos ideólogos no fascistas, acerca de las bondades morales del capitalismo, descansa sobre el supuesto de que, pasadas las etapas más duras del ajuste estructural que sufrió la economía chilena durante el período de la dictadura, se abrirá un período prolongado de relativa estabilidad y de crecimiento económico.
Sin embargo, las posibilidades de que ello ocurra son bajas.  No sólo por el carácter cíclico general del capitalismo, sino porque es muy probable que la solución de los desequilibrios acumulados recientemente a nivel mundial requiera una nueva crisis cíclica global de proporciones. Y aunque este optimista escenario se diese, el carácter contradictorio del modelo se expresará de una u otra forma.
La ley general de la acumulación, que en el período de "reestructuración" reciente se expresó en forma directa, se manifestaría en eventuales períodos de "bonanza" económica prolongada, dando por tierra, como ha ocurrido una y otra vez en el pasado, con las teorías que pretenden embellecer moralmente un régimen históricamente caduco.

Corrientes Reformistas

Junto a las teorías burguesas más reaccionarias y en oposición a las mismas, diversas corrientes democráticas han diseñado una concepción económica alternativa, que se propone eliminar o morigerar los aspectos más "sombríos" del desarrollo capitalista, integrando a la sociedad a los diversos sectores sociales hoy día "marginados" de la misma, y que constituyen, por lo tanto, una amenaza para ella.
Dicha concepción económica forma parte de una cosmovisión que abarca los más diversos campos, y levanta la democracia política como su objetivo principal.
Desde el punto de vista social, aún cuando estos proyectos surgen desde los sectores medios de la sociedad, tanto en sus principales portavoces como en su base social principal, engranan con los proyectos de las fracciones más democráticas del gran capital a nivel mundial y local.
Estas corrientes se proponen a si mismas como alternativas reformistas a la dictadura fascista y han logrado alcanzar un alto grado de madurez teórica.  Frente a la crisis de la dictadura, se han transformado en alternativa política y desde el punto de vista de la crítica al régimen fascista, su aporte ha sido muy importante.
Diversos estudios que se inscriben en estas corrientes de pensamiento, han documentado de manera contundente, a veces dramática, las nefastas consecuencias del desarrollo capitalista reciente sobre la mayoría de la población.  Sus propuestas económicas más representativas aparecen muy depuradas de rasgos "populistas", recogen las tendencias recientes del desarrollo económico mundial, y aparecen incluso con ventajas teóricas en relación a las concepciones hasta ahora dominantes, que presentan ciertos rasgos dogmáticos, al continuar absolutizando algunos aspectos de la teoría económica que, habiendo sido respuestas válidas en cierto momento, no parecen serlo ya hoy en la misma medida.
Las limitaciones de los proyectos reformistas son conocidas y en Chile quedaron de manifiesto durante los años sesenta. Su análisis de la "marginalidad", además de no ser exacto, pierde de vista que las contradicciones principales del régimen capitalista se dan precisamente en su seno, en las clases que generan su propio desarrollo y que lo sustentan, y que dichas contradicciones se expresan de muchas maneras, en distintos momentos, más allá de la voluntad suavizante de un Estado "integrador". Al dejar intactas las bases económicas del régimen actual, representadas  por el dominio de los monopolios nacionales y extranjeros, los proyectos reformistas están condenados, al fracaso.
Para la izquierda revolucionaria, el desafío es enorme. Sólo una concepción económica científica, que fundamentándose en la economía política, recoja los desarrollos progresivos de la ciencia económica, podrá ganar el respaldo de la población y de la mayoría de los economistas y otros profesionales honrados, para un proyecto de transformaciones económicas revolucionarias.  Ello, sin desconocer el rol preciso que juegan las concepciones ideológicas en general, y las económicas en particular, en el universo de las condiciones que hacen posible el cambio revolucionario de la sociedad.

Elementos Metodológicos

El estudio del desarrollo del capitalismo en Chile, de los cambios en la clase obrera y en la estructura económica, sólo puede ser abordado acertadamente "a partir del análisis de las leyes generales del desarrollo de la sociedad y su proyección concreta al país, es decir, apreciando lo general y lo particular de ese proceso"[2]
La influencia del sistema capitalista mundial está determinada por el desarrollo de sus contradicciones internas, las que en determinados momentos se agudizan, dando lugar a períodos de prolongadas crisis y transformaciones estructurales. En la época actual, la evolución de las relaciones entre los dos sistemas sociales mundiales, el capitalismo y el socialismo, es también un elemento decisivo.
El presente trabajo no pretende abarcar el estudio del desarrollo del capitalismo en el país en toda su complejidad, pero si dar cuenta en forma, más o menos amplia, de un aspecto del mismo; la expresión en Chile, durante el último tiempo, de las leyes generales del desarrollo capitalista, en determinados aspectos de la realidad.
La sola revisión de las manifestaciones simples de estas leyes tienen interés en sí. Por ejemplo, una de ellas establece que, a través de fluctuaciones cíclicas, la clase obrera crece en forma absoluta, y relativa con respecto a otras clases y capas de la población. La sola constatación de este fenómeno, en la realidad de nuestro país durante los últimos años, permite visualizar como, en virtud precisamente del desarrollo capitalista, la clase obrera ha acrecentado su importancia potencial como vanguardia de los sectores sociales que representan el progreso social.

Lo General y lo Particular

El énfasis metodológico del presente trabajo al estudiar la manifestación de los aspectos más generales del desarrollo capitalista en el país en los últimos treinta años, de alguna manera se contrapone a cierta tendencia tradicional a la absolutización de rasgos particulares en el análisis del desarrollo capitalista de paises atrasados y dependientes.  Como se critica en diversos pasajes del texto, ésta ha llevado a conclusiones que de una u otra manera niegan el desarrollo capitalista del país, o aspectos esenciales del mismo, con consecuencias negativas en diversos planos.
De allí que nos parezca pertinente recordar algunos alcances teóricos de la categoría de "lo general", en la lógica dialéctica.  Esta, según Iliénkov, "ocupa un lugar extraordinariamente importante en la composición…[de dicha lógica]", aún más, "…el materialismo…transforma la categoría de lo general en la categoría más importante de la lógica de la investigación concreta de los fenómenos concretos  que se desarrollan históricamente"  [3].
La dialéctica materialista sostiene "la realidad objetiva de lo general……en el sentido de la concatenación regular de los fenómenos materiales, en el sentido de la ley de su cohesión en la composición de cierto todo, en la composición de la totalidad que se autodesarrolla, cuyos componentes "están emparentados" en la esencia del asunto no en virtud de que poseen un mismo rasgo igual, sino en virtud de la unidad de génesis, en virtud de que todos tienen un mismo antepasado común, o diciéndolo más exactamente, en virtud de que surgieron en calidad de modificaciones variadas de una misma substancia, que tiene carácter completamente material, (es decir, que es independiente del pensamiento y de la palabra) " (subrayado en el original) [4].
La comprensión de los fenómenos concretos, se hace posible en la medida de que se descubre su antepasado común, la substancia material a partir de la cual estos fenómenos se han desarrollado.  En este caso, se trata de las leyes generales del modo de producción capitalista, como "lo general", el antepasado común de los fenómenos económicos concretos que tienen lugar en el país.
Estos fenómenos a menudo aparecen negando su origen; el desarrollo de las leyes generales muchas veces conduce a que las mismas aparezcan como su contrario. Durante las crisis económicas capitalistas, por ejemplo, ha tenido lugar una masiva destrucción de capital. El fenómeno de la crisis, sin embargo, visto como un momento en el desarrollo del ciclo capitalista, cumple un rol insustituible y necesario para la reproducción del capital.
Así comprende la dialéctica el desarrollo de lo general: "Lo general puede manifestarse exteriormente muy bien en forma de diferencias, incluso en forma de contrarios, que hacen que los fenómenos peculiares se complementen uno a otro como componentes de un todo, de un cierto "conjunto" plenamente real "de una totalidad orgánica", y no de una multitud amorfa de unidades, incluidas aquí en base de un rasgo más o menos casual. " (subrayado en el original) [5].
Lo general, para la dialéctica, no es algo abstracto, una creación vacía que resulta de abstraer algunos rasgos comunes a muchos fenómenos. Es, por el contrario, algo enteramente concreto, un fenómeno particular entre los fenómenos particulares.
"De otra parte, lo general, que se manifiesta precisamente en las particularidades, en las características individuales de los componentes del todo, sin exclusión, existe de por sí, lo particular junto a otros individuos particulares derivados de él. Aquí no hay nada de místico; el padre a menudo vive mucho tiempo junto a sus hijos. Y si no está presente, sin duda estuvo alguna vez, es decir, en la categoría de "ser efectivo" debe pensarse sin falta"  ([6]).
Por lo tanto, lo general no debe buscarse en las construcciones del pensamiento, sino en la realidad concreta. Se trata de investigar entre los fenómenos particulares aquellos que son al mismo tiempo los generales, es decir aquellos a partir de cuyo desarrollo se han originado todos los demás.
" El antepasado aquí, como regla no muere. Continúa viviendo junto con todos sus descendientes como individuo al lado de otros individuos, y la cuestión se reduce a descubrir entre los individuos singulares presentes a aquel que nació antes que los otros, y por eso pudo engendrar a todos los demás.……Aquí no se necesita la abstracción, sino el análisis……el análisis más riguroso de una relación única, plenamente específica y real, que existe entre los hombres……En el análisis de tal realidad……reducida a la forma más simple , se revelan las determinaciones generales……que luego, en los peldaños más elevados de su desarrollo y análisis, se hallan (se reproducen) como determinaciones generales abstractas…"  [7].
Es decir, se trata de investigar, de descubrir, lo general en lo particular, las leyes generales de producción capitalista tal como éstas se manifiestan, directamente, en forma simple, en nuestra realidad actual. Como se manifiestan dichas leyes generales no ya en su desarrollo, no en los fenómenos que son producto del desarrollo de dichas leyes, no en sus hijos, sino en las mismas como fenómenos particulares que constituyen lo general.
Ello es posible, ya que como dice Marx, lo general, "…deviene…en endiabladamente real…siendo, de una parte, nada más quedifferencia specifica mental, al mismo tiempo representa a cierta forma real especial junto a la forma de lo particular y lo único " (subrayado en el original)([8]).
El objeto de estudio, que este trabajo aborda sólo en parte, consiste entonces en la comprensión científica del conjunto de los fenómenos económicos que se desenvuelven en la actualidad, en nuestro país. Es decir, lo general se estudia con la finalidad de comprender más profundamente lo particular y singular de nuestra realidad.
Es que, "Lo general incluye, encarna en sí toda la riqueza de las particularidades no como "idea", sino como fenómeno completamente real, que tiene la tendencia de hacerse general y que desarrolla "de sí mismo" por la fuerza de sus contradicciones internas otros fenómenos igualmente reales, otras formas especiales del movimiento real……Lo general  encarna, encierra en sí, en su determinabilidad concreta, toda la riqueza de lo particular y de lo único, y no sólo como una posibilidad, sino como una necesidad de desarrollo……su existencia [de lo general] no suprime ni empequeñece la realidad de sus modificaciones, de los individuos particulares y dependientes de él"   [9].
Junto al estudio de las leyes más generales del desarrollo capitalista, valor, plusvalía, salario, ley general de acumulación, o circulación del capital se abordan en forma menos desarrollada los principales rasgos particulares de la estructura económica en nuestro país, a saber :
a) " …las relaciones de producción capitalistas dominantes están representadas por las empresas del capital monopolista, extranjero, nativo privado y estatal; por empresas de capital mixto, de capital medio y pequeño; entre las que se destaca un bloque dominante, formado por los monopolios…".

b) " Este bloque dominante se contrapone al resto de capas y clases de la población. La oposición entre ellos representa hoy día, en el nivel de la estructura económica, la contradicción principal o rectora, que es la forma peculiar en que en nuestro país se manifiesta hoy la contradicción fundamental del capitalismo…".

c) " …En el citado bloque dominante, el papel decisivo lo juegan los monopolios extranjeros, en particular norteamericanos, cuyo dominio genera el sistema de dependencia y explotación que sufre nuestro país, y que en el presente cobra la forma principal de la deuda externa…".

d) "…Junto a las relaciones de producción capitalistas se conservan relaciones precapitalistas, en particular la pequeña producción mercantil".

e) El estado, en poder de los monopolios capitalistas  [y con la forma de una dictadura fascista], juega [en Chile] un papel fundamental en la reproducción capitalista. [10]

De lo Abstracto a lo Concreto

La metodología marxista de investigación científica aborda el estudio de su objeto ascendiendo de lo abstracto a lo concreto. Es así como, siguiendo la estructura de "El Capital", abordamos primeramente los problemas de la esfera de la producción del capital: valor, plusvalía, salario, ley general de la acumulación. Tratamos también en esta sección los fenómenos relacionados con la acumulación originaria.  En dicho tratamiento se hace abstracción de fenómenos tan importantes como los cambios ocurridos en la estructura ramal de la producción, o los que dicen relación con el comercio exterior, y que son tratados a continuación, en la sección correspondiente a los cambios en la esfera de la circulación del capital.
En relación a la esfera de la producción y circulación en su conjunto, apenas se mencionan los temas principales a tratar: precios de producción, ganancia media, tendencia decreciente de la tasa de ganancia, contradicciones de dicha tendencia, capital comercial, capital dinero de préstamo, renta de la tierra, puesto que el avance de la investigación no nos permite, por el momento, ir más allá.
Seguidamente se aborda el estudio del imperialismo y los monopolios, para continuar con la economía mundial, aspectos históricos, y culminar con un análisis de coyuntura económica.
Se agrega un capítulo que, sin tener una ligazón metodológica directa con el estudio, está basado en éste. Se refiere a los cambios en el proyecto de sociedad a la que se aspira, como producto de las transformaciones internas y, principalmente, como resultado de las transformaciones que tienen lugar en el campo socialista.
A continuación se resumen, para el lector interesado, algunos aspectos teóricos de la metodología dialéctica de ascenso de lo abstracto a lo concreto .
"El método que se eleva de lo abstracto a lo concreto, donde "las determinaciones abstractas conducen a la reproducción de lo concreto por vía del pensamiento" esto es definido por Marx como "el método científico correcto".[11]
Lo abstracto y lo concreto, en esta acepción, no se refieren a lo que está dentro de la cabeza o fuera de ella, como suele usarse en la terminología común, sino a los diferentes aspectos de un objeto determinado y grados de ligazón entre ellos que se consideran tanto en el pensamiento como fuera de él. En este sentido una representación mental puede ser abstracta, si considera sólo un aspecto de un objeto, o concreta, si considera los múltiples aspectos del mismo en su ligazón."En la concepción de Marx, lo concreto es "la unidad en la diversidad".[12]
Por otro lado, Marx " parte del hecho de que las abstracciones con ayuda de las cuales, por la síntesis de las cuales, el teórico reconstruye el mundo por el pensamiento, representan copias mentales de momentos particulares de la realidad objetiva misma, momentos puestos en evidencia por el análisis. Dicho de otra forma, suponemos como evidente que cada definición, tomada aparte, es el producto de la generalización y el análisis de los datos inmediatos de la intuición. En este sentido (pero solamente en este sentido) ella es producto de la "reducción" de lo concreto en la realidad a su expresión sintetizada y abstracta en la conciencia".
Esto último también es válido cuando el trabajo teórico se elabora a partir de un sistema de abstracciones ya preparadas, obtenidas anteriormente. En este caso, dicho trabajo " hace de ellas un análisis crítico…las verifica confrontándolas con los hechos y de esta misma forma recorre en cierto modo, nuevamente, el proceso", que se eleva de lo concreto en la realidad a lo abstracto en el pensamiento, y de allí a lo concreto en el pensamiento. "Así, el proceso teórico que conduce al conocimiento concreto está siempre al mismo tiempo, en cada uno de sus eslabones como en su conjunto, en un proceso de reducción de lo concreto a lo abstracto ".[13]
En este trabajo la investigación empírica, generalización de intuiciones, representaciones y datos de la realidad chilena, que acá se presenta se desarrolló a medida que se avanzaba en el estudio de "El Capital", siguiendo su orden original que va ascendiendo de lo abstracto a lo concreto en la sistematización de sus conceptos.
Si bien, entonces, "elevarse de lo concreto a lo abstracto, por una parte, y elevarse de lo abstracto a lo concreto, por otra parte, son aquí dos formas que se implican mutuamente, …es en este último momento el esencial …en el proceso de apropiación teórica del mundo…La reproducción de lo concreto en el pensamiento es el fin que determina el peso específico y la importancia de cada acto de generalización (es decir de reducción de lo concreto a lo abstracto) tomado por separado…naturalmente lo concreto en el pensamiento no …es la meta final…de la teoría se pasa a la práctica y este caso puede ser calificado también de paso "de lo abstracto a lo concreto"…la práctica es un fin en si" [14].
El orden de tratamiento de las materias seguido, y tomado de "El Capital", "lejos de tener un carácter literario o estilístico", como ha sido descrito en algunos trabajos, "reproduce entre los ojos del lector todo el proceso de investigación que conduce a tales resultados …no en todos los detalles y desviaciones …sino en los puntos esenciales que la propia investigación ha mostrado que al pensamiento se le ha hecho progresar hacia la comprensión".[15]
La base materialista del método de ascenso de lo abstracto a lo concreto intenta seguir el desarrollo real de las cosas :
"A la concepción del desarrollo como sucesión de fenómenos que toman su origen los unos en los otros se relaciona la concepción materialista dialéctica del proceso de deducción de categorías del proceso que se eleva de lo abstracto a lo concreto, de lo general (que es en sí mismo un particular enteramente determinado) a lo particular (que expresa también una determinación general y necesaria del objeto).

La base general de partida de un sistema de determinaciones teóricas (el concepto de partida de una ciencia) expresa, desde el punto de vista de la dialéctica, las determinaciones teóricas concretas de un fenómeno típico enteramente particular y determinado, enteramente dado en la práctica sensible a la intuición empírica, en la práctica social y la experiencia. La particularidad de este fenómeno reside en que él es realmente (fuera de la cabeza del teórico), el punto de partida del desarrollo del conjunto de fenómenos en interacción que se estudia, de todo este concreto que está en el caso dado, el objeto de la reproducción lógica.

La ciencia debe comenzar donde comienza la historia real. El desarrollo lógico de las determinaciones teóricas debe expresar el proceso histórico concreto del devenir y del desarrollo del objeto. La deducción lógica no es otra cosa que la expresión teórica del proceso del devenir histórico de lo concreto estudiado".[16]
Cabe preguntarse, desde este punto de vista cuál es el aporte teórico del trabajo de investigación que acá se presenta y cuál es por lo tanto, el sentido de la generalización efectuada de intuiciones, representaciones y datos de la realidad chilena reciente.  Estos aparecen como "ilustraciones" de las leyes generales ya descubiertas hace cien años por Marx, en otra realidad completamente diferente.  Lo "nuevo" es, a nuestro juicio, la constatación de que también en la economía de un país atrasado y dependiente, en un período de transformaciones profundas, las tendencias principales pueden ser explicadas y percibidas acertadamente si se las entiende como desarrollos de las leyes del modo de producción capitalista.

Desarrollo Reciente de la Producción del Capital

El rasgo más general de la estructura socioeconómica de nuestro país lo constituye el dominio de las relaciones de producción capitalistas,"vale decir la base de la existencia y desarrollo de nuestra sociedad es, en parte decisiva, la explotación del trabajo asalariado"  [17].
Del total de personas ocupadas, más del 70% corresponden a asalariados, es decir, a personas que, por carecer de medios de producción, se ven en la obligación de vender su fuerza de trabajo para poder subsistir.

Gráfico Nº 1

De este gráfico es posible concluir que el movimiento de la economía, en Chile, está determinado por las leyes generales de la producción capitalista.
Para el marxismo, el capital es una relación de producción, básicamente la explotación masiva del trabajo asalariado. Por lo tanto la producción del capital se refiere precisamente a la producción de capitalistas y obreros que se da en el proceso de producción y reproducción capitalista de mercancías.
Entre las leyes más generales de la producción del capital se destacan la producción de valor, producción de plusvalía, salario y ley general de acumulación capitalista. Es usual, asimismo, tratar en este nivel lo relacionado con la acumulación originaria.
La ley fundamental de este modo de producción, consiste según Marx, en que el capitalismo es un régimen de producción de plusvalía. Se obtiene, como se sabe, solamente de la explotación de los obreros productivos. Por lo tanto, el desarrollo capitalista es sinónimo de desarrollo de la producción capitalista de mercancías y aumento en el número de obreros productores de mercancías.
En Chile, sin embargo, durante estos años, tanto la producción de mercancías, como la masa obrera han estado sometidas a grandes variaciones.  Esto ha originado un intenso debate del cual, muchos han concluido, en determinados momentos, que la tendencia predominante sería a la contracción de la producción y la clase obrera.

Crecimiento de la Producción de Valor e Incremento de los Asalariados

Del análisis global de la evolución de la producción de valor y de la clase obrera en Chile, en el período reciente, es posible concluir que la ley general ya formulada se ha expresado como tendencia predominante por encima de las grandes fluctuaciones experimentadas .

Crecimiento Absoluto de la Producción Capitalista

Indicador global de la evolución de la producción capitalista es el Producto Geográfico Bruto, o PGB.  Este refleja, aproximadamente, el valor nuevo creado por el trabajo humano en un año, y no el valor total de las mercancías producidas durante ese año, como suele pensarse. Ello porque no incluye el valor de las mercancías producidas en períodos anteriores, pero incorporadas como insumos a la producción anual.
Si se descompone el valor total de las mercancías producidas durante un año en :
valor total             =            c                 +             v           +            p    
                                Capital Constante    Capital Variable      Plusvalía
c puede representarse por el valor de las materias primas y otros elementos traspasados del período anterior, v por la masa de remuneraciones percibida en el período por los trabajadores productivos, y p por la masa de ganancias y renta obtenida en el período, parte de la cual se gasta en remuneraciones de trabajadores no productivos, entonces el Producto Geográfico Bruto mide, aproximadamente, el valor nuevo creado en ese período (v+p) y no el valor transferido de períodos anteriores (c).
De hecho, el PGB incluye una parte del valor transferido al producto desde los medios de producción, y que viene de períodos anteriores: el consumo de capital fijo, es decir la depreciación de los medios de trabajo. Sin embargo, este valor es relativamente pequeño, y se mantiene en un nivel bastante estable, inferior al 10% del PGB.
Es así como una de las formas de descomponer el PGB es la siguiente, ilustrada con cifras del PGB de 1980 (miles de millones de $ ):
        PGB        = Remun. trabajo +   Exced. Explotación   + (Imp. Indirectos-Subsidios) + Cons.Cap. Fijo
       $1.076       =      $ 411                           $ 431                                  $130                         $103
                                  v               +                                    p
El grueso del PGB está conformado por la masa de remuneraciones y ganancias, que junto con los impuestos indirectos representan aproximadamente el total del valor nuevo producido por el trabajo humano productor de mercancías.
Este valor puede descomponerse en la parte que repone el capital variable, es decir, los sueldos pagados a los trabajadores directamente productivos, que constituyen aproximadamente la mitad de los asalariados y la plusvalía. Parte de esta última se gasta en remuneraciones de trabajadores no productivos, impuestos, etc.
En el ejemplo se aprecia que el PGB incluye además el consumo de capital fijo, que es parte del capital constante consumido, pero que dicho valor no alcanza al 10% del PGB.
Por otra parte, este mide, aproximadamente, el valor nuevo producido por todo trabajo productor de mercancías, es decir, no sólo el de los obreros que trabajan sometidos al capital, y que en Chile, constituyen aproximadamente el 70% de los trabajadores ocupados, sino también el de aquellos que son productores independientes y que constituyen el 30% restante. (Ver Gráfico 1).
La metodología empleada para calcular el PGB consiste en sumar el valor agregado, es decir, el valor de la producción menos el valor de los insumos, de todos los sectores económicos. Desde el punto de vista opuesto, ello corresponde al consumo de las personas y del gobierno, la variación de las existencias, y la formación de capital fijo, sumando a ello las exportaciones y restando las importaciones  de bienes y servicios.
El valor es creado sólo por el trabajo de los obreros ocupados directamente en la producción de mercancías. Sin embargo, las cuentas nacionales capitalistas, por la metodología de cálculo referida, hacen aparecer parte de la plusvalía generada por los obreros productivos en el valor agregado al PGB por los sectores no productivos de la economía. Es el caso de los intereses percibidos por el sector financiero o el margen comercial, por ejemplo, en base a los cuales el comercio y el sector financiero, que no contribuyen sino minimamente a la producción de plusvalía, por trabajos productivos de almacenamiento y otros, aparecen participando, en conjunto, más que la industria manufacturera en el PGB.
De esta manera, el crecimiento relativo del sector servicios, cuya importancia creciente en el PGB durante un determinado período ha sido a veces interpretado como evidencia de un supuesto "desmantelamiento de los sectores productivos", significa principalmente que parte creciente de la plusvalía ha sido generada por el trabajo de los obreros productivos en otros renglones de las cuentas nacionales. De hecho, en los propios EEUU la participación de la agricultura e industria en el PGB norteamericano es aún inferior a la chilena, y ello, obviamente, no significa que en los EEUU la producción haya sido "desmantelada".También es necesario precisar que el PGB sólo refleja de manera aproximada el valor creado, debido a que contabiliza dos veces parte de la plusvalía y presenta una serie de distorsiones respecto del comercio internacional.  
El valor es trabajo socialmente necesario, y en general, la producción de valor sólo aumenta, si crece el número de obreros, la intensidad y/o la duración de la jornada de trabajo. Los cambios tecnológicos, por ejemplo, una vez que se generalizan, si bien son decisivos para incrementar el valor transferido, es decir la cantidad de capital constante, (materias primas, etc.), incorporado al producto por cada obrero, no tienen sin embargo, incidencia alguna en cuanto al valor nuevo creado, que es igual al tiempo de trabajo invertido en el proceso productivo. "Así pues, aunque la misma cantidad de trabajo transfiere siempre a sus productos la misma suma de nuevo valor, el antiguo capital transferido también a aquellos por el trabajo crece al crecer la productividad de éste[18].  Esta es la razón por la cual el valor unitario de los productos disminuye al incrementarse la productividad del trabajo, cuando la misma cantidad de valor nuevo agregado se divide en más unidades producidas.
Sin embargo, la producción de valor, a nivel de una empresa o un país puede aumentar eventualmente sin que aumente y aunque disminuya en forma absoluta, el número de obreros ocupados allí en la producción.  Esto podría explicarse por el aumento en la cantidad de trabajo exprimida a los mismos obreros, pero también por el aumento en el rendimiento del trabajo, de esa empresa o país, en relación al resto del mercado.
Puesto que el precio de los productos está determinado por el mercado en su conjunto, la empresa o país que introduce una innovación tecnológica se beneficia mientras la misma no se generaliza. Mientras la productividad de una empresa es superior a la media del mercado, en un producto dado, se traduce en una transferencia de valor, desde las empresas menos productivas a las más productivas. En los productos denominados transables, es decir, cuyo precio está determinado por el mercado mundial, el desnivel de productividad del trabajo entre uno y otro país se traduce en transferencias de valor desde  los menos productivos hacia los más  productivos. Los productos transables, en Chile, constituyen alrededor del 40% del total, medidos en valor.
De esta manera, por ejemplo, los paises menos desarrollados que, en general tienen una productividad del trabajo menor que los más desarrollados, transfieren constantemente valor a estos últimos.
Dicha diferencia de productividad bien puede estar determinada, sin embargo,  en parte importante, por la mayor disponibilidad de un recurso natural, o la mejor calidad de éste. En el caso de Chile, por ejemplo, debido a la ley relativamente mayor de los minerales chilenos, un trabajador chileno produce más cobre, y puesto que éste se vende al precio internacional, genera mayor valor que un obrero norteamericano, suponiendo  que ambos emplean la misma maquinaria, trabajan con igual intensidad y durante el mismo tiempo. En este caso, la transferencia de valor bien puede operar a favor de un país como Chile, aún en relación a un país desarrollado.
Sin embargo, en lo que respecta a la productividad, las diferencias nacionales varían más o menos lentamente, y por lo tanto distorsionan en forma más o menos estable al PGB. Otro factor, altamente variable, es el que se expresa en las fluctuaciones de precios de los productos comercializados a nivel internacional. Igual que en el mercado local, ello ocurre cada vez que la producción no coincide con la demanda, es decir, cuando a nivel mundial se asigna trabajo en exceso o en defecto a la producción de una determinada mercancía. El resultado se manifiesta en alzas o bajas de precios, con la consecuente desvalorización o sobrevalorización del trabajo asignado a dicha producción.
Este fenómeno se manifiesta periodicamente, en las crisis cíclicas del capitalismo. En la base de esta crisis existe un fenómeno de sobreproducción.  Los capitalistas, guiados por el lucro, destinan a la producción mayor proporción de trabajo que el socialmente necesario, lo que se traduce en una depreciación del trabajo individual. Es decir, en esas condiciones, un determinado tiempo de trabajo de un determinado número de obreros,  con una intensidad determinada, que se cristaliza en un producto, se desvaloriza junto con éste. Puede suceder a la inversa, cuando existe subproducción.
Estas fluctuaciones afectan constantemente la relación entre los precios de los productos que importa y los que exporta un país, o sea, a los términos de intercambio. En el caso de Chile, durante varios años del último período, dicha relación ha sido muy adversa, lo que significa que el mismo trabajo, realizado por la misma cantidad de trabajadores, en el país, se ha traducido en menor valor, y esto también se  refleja en el PGB.En la relación de precios internacionales inciden además la presión monopólica de los diversos productores, las políticas arancelarias, y otros factores. Esto es determinante en la producción del valor que mide el PGB.
A pesar de las limitaciones enumeradas, el PGB constituye el mejor indicador disponible para medir la evolución de la producción de valor de un país capitalista. Medida por el PGB, la producción de valor en Chile durante los años del fascismo no se ha reducido y, considerando su evolución cíclica, en 1988 superó incluso su nivel máximo, alcanzado en 1981, alrededor de un 11%. El PGB de 1988 supera en alrededor de un 40% al máximo anterior, que se alcanzó en 1972.
Esto se aprecia en el gráfico Nº 2, que muestra la evolución del PGB entre 1960 y 1988 :   
          Gráfico Nº 2
La veracidad de esta evolución del PGB ha sido cuestionada[19], por economistas como Meller, que señala que la misma está basada en la nueva matriz insumo-producto elaborada en 1977, en que era diferente el peso relativo de los sectores y al empalmarse esta serie con los años anteriores, se subvalúan estos últimos. Sin embargo, es pertinente señalar que la revisión no cambia las conclusiones de la serie oficial, ya que el producto en 1981 supera el de 1972. La serie PGB del Banco Central, por lo demás, es la que utilizan en general también los organismos internacionales.
Del gráfico salta a la vista que la producción en Chile ha cumplido durante el último cuarto de siglo, la ley que establece que su desarrollo es cíclico. Estos ciclos, que entre 1960 y 1975 se caracterizaron por una baja y posterior recuperación del ritmo de crecimiento, a partir de 1973 experimentaron una baja apreciable y posterior recuperación del producto como tal.
En lo que se refiere al comportamiento del producto en el período reciente, considerado como un todo, aún en esta serie, se aprecia un bajo crecimiento de la producción, apenas de un 2,6% acumulativo anual, en promedio, para el período 1973-88, mientras la población creció al 1,7% anual, durante el mismo lapso.
Ciertamente el comportamiento del PGB, aún medido de acuerdo a la versión oficial acá utilizada, de ninguna manera bastaría,  para afirmar que la economía chilena se ha desarrollado aceleradamente durante el último período. Se puede dejar establecido en este punto, sin embargo, que por encima de las fluctuaciones sufridas, se ha impuesto la ley general que establece que el capitalismo se nutre, ante todo, del aumento en la producción de mercancías.
Esto tiene importancia, toda vez que, numerosos estudios efectuados durante el período, particularmente en los momentos de crisis, asumieron que la tendencia de la economía chilena era a la disminución de la producción. No pocas concepciones críticas a la actual política económica, por otra parte, y es preciso reconocerlo, se han basado precisamente en una supuesta "inviabilidad productiva" del "modelo económico" de los "Chicago boys".
El desarrollo capitalista, en general, se desenvuelve en medio de enormes y crecientes contradicciones que se ven agravadas por el hecho de ser el nuestro un país dependiente del imperialismo, y la actual una época, de cambios cualitativos y profunda crisis del sistema capitalista en su conjunto. Durante los años del fascismo, es decir, del régimen de los monopolios capitalistas instalados sin contrapeso por el poder absoluto de un estado terrorista, estas contradicciones se han agudizado a un grado extremo en Chile.
Ello ha proporcionado no pocos "argumentos" a quienes explican los fenómenos económicos del país, especialmente en sus aspectos "sombríos",  como fruto de una supuesta carencia de desarrollo capitalista. Sin embargo, como dice Lenin "…no hay nada más absurdo que deducir de las contradicciones del capitalismo su imposibilidad……eso significa ponerse a cubierto de la realidad desagradable, pero evidente, en las alturas celestiales de los sueños románticos". [20]

Crecimiento Absoluto del Número de Trabajadores

El factor determinante de la producción de valor, es, en última instancia, el número de obreros, unido a la duración e intensidad de su trabajo. Esta cifra es importante, aún con mayor razón en lo que respecta al peso de la clase obrera en el conjunto de la población.
La tendencia al incremento absoluto de la cantidad de obreros es otra formulación de la ley general capitalista. Analizada en relación al aumento de la producción de mercancías, "la acumulación, reproduce el régimen del capital en una escala superior, crea, en uno de los polos más capitalistas, o capitalistas más poderosos y en otro más obreros asalariados.…supone, por tanto, un aumento del proletariado "   (subrayado en el original) [21].
En Chile, el número de trabajadores ocupados ha crecido durante la dictadura.  Así lo demuestra el gráfico Nº 3. En el cuadro Nº 1 se presentan cifras sobre la ocupación total en el país, descontando los "ocupados" en los programas de empleo de la dictadura [22].

Gráfico Nº3 ([23])
En los últimos quince años ha variado fuertemente la masa total de ocupados y se ha agudizado el comportamiento cíclico de la economía. Durante la última crisis entre 1981 y 1983, medio millón de trabajadores fueron lanzados a la calle, y luego, entre 1982 y 1988, encontraron ocupación más de un millón y medio.  Considerando la evolución trimestral, en que las fluctuaciones son aún más agudas, la ocupación, primero se contrae en alrededor de 20% y luego se expande en un 60%, todo en un lapso de menos de ocho años. ¡Tal es la estabilidad que el capitalismo ofrece a millones de chilenos!.
Por encima de las fluctuaciones cíclicas, sin embargo, se aprecia que la ocupación total mantiene una tendencia previsible a la expansión.
En efecto, como lo evidencia el gráfico anterior, y el cuadro Nº 1, en 1988, cuando aún la economía no alcanza el punto de máximo auge en este ciclo, la ocupación total bordea los cuatro millones de trabajadores, descontando los vinculados a programas de empleo mínimo. Esto implica que alrededor de un millón de personas más que en 1981 o 1972, los puntos de auge de los ciclos anteriores, fueron ocupadas. Es decir, donde hace quince años había tres ocupados, en 1988 hay más de cuatro.  

Cuadro Nº 1
Chile : Ocupación Real Total

(Miles de Personas)
Período              Fuente           Ocup. Oficial     Pem+Pojh     Ocup. Real    Var. c/r 1972
1988,Sep              U.Chile                   4096,3             26,0             4070,3                40,0%

1981,Sep                  U.Chile                          3343,7               175,6                3168,1                         9,0%
1981,30 Jun        ODEPLAN                      3244,9               172,3                3072,6                         5,7%
1972,30 Jun      ODEPLAN                2907,8                 -             2907,8                    -
Fuente : Indic. Ec. y Soc. 1960-82; Sínt. Estad.; Bco. Central. INE.
En el Gran Santiago, (Gráfico Nº7), el aumento de la ocupación es aún mayor. En Santiago, excluidos los de programas de empleo mínimo, pasó de 1 millón de trabajadores en 1972, a 1.6 millones en 1988, es decir, se incrementó en un 60%.
Cabe destacar el aumento experimentado en la incorporación de la mujer al trabajo remunerado.  "En la última década, la tasa de crecimiento de la fuerza de trabajo femenina sobrepasa holgadamente a la masculina, de tal forma que de cada 10 chilenos que se incorporan hoy al mercado laboral, más de 4 son mujeres…hoy hay casi 700 mil mujeres más trabajando que las que había en 1970 ". [24]
Declinación de la Clase Obrera
Si la producción de valor ha sufrido variaciones importantes en Chile durante el último tiempo, ha sido fluctuante la masa obrera ocupada. Durante varios períodos esta disminuyó en forma dramática y durante largo tiempo se apreció una tendencia al incremento proporcional de los empleos en sectores de servicios, en desmedro de los de producción de bienes.
En algunos momentos la desocupación alcanzó, según cifras oficiales, a un tercio de la fuerza de trabajo, o sea, cerca de un millón de trabajadores. Por otra parte, múltiples formas de subempleo, han mantenido a cientos de miles de personas en situaciones lindantes entre la pequeña producción y la cesantía abierta. Esta situación ha servido de base a varios análisis que sostienen que la clase obrera se ha reducido, producto de la aplicación de la política económica de la dictadura.  Algunos de estos trabajos argumentan que la declinación de la clase obrera, al menos de la clase obrera ocupada en la producción, es un rasgo característico de la economía chilena en la actualidad. "En Chile, los "obreros" son cada vez menos, relativamente"[25]
De lo anterior se han aventurado algunas conclusiones sobre la supuesta pérdida de importancia de la clase obrera, producto de su disminución cuantitativa: "Los trabajos que aquí se presentan…señalan claramente la disminución, tanto en términos absolutos como relativos, de la participación de la clase obrera en el total de la población económicamente activa…una renovación del pensamiento social en Chile debe partir de allí para conocer adecuadamente la constelación de actores con los cuales se debe construir el futuro del país" , dice, por ejemplo, Ricardo Lagos al presentar el trabajo "Clases y Clasificaciones Sociales" de Javier Martínez y ArturoLeón[26].
        En investigaciones como la citada, se intenta demostrar la pérdida de protagonismo de la clase obrera mediante los siguientes procedimientos : 1) reduciendo la categoría de obreros (que alcanzarían, según Martínez sólo al 19.0% de la  fuerza de trabajo en 1982), sacando de ella a una gran cantidad de asalariados que clasifican como asalariados "medios" (19% en 1982), o en grupos "marginales" (9.5% en 1982); 2) no considerando los obreros agrícolas, a los que incluyen en el grupo "categorías sociales en la agricultura" (13.1% en 1982), y; 3) no incluyendo a los cesantes (19.6% en 1982). Los obreros, de acuerdo a la clasificación de Javier Martínez se reducen de 1 millón en 1971 (34.5%), a 697 mil en 1982 (19.0%).
De efectuar las rectificaciones señaladas, es decir, de incluir a los asalariados "medios" y "marginales", a los asalariados agrícolas y a los cesantes, según las mismas cifras de Martínez, los asalariados con rasgos obreros más o menos definidos habrían en realidad aumentado de 1.9 millones en 1971 (66.1%), a 2.6 millones en 1982 (71.3%).
A nuestro juicio, el error fundamental de los trabajos mencionados es confundir un momento de la evolución de la economía, como es un período de reestructuración ramal profunda, o una crisis económica, con la tendencia general: "una tendencia entre los exponentes de la tesis de la declinación de la clase obrera a congelar el análisis estructural y el proceso de formación de la clase obrera a un momento particular (el ciclo descendente del capitalismo) y sacar amplias generalizaciones históricas sobre la base de períodos de tiempo limitados ".[27]
Si, por ejemplo,  en lugar de seleccionar 1982 , el año peor de la última crisis, se tomara 1988 comparándolo con 1971, año de auge, incluso utilizando la clasificación de Martínez, el número de obreros  cambiarían en forma dramática.  La evolución de las cifras de ocupación disponibles, si bien incluyen a los obreros y a los pequeños productores, pueden dar al lector una idea de ello, en dos de los sectores más afectados en el momento que se hizo el estudio referido. El total de ocupados, obreros y artesanos, en la industria manufacturera, por ejemplo, se recuperó hasta alcanzar a 686 mil en el último trimestre de 1988. En 1971 y 1982, esta cifra llegaba a las 619 y 389 mil personas, respectivamente, de acuerdo a Martínez. En la construcción, por su parte, la ocupación total se recuperó a 271 mil en 1988. En 1971 y 1982, según el sociólogo, esta cifra alcanzaba los 209  y 63 mil personas, respectivamente.
El error metodológico anotado, se produce porque se analiza la realidad sin considerar en forma adecuada la relación de lo general y lo particular. Así, reducciones que ocurren durante la crisis económica o la reestructuración ramal de la producción, necesarios para asegurar el proceso de acumulación capitalista, y por lo tanto, el crecimiento y desarrollo de la clase obrera en el largo plazo, son generalizados  como la tendencia en sí.
Sin embargo tras este error, hay motivos que en algunos casos trascienden lo puramente teórico.  " Algunos teóricos reformistas, que tal como durante la coyuntura anterior [crisis] predijeron estancamiento permanente  e ingobernabilidad, hoy día  [auge] argumentan que es necesario adaptarse y preservar los aspectos dinámicos del patrón de acumulación en curso, aunque reformando sus aspectos autoritarios. Hacia fines de los 70 y comienzos de los 80, la tesis de la declinación de la clase obrera fue la base a partir de la cual ideólogos llamaban a alianzas con la élite para administrar la crisis; hoy día el crecimiento de la economía es la base de su llamado a transacciones interclasistas y coaliciones políticas con inclusión de todos para elegir un régimen civil. Es, por lo tanto, no la "declinación de la clase obrera", sino una disposición a colaborar con los nuevos centros de poder lo que constituye el centro de la política reformista " .[28]
Es posible que en otro ámbito de pensamiento, cierta tendencia a menospreciar a la burguesía, a negarle al capitalismo posibilidades de desarrollo, haya sido determinante para que otros análisis, que no se inscriben en el campo reformista, hayan incurrido en el mismo tipo de error.

Crecimiento Absoluto del Número de Trabajadores Productivos

En Chile predominan el modo de producción capitalista, que emplea trabajo asalariado, y la pequeña producción mercantil. De allí que las cifras de ocupación total consideren principalmente a estos dos conjuntos de trabajadores. En general son trabajadores productivos, tanto los obreros asalariados, como los pequeños productores de mercancías. En Chile ambos coexisten, producen mercancías y crean valor.
Cuando se trata de expresar el valor del trigo como precio ante el molinero que lo compra no se pregunta si lo produjo un obrero agrícola o un campesino independiente. Por otra parte, el PGB, refleja el valor creado por los productores de mercancías sometidos al capital, por los obreros productivos, y por los productores de mercancías independientes.
La mercancía es, "en primer término, un objeto externo, una cosa apta para satisfacer necesidades humanas, de cualquier clase que ellas sean. El carácter de estas necesidades, el que broten por ejemplo de la necesidad o la fantasía, no interesa en lo más mínimo para estos efectos. Ni interesa tampoco, desde este punto de vista, cómo ese objeto satisface las necesidades humanas, si directamente, como medio de vida, es decir como objeto de disfrute, o indirectamente, como medio de producción". [29]
Por otra parte, "en el tipo de sociedad que nos proponemos estudiar, los valores de uso son, además, el soporte material del valor de cambio[30], es decir, las mercancías no sólo son objetos útiles, sino que se producen para el mercado, para el intercambio, donde el valor de cambio de éstas es la forma que adquiere la relación entre sus productores, quienes de esta manera intercambian sus trabajos. "Si prescindimos del valor de uso de las mercancías éstas sólo conservan una cualidad: la de ser productos del trabajo…trabajo humano abstracto…Pues bien, considerados como cristalización de esta sustancia social común a todos ellos, estos objetos son valores, valores-mercancías"[31]
Si bien "la utilidad de un objeto lo convierte en valor de uso"  y "esta utilidad no flota en el aire…lo que constituye un valor de uso o un bien es, por tanto, la materialidad de la mercancía misma, el hierro, el trigo, el diamante, etc."  [32], de allí no se desprende, ni mucho menos, que sólo sean mercancías los objetos "sólidos".
En efecto, respecto de la producción de servicios, o producción no material, Marx señala "1) Puede ocurrir que se traduzca  [la producción inmaterial] en mercancías, en valores de uso que revistan una forma personal, distinta del productor y del consumidor. Por consiguiente, estas mercancías pueden existir en el intervalo que separa la producción del consumo, pueden circular y venderse; tal acontece con los libros, con los cuadros, con todas las obras de arte, que no se hayan inseparablemente vinculadas al acto de creación artística…2) Hay, por el contrario, casos en que la producción no puede separarse del mismo acto de creación. Es lo que ocurre con todos los ejecutantes, actores, profesores, médicos, curas, etcétera"  [33] .

En este último caso está también, el transporte, que es considerado por Marx como trabajo productor de mercancías. "El valor de uso de las cosas sólo se realiza con su consumo, y este puede exigir su desplazamiento de lugar y, por tanto, el proceso adicional de producción de la industria del transporte"[34].
Es decir, también en la esfera de la producción de servicios, cuando el trabajo humano crea valores de uso, y estos son producidos para el mercado, dicho trabajo se considera productivo, y genera valor. Cuando es ejecutado como trabajo asalariado, para ser productivo requiere de algunas condiciones adicionales que se verán más abajo.
Actualmente en nuestra sociedad la producción de servicios adquiere peso creciente. Además, el avance de la producción mercantil hace que muchos servicios, y bienes, que se producían para el consumo directo y no para el mercado adquieran forma mercantil, por lo tanto, el trabajo que los produce pasa a generar valor.
Es el caso, por ejemplo, del servicio de aseo o la preparación de alimentos, que han adquirido recientemente en Chile forma mercantil. Estos, que realizaban trabajadores internos, en muchas empresas, hoy son encargados a concesionarios o contratistas. Lo que antes era un servicio producido por algunos de sus trabajadores, apropiado directamente por la empresa, hoy es sujeto de venta, es decir, este servicio se compra como un producto. De esta manera, el trabajo que antes no producía valor, porque su producto no iba al mercado, ahora pasó a generarlo. El mismo análisis puede realizarse, por ejemplo, para los servicios de computación, y otros.
En el modo de producción capitalista son considerados obreros productivos, quienes no disponen de medios de producción, y bajo el control del capitalista producen mercancías y plusvalía.  Por otra parte, son considerados obreros todos los que conforman el colectivo que genera el producto.
Al respecto dice Marx : "Si analizamos todo este proceso desde el punto de vista de su resultado, del producto, vemos que ambos factores, los medios de trabajo y el objeto sobre que éste recae, son los medios de producción, y el trabajo un trabajo productivo……Este concepto del trabajo productivo, tal y como se desprende desde el punto de vista del proceso simple de trabajo, no basta, ni mucho menos, para el proceso capitalista de producción…Con el carácter cooperativo del propio proceso de trabajo se dilata también, forzosamente, el concepto del trabajo productivo y de su agente, el obrero que produce. Ahora, para trabajar productivamente ya no es necesario tener una intervención manual directa en el trabajo; basta con ser órgano del obrero colectivo, con ejecutar una cualquiera de sus funciones desdobladas. La definición que dábamos del trabajo productivo, definición derivada del carácter de la propia producción material, sigue siendo aplicable al obrero colectivo, considerado como colectividad, pero ya no rige para cada uno de sus miembros, individualmente considerado.

De otra parte, el concepto de trabajo productivo se restringe. La producción capitalista no es ya producción de mercancías, sino que es, sustancialmente, producción de plusvalía. El obrero no produce para sí mismo sino para el capital. Por eso ahora no basta con que produzca en términos generales, sino que ha de producir concretamente plusvalía. Dentro del capitalismo solo es productivo el obrero que produce plusvalía para el capitalista o que trabaja para hacer rentable el capital. Si se permite poner un ejemplo ajeno a la órbita de la producción material, diremos que un maestro de escuela es obrero productivo si, además de moldear la cabeza de los niños, moldea su propio trabajo para enriquecer al patrono. El hecho de que éste invierta su capital en una fábrica de enseñanza en vez de invertirlo en una fábrica de salchichas, no altera en lo más mínimo los términos del problema".  [35]
La descripción de estos rasgos de los trabajadores productivos es muy general,  y no basta para definir pertenencia a la clase obrera. Por una parte, es restrictiva, pues sólo se refiere a los obreros productivos, cuando tanto los improductivos como los cesantes, pertenecen también a la clase obrera. Por otra parte, para definir una clase social, es necesario considerar varios aspectos.
Cabe, hacer un alcance acerca de los especialistas técnicos, quienes constituyen una proporción crecientemente importante del obrero colectivo (gráfico Nº 8).

Gráfico Nº 4
                                                     Industria Manufacturera             

El porcentaje de técnicos asciende en la industria manufacturera en su conjunto, a cerca del 13% de los obreros productivos. En la gran industria, en cambio, dicho porcentaje alcanza a cerca de un 25%. Se aprecia asimismo una tendencia al aumento de la participación de los técnicos en el obrero colectivo, del orden de un 15% entre 1979 y 1982.
Las mujeres técnicas, que todavía constituyen sólo un porcentaje  inferior al uno por ciento del obrero colectivo han aumentado sin embargo su participación en un 35%, entre 1979 y 1982 .[36]
Los técnicos asalariados que trabajan en la producción son parte del obrero colectivo, son obreros productivos. Desde otros puntos de vista, sin embargo, considerando sus ingresos y modo de vida, la burguesía tiende a separarlos de la clase obrera. Sin embargo, el desarrollo de los rasgos más generales ya descritos, ha aproximado a estos sectores en forma cada vez más estrecha .
Constituyendo los asalariados la mayor parte de los ocupados en los sectores productivos, también aparecen en dichas estadísticas muchos pequeños productores, especialmente campesinos, y asalariados no productivos, como contadores, ejecutivos o administrativos, empleados en estos sectores. De allí que en las cifras de ocupación se sobreestimen el número de obreros productivos.
Desde otro punto de vista, en cambio, las cifras de ocupación de los sectores productivos subestiman la cantidad de los trabajadores productivos. En las estadísticas de estos sectores, no aparecen por ejemplo, muchos obreros del comercio y servicios que en realidad, ya constituyen obreros productivos. Es el caso de quienes trabajan en almacenamiento, traslado y empaque de mercaderías para el comercio.
Lo son también una cantidad significativa de ocupados en el sector servicios que trabajan para el mercado, ya sea por cuenta propia o como asalariados. Además, muchísimos asalariados que trabajan en el sector servicios, bajo el mando del capital, y produciendo plusvalía para sus patrones; como los obreros de talleres de reparaciones medianos y grandes, programadores y operadores de empresas de servicios computacionales medianas y grandes e incluso profesores de colegios particulares medianos y grandes.
Considerando los criterios anteriores, el número absoluto de los trabajadores productivos ha crecido en Chile, durante los últimos años.

Ocupación en Actividades Productores de Bienes y Servicios
Es efectivo que a largo plazo en Chile ha aumentado el peso relativo de los sectores productores de servicios, que incluyen el comercio, servicios de gobierno, finanzas comunales y sociales, en el empleo total. (Gráfico Nº 5)
        


           Gráfico Nº 5 (*)
Sin embargo, la tendencia a largo plazo a la disminución de la participación de los sectores productores de bienes y transporte en el empleo es variable a corto plazo, y actualmente se observa una inclinación al inverso, habiendo superado en 1988 los sectores productivos el 50% del empleo total.
Es posible detectar también, durante los últimos quince años cierta estabilización en esta proporción, que venía bajando rápidamente hacia 1973. Esta tendencia que se verifica, por lo demás, en el sistema capitalista en su conjunto, demuestra, la creciente importancia que han ido adquiriendo los trabajadores del sector servicios.
La parte principal de la disminución de la ocupación productora de bienes en Chile, se explica por el desarrollo del capitalismo en el campo. Este proceso ha reducido en forma absoluta la población rural (Gráfico Nº 11) y el número de ocupados rurales (Gráfico Nº 6).

Gráfico Nº 6
El empleo total en el sector agricultura/silvicultura/pesca, donde lo más significativo se concentra en agricultura/silvicultura, luego de reducirse en forma absoluta en alrededor de cien mil personas, entre 1960 y 1973, se mantuvo estancado durante diez años, para luego recuperarse levemente hacia 1988 y mantenerse de todos modos en niveles absolutos inferiores a los de treinta años atrás.
El resto de los sectores que producen de bienes y el transporte, en cambio, a pesar de presentar un comportamiento mucho más cíclico que la agricultura, han más que duplicado la ocupación, en los últimos treinta años. Mientras en 1960 el empleo en la agricultura era equivalente al de todos los demás sectores productores de bienes y transporte en conjunto, hoy día estos duplican al del sector agrícola.
Sólo en los últimos quince años, entre 1972 y 1988, la ocupación en el conjunto de estos sectores, que incluyen a la minería, industria, construcción, electricidad gas, agua, transporte y comunicaciones, pasó de alrededor de un millón de personas a 1,4 millones, es decir un 40%, incrementándose más que la ocupación total, que en el período creció un 30%, aproximadamente.
En parte, el fenómeno de pérdida de la importancia relativa de la ocupación agrícola refleja el desarrollo capitalista en el agro, en el sentido de que: "Por su naturaleza misma, el modo capitalista de producción hace disminuir constantemente la población agrícola con respecto a la no agrícola, ya que en la industria (en el sentido estricto) el crecimiento del capital constante a cuenta del capital variable va ligado al crecimiento absoluto del capital variable a pesar de su disminución relativa. En la agricultura, por el contrario, el capital variable, requerido para trabajar un campo dado, disminuye en sentido absoluto; por consiguiente, el crecimiento del capital variable es sólo posible cuando se trabaja nueva tierra, y eso presupone a su vez un aumento aún mayor de la población no agrícola "[37].
Sin embargo, los ocupados rurales incluyen a los asalariados y a los pequeños productores, y la disminución en la ocupación afecta, principalmente, a pequeños productores agrícolas independientes, a campesinos y no a obreros. En este sentido, el desarrollo capitalista en el campo  junto con incrementar al proletariado agrícola a costa de los pequeños productores, ha provocado la migración de estos últimos a la ciudad, donde pasan a engrosar las filas del proletariado activo o de reserva.
Esto se aprecia al analizar el empleo en el Gran Santiago donde además, se cuenta con series de ocupación homogéneas que abarcan todo el período de nuestro análisis. (Gráfico Nº 7).
Gráfico Nº 7
Las ocupaciones totales en este sector aumentan un 130% en los últimos treinta años - 900 mil -, mientras que las ocupaciones totales en el país sólo lo hacen en un 70% - 1.7 millones-  en el mismo período. Es decir, más de la mitad de las nuevas ocupaciones corresponden al Gran Santiago.
La tendencia anterior se ha acentuado en los últimos quince años. Es así como entre 1972 y 1988, mientras la ocupación total crecía un 33%, aproximadamente, el empleo total en el Gran Santiago creció en cerca de un 60%.
Los sectores productores de bienes y transporte, incluyendo a la agricultura, que no tiene gran significación en la zona,  crecen alrededor de un 50% entre 1972 y 1988. La industria que aumentó en cerca de un 45%.
A pesar de ello, como se aprecia (Gráfico Nº 8), la participación de los sectores productivos en la ocupación total, en el curso de los últimos treinta años, en el Gran Santiago, aunque muestra una leve tendencia a la baja, prácticamente se mantiene estable, hoy es superior al 40%, y es probable que recupere pronto un nivel parecido a los mayores históricos, que no han superado el 45%.
Gráfico Nº 8
La participación más estable de los sectores productores de bienes  y transporte en la ocupación total que se aprecia en el Gran Santiago, en relación al conjunto del país, se debe principalmente, a la menor incidencia que la ocupación agrícola tiene en la ciudad.
Por otra parte, en el conjunto del país, la disminución y estancamiento anotados respecto al número de ocupados en el campo, ha sido compensada por el aumento en la ocupación que registran los demás sectores productores de bienes y transporte. (Gráfico Nº 9).                                            
Gráfico Nº 9
Entre 1972 y 1988, el empleo del conjunto de los sectores productores de bienes y transporte se ha incrementado en alrededor de medio millón de personas, poco más de un 30%. Esto significa que la mitad de las nuevas ocupaciones del período han sido generadas por estos sectores que han crecido más o menos al mismo ritmo que el empleo total. Este creció aproximadamente un 33% en el período.
La evolución de la ocupación en los sectores productores de bienes y de transporte, versus los sectores productores de servicios, demuestra que, aparte de tendencias propias del desarrollo capitalista, como la que afecta al empleo agrícola, no hay evidencia de que en Chile se haya producido una disminución relativa de las ocupaciones productivas.
La composición del empleo en los sectores productores de bienes y transporte, indica que la industria transformadora  y la agricultura, seguidas de la construcción y el transporte son determinantes al respecto. (Gráfico Nº 10).

Gráfico Nº 10
Llama la atención, la importancia numérica de sectores como industria y agricultura/silvicultura/pesca, que en conjunto ocupan a un 70% de los trabajadores productores de bienes y transporte. Sin embargo, la importancia de estos trabajadores, más que por su número, está determinada por su ubicación en la producción. Esta situación se aprecia en el caso de los trabajadores de la minería quienes, sin tener una gran importancia cuantitativa, tienen una enorme jerarquía estratégica. Lo mismo podría afirmarse en relación al sector transporte. En la minería, además, de los ciento treinta mil ocupados en el sector, son los treinta mil empleados en la gran minería del cobre quienes en realidad tienen en sus manos el control de la principal industria del país.
Aquí queda de manifiesto la ley que establece que el capitalismo, persiguiendo aumentar la producción de plusvalía, hace crecer la producción y el número de trabajadores. Sin embargo, esta constatación no basta, para comprender en toda su dimensión los cambios sustanciales que han afectado a la producción y a la clase obrera en este período. Estos se pueden comprender sólo si, sobre la base de la ley general expuesta, se analizan sus particularidades.

Aumento en la proporción de asalariados

Las cifras de ocupación analizadas incluyen a los asalariados, trabajadores por cuenta propia, sus familiares, y a los empleadores. Es posible demostrar, sin embargo, que en el período reciente, los asalariados han crecido más rápido que lo que refleja el aumento de la ocupación total.
Muchos miles de personas pertenecientes a la pequeña burguesía, los llamados trabajadores por cuenta propia, y sus familiares no remunerados, se han visto forzados a engrosar las filas de la clase obrera, durante este período. Ello producto de la proletarización de la pequeña burguesía, generada por el desarrollo del capitalismo. Este fenómeno, en sentido estricto, no forma parte de las leyes de la producción del capital. Es un aspecto de su "Acumulación Originaria".
Dicho concepto se refiere a los diferentes procesos históricos, mediante los cuales, en diferentes paises, en los albores del capitalismo, fueron expropiados masivamente de sus medios los trabajadores de los viejos modos de producción. Así, en determinados momentos, masas de personas, principalmente campesinos "libres en un doble sentido, pues de una parte ha de poder disponer libremente de su fuerza de trabajo como de su propia mercancía, y, de otra parte, no ha de tener otras mercancías que ofrecer en venta" '[38] , se vieron obligados a contratarse como obreros.
Este proceso, sin embargo, se reproduce permanentemente una vez que el capitalismo adquiere vida propia y camina por sus propios pies. La pequeña producción mercantil, que opera y se regenera permanentemente "en los poros" de la sociedad capitalista moderna, va siendo liquidada también a medida que su propio desarrollo hace madurar las condiciones para ello. En este sentido, la acumulación originaria es un fenómeno permanente, bajo el capitalismo.
En las ramas nuevas de la producción, por ejemplo, es usual que los pequeños productores, modernos artesanos, científicos y técnicos creadores independientes jueguen un rol decisivo en los primeros pasos de la nueva rama. Muy pronto, sin embargo, los "tiempos heroicos" quedan atrás, y a medida que aumenta la escala de producción se va consolidando la producción capitalista, y con ella el empleo masivo de trabajo asalariado, que desplaza a los pequeños productores. La industria de los computadores personales, por ejemplo, empezó en un garaje y hoy aparece dominada por corporaciones gigantescas repitiendo en nuestros días lo que nuestros abuelos presenciaron respecto de la industria del automóvil.
En paises atrasados como Chile, la pequeña producción coexiste con el modo capitalista de producción. En las naciones capitalistas desarrolladas, como Alemania Federal o EEUU, la proporción de asalariados, que en nuestro país es del orden del 70%, supera el 90%. Lo contrario ocurre en paises más atrasados que el nuestro, donde la proporción de pequeños productores, fundamentalmente campesinos, es muy elevada, y en muchos casos alcanza al noventa por ciento de la población.
Estos "viejos" pequeños productores como los "nuevos", van siendo liquidados gradualmente por el avance del capitalismo, y así ha ocurrido en Chile en los últimos años. En los períodos de crisis el proceso se acelera, recrudecen las penurias de los pequeños productores, y a veces por decenas y centenas de miles se ven obligados a salir a vender su fuerza de trabajo como obreros.
Por otra parte en dichos procesos, usualmente no operan sólo mecanismos económicos sino que, cuando las condiciones económicas están para ello "en el seno de la sociedad se agitan fuerzas y pasiones"  y entonces "desempeñan un gran papel la conquista, la esclavización, el robo y el asesinato; la violencia, en una palabra".[39]

En el caso de Chile la acumulación originaria se ha expresado con mucha fuerza durante los últimos años, y la dictadura fascista ha jugado en ello un papel determinante.
El paso de los pequeños productores al modo de producción capitalista se da, entonces, principalmente, a costa de la proletarización de los mismos, de su ruina o expropiación violenta. Un número reducido de pequeño-burgueses logran transformarse en capitalistas. Este fenómeno doble, en que la mayor parte de ellos se transforma en obreros, y otros, los menos, en capitalistas, se denomina descomposiciónde la pequeño-burguesía.
Considerando la importancia de estos procesos, y el grado de confusión bastante generalizado que se da entre la pequeña producción mercantil y la producción capitalista, citamos un párrafo de Marx:
"No todas las sumas de dinero o de valor pueden convertirse en capital, pues para ello es necesario que se concentre en manos de un poseedor de dinero o mercancías un mínimum determinado de dinero o de valores de cambio. La mínima expresión del capital variable es el precio o costo de una fuerza de trabajo empleada durante todo el año, un día con otro, para la obtención de plusvalía. Si este obrero contase con medios de producción propios y se bastase a sí mismo para vivir como obrero, sólo necesitaría trabajar el tiempo indispensable para reproducir sus medios de vida, v.gr. 8 horas diarias, y no necesitaría tampoco, por tanto, más que medios de producción para 8 horas al día. En cambio, el capitalista, que además de estas 8 horas le hace rendir, supongamos, 4 horas diarias de trabajo excedente, necesita contar con una suma de dinero adicional para adquirir los medios de producción adicionales. Sin embargo, bajo el supuesto de que aquí partimos, para poder vivir como un obrero cualquiera de la plusvalía diaria acumulada, es decir, para poder cubrir sus necesidades más perentorias, necesitaría dar trabajo a dos obreros, por lo menos. Si así fuera, la finalidad de su producción sería simplemente ganar para vivir y no incrementar su riqueza, como ocurre en la producción capitalista. Para poder vivir doble de bien que un simple obrero y volver a convertir en capital la mitad de la plusvalía producida, tendría que multiplicar por ocho el número de obreros que emplea y el mínimo de capital desembolsado. Claro que también él puede intervenir directamente en el proceso de producción, como un obrero más, pero en ese caso no será más que un término medio entre el capitalista y el obrero : un "pequeño maestro" artesano. Y al llegar a un cierto nivel de desarrollo, la producción capitalista exige que el capitalista invierta todo el tiempo durante el cual actúa como capitalista, es decir, como capital personificado, en apropiarse, y por tanto en controlar el trabajo de otros, y en vender los productos de este trabajo. El régimen gremial de la edad media quiso impedir violentamente la transformación del maestro artesano en capitalista poniendo unatasa máxima muy reducida al número de obreros que cada maestro podía emplear. El poseedor de dinero o de mercancías sólo se convierte en verdadero capitalista allí donde la suma mínima desembolsada en la producción rebasa con mucho la tasa máxima medieval. Aquí, como en las ciencias naturales, se confirma la exactitud de aquella ley descubierta por Hegel en su Lógica, según la cual, al llegar a un cierto punto, los cambios puramente cuantitativos se truecan en diferencias cualitativas.…El mínimum…para transformarse en capitalista varía con las distintas etapas de desarrollo de la producción capitalista y, dentro de cada una de estas etapas, con las diferentes esferas de producción, según las condiciones técnicas especiales imperantes en cada una de ellas". [40]
Cabe señalar que la tendencia a confundir a pequeños productores y capitalistas no es casual.  Ella es difundida en forma entusiasta por los grandes capitalistas, a quienes agrada que los pequeños productores se consideren tan capitalistas como ellos, que llamen "capital" a sus medios de producción, sean estos pequeñas parcelas, taxis, buses o camiones, lanchas de pesca, computadores personales, equipos dentales o estetoscopios, que desprecien a los obreros y se preocupen de defender la sagrada propiedad privada.
A tales extremos llega la mistificación al respecto, que para algunos ideólogos burgueses no sólo son capitalistas los pequeño-burgueses, sino también … ¡los obreros!  Así lo estima, por ejemplo, el autor de "La Revolución Silenciosa", Joaquín Lavín, quien define la extrema pobreza como "carencia total del  capital humano - nutrición, salud, educación, capacitación laboral - y del  capital físico - infraestructura de vivienda, agua potable, alcantarillado, equipamiento del hogar - necesarios para salir de esa condición". [41]
Establecida la tajante diferencia que existe entre el modo de producción [42] pequeño-burgués y el capitalista, que coexisten en Chile, cabe señalar también su estrecha relación : "En todas las formas de sociedad se encuentra una producción determinada, superior a todas las demás, y cuya situación asigna su rango e influencia a las otras. Es una iluminación universal donde se bañan todos los colores y a los que modifica en su particularidad. Es un éter especial que determina el peso específico de todas las cosas a las cuales ha puesto de relieve ".[43]

De esta manera, la pequeña producción mercantil que es un modo de producción escencialmente diferente de la producción capitalista, se encuentra subordinada a ésta, que es la dominante en Chile. Las formas en que la pequeña producción mercantil es subordinada, y modificada por la producción, son complejas y múltiples.  Una de ellas, por ejemplo, es la relación de los pequeños productores independientes con las grandes o medianas empresas capitalistas a las cuales proveen de insumos o servicios, como contratistas. Su grado de subordinación es tal que estos usualmente dependen de un sólo cliente que les impone condiciones a veces más exigentes que aquellas a las que someten a sus propios empleados. Estos métodos también se utilizan para subordinar completamente a pequeñas, y aún medianas empresas capitalistas a los grandes monopolios.
Otra forma en que la pequeña producción capitalista es "modificada en su particularidad", por la producción capitalista dominante, dice relación con aquella parte de la llamada "economía informal", constituida por trabajadores cesantes, parte del "ejército industrial de reserva", que en forma más o menos temporal, se dedica a actividades de pequeña producción independiente, desempeñando una gran variedad de ocupaciones de producción y servicios: " Yo me inventé esta pega : cuando la necesidad crea el órgano". [44]

Las estadísticas de ocupación disponibles incluyen a parte del ejército de desocupados, como algunos vendedores callejeros y "trabajadores por cuenta propia y familiares". También figuran en esta categoría los campesinos indígenas, cuyo modo de producción mantiene rasgos de la comunidad primitiva y otros trabajadores , cuya clasificación requiere un análisis más detallado.
El grueso de la cifra que las estadísticas de ocupación consignan como "trabajadores por cuenta propia y familiares", sin embargo, corresponde efectivamente a pequeña burguesía: a campesinos medios, pescadores, comerciantes, transportistas, profesionales independientes y otros.
Los autores de la teoría de la declinación de la clase obrera se han preocupado de llamar la atención acerca del  fenómeno de la desocupación disfrazada como "trabajo por cuenta propia", que para ellos es demostración adicional de que en la estructura económica del país la clase obrera pierde posiciones. Afirman que la ocupación puede aumentar, pero que gran parte de este aumento se hace a expensas del aumento de la proporción de productores independientes "informales", y no de asalariados: "El crecimiento del empleo en los años recientes es en parte real, pero también es reflejo de una resignación ante la desocupación o el desempleo disfrazado".[45]

Crecimiento de la población urbana
Uno de los fenómenos que evidencia la proletarización de la población chilena es el crecimiento de la población no agrícola a costa de la agrícola. Así se manifiesta una ley del desarrollo de la agricultura capitalista en sí, pero por otra parte, se expresa también la liquidación progresiva de la producción propiamente campesina a aras de la agricultura capitalista, con la consecuente migración a las ciudades. En Chile la población urbana ha crecido constantemente, a costa de la población rural, lo que se constata en el gráfico Nº11.
Gráfico Nº 11
La proporción de asalariados en la población urbana, es significativamente mayor que en la población rural.  Los asalariados urbanos alcanzaron a un 77%, en 1985, mientras en el campo dicha proporción era de 66%, el mismo año. La proporción de la pequeña burguesía, en cambio, que en los ocupados urbanos es de alrededor de 21%, en los empleados rurales constituye cerca del 38%, en 1985.
Gráfico Nº 12
Aumento general en la proporción de asalariados
Lo anterior implica que los asalariados de la población ocupada han crecido considerablemente en los últimos años, a medida que la gente ha migrado a las ciudades. Sin embargo, aparte de ello, los índices de asalariados muestran tendencia a crecer, tanto en el campo como en la ciudad.
El cuadro Nº 2 y el gráfico Nº 13, confirman que entre 1980 y 1985, durante la última crisis cíclica, mientras los asalariados aumentaron su participación en el empleo total, la pequeña burguesía perdió importancia relativa, tanto en el campo como en la ciudad. En ese período, la proporción de asalariados sobre el total de ocupados avanzó desde un 70% en 1980, a un 74% en 1985, para el país en su conjunto, a costa de una baja similar en la proporción de trabajadores por cuenta propia y familiares.
La importancia del cambio no es pequeña, y es así como en ese período, mientras los asalariados aumentaron un 14%, la pequeña burguesía disminuyó en un 8,5% en el país en su conjunto.
En el sector rural el cambio es aún más importante, pues se registró una disminución acentuada de los productores independientes, que bajaron en un 17,8%, en beneficio de los asalariados, que aumentan en el 8,5%. En este caso se registró además una disminución absoluta de los ocupados en la agricultura, pero no a costa de los asalariados, que aumentaron significativamente su número,  sino de los pequeños productores.
Ciertamente el período que abarcan estas últimas cifras es demasiado breve, y está atravesando por una crisis cíclica demasiado profunda, para obtener sólo de estos datos conclusiones definitivas. Ellas apuntan, sin embargo, en la misma dirección que el conjunto analizado en períodos mayores,  y puede decirse que en este lapso la ley general que establece que el capitalismo va avanzando a costa de otros modos de producción, se cumple en forma precisa.
Cuadro Nº 2
Gráfico Nº 13
El gráfico Nº 14 presenta una estimación del número de asalariados en el Gran Santiago, en los últimos años, considerando tanto a los ocupados como al total de desocupados.
           Gráfico Nº14
Del gráfico se desprende que el total de asalariados del Gran Santiago, ocupados y cesantes, se duplicó en número entre 1960 y 1982, creciendo a una tasa de 3.1% anual. Entre 1973 y 1982, en cambio, el incremento fue de un 46%, y la tasa anual de 4.3%. Es decir, lejos de disminuir, los asalariados aumentan en los últimos años a un ritmo mayor que antes.
La evolución de la ocupación ha dado la razón a Hugo Fazio que en 1983, en plena crisis, afirmaba respondiendo a los teóricos de la declinación obrera: "por muy complejo que sea el proceso, por variadas que sean las etapas intermedias que se registren e independientemente de la duración que éstas tengan…la tendencia es hacia el crecimiento de la población asalariada y, por ende, de la clase obrera ".  [46]

La clase obrera activa

La definición marxista de la clase obrera está estrechamente relacionada a la del trabajo productivo, puesto que, para Marx,"Desde el punto de vista económico, sólo puede llamarse "proletario" al obrero asalariado que produce y valoriza capital, viéndose lanzado al arroyo tan pronto como no sirve de nada a Monsieur Capital…"  [47].
Se ha hecho notar que "en 1844 Marx hizo hincapié en la enajenación del trabajo en cuanto definición negativa de las relaciones capitalistas de propiedad…y delimitante esencial de la clase obrera; en 1867 Marx destaca la producción absoluta y relativa de plusvalor".  [48]
Puesto que la producción de plusvalor sólo tiene lugar en la producción capitalista de mercancías, sean éstas bienes o servicios, algunos autores marxistas han concluido que la clase obrera estaría delimitada estrictamente a los trabajadores ocupados directamente de la producción de mercancías. Ello excluiría de la clase obrera, a una enorme cantidad de asalariados que trabajan en la esfera de la circulación de mercancías donde, como se sabe, no se producen valor ni plusvalía.
El mismo Marx, sin embargo, "en el capítulo cuarto de sus teorías del plusvalor, determina el trabajo productivo, en un enfoque capitalista, como trabajo que se cambia por capital "[49]  Esta segunda acepción es más amplia y significa que es productivo, cualquier trabajo asalariado que valoriza capital, lo que es aplicable también, por ejemplo, al capital comercial que, como se ha dicho, opera en una esfera en que no se producen, sino que sólo se compran y se venden mercancías.
La ganancia comercial que valoriza el capital comercial, es una redistribución de la plusvalía generada en la esfera de la producción, desde los capitalistas industriales a los capitalistas comerciales. El asalariado de comercio, por su parte, no produce plusvalía, pero permite que el capitalista comercial que lo contrata se apropie de plusvalía redistribuida, en una masa mayor a lo que le paga como salario. Esta es la forma que adquiere en dicha esfera la explotación capitalista del trabajo asalariado.
Tal como lo explica el mismo Marx, sin embargo, " Para el capitalista industrial los gastos de circulación aparecen y son en realidad gastos muertos. Para el comerciante son la fuente de su ganancia…por consiguiente la inversión que suponen estos gastos de circulación es, para el capital mercantil, una inversión productiva. Y también el trabajo comercial comprado por él es, para él, un trabajo directamente productivo". [50]
Lo que se ha planteado en relación al capital comercial, como ejemplo de un capital que opera en la esfera de la circulación, es aplicable también a otros capitales que operan en dicha esfera, en general a los servicios no productores de mercancías.
Ciñéndose a esta última acepción del trabajo productivo, bajo el capitalismo, otros autores han incluido a los asalariados de comercio y servicios no productores de mercancías, en la clase obrera: "Los intentos de separar a los asalariados de la esfera comercial y de servicios de aquellos que participan en actividades directamente productivas no son tampoco nuevos. Marx ya en "El Capital" analizó exhaustivamente las similitudes y diferencias entre estos sectores de asalariados. Su análisis lleva a la conclusión que, básicamente y como tendencia histórica, forman parte de una misma clase social, dentro de la cual, obviamente, existen capas diferentes"[51]
El problema no es sencillo, puesto que:"Nos encontramos así con una contradicción …en el pensamiento del autor de El Capital. ¿Es, pues, efectivamente una contradicción ?. Si, lo es. Pero se trata de una antítesis teórica que refleja una contradicción real…la contradicción de que sólo es productivo el trabajo realizado bajo formas capitalistas en la esfera de la producción…y, a la vez, es productivo todo trabajo que se cambia por capital, esto es, también en la esfera de la circulación".[52]

Frente a este problema se puede distinguir entre contenido y forma del trabajo productivo "Según la primera definición, trabajo productivo es el trabajo que produce plusvalor; según la segunda, el trabajo "que retorna al capitalista más de lo que recibe de él bajo la forma de salario", es decir, el trabajo que crea ganancia en general…De paso sea dicho, considerada filosóficamente, la antítesis examinada no hace más que reflejar en un ejemplo concreto la contradicción general entre esencia y fenómeno, entre contenido y forma".[53]

Sin embargo queda pendiente una cuestión: "¿que definición debemos aplicar, la que corresponde a la esencia o al fenómeno ?. Por lo visto la que corresponde al fenómeno, pero no por el hecho de corresponder a éste, sino en cuanto coincide con el concepto de sumisión de trabajo al capital. En los hechos, la forma general del trabajo productivo capitalista equivale a la sumisión del trabajo al capital, o sea, todo trabajo subordinado al capital es productivo en el sentido amplio del término"[54]

La conclusión de Cristián Fazio al respecto: "lo que realmente delimita las fronteras de la clase obrera no es en si el carácter productivo de su trabajo, sino el hecho de estar sometida al capital. Por consiguiente, aquellos trabajadores o grupos de trabajadores que están sometidos al capital pertenecen a la clase obrera "  [55] (el destacado es nuestro).
Finalmente, concuerda en lo que es común a todas las formas de sumisión del trabajo al capital: " 1.- La relación entre el capitalista y el obrero reviste una forma mercantil o dineraria…2.-uno posee los medios de producción y subsistencia, el otro la fuerza de trabajo; es decir, las condiciones objetivas del trabajo pertenecen por completo o, al menos parcialmente al no trabajador. 3.- La fuerza de trabajo se une a los medios de producción bajo el mando del capital que obliga aquella a trabajar más horas que las estrictamente necesarias para reproducir la fuerza de trabajo misma".  [56]
Definición de la clase obrera activa
Con todas las salvedades clásicas relativas a las definiciones, que no recogen los fenómenos en su desarrollo y transformación, nos aventuramos a afirmar que:
"la clase obrera en actividad está conformada por todos los trabajadores asalariados, manuales e intelectuales, que viven principalmente de la venta de su fuerza de trabajo, y se encuentran sometidos al capital ". 
Esta definición , si bien excluye de la clase obrera al conjunto de los "trabajadores por cuenta propia y familiares", considera dentro de ella a la gran mayoría de los asalariados, incluyendo trabajadores manuales e intelectuales, trabajadores ocupados en la producción o servicios, en forma temporal o permanente, a condición de que vivan principalmente de la venta de su fuerza de trabajo.
Plantea una restricción importante que se refiere a la condición de sometimiento al capital. Esto no permite considerar como parte de la clase obrera, del proletariado, a capas asalariadas importantes y muy disímiles, como los funcionarios militares y civiles del estado, los asalariados del servicio doméstico o los ejecutivos y directores de empresas, entre otros. En conjunto estas capas, incluyen en Chile, a algunos centenares de miles de asalariados.
Dicha restricción, sin embargo, recoge el proceso de proletarización que han sufrido durante estos años masas asalariadas que, sin estar directamente sometidas al capital, han visto a sus centros de trabajo pasar paulatinamente a regirse como empresas capitalistas. Es el caso de miles de profesores y trabajadores de la educación y la salud, o funcionarios de empresas públicas. En relación a estos últimos, su condición entraña sometimiento a un capitalista individual.  Podría serlo también a la clase capitalista, representada por el Estado, por ejemplo. Implica sí, la necesidad de valorizar el capital al cual están sometidas.
También la restricción planteada permite comprender como "acumulación originaria", y, por lo tanto parte del proceso de proletarización, a la expulsión de amplias masas de funcionarios públicos asalariados que tuvo lugar durante los primeros años de la dictadura:  "En seis años, (1973 a 1979), en el sector público fueron eliminados 95 mil empleos "[57]
El hecho de no considerar estrictamente clase obrera, a una parte no poco significativa de los asalariados, no implica menospreciar la significación de dichas capas.
Si se considera el desarrollo de las relaciones capitalistas en cada uno de los sectores considerados, se aprecian fenómenos de descomposición y otros, producto de los cuales, muchos de los pequeños productores no capitalistas, y otro tipo de trabajadores que están presentes en las estadísticas de ocupación productiva, se transforman efectivamente en obreros, sin que el cambio se refleje en éstas.
Por otra parte, el paso de formas más simples a otras más complejas de relaciones capitalistas, hasta culminar en la gran industria maquinizada, acentúan el proceso de sometimiento de los obreros al capital, acarreando con ello un acelerado proceso de proletarización.

Transformación en el Campo (*)

Durante los últimos años las relaciones de producción se han desarrollado en forma acelerada en el campo chileno. Partiendo de esta base puede argumentarse en forma convincente que se ha producido una proletarización masiva del campesinado. "El proletariado del campo ha crecido en el marco de la profundización del capitalismo en el agro en los últimos años"   ([58]).
A pesar de la sostenida disminución de la población agrícola a lo largo de muchos años, la agricultura sigue siendo, junto con la industria manufacturera, la rama de la economía mas numerosa en cuanto a sus trabajadores. En el campo laboran actualmente cerca de un sexto de los trabajadores ocupados, y alrededor de un tercio de los trabajadores productores de bienes y transporte: cerca de 700 mil personas, sin contar sus grupos familiares.
La revolución ocurrida en las relaciones de producción agrarias durante las últimas décadas es probablemente una de las transformaciones sociales más profundas que ha tenido lugar en la historia del país.  En relación a la clase obrera, su impacto es enorme.  Según James Petras, en dicho período los obreros agrícolas pasaron "de unas decenas de miles a casi medio millón de obreros asalariados en 1988 "  [59].
Hasta hace muy poco perduraban en el campo chileno resabios, en descomposición, del modo de producción semifeudal que fue trasplantado, exitosamente, por la colonización española, sobre las antiguas formaciones socio-económicas indígenas, y cuya extraordinaria persistencia fue responsable, en medida importante, del atraso del país. "Hasta la década del cincuenta el sistema de haciendas continuaba globalmente vigente. Un 50% de la población rural estaba -según el censo de 1955- en alguna de las categorías ocupacionales …… relacionadas con las haciendas." afirma José Bengoa[60].
Hoy terminaron definitivamente las relaciones precapitalistas asociadas a la hacienda, y fueron reemplazadas en la totalidad de las empresas agrícolas por otras netamente capitalistas.  Por otra parte se produjo una acelerada descomposición entre los campesinos poseedores de tierra, que se transformaron masivamente en obreros agrícolas, por una parte, y otros, los menos, en burguesía agraria.
Los procesos mediante los cuales se ha desarrollado el capitalismo en el agro chileno, han sido básicamente los más generales de la acumulación originaria en el campo: paso de los campesinos desde la economía basada en la prestación personal a la capitalista, y descomposición del campesinado independiente.
Todo esto en Chile estuvo condicionado de manera particular por la transformación revolucionaria de las relaciones de producción que tuvo lugar durante los gobiernos de Eduardo Frei y, de Salvador Allende: la Reforma Agraria.  Y, más tarde, por el desenlace que dio a este proceso por la dictadura fascista.

Transformación de los Inquilinos en Proletarios

Según Bengoa "gran cantidad de población rural ha pasado en un plazo de menos de quince años, del sistema de inquilinaje a la subproletarización … El inquilino tradicional, habituado a un régimen de hacienda paternalista, se ha cambiado por un trabajador asalariado …"([61]).
Este proceso se desarrolló en dos momentos: la transformación gradual de la antigua hacienda en empresa capitalista y de sus inquilinos en obreros agrícolas, a lo largo de casi un siglo, y la transformación violenta de los mismos, a partir de la Reforma Agraria y su culminación fascista.
El modo de producción del Latifundio
El régimen económico predominante en la hacienda era el latifundismo-inquilinaje, forma precapitalista de rasgos semi-feudales.
Este modo de producción, de acuerdo a Alejandro Lipschutz, se desarrolló a partir de las formas semifeudales, encomienda o mitas,  transplantadas exitosamente por los conquistadores españoles sobre las formaciones señoriales indígenas, cuando terminaron los lazos legales de sujeción de los indígenas a los encomenderos, y las restricciones impuestas por la corona a la disposición de su propiedad. El proceso de constitución del latifundio, según este autor, se habría generalizado especialmente a partir de la independencia de los paises americanos, a principios del siglo pasado.
Claudio Gay, citado por Hernán Ramírez Necochea, describe la naturaleza del régimen de inquilinaje como "…el último eslabón de la esclavitud, casi en todo semejante a la de encomienda menos la servidumbre perpetua "[62]
Para Bengoa los rasgos económicos del régimen latifundiario son muy definidos:   "La hacienda tradicional chilena se caracterizaba no sólo por su gran extensión -latifundio- sino principalmente por las relaciones sociales -de trabajo- que allí se daban. No todo latifundio es necesariamente una hacienda. La hacienda retiene en su interior una gran cantidad de población trabajadora estable. Son los inquilinos principalmente, que tienen derechos a tierras (goces, cercos, regalías, etc.) y que deben pagar por ellas una renta en trabajo (obligaciones) a las tierras patronales. Son microunidades campesinas incrustadas al interior de la macrounidad; son economías campesinas semi-independientes. El inquilino posee sus aperos (medios de trabajo) toma sus propias decisiones económicas, vende parte de su producción, establece también relaciones de medierías con la hacienda, etc... No se trata -como lo han visto algunos autores- de un "pago en especies" que la hacienda retribuye a sus trabajadores; la situación es al revés; la hacienda le cede sus tierras a sus inquilinos y estos le pagan en trabajo a la economía hacendal " ([63]).
"Esta renta en trabajo tiene diversas variantes: en el valle central de chile lo común es que a cambio de una casa (puebla) un huerto a su alrededor (cerco), un trozo (una cuadra) de tierra para sembrar (regalía), derechos de pastoreo (talajes) y leña, tuviera que pagar a la economía hacendal, el trabajo del dueño de casa (200 días al año aproximados) un trabajador adicional (obligado) normalmente hijo del dueño de casa y una mujer (lechera). Como en las familias inquilinas había fuerza de trabajo sobrante, la hacienda contrataba esa mano de obra cuando había necesidad, a cambio de pago monetario y en especies, ración de comida (porotos) y galleta (pan); a este grupo se les denominaba "voluntarios". Es el grupo "asalariado" propiamente tal más antiguo. La hacienda contrataba también para las siembras y cosechas personal de fuera del predio; se les denominaba "afuerinos", denotando su condición de extranjeros……" ( el destacado es nuestro) ([64]).
La explotación en el sistema de inquilinaje adquiere la forma de apropiación  directa del tiempo de trabajo excedente del inquilino, quien además posee medios de producción. En el capitalismo, por el contrario, la explotación cobra la forma de apropiación del valor del producto excedente en que se realiza dicho tiempo de trabajo excedente (plusvalía), del obrero. Como éste, no posee medios de producción, o no los posee en cantidad suficiente, se ve obligado a vender su fuerza de trabajo al capitalista. La diferencia entre el inquilino y el obrero es, pues, enorme.
Los rasgos del régimen del latifundio se asemejan al viejo sistema de pago en trabajo, predominante en muchos paises de Europa en el siglo pasado. La Universidad de Cambridge, citada también por Hernán Ramírez, dice al respecto: " La mejor comparación a nuestro alcance para comprender la situación del campo en Francia e Italia durante la primera Edad Media, se encuentra indudablemente en la América Latina de la centuria diecinueve"[65]
En su obra "Desarrollo del Capitalismo en Rusia" Lenin describe: " La esencia del sistema económico de entonces consistía en que toda la tierra de la unidad de la hacienda agrícola dada, es decir, del bien patrimonial dado, se dividía en señorial y campesina; esta última era entregada en nadieles a los campesinos, quienes……la cultivaban con su trabajo y sus aperos y se mantenían en ella. El fruto de ese trabajo de los campesinos era un producto necesario, según la terminología de la economía política teórica; era necesario para el campesino, puesto que le proporcionaba los medios de subsistencia, y para el terrateniente, ya que le daba la mano de obra; exactamente igual a como el producto que compensa la parte variable del valor del capital es producto necesario en la sociedad capitalista. El plustrabajo de los campesinos lo constituía el cultivo de la tierra del terrateniente por ellos mismos y con los mismos aperos; el producto de ese trabajo iba a parar a manos del terrateniente. El plustrabajo se diferenciaba aquí, por consiguiente, del trabajo necesario, en el espacio : cultivaban la tierra señorial para el terrateniente y los nadieles para sí; [y en el tiempo], para el terrateniente trabajaban unos días de la semana, y para sí los otros ……Ese sistema económico lo llamamos economía basada en la prestación personal " ( subrayado en el original)([66]).
Precisamente en esta característica de prestación personal, esencial del sistema de inquilinaje, que este régimen aplicó durante siglos en Chile, puso freno al desarrollo de las fuerzas productivas. En efecto, parte importante del tiempo de trabajo excedente de los inquilinos, era apropiado gratuitamente por los hacendados, para la producción directa de valores de uso para su goce personal y familiar:alimentos, mansiones patronales, parques, coches, crianza de cabalgaduras, aperos o servicios "personales", etc., para goce de estos últimos y sus familias. Sólo una parte del tiempo de trabajo excedente era empleada en la producción de mercancías, destinadas a la venta, cuyo importe se destinaba también, a satisfacer aquellas "necesidades" de los terratenientes que no podían atender el trabajo directo de sus inquilinos.
De esta manera, el poder y la riqueza de éstos se sustentaba en el número de sus inquilinos, y sus límites, en la cantidad de valores de uso de que podían usufructuar. La técnica atrasada y rudimentaria, con que los campesinos trabajan la tierra no les interesaba mayormente, puesto que los tenía sin cuidado el producto, y les interesaba en cambio el pago en trabajo que éstos les tributan.
La riqueza y el poder del capitalista, por el contrario, se basan en la cantidad de plusvalía de la que es capaz de apoderarse y ésta, a diferencia de los valores de uso que interesan al terrateniente, es ilimitada.
Allí se genera el carácter conservador del terrateniente, a quien le interesa fundamentalmente mantener el sistema de producción vigente, frente al estilo emprendedor del capitalista, quien sin cesar lanza una y otra vez su capital a la circulación, innova métodos e industrializa, para acumular plusvalía en forma ilimitada. El que la mayor parte de la población se mantuviese por siglos ligada a este sistema de inquilinaje, limitó también el desarrollo del capitalismo por su base: la disponibilidad de obreros.
La diferencia esencial entre el modo de producción latifundiario y el capitalista, se expresó como "nítida diferencia entre la burguesía y la aristocracia" , cuyo "antagonismo  o lucha de clases …constituyó - en última instancia - la esencia de nuestro desenvolvimiento histórico en el siglo pasado "  [67], dice Ramírez Necochea. Hace dos décadas tomó la forma de un violento enfrentamiento entre un gobierno burgués y los latifundistas con motivo de la ley de Reforma Agraria, impulsada por el primero sin que hubiera "por ejemplo, ninguna declaración de la SOFOFA que haya objetado en principio la ley de Reforma Agraria"  comenta Alejandro Foxley[68].

Esta diferencia entre latifundistas y capitalistas no es correctamente considerada por algunos autores, quienes utilizan indistintamente el concepto de "burguesía agraria" o "fracción de la burguesía",  para referirse tanto a los latifundistas pre-reforma agraria como a los capitalistas agrarios actuales.  Esto sin perjuicio, naturalmente, del proceso de descomposición del latifundio y su transformación gradual en empresa capitalista.
Transformación "pacífica" de la hacienda en empresa capitalista : Descomposición del Latifundio
El régimen de pago en trabajo, en su forma pura, según Lenin, requiere, para su predominio "……las siguientes e indispensables condiciones : en primer lugar, el imperio de la economía natural. La hacienda ……debía constituir un todo cerrado, que debía bastarse a sí mismo y que mantenía muy débiles relaciones con el mundo restante. La producción de trigo para la venta por los terratenientes, desarrollada en especial durante el último tiempo del régimen de servidumbre, anunció ya la disgregación del viejo régimen. En segundo lugar, esa economía necesitaba que el productor directo dispusiese de medios de producción en general y de tierra en particular; más aún, era preciso que estuviese sujeto a la tierra, puesto que de otra manera no tenía el terrateniente garantizada la mano de obra. Así, pues, los modos de obtener el plusproducto en la economía basada en la prestación personal y en la economía capitalista son diametralmente opuestos : el primero se halla basado en la concesión de tierra al productor, el segundo en la liberación del productor de la tierra. En tercer lugar, condición de ese sistema de economía es la dependencia personal del campesino con respecto al terrateniente. Si éste no tuviera un poder directo sobre la persona el campesino no podría obligarlo a trabajar para sí al hombre que posee tierra de nadiel y que tiene una hacienda propia. Se requiere pues una "coerción extraeconómica"…las formas y grados de esa coerción pueden ser los más distintos…En cuarto lugar, por fin, premisa y consecuencia del sistema de economía descrito era el estado en extremo bajo y rutinario de la técnica, pues la hacienda era trabajada por pequeños campesinos agobiados por las necesidades, humillados por la dependencia personal y la ignorancia " ( destacado es nuestro) [69].
En nuestro país, el inquilinaje fue un sistema de transición entre un régimen basado en la prestación personal en forma estricta, que existió en Chile durante la colonia, y hasta el siglo pasado, y el régimen capitalista.  Más que a la inexistencia de formas legales, éste se debió fundamentalmente a la sujeción ideològica y cultural de los campesinos a la tierra, al avance de la producción mercantil - que en el agro experimentó un gran auge desde mediados del siglo pasado con las exportaciones de trigo a California - y a un cierto grado de desarrollo de las fuerzas productivas en el campo.
Como régimen de transición fue natural que el inquilinaje "reuniese los rasgos del sistema de prestación personal y del capitalista  [70].  La transformación de la hacienda en empresa capitalista, y de los inquilinos en obreros, venía produciéndose desde hace tiempo en forma creciente.  "El sistema de trabajo hacendal……había sufrido muchas modificaciones en el período que va entre los años treinta-cuarenta y la reforma agraria de los años sesenta. Las haciendas se habían modernizado, habían especializado sus producciones. La mano de obra se fue asalarizando cada vez más y hubo grandes regiones del país donde la tendencia señalaba la eliminación del inquilinaje. Había por supuesto otras áreas donde hasta los años sesenta no se pagaba en metálico y solo se empleaba a inquilinos. Pero la tendencia general era otra. Disminuía el número de inquilinos y obligados y aumentaba el número de "voluntarios" o asalariados rurales netos " [71].
La fusión parcial entre capitalistas y terratenientes, la adquisición de tierras por parte de empresarios mineros, la colonización predominantemente burguesa de tierras del sur de Chile, experimentados desde fines del siglo pasado, aceleraron la transformación de la hacienda en empresa capitalista.  Sin embargo, dicho proceso caminó lentamente, hasta el impulso revolucionario que le imprimió la Reforma Agraria.
El carácter de este régimen hacendal se expresó en el doble carácter de sus inquilinos, en parte campesinos y en parte proletarios.  "El movimiento campesino chileno estuvo constituido por trabajadores permanentes de fundos y se organizó en torno a las demandas tendientes a mejorar las condiciones de trabajo (mejoras salariales, regalías, seguridad social, mejores viviendas, etc)  … [ y ciertamente la tierra,la reivindicación principal del movimiento campesino ]…. Es un movimiento de trabajadores permanentes en proceso de proletarización, que no se habían constituido aún como proletariado rural. El movimiento expresaba esta doble conciencia, por un lado campesina y por otro asalariada" , señala Bengoa[72].

 El carácter proletario y campesino de los inquilinos al momento de realizarse la Reforma Agraria, era contradictorio, pero predominó en definitiva éste último,lo que quedó de manifiesto una vez producida dicha Reforma: " La mayor parte de los beneficiados de la reforma agraria rearticularon su sistema económico parcelario al interior del área reformada y éste se constituyó en la principal actividad económica familiar. La mayor parte por tanto, aspiró a la división de los asentamientos en parcelas individuales …"[73].
El carácter campesino de los inquilinos variaba de región a región, e incluso en predios aledaños, dependiendo del carácter más o menos capitalista del modo de producción anterior.  Carlos Ortúzar, un investigador, que durante el período de Reforma Agraria trabajó como campesino en dos asentamientos contiguos del sector reformado, relata que, mientras en el primero la cooperativa funcionaba relativamente bien, en el segundo "que estaba separado … …por un brazo de cerro… …falta interés colectivo, imperaba el desorden , y era económicamente mal llevado"  [74].
"El Tito", trabajador del asentamiento "malo", dice: "Yo pelié por este asentamiento y el primer año trabajé duro. Fue el año del entusiasmo y poco a poco abrí los ojos a muchas cosas nuevas para nosotros. Hoy no sé si hubiera sido mejor no haberlos abierto nunca, pues así tiene uno menos preocupaciones, ve menos problemas y malas intenciones. Después del año de entusiasmo prometí no volver a trabajar duro " [75].

Esto a pesar de los esfuerzos de CORA (*) por organizar debidamente la producción: "El encargado…[de CORA]…habló como una hora y media, en las cuales las constantes eran el "espíritu de sacrificio", el espíritu de superación, el ataque al egoísmo y el individualismo "   (los comentarios entre [...] son nuestros)[76].

Ortúzar explica la diferencia entre ambos asentamientos de la siguiente manera:"Esta permanencia de la institución inquilinaje asumía características peculiares de acuerdo a las características anteriores que hubiera tenido la explotación agrícola y las relaciones de trabajo.

Así por ejemplo, el segundo asentamiento…[el "malo"]…tuvo en sus últimos veinte años, antes de la expropiación, un patrón ausentista que delegaba la administración a sucesivos representantes, y la producción se basaba en relaciones de mediería con los inquilinos. Esta experiencia anterior era un antecedente directo que enfatizaba los rasgos individualistas, que se m,anifestaban luego de la expropiación. En cambio en el primer asentamiento…[el "bueno"]…, existían matices diferentes, producto de la explotación de ciertos rubros que exigían un trabajo colectivo e interdependiente como era la lechería y anteriormente la minería. En las minas habían trabajado los abuelos. Eran explotaciones de cobre de las cuales era propietaria una compañía francesa que además era dueña del predio antes de su expropiación "  ( los comentarios entre [… ] son nuestros) [77].
La estructura de la tierra al momento de iniciarse la Reforma Agraria era, entonces, transicional,  se entremezclaban elementos del viejo modo de producción latifundiario con el capitalista. De ello se derivaba el carácter de los inquilinos, en parte campesinos, en parte proletarios. La hacienda se transformaba internamente, en forma lenta, en empresa capitalista, y los inquilinos de campesinos en proletarios.
Pero no es suficiente afirmar que el fenómeno presentaba "lo uno y lo otro":  " La dialéctica (a diferencia del eclecticismo) no razona según el principio "  de un lado, del otro lado", sino que indica en todos los casos el lado determinante, el momento de unidad de contrarios que es decisivo en el caso considerado" , dice Iliénkov[78].  En este caso, fueron determinantes los rasgos precapitalistas de la hacienda, la persistencia del sistema de "pago en trabajo", y por ende, el carácter predominantemente latifundista, no burgués, de los propietarios de tierras, y  predominantemente campesino  no proletario, de los inquilinos.
Si hacia los años sesenta, hubiera predominado efectivamente el capitalismo en el campo, si ya entonces los terratenientes hubiesen sido "uno de los sectores de la burguesía" y los inquilinos predominantemente proletarios, sería difícil explicar donde podría haber encontrado sus bases objetivas un proceso revolucionario tan profundo y generalizado como la Reforma Agraria.
A pesar de describir en forma precisa las diferencias entre el modo de producción del latifundio y el capitalista, algunos autores sobrevaloran el carácter proletario de los inquilinos al momento de iniciarse la Reforma Agraria. Dicha sobrevaloración ha sido funcional a la conclusión que los ha llevado posteriormente a sostener una supuesta "campesinización" y no proletarización de los trabajadores agrícolas durante los últimos años.
Se atribuye, por ejemplo, la manifestación de rasgos campesinos en los inquilinos durante el proceso  de Reforma Agraria, no a su preexistencia, sino al proceso  mismo: "La Reforma Agraria …alentó los aspectos campesinistas de los trabajadores agrícolas (ex inquilinos y por tanto semicampesinos y semiasalariados) y opacó las tendencias más propiamente asalariadas …" [79] . Parecería más correcto señalar, sin embargo, que la Reforma recogió, incluso en forma insuficiente, las tendencias campesinas que aún predominaban en el inquilinado.
Es probable, que el énfasis que se dio entonces a la constitución de cooperativas, asentamientos, y aún haciendas estatales, como alternativa a la distribución individual de tierras, durante el proceso de Reforma Agraria no haya interpretado el verdadero carácter de los trabajadores del campo.
Ese énfasis, correcto cuando se trataba de fundos explotados en forma predominantemente capitalista, puede haber sido, en alguna medida, responsable del distanciamiento de una parte significativa de los ex-inquilinos, que mayoritariamente no provenían de empresas de ese tipo del proceso de Reforma que se produjo hacia 1973.
Transformación revolucionaria : La Reforma Agraria
La Reforma Agraria en Chile terminó en poco más de tres años con los latifundios, y por ende, con el sistema de pago en trabajo. Originalmente, perseguía la distribución de la tierra de los latifundios a los campesinos, en la perspectiva del desarrollo capitalista en el campo. El proceso tuvo, sin embargo,  una conducción contradictoria, porque entre las fuerzas sociales que lo impulsaban se encontraba -junto a fracciones de la burguesía y el imperialismo- la clase obrera.
La dirección que dicha clase imprimió al proceso, durante el gobierno de Salvador Allende, lo encaminó hacia la constitución de cooperativas campesinas, asentamientos, y haciendas estatales, en la perspectiva del socialismo.
La dictadura fascista, por su parte, culminó la Reforma Agraria restaurando en forma pura su contenido capitalista.  Devolvió parte importante de la tierra expropiada a sus antiguos dueños, pero bajo una forma que sólo permitía la empresa capitalista y no la reconstitución de la antigua hacienda. Desalojó violentamente a miles de campesinos de los antiguos asentamientos, despojándolos de sus medios de producción y obligándolos a transformarse en proletarios. Repartió finalmente parte de las tierras expropiadas entre los campesinos, entre los cuales se verificó un rápido proceso de descomposición, que abrió paso allí también la empresa capitalista y la proletarización campesina. "A diferencia de otros paises donde suceden procesos contrarrevolucionarios, en Chile no se volvió a la situación anterior …… no hay reconstitución del latifundio y la hacienda "  [80].

El cuadro Nº 3 presenta el destino de las tierras expropiadas, luego de terminada la "contra-reforma" , o más bien culminación de la Reforma Agraria que, en un sentido capitalista,  impulsó por  la dictadura.

Cuadro Nº 3
Destino dado por la dictadura a las tierras expropiadas durante la Reforma Agraria
Destino de la Tierra                                                       hectáreas básicas   hectáreas físicas
                                                                                                  (%)                          (%)
Instituciones del estado                                                                                         6,5                                            6,9
Antiguos propietarios (reservas de menos de 80 hás)                     26,4                                         28,4
Otras empresas capitalistas (remates públicos)                                     19,0                                         31,6
Sub-total empresas capitalistas y estatales                       51,9                            66,9
Campesinos (parcelas individuales)                                     48,1                            33,1          
Total tierras expropiadas ( aprox. 10 millones hás)              100,0                           100,0
Fuente :  Bengoa, J. "El Campesinado Chileno después de la Reforma Agraria". SUR, Pgs.46. Las hectáreas básicas son unidades de igual calidad de tierra.
La mayoría de las tierras quedó en manos de empresas capitalistas, o como parcelas de campesinos independientes:" Los predios son de menor tamaño que los antiguos, y de mayor nivel de capitalización. Surge un amplio estrato campesino que posee buenas tierras y tamaño suficiente para desarrollar una explotación familiar, si las condiciones económicas generales se lo permitieran " ( destacado es nuestro)  [81].
Simultáneamente la dictadura expulsó de los asentamientos a decenas de miles de campesinos, despojándolos violentamente de sus medios de producción y obligándolos a vender su fuerza de trabajo para sobrevivir: "Se produce el desplazamiento de casi cincuenta mil familias que vivían en el sector reformado……estos sectores no emigran a la ciudad sino que se mantienen en el campo, formando pequeños villorrios de campesinos sin tierra  …Van a ser parte importante de la mano de obra estacional que requerirá el capitalismo expansivo tanto en la fruticultura como en el sector forestal……[82].
A éstos se sumaron los "voluntarios" que trabajaban en los asentamientos y vivían en los fundos, lo que agregó una o dos decenas de miles de personas a los expulsados durante esta fase del proceso de "acumulación originaria" capitalista en el campo. Parte importante de los nuevos trabajadores agrícolas, pasaron a trabajar fuera del predio, y muchos de ellos por temporadas.
Bengoa y otros autores consideran que el carácter temporal del empleo de los nuevos asalariados agrícolas y el hecho de que la mayoría de ellos viva hoy fuera de los predios es demostrativo de su carácter no proletario.  Sin embargo al hacerlo no toman en cuenta que lo esencial es que para sobrevivir estos trabajadores están obligados a vender su fuerza de trabajo. Independientemente de si viven dentro o fuera de los predios o si su trabajo es permanente o temporal, ello los transforma en proletarios.  El hecho de que vivan fuera de los predios, asemeja aún más a los asalariados temporales que no tienen tierras, a la clase obrera urbana, además que los integra definitivamente al intercambio mercantil como vendedores de fuerza de trabajo y compradores de bienes salarios.
La Reforma Agraria se aceleró el proceso de transformación de la hacienda en empresa capitalista directamente al devolver sus a antiguos terratenientes, transformados en capitalistas agrarios, al rematar otras, y al expulsar a  miles de campesinos de la tierra.  Indirectamente, mediatizó también este proceso por la descomposición de los campesinos beneficiados con las expropiaciones.
Algunos autores se niegan a reconocer carácter progresista alguno a la Reforma Agraria en su conjunto, incluyendo su culminación fascista. A su juicio el desarrollo capitalista del campo no era el objetivo buscado por los campesinos que fueron quienes más lucharon por este proceso que se consiguió además, a costa de la más brutal explotación de ellos mismos.
En relación al proyecto de desarrollo basado en la propiedad campesina, individual y colectiva, iniciado por el proceso de Reforma Agraria, la etapa de culminación capitalista que implementó la dictadura supone obviamente un desmesurado retroceso, adecuado al carácter históricamente reaccionario del capitalismo en la época actual. De haber sido derrotada la contrarrevolución en 1973 la Reforma Agraria habría tenido otro final: los campesinos habrían avanzado hacia la gran propiedad agraria socialista a través de la cooperación y ello les habría ahorrado los indecibles sufrimientos ha que han sido sometidos durante estos años.
Es indispensable sí, no perder de vista que la contrarrevolución de 1973 no devolvió el poder a los viejos latifundistas. Lo entregó a monopolios capitalistas, aliados del imperialismo, quienes culminaron este proceso desarrollando el capitalismo agrario y proletarizando masivamente a los campesinos.
En este sentido, la Reforma Agraria como un todo, incluyendo su culminación fascista, si se compara con la situación existente en el campo en 1965, puede considerarse una verdadera revolución capitalista, y, como tal,  progresiva en relación al antiguo régimen de inquilinaje y haciendas.
Respecto de la vieja estructura agraria, el desarrollo capitalista actual en el campo constituye  un legado progresista de la Reforma Agraria, impulsada por los gobiernos de los Presidentes Frei y  Allende.  La significación histórica, el impacto en el desarrollo capitalista del país, y la proletarización desatada por este proceso no han sido valorados aún suficientemente, en cuanto a las posibilidades de organización, lucha y fortalecimiento de la clase obrera en nuestro país.

La Descomposición de los Campesinos

Hacia 1960, la estructura de la población activa en la agricultura era aproximadamente la siguiente :
Cuadro Nº 4
Chile : Estructura de clases del campo hacia 1960
Tipode Ocupación                                                    Número de Trabajadores         (%)
                                                                                                                                   
Inquilinos y otros trabajadores dependientes de Latifundios                           315,370                                 47,4
Comuneros Indígenas y Norte Chico                                                            133,000                                20,0
Productores Familiares                                                                               109,500                                16,5
Otros minifundistas                                                                                      39,300                                 5,9
Otros Propietarios Agrícolas independientes                                                     67,830                              10,2               
Total Población económicamente activa                                                      665,000                           100,0
Fuente :  Bengoa, J. "El Campesinado Chileno después de la Reforma Agraria". SUR, Pgs. 36-37.
Aparte de los inquilinos y otros trabajadores agrícolas dependientes de haciendas, a esa fecha existían por lo menos 300.000 campesinos independientes y comuneros que constituían alrededor del 50% de la población económicamente activa en el país.
Comunidades Indígenas
Es necesario hacer presente, el gran peso que tenía en esa época en el campo, la economía comunal que mantiene rasgos del modo de producción comunista primitivo, previo a la pequeña producción mercantil. En dicho sistema la tierra, o parte importante de ella, pertenece a la comunidad, y se explota en forma colectiva. En este sector predomina la economía natural, es decir, la producción para el consumo de la comunidad, y no para el mercado.
Un análisis más detallado de este importante sector de la estructura económica que, como señala Alejandro Lipschutz, constituye la base del indigenismo, queda lamentablemente fuera del alcance del presente trabajo.
La legislación indígena,  conquista histórica obtenida durante el gobierno del Presidente Allende por los campesinos comuneros, particularmente los pertenecientes a minorías étnicas establecía la protección de la propiedad comunal indígena. En su reemplazo, el fascismo estableció la propiedad individual, y por lo tanto la división de la propiedad comunal campesina con el objeto de acelerar el proceso de descomposición de este importante sector de la economía campesina.
Asignatarios de parcelas de Reforma Agraria
Al sector campesino tradicional se agregó, en años recientes, un nuevo e importante sector de pequeños productores campesinos: los cerca de 38.000 asignatarios de parcelas de Reforma Agraria. Estos se distinguen del estrato anterior no sólo por la forma en que accedieron a la tierra, sino porque tienen tierras de mejor calidad, ubicadas generalmente en el valle central.
La dictadura asignó un tercio de las tierras expropiadas por la Reforma Agraria, de acuerdo a su superficie física, y alrededor de la mitad de las mismas, medida en unidades de calidad equivalentes a estos campesinos. Ellos cumplen un papel fundamental en la economía; "poseen unos nueve millones de hectáreas, equivalentes a alrededor de un 30% de la superficie agropecuaria total, poseen buenas tierras; un 30% del total es arable y casi un 10% de riego. Su aporte a la alimentación de la población chilena es significativo. Suministran más de la mitad de la producción de hortalizas, remolacha y arroz y más del 70% de la de porotos, papas y arvejas" .[83]
Los propietarios agrícolas son hoy día más numerosos que hace quince años. (Cuadro Nº 5).

Cuadro Nº 5
Chile : Evolución del número de los predios agrícolas
1955-1980
Tipode Ocupación                                                                               1955                                   1980
                                                                                                                                   
Propiedades Familiares y Minifundios                                               116,200                                275,000
Props. Multifamiliares, Latifundios (1955)  y Empr.Capitalistas             34,800                                 45,000
Total Predios Agrícolas                                                                   151,000                                320,000
Fuente :  Foxley, Alejandro. "Chile y su futuro". pgs. 167-169.  Bengoa, J. "El Campesinado Chileno después de la Reforma Agraria". SUR, Pg.30. Cifras en letra itálica  son estimadas por nosotros a partir de porcentajes dados por los autores citados.
Algunos autores consideran que la existencia de más propietarios agrícolas familiares, prueba la existencia de un proceso de "campesinización" durante los últimos años. Como se verá a continuación, sin embargo, el incremento de los propietarios agrícolas, en estos años, es parte del proceso de descomposición del campesinado, una de las vías en que se desarrolla el modo de producción capitalista en el campo.
Como resultado de este proceso, entre los campesinos chilenos se forman los grupos clásicos: Campesinos Ricos, que se incorporan a la burguesía agraria, en una de sus diversas capas, Campesinos Pobres, que se incorporan al proletariado, agrícola y urbano, y Campesinos Medios, que se encuentran entre los dos grupos anteriores y que se mantienen como productores independientes.
La pauperización de los campesinos : Campesinado pobre
El momento principal de descomposición campesina es la pauperización, o empobrecimiento Esta situación que afecta a la mayoría de ellos, los obliga en definitiva a vender su fuerza de trabajo para sobrevivir.
Dicho proceso afectó al sector campesino tradicional, de producción comunal y pequeña producción mercantil individual, que existían antes de la Reforma Agraria.  "En el sector campesino minifundista se producía desde varias décadas un rápido proceso dedescomposición campesina. La subdivisión creciente de las tierras, el agotamiento de la fertilidad natural, la falta de capitales de inversión y de operación, etc., venía provocando la masiva expulsión de mano de obra de este sector. Las economías campesinas independientes han sido las fuentes principales de la mano de obra que migra a las ciudades y fuente de la gran masa de afuerinos, trabajadores agrícolas temporales, asalariados agrícolas no permanentes de todo tipo. Más de la mitad de la población activa rural pertenecía a este estrato.

Este sector se podría diferenciar internamente en un contínuo que va desde el "campesino propiamente tal" que con el trabajo familiar en su pequeña propiedad le alcanza para la reproducción suya y de su familia, hasta el pequeño propietario que sólo usa su propiedad comolugar de residencia y obtiene todos sus ingresos como asalariado. En los rangos intermedios se encontraba la gran mayoría que trabaja su predio parte del año y otra buena parte -él y su familia, especialmente los hijos mayores- trabajan como asalariados (rurales y urbanos) .

Este proceso de diferenciación interna y descomposición campesina se fue acentuando en los últimos años como consecuencia de la crisis agrícola del país, y del poco apoyo estatal que hoy día recibe el campo 
La pauperización ha afectado también, aunque en condiciones particulares, a los nuevos parceleros formados por la Reforma Agraria: "Los problemas de este sector son enormes, ya que poseen una importante deuda de arrastre, deben pagar la tierra, no tienen implementos ni medios de trabajo y están sometidos a precios en baja como producto de la política agrícola en vigencia "  ([84]). Como resultado del avance capitalista en el campo durante los últimos años, aproximadamente la mitad de estos nuevos parceleros se han visto obligados a vender sus tierras : "Las duras condiciones en que debieron iniciar su experiencia como productores independientes, la falta de capital, el costo del crédito y la falta de apoyo del estado explican que más de la mitad de los beneficiarios ha vendido sus tierras en condiciones muy poco ventajosas "  [85]. Muchos otros asignatarios de la Reforma Agraria se mantienen en condiciones de difícil subsistencia, agobiados de problemas.
Quienes sostienen la teoría de la "campesinización" no consideran debidamente, a nuestro juicio, el hecho que, como resultado del proceso de pauperización que ellos mismos admiten, que la mayoría de los propietarios de tierras son a la vez trabajadores asalariados. Muchos campesinos pobres, propietarios de tierras, se encuentran en proceso de transformarse en proletarios agrícolas. Característica esencial de estos trabajadores es que no pueden vivir del cultivo de su tierra, por lo que están obligados a vender su fuerza de trabajo para sobrevivir.
Su proletarización definitiva corresponde a un proceso de cambio de cantidad en calidad. Mientras para algunos campesinos la venta de su fuerza de trabajo constituye un fenómeno esporádico, o que tiene lugar en un período muy corto del año, para otros el trabajo asalariado se ha transformado ya en la forma principal.
Parte de estos últimos, particularmente mujeres, se emplean en el servicio doméstico y otras formas de trabajo asalariado que no implican sumisión al capital. La mayoría, sin embargo, se transforma en asalariados sometidos al capital, en la ciudad y, principalmente durante los últimos años, en el campo. Estos trabajadores pueden ser considerados  proletariados.
Se estima que, hoy, aproximadamente "un 50% del campesinado chileno por lo menos, esto es unas 150 mil familias campesinas, con una población cercana al millón de personas y una población activa cercana a los 200 mil " [86], son campesinos pobres, es decir, propietarios agrícolas que deben vender su fuerza de trabajo para sobrevivir.
Respecto a la tendencia a considerar campesinos y no proletarios, a los campesinos pobres y a los "subproletarios", Lenin sostiene:  "se comprende a menudo con excesiva rigidez la tesis teórica de que el capitalismo requiere un obrero libre, sin tierra. Eso es del todo justo como tendencia fundamental, pero en la agricultura el capitalismo penetra con especial lentitud y a través de formas extraordinariamente diversas. …al incluir a los campesinos pobres entre el proletariado rural no decimos nada nuevo. Esa expresión se ha utilizado ya por muchos escritores, y sólo los economistas del populismo hablan con tenacidad del campesinado en general como de algo anticapitalista, cerrando los ojos al hecho de que la mayoría de los "campesinos" ha ocupado ya un lugar del todo determinado en el sistema general de la producción capitalista, precisamente el lugar de obreros asalariados agrícolas e industriales " [87].
Campesinos Ricos y Medios
El segundo momento del proceso de descomposición campesina es la transformación de algunos campesinos en burguesía agraria.
Junto a miles de campesinos que se pauperizan y se ven obligados a vender su fuerza de trabajo, hay otros, pocos, que pasan a las filas de la burguesía: "Los campesinos ricos……En la situación chilena actual representan un sector muy pequeño en número. Son prácticamente parceleros de la Reforma Agraria que obtuvieron sus predios plantados con frutales ya en producción o a punto de entrar a ella. Muchos de estos parceleros contratan crecientemente mano de obra y tienden a transformarse en pequeños empresarios frutícolas. En la región centrosur-(Chillán) se ha podido ver que algunos campesinos productores de porotos e exportación también van en un proceso creciente de enriquecimiento; a este grupo se podrían agregar aquellos campesinos especializados en hortaliza de consumo fresco y que tienen una ubicación cercana a Santiago u otras ciudades importantes. "   ([88]).
Respecto a los campesinos ricos no existe estimación numérica precisa, excepto de que  "representan un grupo muy pequeño [89]. Se cree además, que parte importante de ellos proviene de"alrededor de un tercio de…[los asignatarios de parcelas de Reforma Agraria, que]…ha logrado sobrevivir, modernizarse y elevar la productividad "   ( los comentarios entre [… ] son nuestros) [90].

Sin embargo ello no nos debe a menospreciar, la importancia económica de este sector, tanto en relación a la producción como en cuanto al desarrollo del mercado interno para el capitalismo, desde el punto de vista económico, y menos en cuanto son potenciales aliados sociales de la clase obrera.
Los campesinos productores o medios, se estiman en "…algo así como setenta y cinco mil familias y una población de menos de medio millón de personas  [91]. Esta estimación es hecha por Bengoa "sin ningún asidero científico, sólo la percepción de quien ha caminado por el campo" [92].

Si se considera el total de las propiedades agrícolas familiares existentes (Cuadro Nº 6), se aprecia que, entre los 275.000 propietarios familiares, 150.000 estarían en transición entre el campesinado y el proletariado. Estas cifras se refieren a los propietarios, y no incluyen a sus familiares ocupados en la misma actividad. 
A partir de los datos del total de activos en la agricultura consignados en los censos de 1965 y 1976, se ha deducido el número de campesinos medios y burguesía agraria, restando los trabajadores remunerados de dicho total. 
El personal remunerado permanente de predios grandes del Censo de 1965 se ha considerado aparte de la categoría obreros agrícolas, puesto que en su mayor parte, correspondía a trabajadores dependientes del sistema de haciendas. Estos corresponden aproximadamente a la mitad del total de trabajadores remunerados, o una cuarta parte del total de activos en la agricultura, ese año. En 1976, al terminarse las haciendas, desapareció esta categoría.
 Finalmente, se incluye en la clasificación de "obreros agrícolas" a todos los asalariados que no viven permanentemente en predios grandes, en 1965, y a todos los asalariados, en 1976. Dicho sea de paso, se aprecia que el fenómeno de los trabajadores temporales tenía un desarrollo importante también en 1965.

Cuadro Nº 6
Entre 1965 y 1976, los trabajadores por cuenta propia y familiares, aumentan levemente, en forma absoluta y relativa. Este fenómeno fue interpretado por varios autores como prueba de una tendencia a la campesinización de los trabajadores agrícolas, en oposición a su proletarización.
Si bien la culminación fascista de la Reforma Agraria puede haber producido un aumento momentáneo de los "trabajadores por cuenta propia" en desmedro de los asalariados, la evolución de la ocupación agrícola con posterioridad al censo de 1976 demuestra que la tendencia de fondo es el aumento relativo y absoluto de los asalariados, y a la disminución relativa de los campesinos independientes.
El cuadro Nº 2  consigna que mientras los asalariados del sector aumentan en un 8%, entre 1980 y 1985, los trabajadores por cuenta propia de este sector disminuyen en un 18%, en el mismo período.
El cambio más significativo, sin embargo, es el que afecta a los campesinos dependientes de haciendas. Esta categoría de campesinos desapareció entre los años señalados.  Es cierto que se trataba en parte de obreros hacia 1965, en la misma medida que, para entonces, el viejo latifundio mostraba un grado avanzado de descomposición, es decir, de transformación en empresa capitalista. En este sentido la categoría de "campesinos dependientes de haciendas" incluye trabajadores que eran en parte campesinos y en parte obreros. Con todo, lo determinante del proceso de Reforma Agraria es, precisamente, la persistencia predominante a esa fecha de los rasgos campesinos en la mayor parte de los trabajadores agrícolas.
En la actualidad, se estima que los obreros agrícolas superan el medio millón, mientras los campesinos propiamente tales son alrededor de trecientos mil.

Gráfico Nº 15
El total de ocupados en la agricultura alcanza a 900 mil personas. El grupo principal lo constituyen los asalariados, que son más del 60% del total, y al menos son unos 540 mil trabajadores. Dado que dichos asalariados, en su abrumadora mayoría, trabajan sometidos crecientemente al capital, puede decirse que constituyen proletariado agrícola propiamente tal. Los temporeros, son un subconjunto de los obreros agrícolas, y alcanzan unos 400 mil trabajadores, aproximadamente.
Los trabajadores por cuenta propia y familiares; pequeños productores principalmente, y comuneros conforman el otro grupo de importancia. Son al menos 315 mil trabajadores agrícolas, y proporcionalmente representan alrededor de un 35  por ciento del total de ocupados.
Del total de personas ocupadas en la agricultura, alrededor de 320 mil son propietarios de tierras. La mayoría de los propietarios son, a la vez, trabajadores asalariados, muchos de ellos temporeros. Otros, unos 75 a 80 mil, son campesinos independientes, no asalariados, y aparecen como "trabajadores por cuenta propia" en las encuestas de ocupación. Estos y sus familiares, constituyen la pequeña burguesía agraria.
La burguesía agraria constituye el grupo menos numeroso, siendo del orden de 40 mil propietarios. Cabe observar que la estimación numérica indicada puede ser abultada y considerar como burguesía a empresarios no suficientemente desarrollados como tales como para ser considerados "burguesía". El número total de deudores agrícolas importantes con los bancos privados, que puede ser otro estimador de la burguesía agraria, no alcanza a superar los veinte mil.
Importancia de los campesinos
A pesar del énfasis que se ha colocado en demostrar la acelerada proletarización de los campesinos que ha tenido lugar en el último tiempo, en Chile no se puede concluir, ni por asomo, que los campesinos han dejado de tener importancia, en Chile. Su importancia numérica de cien mil productores, que con sus familiares se acercan a una población de alrededor de medio millón de personas, serviría por si sola para acreditar que son, de lejos, el sector principal de las capas medias.
Parte importante de los nuevos proletarios agrícolas, cientos de miles de ellos, continúan siendo  campesinos pobres, siguen poseyendo tierra, aún cuando ésta no les alcance para vivir. La conciencia campesina de éstos es, muy fuerte.
Burguesía Agraria
El cuadro Nº 7, presenta la evolución de la propiedad agraria en Chile, en los últimos años :
Cuadro Nº 7
Chile : Evolución del tamaño de la propiedad agrícola
1965-1978
Estratos                               1965                               1973                                      1978
                          % Nº Predios  % H.R.B         % Nº Predios  % H.R.B             % Nº Predios  % H.R.B

0 - 5                        81,4           9,7                      79,3          9,7                       71,3            9,8
5 - 20                      11,5         12,7                      11,3        13,1                       20,1          24,9
20 - 40                      3,0           9,4                        3,3        11,6                        3,0          11,6
40 - 80                      2,0         12,8                        3,7        25,0                        4,6          32,8
+ de 80                    2,1         55,4                        0,0          0,0                        0,1            2,9
Sector Reformado       -              -                        2,4        40,6                        0,9          19,1 (*)
Total                     100,0       100,0                     100,0      100,0                     100,0        100,0

(*) Remates de tierras del Estado.Sin datos posteriores.  HRB=Hectáreas de Riego Básico, unidades de calidad equivalente. Fuente :  J. Bengoa, "El Campesinado ……", Pg. 49
Mientras los predios de más de 80 hectáreas básicas, en 1965 eran alrededor de 5.000, un 2,1% del total de predios, abarcaba el 55% del total de tierras, medidas en unidades de superficie de calidad equivalente. En este estrato se encontraban los latifundios, que mantenían el régimen de inquilinaje.
La totalidad de estos predios, más algunos de superficie menor,  fue expropiada por la Reforma Agraria. El número de predios expropiados durante este proceso alcanzó a poco más de 5.800, de los cuales 1.408 fueron expropiados en el período 1965 -70 y 4.401 entre 1970 y 1973[93].
Durante el período 1965-73, se produjo además una subdivisión de los predios no expropiados, creciendo especialmente el tramo de predios privados entre 40 y 80 hectáreas básicas. La asignación de reservas a los ex-propietarios  por la Reforma Agraria contribuyó a este fenómeno.
Con posterioridad a 1973, creció la importancia de los tramos entre 40 y 80 hectáreas básicas, y entre 5 y 20 HRB. En éstos se concentran las explotaciones capitalistas medianas y las propiedades de lo campesinos medios, respectivamente.
Consideradas en número, las explotaciones agrícolas entre 5 y 20  HRB, en general explotadas por campesinos medios, eran aproximadamente 60.000, en 1978. Las explotaciones entre 20 y 80 hectáreas, explotadas por la burguesía agraria media, alcanzaban poco más de 20.000, ese mismo año. Hacia 1978, las propiedades de más de 80 HRB abarcaban menos del 3% de la superficie total, medida en HRB.
La cifra anterior es en realidad algo mayor, puesto que parte importante de las tierras rematadas, acerca de cuya extensión individual no hay datos en el cuadro, son tierras forestales, que se remataron de grandes extensiones. Con todo, el tamaño promedio de las tierras rematadas es del orden de 60 HRB.
El tamaño de explotación predominante en el agro, luego de la Reforma Agraria es, aquel adecuado a la empresa capitalista media, por una parte, y a la explotación campesina, por otra parte. Sin embargo, el desarrollo capitalista posterior ha tendido a concentrar y a centralizar rápidamente las tierras. Ello ha afectó principalmente a los pequeños productores, pero también a los capitalistas agrarios medios.
Según Foxley "Datos más recientes, provenientes de roles tributarios, señalan…una tendencia a la reconstitución de predios de gran tamaño : a fines de 1980 los predios de más de 80 hectáreas de riego básico representaban cerca del 20%  del total de la superficie agrícola "  [94]. Hay que considerar, además, que el tamaño de los predios establecido en los roles tributarios subestima el proceso de centralización de tierras, ya que puede haber diferentes roles tributarios para un solo propietario.
La centralización de tierras es particularmente importante en el sector forestal, donde" cinco grupos económicos concentran más de la mitad de las plantaciones existentes en el sector , por lo que puede suponerse que en tierra sus propiedades son aún más concentradas "  [95]. Esto se traduce en que las extensiones de tierras forestales que poseen los principales grupos económicos equivale a provincias enteras.
En el sector frutícola existen empresas que poseen explotaciones agrícolas capaces de dar trabajo a más de cinco mil personas en plena temporada. Ello equivale aproximadamente a la cantidad de trabajadores de la industria del salitre. En otro rubro, empresas agrícolas como la propietaria de la ex-hacienda Ñuble y Rupanco, hoy en manos del grupo árabe Bin-Mahfouz, controlan también extensiones enormes de tierra.
Sin perjuicio del proceso de centralización y concentración de tierras, en el campo, continúan predominando, desde el punto de vista de la propiedad en primer lugar, la empresa capitalista media, y luego la pequeña propiedad campesina.  Así como hemos subrayado la importancia de los campesinos medios, como aliado social de la clase obrera, es pertinente destacar la relevancia social de la burguesía agraria media, en un sentido similar.
Entre los problemas que afectan a este sector de capitalistas,  se destacan el endeudamiento con los bancos y los abusos a que los someten las grandes empresas compradoras de productos agrícolas, a las cuales están crecientemente subordinados en los rubros más diversos. Gran parte de éstos  se originan en políticas de subsidio a la agricultura de sus paises que mantienen las principales potencias imperialistas.
Las contradicciones entre este sector social y el gran capital nacional y extranjero, se han hecho presentes con gran agudeza en algunos períodos, a lo largo de los últimos años.  De allí que para la clase obrera, es necesario considerar debidamente a este sector burgués en la perspectiva de ampliar las alianzas de clase hacia todas las capas interesadas en las transformaciones antimonopolistas que el país necesita.

Industrialización Capitalista e Incremento de la Explotación

Un sector que ha sido muy afectado por las contradicciones del desarrollo capitalista del último tiempo, es la industria manufacturera (*). Además de la pérdida de importancia relativa en su aporte de  el PGB, durante varios años una serie de otros indicadores  señalaban que se estaban  contraviniendo las leyes generales de desarrollo capitalista, al generarse un proceso de "desindustrialización", o "desmantelamiento" de esta industria.
Ello fue particularmente significativo durante los primeros años de la dictadura cuando, fundamentalmente la apertura de la economía al exterior, afectó en forma apreciable a una parte de las industrias. A esto se sumó el efecto de la crisis cíclica de 1983, año en que la industria manufacturera figura, perdiendo terreno en forma importante. Hasta 1983, tanto el empleo industrial, como el número de establecimientos industriales, habían descendido.                   
Gráfico Nº16
Luego de haberse recuperado, hacia 1979 en el punto máximo del ciclo económico anterior, los niveles de empleo de 1967, en la mayoría de los tramos de tamaño, hacia 1983 el empleo en la industria manufacturera cayó en forma generalizada. Esta reducción fue mayor en las industrias manufactureras con más de 1.000 obreros, en las cuales el empleo se reduce sistemáticamente, hasta llegar, en 1983, a una cuarta parte del total alcanzado en 1967.
Es necesario hacer presente, que las estadísticas de la industria manufacturera incluyen un amplio sector de talleres artesanales, que abarca los tramos de 5-9 personas ocupadas casi en su totalidad, y buena parte del tramo siguiente, de 10-19 personas por establecimiento.
Hacia 1979, último año en que existe un censo que incluye el tramo inferior, el empleo en dichos tramos bordeaba los sesenta mil trabajadores, alrededor de un 20% del total de los registrados como ocupados en la industria manufacturera en su conjunto por el censo industrial de ese año. En estos tramos de tamaño de "industrias", no predomina la producción capitalista, sino la pequeña producción mercantil.
Gráfico Nº 17
El mismo fenómeno que afecta al empleo, entre 1967 y 1979, se aprecia en relación al número de empresas que se reduce en todos los tramos. En los inferiores, donde predomina la pequeña producción mercantil, la reducción es significativa y entre 1967 y 1979, el número de estos talleres se reduce en cerca de un 20%. Entre 1967 y 1983, último año de crisis, los talleres de 10-19 operarios se reducen en un 40%.
En los tramos de 20 a 500 trabajadores, donde predomina la producción capitalista, la cantidad de empresas se mantiene en forma más estable, aún cuando también disminuye entre los años considerados. Sin embargo la reducción es mayor en el tramo de empresas con más de 500 trabajadores.

Gráfico Nº 18
En dicho tramo, el número de empresas registrada por los censos y encuestas industriales se reduce en un 46%, entre 1967 y 1983. En el superior que registran estas estadísticas, de empresas con más de 1.000 trabajadores, la reducción es de un 75%.  En estos tramos dicha reducción no necesariamente significa la liquidación de la empresa considerada, pero sí un descenso apreciable en el número de sus trabajadores, que la pasa al tramo inferior.
En apariencia, estos fenómenos estarían contradiciendo las leyes del desarrollo capitalista, y no es extraño que se haya generalizado la idea que la industria manufacturera estaba en franco retroceso en el país, con el consecuente impacto sobre el proletariado industrial.  Dicha percepción no sólo se difundió entre los cientistas sociales, sino también en amplias masas proletarias, que habían sido lanzadas a la calle por el proceso de reestructuración, y aún cierre de industrias. Para ellos, la desindustrialización no fue un concepto abstracto, sino una dolorosa realidad.
La situación de disminución absoluta que afectó, durante varios años a los trabajadores de la industria manufacturera fue uno de los principales argumentos esgrimidos por los teóricos que sustentan aún, la teoría de la declinación de la clase obrera.
La propagación de las concepciones que minusvaloran el desarrollo capitalista en la industria transformadora, y sus implicaciones negativas en relación al papel de la clase obrera, hacen indispensable demostrar como las leyes generales de la acumulación capitalista se verifican también en la industria transformadora.

Ley de Producción de Plusvalía Relativa

Aún siendo importantes para el capitalismo los métodos específicos de producción de plusvalía absoluta, tales como la prolongación e intensificación de la jornada de trabajo, los salarios inferiores al valor de la fuerza de trabajo, el método capitalista fundamental consiste, sin embargo, en la producción de plusvalía relativa y esto se logra sólo mediante el desarrollo de la fuerza productiva del trabajo.
El desarrollo de la producción capitalista, a partir de la pequeña producción, pasa por la cooperación simple y la manufactura, hasta conformar la gran industria capitalista. De allí que, el desarrollo capitalista sea sinónimo de industrialización.
Como se sabe, la plusvalía es aquella parte del valor producido por los obreros y apropiado por los capitalistas, que excede el valor de su fuerza de trabajo, el que se les reembolsa en forma de salarios.  Mientras el valor de la fuerza de trabajo depende del costo de reproducción del obrero, el valor producido por éste depende del tiempo de trabajo y de la intensidad del mismo. Si el capitalista prolonga la jornada o aumenta la intensidad del trabajo, aumenta aquella parte del valor producido de la cual se apropia en forma gratuita. Este método de aumentar la producción de plusvalía se conoce como "producción de plusvalía absoluta", y tiene como límites la extensión de la jornada, y el agotamiento de los obreros.
Si se reducen los salarios por debajo del valor de la fuerza de trabajo, se aumenta la parte del valor producido por los obreros del que se apropian los capitalistas. Dicho sistema, sin embargo, topa con límites económicos, como la competencia entre los capitalistas, y extraeconómicos, como la resistencia de la clase obrera. Esta última encuentra terreno propicio cuando las condiciones económicas, especialmente el aumento del empleo en períodos de auge, presionan los salarios al alza.
La única forma efectiva e ilimitada que el capital tiene, entonces, para aumentar la producción de plusvalía, es la producción de plusvalía relativa. Esta consiste en que, manteniendo constante la duración de la jornada, se reduce aquella parte de ella en que el obrero reproduce el valor de su fuerza de trabajo.
Cuando un capitalista mejora la productividad del trabajo en su empresa por sobre la media de su mercado, introduciendo una mejora tecnológica por ejemplo, puesto que el valor de las mercancías, y por ende el precio de las mismas, está dado por la media del mercado, y ésta no cambia significativamente porque un sólo capitalista mejore su productividad, el trabajo de los obreros del capitalista en cuestión  se potencia, en términos de producción de valor.  De esta manera, éste requiere una parte menor de la jornada de sus obreros para que éstos produzcan las mercancías que, vendidas al precio promedio del mercado, o incluso por debajo de éste, le permiten recuperar el valor de esta fuerza de trabajo. Siendo menor esta parte de la jornada, denominada tiempo de trabajo necesario, aumentará la otra, denominada tiempo de trabajo excedente, en que los obreros trabajan gratuitamente para el capitalista.
Si el cobre extraído por un colectivo de obreros manuales e intelectuales, aumenta al doble, gracias a la introducción de nuevas máquinas o a una mejor planificación de la mina, y antes se requería el cobre producido en media hora diaria de trabajo para pagar los salarios del personal, bastará con quince minutos de trabajo diario para reproducir el valor de sus salarios. Si la jornada de trabajo sigue siendo de ocho horas, el tiempo de trabajo necesario habrá disminuido de media hora a quince minutos, y el tiempo de trabajo excedente, donde todo lo que se produce, una vez descontados insumos, y gastos fijos, es plusvalía para la empresa, habrá aumentado proporcionalmente.  Esto requiere, naturalmente, que el precio del cobre se mantenga constante, lo que, por encima de las fluctuaciones normales del precio, ocurrirá mientras el resto de las minas de cobre no aumenten su productividad en una proporción similar.
Cuando la productividad del mercado haya aumentado en igual proporción que la de la empresa, la ventaja de ésta desaparecerá, y, con ello, la producción de plusvalía adicional lograda. Por ello, esta plusvalía se denomina "extraordinaria". Aunque sea transitoria, la plusvalía extraordinaria es un acicate permanente de los capitalistas para incrementar la productividad del trabajo.
Por otra parte, si las mejoras de productividad introducidas disminuyen el valor de los bienes que consumen los obreros, se desvalorizará la fuerza de trabajo de éstos, disminuirán los salarios y el tiempo necesario para reproducirlos.  Por lo mismo, aumentará la parte de la jornada destinada a la producción de plusvalía. En este caso, además, la ganancia para los capitalistas será permanente.
Producto de esta ley, el capitalismo revoluciona las fuerzas productivas, incrementa la composición orgánica del capital, concentra y centraliza la producción, opera en forma cíclica y en definitiva hace crecer el ejército industrial de reserva. Por ello se desarrolla también desde formas simples de relaciones capitalistas, y a través de la manufactura,  hasta conformar la gran industria maquinizada. Esto ocurre en todas las ramas de la economía, y ciertamente en la industria transformadora o manufacturera.
Es imposible prescindir de algunas de estas leyes de la producción capitalistas que conforman un todo. De no actuar la ley de plusvalía relativa, tampoco actuarían las que se encadenan a partir de ésta, producto de la cual el capitalismo suavizaría su carácter contradictorio.
Llama la atención, la insistencia de diversos autores marxistas en minimizar la acción de la ley de la plusvalía relativa en las economías capitalistas subdesarrolladas. Según dichos autores, en éstas no opera la ley de plusvalía relativa como cuestión principal, y a los burgueses no les interesa mayormente desarrollar las fuerzas productivas, sino se contentan con la extracción de plusvalía absoluta.
De producirse en éstas plusvalía relativa, se lograría principalmente a costa de la reducción de los salarios por debajo del valor de la fuerza de trabajo. Los capitalistas recurrirían entonces a la coerción extraeconómica para forzar dicho resultado en forma permanente. "La economía … dependiente reproduce en forma específica la acumulación del capital basada en la superexplotación del trabajador "  [96].
Los capitalistas usan y abusan de los métodos de producción de plusvalía absoluta, particularmente de la extensión inaudita de la jornada de trabajo, y hacen todo lo que está de su parte para reducir los salarios de los trabajadores.  Esta situación se da hoy con mayor frecuencia en las economías subdesarrolladas, que en los paises capitalistas centrales.
Es absurdo suponer sin embargo, que los capitalistas de paises subdesarrollados actúan contra de sus propios intereses, abandonando la herramienta principal con que cuentan para aumentar la plusvalía extraída a sus obreros. Esta herramienta es la plusvalía relativa. Ello sin contar, con el hecho que se ven obligados a ello por la competencia, a riesgo de ser barridos del mercado.
Este tipo de formulaciones teóricas está vinculado a cierta tendencia existente en algunos cientistas sociales a menospreciar las potencialidades del capitalismo y la burguesía en los paises subdesarrollados.  Dicha tendencia se manifiesta en diversas formas, una de las cuales consistió precisamente, en Chile, en la interpretación errónea de los fenómenos que sacudieron a la industria manufacturera en los años recientes. Se supone entonces que ellos conducirían, como en efecto aparecía en la superficie, a la destrucción de la misma. 
Por encima de las fluctuaciones y vaivenes transitorios, la ley de la industrialización capitalista se manifestó como tendencia predominante, también en la rama de la industria manufacturera.

Crecimiento Absoluto de la Producción y Empleo en la Industria Transformadora

Para analizar el comportamiento de la industria transformadora, es necesario partir de lo que ha sido su movimiento global, a lo largo del tiempo. En el gráfico siguiente, se presenta la evolución de la producción de la industria manufacturera en Chile, durante los últimos treinta años.
Gráfico Nº 19
La actividad de la industria transformadora ha estado marcada por los ciclos de la economía en general, los que se acentúan en dicha rama. Luego de la baja evidente de la producción industrial durante la crisis de 1975, recién durante 1981 la producción de esta industria alcanzó el nivel máximo de 1972. En esta serie estadística la producción de 1981 es levemente inferior a la de 1972. En otra, elaborada por SOFOFA[97], la producción de 1981 supera levemente la alcanzada en 1972.
A partir de la crisis de 1982, que comenzó a manifestarse en la industria transformadora en 1980, dicho nivel de producción se volvió a recuperar hacia 1986, alcanzando a fines de 1988, aproximadamente un nivel 10% superior al de 1972.
Se aprecia así como, luego de atravesar por dos profundas crisis, la industria manufacturera ha superado su máximo histórico y, en el auge cíclico actual, continúa creciendo de tal modo que durante tres años consecutivos, ha superado al de la economía en su conjunto.
          Gráfico Nº 20 (*)
Luego de bajar en el ciclo de 1975, el empleo en la industria transformadora recuperó hacia 1981 los niveles máximos alcanzados en 1972, superándolos incluso levemente.
En la crisis cíclica de 1982, la ocupación volvió a bajar en más de cien mil personas, para recuperarse hacia 1986. En 1988 superó el nivel de 1981 en un 28%, aproximadamente, considerando la serie homogénea 1979-88 elaborada por INE y graficada arriba. (Esta serie es la utilizada por SOFOFA en sus estadísticas de empleo).
Según otra serie de empleo, preparada por la Universidad de Chile, la ocupación en la industria manufacturera pasó de 554 mil trabajadores en Marzo de 1981, máximo del ciclo anterior, a 712 mil ocupados en Marzo de 1988, con un incremento porcentual también del 28%. Según ésta, la ocupación en la industria manufacturera alcanzó a 758 mil trabajadores en Septiembre de 1988.
Es posible concluir, entonces, que la producción y el empleo globales de la industria transformadora, a través de dos profundos ciclos, recuperó en 1981 y 1986, y superó ampliamente en 1988, el nivel máximo alcanzado en 1972.  La rapidez de la recuperación y posterior crecimiento de esta industria después de la última crisis cíclica, es más evidente en la evolución del empleo que en la actividad.
La evolución global del sector desmiente a quienes alguna vez sostuvieron  que la tendencia predominante en la industria manufacturera era al desmantelamiento. Tampoco permite afirmar que el sector haya permanecido estancado, ya que se ha visto sometido a violentas reducciones y expansiones.
La tendencia general de crecimiento que el sector mantuvo hasta 1973, se quebró ese año, y sólo muy recientemente se recuperó la tendencia de crecimiento de largo plazo. Dicho proceso fue condicionado por la apertura de la economía al comercio internacional a partir de 1975. Al eliminarse el proteccionismo con que operaba la industria transformadora, se produjo un cambio de precios relativos, en los sectores transables y no transables de la economía que, aún cuando afectó a sólo algunas ramas de la industria transformadora y benefició a otras, parece haber repercutido negativamente hasta fecha reciente en el conjunto del sector.
Dicho fenómeno afectó principalmente a la pequeña producción, que las estadísticas asimilan a las empresas capitalistas propiamente tales, y a las empresas de cooperación simple y manufactura, al interior de la industria transformadora. Esto estimuló, sin embargo, el desarrollo acelerado de la gran industria mecanizada, en prácticamente todas las ramas de la industria transformadora, y particularmente en aquellas con mayores ventajas comparativas (*).

Desarrollo de la Gran Industria Maquinizada en la Industria Transformadora

No parece acertado, entonces, hablar de "desindustrialización", o de un "desmantelamiento" de la industria transformadora en general, aún cuando estos conceptos podrían aplicarse a determinadas ramas.
Tampoco ha disminuido en este sector el número de obreros, aún cuando el empleo ha sufrido violentas fluctuaciones, y sólo recientemente ha aumentado.
Se podrá argumentar que durante largos años el crecimiento de la producción y el empleo fue nulo, y eso es efectivo. Sin embargo, ello se dio sobre el trasfondo de un fuerte desarrollo de la gran industria capitalista, al interior la industria transformadora.
La Industrialización Capitalista
Antes de pasar al análisis estadístico, cabe recordar algunas cuestiones teóricas, referentes al proceso de industrialización capitalista.
Dicho proceso, como se ha dicho, es consecuencia de la acción de la ley de plusvalía relativa. Es decir, la razón del paso de formas inferiores de organización capitalista, como la cooperación simple y la manufactura, a formas superiores como la gran industria maquinizada, se debe a la necesidad capitalista de aumentar la productividad del trabajo.
Las fases clásicas por las que atraviesa el proceso de industrialización son tres: cooperación simple, manufactura y gran industria maquinizada.
La cooperación simple, primer nivel de la producción capitalista se diferencia de la pequeña producción mercantil en cuanto al proceso de trabajo, exceptuando el hecho de que el mismo lo realizan muchos trabajadores reunidos. Este sólo hecho, como señala Marx, potencia la fuerza colectiva, permite realizar tareas que serían imposibles para trabajadores aislados, y aumenta la productividad del trabajo. Una cadena de trabajadores puede transportar cargas de manera más rápida que trabajadores individuales trabajando por separado.
La cooperación simple capitalista se realiza bajo el mando del capital, que es capaz de reunir a numerosos productores independientes y proporcionarles los medios de producción y subsistencia de los cuales han sido previamente expropiados. En el trabajo agrícola, aún en la agricultura capitalista, es muy común encontrar este tipo de organización como forma predominante.
Toda la producción capitalista, por otra parte, se efectúa en cooperación y, en este sentido, la cooperación es la forma general de la producción capitalista.  En la manufactura capitalista la cooperación se hace más compleja, al introducirse la división del trabajo. De esta manera, los artesanos reunidos por el capitalista ya no tienen que ver con todas las etapas del proceso, sino con aspectos parciales del mismo, en los que se especializan.
En el caso de Chile, ramas enteras como la construcción, por ejemplo, han operado durante largos años como producción capitalista manufacturera. El predominio de esta forma de organización explica particularidades de estas ramas, como el tarifado nacional de los trabajadores de la construcción, forma que mantiene rasgos de la organización de los antiguos artesanos. Es sabido que en la construcción las especialidades dan origen a familias de "maestros" enfierradores o soldadores. Es frecuente, asimismo, que los trabajadores de la construcción llamen "gremio" a su organización.
Si alguna razón justifica el apellido de "manufacturera" que recibe en Chile la industria transformadora, ella es el amplio predominio de la manufactura capitalista en esta rama.  En Chile numerosas industrias son propiamente manufacturas, como por ejemplo muchas fábricas de vestuario, calzado, talleres mecánicos y algunas maestranzas.  A esta categoría, en sus niveles inferiores, pertenecían también,  por ejemplo, las industrias electrónicas y otras armadurías de la zona norte que en algún momento fueron desmanteladas.
La gran industria maquinizada capitalista, su forma superior de organización, se caracteriza porque la fábrica se transforma, debido precisamente a la maquinización, en un gran autómata, en torno al cual los trabajadores laboran como otras tantas piezas de la misma.
La gran industria maquinizada borra las especialidades de la mayoría de los trabajadores, los homogeniza, mientras requiere, por otra parte, especializar hasta sus grados máximos a otros trabajadores, los que deben adquirir un elevado nivel científico, para dirigir la producción y controlar y desarrollar las máquinas, crecientemente complejas.
En nuestro país tienen el carácter de gran industria maquinizada, desde hace largos años, la gran minería del cobre, carbón y salitre, así como la industria pesada, el acero, la celulosa y el papel o la generación de energía eléctrica. También tienen este carácter los grandes medios de transporte y comunicaciones.
Si bien en el desarrollo histórico del capitalismo se pueden distinguir épocas en que predomina una u otra forma de organización, el desarrollo de la producción capitalista de la cooperación simple a la manufactura y de allí a la gran industria maquinizada, es un proceso que se desarrolla continuamente, en ramas o regiones atrasadas, pero también en las ramas nuevas, recién nacidas, aún en los paises capitalistas más avanzados.
Ultimamente, en Chile, el proceso de industrialización capitalista, entendido de esta manera, se ha generalizado en las más diversas ramas y actividades.
En la construcción, por ejemplo, se han introducido máquinas como las enfierradoras, o moldajes metálicos, etc, que están transformando la rama, haciéndola avanzar en su proceso de industrialización capitalista. Lo mismo ha ocurrido en la generalidad de las ramas.
Tal vez el proceso más significativo de industrialización es el que se da en la agricultura. Es así que los parronales, por ejemplo, manejados por sistemas centralizados de riego por goteo, se acercan ya a formas de organización propias de la gran industria maquinizada.
La consecuencia social del proceso de industrialización capitalista es muy profunda, y dice relación con la clase obrera. En efecto, el paso de las formas inferiores de organización capitalista a las superiores va acompañada del sometimiento cada vez mayor de la clase obrera al capital, que se hace completo sólo al alcanzar la producción capitalista el nivel de gran industria maquinizada. Esta forma de organización del trabajo, en que la fábrica se transforma en un gran autómata al cual quedan completamente sometidos los obreros, es "la forma de organización del trabajo adecuada al modo de capitalista de producción".
Es así que el paso de la cooperación simple a la manufactura, y de ésta a la gran industria maquinizada, lejos de ser exclusivamente un problema técnico, que también lo es, constituye una transformación de las relaciones de producción capitalistas, que afecta a capitalistas y obreros.
En relación a la clase obrera, el proceso descrito se traduce, como se ha dicho, en una suerte de proletarización del proletariado, al aumentar su grado de sometimiento al capital. Lo anterior de ninguna manera puede interpretarse en el sentido de no valorar en toda su dimensión al proletariado que trabaja en cooperación simple o manufactura. Ciertamente dichos trabajadores forman parte del proletariado plenamente, y sus condiciones de vida son muchas veces peores que la del proletariado de la gran industria maquinizada.
Con todo, parece importante subrayar la importancia decisiva del proletariado de la gran industria maquinizada. Esta capa del proletariado, aunque muchas veces tenga niveles salariales superiores, es también la que está sometida a una tasa de explotación mayor, considerando la productividad de su trabajo. Precisamente en razón de su importancia, el gran capital, y particularmente el imperialismo orientan su trabajo de manera principal hacia éste sector del proletariado, con la finalidad de separarlo del resto de la clase obrera. Por la misma razón, dicho sector está siempre en el centro de las preocupaciones de las fuerzas que se proponen el cambio revolucionario de la sociedad.
Industrialización capitalista de la industria manufacturera
El proceso de industrialización capitalista descrito ha sido muy significativo en la industria manufacturera en los años recientes, como se demostrará a continuación. Ello a pesar de los profundos y dolorosos cambios que han tenido lugar en esta rama, o más bien precisamente debido a ellos.
Para analizar las tendencias de este desarrollo, se considerarán los datos de las encuestas y censos industriales, ordenados por tramos de tamaño.
En el gráfico siguiente  se analiza el comportamiento de la producción, medida por el valor agregado, en los diferentes tramos de tamaño de empresas industriales.
El valor agregado se calcula restando de la producción vendida el valor total de los insumos, materias primas, equipos, etc., que la empresa debió adquirir para producir.
Desde otro ángulo, el valor agregado corresponde aproximadamente al valor (*) creado por los trabajadores de dicha empresa, parte del cual vuelve a ellos en forma de salarios, mientras otra parte toma la forma de ganancia de la empresa, interés pagado a los bancos, etc.
Gráfico Nº 21     
En el gráfico se aprecia que pierden importancia productiva relativa las empresas pequeñas, de menos de 100 personas y las medianas, entre 200 y 500 personas. Mantiene su peso relativo el tramo entre 100 y 200 personas.
En el otro extremo, también se aprecia una pérdida en el peso relativo de las empresas de más de 1000 personas.
El mayor incremento de importancia productiva se produce, sin embargo, en las empresas de 500 a 1000 personas, las que incrementan su participación en el valor agregado desde menos de un 20%, en 1967, a cerca de un 40%, en 1983, es decir, duplican su importancia.
Si se consideran las empresas de 500 y más personas, la participación en el valor agregado de las grandes industrias en su conjunto aumenta del 30%, en 1967, a cerca del 45%, en 1983, situación que se describe en el gráfico siguiente:
Gráfico Nº 22
Lo contrario ocurre con las empresas de menos de 100 personas, como se muestra en el gráfico siguiente:
Gráfico Nº 23                              
Se aprecia pues, un fenómeno de reestructuración al interior de la gran industria, en virtud del cual, en general, las empresas de más de 1000 personas reducen su tamaño, cambiando muchas de ellas al tramo inferior, pero a la vez aumentando su producción.
Lo decisivo, sin embargo, es que mientras la participación de las pequeñas empresas disminuye, ésta aumenta en la empresas mayores, en el valor agregado por la industria transformadora. Esta tendencia se acentúa con la crisis de 1980.
En otras palabras, sobre la base de una producción máxima similar a la de 1972, se ha producido al interior de la industria transformadora un fuerte desarrollo relativo, que alcanza al 50% entre 1967 y 1983, de los tramos donde predomina con certeza la gran industria capitalista
Dicho desarrollo se ha producido a expensas de tramos donde tienen un gran peso otras empresas industriales que en verdad son talleres artesanales, o empresas en que predomina la cooperación simple o la manufactura.
Es decir, el desarrollo del capitalismo en la industria transformadora, si bien ha ocasionado incluso el cierre de algunas grandes industrias, y ha obligado a muchas de ellas a disminuir el número de sus trabajadores, ha significado que este segmento en su conjunto, propiamente la gran industria capitalista transformadora, haya crecido en un 50%. Lo contrario ha ocurrido con la pequeña producción y los talleres de cooperación simple y manufactura, en la industria transformadora, los que se han reducido.
Otra estadística que apunta en la misma dirección es la de consumo de energía eléctrica. Este es un indicador importante del grado de maquinización. Dicha estadística se presenta en el gráfico siguiente :
Gráfico Nº 24
Se puede observar que el aumento de la maquinización, medido por este indicador, es un fenómeno general que abarca todos los tramos de tamaño. Sin embargo, este aumento es muy importante en los tramos medios y superiores, lo que se aprecia en el gráfico siguiente :
Gráfico Nº 25
Se puede apreciar que en la gran industria el consumo de energía eléctrica se ha más que cuadruplicado en el período considerado, siendo muy importante el incremento durante la crisis de 1982.
Ciertamente incide sobre este índice la simple reducción de personal, pero ello no explica sino una parte pequeña del incremento, lo principal del cual se debe a la mecanización que ha tenido lugar.
El desarrollo acelerado de la gran industria maquinizada capitalista, al interior de la industria transformadora, necesariamente se debe traducir en un aumento de la productividad del trabajo.
Como se sabe, la productividad del trabajo consiste, en términos estrictos, en la capacidad de producir  valores de uso por unidad de tiempo. Esto, en término de valor, significa la capacidad de transferir capital constante, materias primas, etc., a los productos, en una jornada de trabajo.
Una forma de medir la capacidad productiva del trabajo, consiste en estimar el valor total del producto, por obrero. Dicho valor total incluye, como es lógico, no sólo el valor agregado al mismo por cada obrero, el que tiende ser más o menos constante, sino el valor transferido al mismo desde las materias primas, etc., el que aumenta a medida que aumentan las unidades producidas por cada obrero, como consecuencia de la maquinización.
Estas estadísticas se presentan en el gráfico siguiente, calculadas a partir de los censos de 1967 y 1979 para el sector de la industria transformadora, corrigiendo los precios por el deflactor implícito del PGB  :
Gráfico Nº 26
Esto señala una tendencia al aumento en la productividad del trabajo, que es particularmente fuerte, del orden de 80%, en las empresas de más de 500 personas.
La gran industria, entonces, lejos de haberse "desmantelado",  ha desarrollado fuertemente su capacidad productiva.
Aumento en la Tasa de Explotación
El objetivo perseguido por el capitalismo mediante el desarrollo de la gran industria maquinizada es, como se ha dicho, la producción de plusvalía relativa mediante el incremento de la tasa de explotación, es decir, de la proporción entre el tiempo de trabajo excedente y el tiempo de trabajo necesario.
Confirmando lo anterior, el incremento de la tasa de explotación de los obreros, complemento inseparable del desarrollo de la gran industria, ha sido extremadamente fuerte, en los años del fascismo, en Chile.
Se ha estimado la tasa de explotación a partir del valor agregado y los salarios, dividiendo la diferencia entre el valor agregado y los salarios, es decir la ganancia, por los salarios.
Este estimador está sesgado, por una parte, puesto que la ganancia no es igual a la plusvalía producida, existiendo una tendencia a que sea superior a ésta en las industrias con composición orgánica del capital superior a la media, e inferior en las demás. A lo anterior hay que agregar el efecto de los precios de monopolio. Ambos factores tienden a sobrestimar la tasa de explotación en las industrias grandes.
Por otra parte, puesto que sólo los trabajadores directamente productivos producen todo el valor, y por lo tanto toda la plusvalía, un cálculo más preciso debería considerar sólo los salarios de estos trabajadores. Como se han considerado, en cambio, los salarios de todos los trabajadores, el estimador utilizado tiende a ser menor que la tasa de explotación real. Con todo, es indicador utilizado puede ilustrar aproximadamente la evolución de la tasa de explotación.
Estas estadísticas se presentan en el gráfico siguiente :
Gráfico Nº 27

Se puede apreciar en el gráfico anterior, así como en el siguiente, que existe un fuerte aumento, del orden de un 70%, en la tasa de explotación en la industria transformadora en su conjunto.
Este aumento se debe,  sin embargo, principalmente al fuerte incremento de la tasa de explotación en los tramos donde predomina y se ha desarrollado la gran industria maquinizada. En el hecho, la tasa de explotación aparece disminuyendo en los tramos inferiores de la industria transformadora, mientras que en las empresas de más de 500 trabajadores, crece 3.75 veces.
La crisis de 1982 es muy importante, también, a este respecto.
Si la medición se efectuara en 1988, es probable que la tasa de explotación se haya incrementado nuevamente en forma espectacular, considerando el aumento en las utilidades de las empresas, y la disminución y luego estancamiento de los salarios, que han tenido lugar desde 1983.
Gráfico Nº 28
Ciertamente inciden en el aumento de la tasa de explotación los métodos específicos de producción de plusvalía absoluta, aumento de la duración y la intensidad de la jornada de trabajo, salarios por bajo el valor de la fuerza de trabajo, etc.
En este sentido tienen algún asidero las opiniones de quienes atribuyen a estos factores el aumento de la tasa de explotación, así como el aumento de productividad experimentados en la industria manufacturera.
Sin embargo, estos factores afectan a toda la industria transformadora por igual, cuando no en mayor medida en las industrias menores.
Se ha visto, en cambio, que el incremento verdaderamente importante de la tasa de explotación se da en los tramos superiores, lo que demuestra que es en realidad el desarrollo de la gran industria maquinizada lo que explica este incremento.
El análisis estadístico efectuado, que demuestra el acelerado desarrollo de la gran industria capitalista en la industria transformadora, durante los años del fascismo, no hace sino confirmar la experiencia práctica de miles de obreros y profesionales que trabajan en la industria chilena.
Ellos han podido apreciar, a veces mejor que muchos economistas,  como durante estos años se ha producido una transformación sustantiva del aparato industrial, caracterizada por importantes cambios en el proceso productivo.
Se ha llevado a cabo una renovación completa de la maquinaria utilizada, incorporándose incesantemente la última tecnología mundial, que multiplica en varias veces la productividad por persona.
La computación se ha incorporado masivamente a los procesos productivos.
Se aprecia también un fuerte incremento en la incorporación de controles automáticos, que acompañan cada vez más a la nueva maquinaria que reemplaza a la antigua.
Junto con ello, se han llevado a cabo importante mejoras en el diseño y calidad de los productos, así como fuertes reducciones en el valor unitario de los mismos.
En la producción, se han incorporado en forma creciente al obrero colectivo profesionales altamente calificados que, mediante la operación de computadoras y otros medios, planifican la producción. Por otra parte se ha acentuado la diferenciación entre los distintos miembros de este obrero colectivo.
Se ha producido, en síntesis, un importante desarrollo de las fuerzas productivas, con un aumento en la socialización del trabajo. Todo esto ha ocasionado "el más radical cambio en las relaciones de producción", en la industria transformadora.
Las dos crisis que ha atravesado la economía en estos años, han ocasionado una fuerte contracción en la cantidad de personas empleadas, seguidas de una gradual recuperación en el empleo, seguida luego de un rápido crecimiento del mismo.
Se ha producido una agudización de todos los "aspectos sombríos" del capitalismo :
Las nuevas máquinas, que ahorran trabajo humano, han servido, en manos de los capitalistas, para prolongar la jornada de trabajo hasta límites inconcebibles, así como para aumentar brutalmente la intensidad del mismo. Las condiciones ambientales del trabajo se han deteriorado. Se ha intensificado la subordinación completa del trabajo al capital, y ha crecido el fantasma de la cesantía.
Ha tenido lugar en la industria transformadora, así como en la producción en general, durante los años del fascismo, un proceso de desarrollo de la gran industria capitalista. Durante varios años, sin embargo, no se manifestó en la superficie sino como su contrario, es decir, como desmantelamiento y destrucción de la industria.
Ello condujo a que en la percepción de muchas personas el proceso de desarrollo de la industria no se reflejara sino como lo que aparecía, es decir, como destrucción de la misma. Ello en forma generalizada, y no sólo entre los economistas, sino también, por ejemplo, entre muchos obreros que perdieron su trabajo, y no pocos industriales que vieron quebrar su empresa.
En el caso de los economistas, muchos de ellos fueron confundidos por las estadísticas globales, las que, especialmente si se observaban en forma estática, sin percibir, por ejemplo, su fuerte oscilación cíclica, indicaban también un fenómeno de estancamiento de la industria manufacturera.
Muchos economistas confundieron así lo que era un momento de un proceso de desarrollo, la reducción del empleo y la actividad industrial durante las crisis, por ejemplo, con la tendencia de dicho movimiento.
El error metodológico principal de, sin embargo, consistía en que los economistas no se detuvieron a apreciar el desarrollo de las relaciones de producción que estaba teniendo lugar al interior de la industria, independientemente de su reducción o crecimiento, quedándose en cambio en las estadísticas que medían esto último.
Al respecto dice Lenin  "……precisamente el paso de la manufactura a la fábrica tiene una importancia particularmente grande en el desarrollo del capitalismo. Quien confunda estas dos fases se priva de la posibilidad de comprender el papel transformador y progresista del capitalismo. Precisamente este error es el que cometen nuestros economistas populistas, quienes, según hemos visto, identifican ingenuamente el capitalismo en general con la industria"fabril "……es risible reducir la cuestión del desarrollo de la gran industria maquinizada a la sola estadística fabril. Esto no es únicamente una cuestión de estadística, sino de las formas y fases por las que pasa el desarrollo del capitalismo en un país concreto. Unicamente después de haber aclarado la esencia de esas formas y sus particularidades distintivas tiene sentido ilustrar el desarrollo de una u otra forma mediante datos estadísticos estudiados debidamente"([98]).
Los errores metodológicos anotados no fueron cometidos por casualidad, sin embargo, en algunos casos. En efecto, las estadísticas que apuntaban hacia la destrucción de la industria manufacturera, y sobre todo a la reducción de la clase obrera industrial, fueron exhibidas una y otra vez como pruebas contundentes de las teorías que anunciaban la pérdida de importancia social y política del proletariado en general.
No es fácil comprender, sin embargo, porque otros economistas, que ciertamente no adherían a las teorías señaladas, cometieron también, durante largo tiempo, los mismos errores metodológicos. Entre estos últimos se incluye ciertamente el autor de este trabajo, que durante años compartió las tesis de reducción de la industria y la producción en general como consecuencia de la aplicación del modelo económico de la dictadura.
En parte importante ello puede explicarse por el desconocimiento existente acerca de las leyes generales del modo de producción capitalista. Precisamente este factor constituye una de las motivaciones para escribir el presente trabajo, en la esperanza que el mismo pueda ayudar a difundir el conocimiento de estas leyes en nuestro país.
En los errores señalados no dejaron de ejercer su influencia diversas teorías económicas que tendían a subestimar las potencialidades de desarrollo del capitalismo en paises subdesarrollados, y que fueron muy difundidas en Chile durante la década de 1960 y principios de los 70.
No es ajena a la reiteración de errores como los descritos, sin embargo, la persistencia en algunos medios de cierta tendencia al menosprecio de la burguesía de estos paises, a la cual se negaba en cierto grado el carácter de tal, al suponer que no presentaba entre sus rasgos aquello que es esencial a la burguesía en general : el desarrollar la producción de plusvalía absoluta y relativa.
Cabe señalar, finalmente, que durante la polémica de los años recientes en torno al tema, aquellas posiciones, al principio muy débiles, que percibieron en forma relativamente más temprana que otros el proceso de desarrollo capitalista en curso, lo hicieron muchas veces, sin embargo, de manera unilateral. Es así que, mientras unos afirmaban que existía destrucción de la industria, por ejemplo, los otros afirmaban lo contrario, que ésta se desarrollaba, apoyándose cada opinión en estadísticas y razones teóricas que subrayaban uno u otro aspecto del asunto.
Como se ha visto acá, en realidad el proceso de destrucción existió, fue enteramente real, sólo que constituía un momento del proceso que en definitiva marchaba en la dirección opuesta, que era la que subrayaba la teoría.
El planteamiento unilateral de la posición que con el tiempo se ha demostrado más acertada, ciertamente no contribuyó a un convencimiento rápido de quienes sustentaban la posición contraria. Es cierto, por otra parte, que ello siempre ocurre en polémicas científicas y de otro tipo, y lo nuevo siempre nace en forma más o menos unilateral, pero no por ello deja de ser importante recoger la experiencia que surge de la polémica vivida.
Por ejemplo en relación al efecto que tiene la industrialización capitalista sobre la "proletarización" del proletariado, es decir el incremento de su grado de sumisión al capital, acá se ha destacado su aspecto principal, la tendencia predominante, que ciertamente consiste en que la masa proletaria acentúa sus rasgos de tal a medida que la gran industria se desarrolla y generaliza, a costa de formas capitalistas más simples.
Antes se ha llamado la atención, también, acerca de la importancia del paso de los asalariados de talleres en que predomina la pequeña producción mercantil, a la producción capitalista propiamente tal, para el desarrollo de la clase obrera. En las estadística de la "industria manufacturera" se ha visto que alrededor de un 20% de los asalariados que trabajan en establecimientos de menos de 10 trabajadores se encuentran, desde este punto de vista, en la antesala de la clase obrera, sin pertenecer aún plenamente a ella.
Efectivamente, la tendencia es que los talleres que sobrevivan se transformen en empresas capitalistas, y que éstas a su vez pasen de formas inferiores a formas superiores de organización, hasta culminar en la gran industria maquinizada. Ello implica que los asalariados de talleres, en parte pequeños productores y en parte obreros, se transforman definitivamente en proletarios y van acentuando su carácter de tales a medida que se hace más compleja su forma de producir, y por lo tanto mayor su sumisión al capital. Por su parte, los propietarios de los talleres que sobreviven, en parte maestros artesanos y en parte capitalistas, se transforman en capitalistas propiamente tales, y los muy pocos que vuelvan a sobrevivir se desarrollan hasta convertirse grandes industriales.
Aunque todo ello sea cierto, sin embargo, y se imponga como tendencia, de allí no puede inferirse, de manera alguna, que el proceso se desarrolle siempre en esa dirección. Por el contrario, en Chile se ha vivido masivamente un proceso en dirección contraria, durante algunos años.
Nadie podría dudar, por ejemplo, que el carácter proletario de los trabajadores de industrias con más de 1.000 trabajadores, por ejemplo, es más acentuado que el de aquellos que trabajan en empresas menores. Nadie podría argumentar que el carácter proletario de un obrero del salitre, por ejemplo, que ha estado absolutamente sometido al capital, por generaciones, hasta el punto que su vivienda, que está ubicada en medio del desierto, le pertenece a la empresa, es más acentuado que el de un maestro carpintero de la construcción, por ejemplo, que siempre tiene la alternativa, y en parte los medios de producción, para desarrollar su oficio en forma independiente. Ello desde el punto de vista económico, naturalmente, referido a grandes masas, no a individuos, y sin que implique valoración de unos u otros grupos.
Sin embargo, como se ha visto, el desarrollo de la maquinización y nuevas formas de organización del trabajo fue más acentuado precisamente en las industrias mayores y, durante algunos años, se redujo el número y la proporción de los obreros que allí trabajaban.
En la industria del salitre, por ejemplo, los trabajadores bajaron de más de quince mil a menos de cinco mil, en pocos años, mientras la producción en definitiva aumentó. Lo mismo ocurrió en forma generalizada en la gran industria, destacándose casos como las textiles, en que tres grandes industrias se fusionaron en una sola, que con menos de la mitad de los trabajadores produce más que el conjunto de las anteriores.
Los trabajadores que fueron así "repelidos por las máquinas"  terminaron trabajando en empresas capitalistas menores, muchos de ellos "por su cuenta" , o en talleres no propiamente capitalistas o, durante varios años, simplemente cesantes. Desde el punto de vista de su ocupación - y sólo desde éste punto de vista- el carácter proletario de estas amplias masas aparece entonces reduciéndose, durante un período más o menos prolongado.
Al mismo tiempo, sin embargo, los trabajadores que permanecieron trabajando en las industrias reestructuradas aumentaron su grado de sumisión al capital, su grado de explotación, etc., en forma apreciable. El proceso de reestructuración fue general, además, y por lo tanto la mayor parte de la masa obrera que permaneció ocupada aumentó su grado de sumisión al capital, aún cuando trabajara en establecimientos ubicados en tramos de menos personas.
Una vez culminado el proceso de reestructuración industrial, y en consonancia con el alza del movimiento cíclico de la economía en general, el empleo industrial vuelve a crecer en forma generalizada, en todos los tramos de ocupación. De esta manera, ya no se trata de "menos obreros más proletarizados", como en un primer momento, sino de "más obreros más proletarizados", en la actualidad.
Junto al proceso anterior, que se dio con mayor nitidez en la industria manufacturera, minería y otros sectores donde ya predominaba la gran industria maquinizada, centenares de miles de trabajadores se incorporaban a las primeras fases de la producción capitalista, la cooperación simple, por ejemplo en el campo.
En la cosecha de uva en la zona de Copiapó, por ejemplo, se emplea a decenas de miles de obreros, y no son pocas las empresas agrícolas que, durante esos períodos, emplean a cuatro o cinco mil trabajadores, es decir, lo mismo que la industria del salitre actual. En la zona de San Felipe, en la época de cosecha de fruta, sólo en los "packings" trabajan más de veinte mil obreros, en su mayoría mujeres : casi  tantos como en la gran minería del cobre.
En todas estas nuevas industrias, asimismo, inevitablemente se desarrolla la tendencia al paso de formas inferiores a formas superiores de organización, es decir, se verifica el proceso de industrialización capitalista.
De esta manera, la ley se impone, pero no en una forma linea, simple, sino cíclica, compleja, en forma de avances y retrocesos sucesivos.

Ley General de la Acumulación Capitalista

Son válidas también en nuestro país las leyes que rigen la acumulación capitalista. La reproducción ampliada del capital, como fuerza productiva y como relación de producción, constituye un rasgo esencial del capitalismo. El desarrollo capitalista es sinónimo de reproducción ampliada capitalista.
En el curso de la reproducción ampliada capitalista, en forma de una sucesión cíclica de períodos de crisis, depresión, crecimiento y auge, crece la riqueza, aumenta la clase obrera en general, y los obreros productivos en particular, se produce concentración y centralización del capital, desvalorización y destrucción de éste, se incrementa su composición orgánica y se verifica un  progreso técnico acelerado, se produce atracción y repulsión de los obreros por las máquinas y  crecimiento del ejército industrial de reserva : rige en definitiva  la ley general de la acumulación capitalista.
"Ningún período de la sociedad moderna ofrece un campo tan adecuado para el estudio de la acumulación capitalista como estos últimos veinte años"([99]).
Estas palabras de Carlos Marx, escritas hace más de 120 años , mantienen hoy, en el Chile de 1988, una vigencia extraordinaria. Puede confirmarse que en estos años, como en los períodos de crisis sociales en general, las diversas leyes que rigen el desarrollo social se han expresado en la superficie en forma bastante directa, mucho más que en los períodos de desarrollo "pacífico". Esta aseveración, que es válida para las leyes del desarrollo social en general, es aplicable también a las leyes del desarrollo económico.
En este sentido bien puede afirmarse que, durante estos años, el pueblo chileno ha recibido una lección multitudinaria de economía política, durante la cual la esencia de las leyes del desarrollo económico se han puesto en evidencia ante millones de personas. Dando un nuevo mentís a sus apologistas, el capitalismo se ha mostrado descarnadamente ante millones de chilenos como lo que es, un régimen económico que revoluciona las fuerzas productivas, pero que al mismo tiempo atenta contra el bienestar de la mayoría, y agudiza las contradicciones de todo orden, en el seno de la sociedad, y en la relación de esta con la naturaleza.
En lo que sigue se pretende ilustrar como se ha manifestado en nuestro país, directamente y de manera dramática, la más cuestionada de las leyes generales del desarrollo capitalista: la ley general de la acumulación capitalista.
Este descubrimiento científico de la economía política marxista ha sido sometido al más despiadado ataque por parte de los economistas burgueses. Ya Bernstein, uno de los padres del revisionismo, hace casi cien años afirmaba que de esta ley no había dejado "piedra sobre piedra".
La ley general de la acumulación, ley descubierta por Marx, junto a aquella que establece la necesidad de la dictadura del proletariado para transitar al socialismo, son verdaderas piedras de toque de esta doctrina, y una adecuada comprensión de las mismas parece importante.
Considerando los objetivos de este trabajo se ha estimado conveniente dar a este tema un tratamiento teórico y estadístico relativamente detallado. La verificación de la acción de esta ley es, además, consecuencia y prueba del acelerado proceso de desarrollo del capitalismo en Chile en el último  período.
Confiamos en no cansar al lector con las numerosas citas que se insertan en el texto. En verdad ha parecido al autor que difícilmente pueden escogerse palabras mejores que las del propio Marx, y otros clásicos, para describir diversos aspectos que acá se tratan.

Desempleo y Población

"La sociedad chilena estaba acostumbrada a tasas de desempleo moderadas, como las del período 1960-1970, que ascendía al 6.4 por ciento de la fuerza de trabajo…[ y entre 1970 y 1973 dicha tasa bajó al 4%, habría que agregar]…. Entre 1974 y 1987, dicha tasa - incluyendo en ella los adscritos a los programas de emergencia del gobierno - saltó en promedio al 20%; vale decir, se ha más que duplicado el registro histórico sobre la materia. En ciertos años, como en 1983, incluso uno de cada tres trabajadores carecía de empleo. "    ( los comentarios entre [… ] son nuestros) ([100]).
Este fenómeno se aprecia en el gráfico siguiente, en el que se presenta la evolución del desempleo a nivel del país durante los últimos años. A partir de 1975 se han agregado a los desempleados los inscritos en los programas de "ocupación" del gobierno, PEM y POJH.                                   
Gráfico Nº 29             
Como se puede apreciar en el gráfico, con la salvedad del período del Gobierno Popular, el desempleo ha crecido fuertemente en el país en el último período.
Se ha verificado en Chile la "producción progresiva de una superpoblación relativa o ejército industrial de reserva ". ([101]) (*).
Una de las cuestiones necesarias de establecer, al iniciar este análisis, se refiere a la relación entre el desempleo y el incremento de la población. Ello porque una de las argumentaciones tradicionales de los economistas burgueses, desde tiempos de Malthus y anteriores, ha sido que el incremento de la masa de desocupados, así como la miseria de las grandes masas, que acompañan a la acumulación capitalista, serían consecuencias de la acción de una pretendida "ley natural" de población.
En Chile, la tasa de crecimiento de la población ha sido constantemente decreciente, en los últimos años, como se puede apreciar en el cuadro siguiente :

       Cuadro Nº 8
Chile : Tasas de Crecimiento de la Población

(%)
        Período                   Tasa Anual
1960-1965                    2.12%
1965-1970                    1.88%
1970-1975                    1.77%
1975-1980                    1.72%
1980-1985                    1.69%
1985                                  1.60%
Fuente: Indic. Ec. Sociales 1960-82
Síntesis Estadística1979-85
Bco. Central de Chile.
Si bien la población ha crecido considerablemente, durante los últimos años, el aumento de la desocupación no se debe a que se haya acelerado en Chile, durante estos años, la tasa de crecimiento de la población. Esta tasa, por el contrario, se ha frenado.
Acerca de las causas del desempleo
Es necesario, entonces, buscar las causas del incremento de la desocupación y su secuela de miserias en el movimiento de la acumulación capitalista. Y aquí surge nuevamente la pregunta :
¿Es la "incapacidad de las nuevas estructuras capitalistas", la "tendencia a desmantelar los sectores productivos", la "desindustrialización", en suma ¿es la supuesta falta de acumulación capitalista producto del "modelo económico de chicago" lo que ha provocado el aumento de la cesantía y la miseria durante estos años?
¿ O  éste se debe, por el contrario, a la aceleración del proceso de acumulación capitalista, producto precisamente del "modelo económico …… expresión de los intereses del reducido grupo de empresarios que hoy día controlan gran parte de la actividad económica privada  "([102]), apoyados en el control absoluto de un estado terrorista ?
La primera concepción, como se ha visto,  está muy difundida en medios de oposición. En último análisis, sin embargo, esta concepción presupone que la acumulación bajo este régimen debería promover un desarrollo "relativamente estable y dinámico", que beneficie a la clase obrera. Si tal fenómeno no se produce, entonces la causa no podría ser otra que la falta de acumulación.
Tal supuesto corresponde, precisamente a la visión "rosada" del capitalismo que difunden sin pausa sus apologetas :
"  La pobreza es un círculo vicioso que se relaciona con la falta de crecimiento del país……A mayor desempleo mayor pobreza; a más bajo nivel de ingresos por persona mayor pobreza; y a mayor desigualdad en la distribución del ingreso, también  mayor pobreza……sólo el crecimiento es capaz de hacer bajar los índices de miseria, porque el crecimiento produce un aumento en el empleo y una mejor distribución del ingreso……la manera de encarar la pobreza es aumentar la inversión"([103])
La visión crítica expuesta más arriba, que achaca los males de la sociedad capitalista al supuesto mal funcionamiento de ella, se pone de actualidad principalmente en períodos de crisis, cuando los problemas económicos se multiplican.
En épocas de auge, en cambio, cuando la evidencia del crecimiento obliga a todos a reconocer el dinamismo económico del capitalismo, algunos enfoques críticos cambian de orientación, y parecieran atribuir entonces los males de la sociedad a la voluntad de los gobernantes, sus asesores económicos, o de algunos capitalistas.
Esta es la impresión que dejan, por ejemplo, las críticas que se hacen al modelo económico en curso en obras como "Los Silencios de la Revolución", de Eugenio Tironi.
Sin perjuicio de los sesgos con que trata determinados aspectos, como  la evolución de la clase obrera o la "marginalidad", por ejemplo,  los que se critican en el presente trabajo, dicha obra es una brillante" …crónica del lado oscuro …[de la]…verdadera revolución"  que ha tenido lugar en el país, fenómeno respecto del cual el autor reconoce que "…nadie podría negarlo"  , así como que muchos aspectos del cual "…han significado considerable  progreso para el país  " ( los comentarios entre […] son nuestros)[104].
Los "Silencios de la Revolución" salió al paso oportunamente, además, a la descripción descaradamente apologética que hace Joaquín Lavín de dicho proceso en su obra "La Revolución Silenciosa", y no dejó de tener importancia en la derrota que las fuerzas democráticas propinaron a la dictadura fascista en el plebiscito de 1988. En este sentido, es una obra que será considerada siempre con respeto por pueblo chileno.
En su análisis, sin embargo, Tironi se limita a la descripción de los "aspectos sombríos" del modelo, sin entrar a explicar cual es la ligazón económica interna que existe entre el desarrollo capitalista y dichos aspectos sombríos, por otro, ligazón que hace de las "sombras" una consecuencia necesaria de la "revolución".
De allí que el lector que se pregunte cual es la razón por la cual la "revolución silenciosa" produjo los dramáticos efectos que sus apologetas han intentado mantener en el silencio. A esta pregunta no hay respuesta en la obra, como no sean los que se derivan como consecuencia del carácter dictatorial con que fue impuesta. Si no hay ligazón económica entre la "revolución" y sus "silencios", la razón de estos últimos se debe buscar, entonces, en la voluntad de quienes impusieron el modelo de una manera tal que produjo los efectos que por largo tiempo se intentó silenciar.
No sería necesario, por lo tanto, efectuar cambios que afecten la naturaleza del régimen económico que produjo la "revolución", sino sólo reducir los efectos perniciosos del mismo mediante un acto de  voluntad del nuevo gobierno, acto garantizado por el carácter democrático del nuevo régimen político.
Tironi se propone así" integrar el presente y el pasado, el cambio y la continuidad, a ' triunfadores' y a 'perdedores' …[para lo cual es necesario]…poner fin a la pobreza y reducir las desigualdades sociales y, al mismo tiempo,, atreverse a depositar la soberanía en los individuos y la sociedad, confiando en su libertad…bases sobre las que podría nacer un proyecto nacional común, que diera fundamentos éticos a la convivencia y a la cooperación"   ( los comentarios entre [… ] son nuestros)[105]
Desde el punto de vista del marxismo, en cambio, el aumento del ejército industrial de reserva, y la consecuente miseria de la clase obrera, es consecuencia, en general, de la acción de la ley general de la acumulación capitalista, la que determina "la influencia que el incremento del capital ejerce sobre la suerte de la clase obrera"([106]).
Una ley que, como todas las demás, se ve modificada en su aplicación por una serie de factores que no interesa analizar aquí "  ([107]) y que por lo tanto no excluye que en determinados períodos, en determinados paises, la acción de estos factores  contrarresten la acción de la ley y así, por ejemplo, puedan verificarse períodos relativamente largos en que el ejército industrial de reserva no aumente significativamente, o en que los salarios reales se mantengan relativamente altos.

En Chile, sin embargo, durante los años del fascismo, como en la historia del desarrollo capitalista en general, estos factores  no han impedido que la ley se exprese con la precisión y nitidez de una orden militar.
En el análisis de la expresión concreta de esta ley en Chile se estudiarán el aumento en la composición orgánica del capital, la concentración y centralización del capital, el aumento y las fluctuaciones del ejército industrial de reserva, los ciclos capitalistas y las crisis, y, las consecuencias de la acción de la ley general de la acumulación, en cuanto "determina una acumulación de miseria equivalente a la acumulación de capital ([108]).

Ocupación y Salarios

Antes de analizar la influencia de un aumento en la composición orgánica del capital, corresponde metodologicamente estudiar el caso en que la acumulación se produce sin que ésta varíe, o bien el caso más general en que el ritmo de la acumulación supera el ritmo de aumento de la composición orgánica del capital.
En este caso " las necesidades de la acumulación pueden sobrepujar el incremento de la fuerza de trabajo o del número de obreros, la demanda de obreros puede preponderar sobre su oferta, haciendo con ello subir los salarios . Más aún; cuando los supuestos anteriores se mantengan invariables durante cierto tiempo, los salarios tienen necesariamente que subir "([109]).
Marx analiza este caso de la siguiente forma : " Bajo las condiciones de acumulación que hasta aquí venimos dando por supuestas, las más favorables a los obreros, el estado de sumisión de estos al capital reviste formas un poco tolerables……Pero, así como el hecho de que algunos esclavos anduviesen mejor vestidos y mejor alimentados. de que disfrutasen de un trato mejor y de un peculio más abundante, no destruía el régimen de la esclavitud ni hacía desaparecer la explotación del esclavo, el que unos obreros, individualmente, vivan mejor, no suprime tampoco la explotación del obrero asalariado. El hecho de que el trabajo suba de precio por efecto de la acumulación del capital sólo quiere decir que el volumen y el peso de las cadenas de oro que el obrero asalariado se ha forjado ya para sí mismo, pueden tenerle sujeto sin mantenerse tan tirantes "([110]).
Marx recuerda, una vez más, que la finalidad del sistema capitalista consiste en la producción de plusvalía, y que " el aumento del salario sólo supone, en el mejor de los casos, la reducción cuantitativa del trabajo no retribuido……esta reducción no puede rebasar jamás ni alcanzar siquiera el límite a partir del cual supondría una amenaza para el sistema "
Antes de llegar a dicho límite, sin embargo, es inevitable que : " la acumulación se amortigue al subir el precio del trabajo, si esto embota el aguijón de la ganancia. La acumulación disminuye. Pero, al disminuir, desaparece la causa de su disminución, o sea, la desproporción entre el capital y la fuerza de trabajo explotable. Es decir, que el propio mecanismo del proceso de producción capitalista se encarga de vencer los obstáculos pasajeros que él mismo se crea. El precio del trabajo vuelve a descender al nivel que corresponde a las necesidades de explotación del capital, nivel que puede ser inferior, superior o igual al que se reputaba normal antes de producirse la subida de salarios  " (subrayado en el original) ([111]).
Lo anterior pone un límite económico, de carácter cíclico, a la expansión económica capitalista. No es ésta la causa única de los ciclos, en la teoría de Marx, pero sin embargo es una que incide siempre en los mismos. De hecho, un indicador general de la cercanía del momento de crisis cíclica es precisamente el alto índice de ocupación, y nivel de salarios relativamente elevado, que se verifica hacia el final de la etapa de auge.
El movimiento de la tasa de ganancia descrito arriba por Marx, en cambio, si bien no está determinado exclusivamente por el alza o baja de los salarios, efectivamente constituye el instrumento de navegación principal de la economía capitalista. Su oscilación ya sea precipita al sistema en las crisis cíclicas, o pone término a las mismas.
En Chile lo anterior se verifica de manera general, como se puede apreciar en el gráfico siguiente:
Gráfico Nº 30                   
Se aprecia, que tanto el empleo como los salarios reales siguen, en general, las alternativas del ciclo económico, siendo más sensibles al mismo los últimos. En efecto, el movimiento del empleo, y particularmente de los salarios reales, marca los ciclos de 1960, 1965, 1969 1975 y 1982. Se aprecian asimismo en forma nítida los cambios cualitativos que sufre el movimiento de la acumulación en 1971-73, 1974-75 y 1982.
En general, se aprecia el ajuste del movimiento de los salarios reales al movimiento del empleo, que establece la ley general siendo este ajuste es muy preciso, en algunos períodos. Entre 1976 y 1981, por ejemplo, se verifica un crecimiento en paralelo el empleo y los salarios reales.
Los salarios reales, sin embargo, no alcanzan ni siquiera en su mejor momento el nivel de 1970, y menos aún el nivel máximo de 1972, que fue un 27% superior a este último. Posteriormente, el empleo y los salarios descienden violentamente con la crisis de 1982, y los últimos, luego de una pequeña recuperación, vuelven a descender hasta alcanzar, a mediados de 1985, su nivel mínimo, que es alrededor de un 15% inferior a 1981, y un 34% inferior a 1972 . Hacia fines de 1988, el índice de remuneraciones alcanzaba un nivel cercano a 91. Ello se verá en detalle más adelante, al estudiar el efecto de la ley general sobre las condiciones de vida de la clase obrera.
Es necesario precisar que, aún cuando " A grandes rasgos, el movimiento general de los salarios se regula exclusivamente por las expansiones y contracciones del ejército industrial de reserva, que corresponden a las alternativas periódicas del ciclo industrial " (12),  de acuerdo a Marx la evolución del empleo y los salarios reales no está determinada exclusivamente por el mecanismo arriba descrito por él.
Es así, por ejemplo, que el ritmo de recuperación del empleo y los salarios durante 1984 pareciera no obedecer solamente a este mecanismo, sino también a la política económica "expansiva", aplicada entonces por el gobierno (gabinete Jarpa-Escobar), a raíz de la situación política creada por las protestas de 1982.   La posterior recaída de los salarios, en 1985 pareciera obedecer a la política "recesiva" (Buchi), aplicada a raíz de la restricción  impuesta por imposición imperialista del pago de la deuda externa.
El ejemplo anterior refleja en un plano, el de la política, el hecho planteado por el mismo Marx, que el nivel general de salarios depende, además de factores puramente económicos, de la correlación de fuerzasque se da entre proletariado y la burguesía.
Dicha correlación de fuerzas, que se expresa también el plano de la lucha reivindicativa, aún cuando actúa en los marcos de la determinación económica, es la que en definitiva fija las proporciones en que capitalistas y obreros se distribuyen el valor creado por estos últimos.
La teoría económica neoclásica afirma  que las remuneraciones están determinadas por la productividad del trabajo.
Esta tesis, como muchas otras de la teoría económica neoclásica, describe acertadamente la apariencia de un fenómeno, pero distorsiona su esencia. Por lo mismo, es acertada hasta cierto punto, pero en el fondo es falsa.
Lo que ocurre con las remuneraciones, al igual que con muchos otros fenómenos, es que su apariencia no sólo no coincide con su esencia, sino que es opuesta a ella.
Es como el fenómeno del día y la noche. En apariencia el sol gira alrededor de la tierra, y la humanidad vivió convencida que, por lo tanto, la tierra ocupaba el centro del universo hasta que Galileo, entre otros, descubrió la esencia del fenómeno.
Las remuneraciones aparecen  como el precio del trabajo. Su esencia, sin embargo, es que corresponden al precio de la fuerza de trabajo. La diferencia entre ambos conceptos contiene todo el secreto de la economía política.
En efecto, el trabajador vende al capitalista su capacidad de trabajar , no su trabajo, a cambio de un salario.
El capitalista, en cambio, se queda con todo el trabajo realizado, que es la fuente única del valor agregado en el proceso productivo. Parte del valor creado por el trabajo vuelve al trabajador como salario. El resto da origen a las diferentes formas de ganancia del capital y renta de la tierra.
Siempre, entonces, la "productividad" del trabajador excede, y con creces, al salario que éste recibe. La diferencia no pagada, es lo que se denomina llamada plusvalía.
Naturalmente, hablamos de empresas capitalistas, es decir, aquellas que emplean masivamente trabajadores asalariados.
¿ Que relación existe entre los salarios y los precios? Aparentemente mucha. Así se le aparece  a los capitalistas, para quienes los salarios son un componente más del costo, y si suben los salarios entonces suben los precios.
La teoría económica neoclásica, que suele elevar a nivel de verdades científicas las cosas tal como se le aparecen a los capitalistas en sus cabezas, se apresura a establecer una relación de causa efecto entre remuneraciones e inflación, y amenaza con la "espiral de remuneraciones-precios" frente a cualquier alza de remuneraciones.
Nuevamente, sin embargo, la apariencia de las cosas contradice su esencia.
El precio de los productos depende, en última instancia, del trabajo que tienen incorporado, y no del salario que reciben los trabajadores. Y es el mercado mundial, en la mayoría de los casos, el que fija el trabajo socialmente útil que, a su vez,  determina el precio de los productos.
Porque, en una economía abierta como la chilena, ¿que efecto tendría un alza de salarios de los temporeros sobre los precios de la fruta en el mercado norteamericano, por ejemplo? Absolutamente ninguno. Lo mismo puede decirse en relación a los productos que compiten con importaciones : su precio no depende para nada  del nivel interno de remuneraciones.
Es cierto que en los productos no transables, es decir aquellos que no se importan ni se exportan, pueden ser objeto de ciertas presiones alcistas si suben las remuneraciones, pero ello es relativo, puesto que no sólo los obreros compran.
Por supuesto que otro sería el cuadro si parte importante de los aumentos de remuneraciones se traducen un aumento del déficit fiscal, por ejemplo, pero aquí la fuente de una eventual inflación es el déficit, y no el alza de remuneraciones; y el asunto es encontrar fuentes de financiamiento -que las hay- para subir las remuneraciones, en lugar de intentar evitar su alza.
¿De que depende, entonces, el salario?  Está determinados por el valor de la fuerza de trabajo, es decir, el valor de lo que necesitan los trabajadores para vivir dignamente con sus familias, pero dependen también de la fuerza relativa de capitalistas y obreros.
La fuerza de los obreros depende, en parte, de factores económicos, siendo el principal de estos el ciclo económico.
En efecto, cuando el ciclo se acerca al auge y crece el empleo, como ocurre en la actualidad, se crean condiciones económicas favorables para la lucha reivindicativa. Y de hecho los salarios tienden a crecer a medida que el ciclo se acerca al auge. Lo contrario ocurre durante la crisis. Allí lo que crece es el ejército de desocupados, cuya sombra se levanta, como un fantasma, para atenuar la lucha de los trabajadores por mejores salarios.
La teoría económica neoclásica, en cambio, afirma que el nivel de empleo está determinado por el nivel de salarios, y predica a los obreros que no pidan subir los suyos porque van a quedar cesantes.
Si así fuera, sin embargo, ¿como se explica que el empleo sea máximo precisamente  cuando los salarios también alcanza su máximo nivel, en el auge del ciclo, o que el empleo sea mínimo en la crisis, cuando los salarios son también muy bajos?
La fuerza relativa de los trabajadores y capitalistas depende también, sin embargo, de factores extraeconómicos.
La dictadura, con su secuela de represión al movimiento obrero,  plan laboral, proscripción de los partidos obreros y democráticos, etc., ha incidido fuertemente en el nivel de las remuneraciones.
Con el advenimiento de un gobierno democrático, sin embargo, todo esto va a cambiar, y la fuerza relativa de los trabajadores va a aumentar. Y eso hará aumentar los salarios en forma más o menos brusca.
Y no debe asustar a nadie si las remuneraciones suben un 15%, o un 30%, o un 50%. El país no se derrumbará por ello, no habrá catástrofes de ningún tipo sólo por esto. El único efecto será que los capitalistas tendrán que repartir en forma menos injusta que hasta ahora el valor creado por sus trabajadores, y del cual se apropian.
Porque la principal consecuencia de un alza de remuneraciones es una baja similar en las utilidades de las empresas. Y aquí está la madre del cordero.
Como se sabe, en este terreno hay mucho,  mucho paño que cortar. Sólo en 1988 las utilidades crecieron en más de un cincuenta por ciento, mientras las remuneraciones apenas lo hicieron en un dos o tres por ciento, descontando en ambos casos la inflación.
Nadie propone que los capitalistas no ganen nada. El capitalismo no funcionaría sin utilidades, y tampoco está en la orden del día terminar con él. Las utilidades cumplen, además, una importante función social en este régimen, cual es la inversión.
Al respecto, sin embargo, cabe recordar que las remuneraciones también cumplen esta función social, al menos en Chile, con el sistema de AFP, donde los trabajadores deben obligatoriamente y en forma fija, destinar alrededor de un doce por ciento a ahorro-inversión, lo que es parecido, si no mayor, a lo que los capitalistas han destinado, en promedio, a estos efectos.
Si aún a Galileo le costó trabajo mostrar al "establishment" de la época su evidente descubrimiento, muchos capitalistas no aceptaran jamás que un alza de salarios no tenga sino las más catastróficos consecuencias.

Composición Orgánica del Capital

Efectuado el análisis precedente, corresponde estudiar la evolución en nuestro país de la composición orgánica del capital. En razón de la importancia de este problema, parece apropiado iniciar este estudio precisando la definición científica del concepto.
Marx define la composición orgánica del capital de la siguiente forma :
 " El factor más importante, en esta investigación, es la composición orgánica del capital ……la composición del capital depende de la proporción en que se divide en capital constante o valor de los medios de producción y capital variable o valor de la fuerza de trabajo, suma global de los salarios……doy a la composición de valor, en cuanto se halla determinada por la composición técnica y refleja los cambios operados en ésta, el nombre de composición orgánica del capital. ([112]).
A continuación, Marx establece la relación de la composición orgánica con la productividad del trabajo, y descubre la ley de su movimiento :
"Prescindiendo de las condiciones naturales……y de la destreza de los productores independientes y aislados , el grado social de productividad del trabajo se refleja en el volumen relativo de medios de producción que el obrero convierte en producto durante un cierto tiempo y con la misma tensión de la fuerza de trabajo. La masa de medios de producción con que un obrero opera crece al crecer la productividad del trabajo. Los medios de producción juegan aquí un doble papel.. El incremento de unos esefecto, el de otros  condición determinante de la creciente productividad del trabajo. Así, por ejemplo, con la división manufacturera del trabajo y la aplicación de maquinaria se elabora más materia prima durante el mismo tiempo; es decir, el proceso de trabajo absorbe una masa mayor de materias primas y materias auxiliaresEsto es efecto……De otra parte, la masa de maquinaria puesta en movimiento……[etc.], es condición……Pero sea condición o efecto, el volumen creciente de los medios de producción comparado con la fuerza de trabajo que absorben expresa siempre la  productividad creciente del trabajo. Por consiguiente , elaumento de ésta se revela en la disminución de la masa de trabajo, puesta en relación con la masa de medios de producción movidos por ella, o sea, en la disminución del factor subjetivo del proceso de trabajo comparado con el factor objetivo.

"Este cambio operado en la composición técnica del capital, este incremento de la masa de medios de producción, comparada con la masa de fuerza de trabajo que la pone en movimiento,se refleja, a su vez, en su composición de valor, en el aumento del capital constante a costa del capital variable "([113]) (Subrayado en el original).
Esta ley, que constituye el "factor más importante" para explicar la influencia de dicha acumulación sobre la suerte de la clase obrera, se ha manifestado en Chile, durante los últimos años.
"Grandes empresas se han visto obligadas a introducir innovaciones tecnológicas en sus sistemas productivos para enfrentar la competencia externa en el mercado interno o bien para competir en el mercado internacional  "  ([114]).
En el gráfico siguiente se presenta la composición orgánica del capital y la variación de la misma, en la industria manufacturera chilena, entre 1967 y 1983. Se estima la composición orgánica del capital por su "efecto", es decir, por " la masa de materia prima y productos auxiliares absorbidos por el proceso de trabajo".
Gráfico Nº 31       
Como se puede apreciar, entre 1967 y 1983 la composición orgánica del capital, así estimada, ha crecido en un 86%, es decir, prácticamente se ha duplicado, para la industria manufacturera en su conjunto, considerando como tal a todos los establecimientos con más de 10 personas. En la gran industria, considerando como tal las empresas de más de 500 personas, la composición orgánica del capital ha aumentado en un 250%, es decir,  se ha más que triplicado, en este período.
Por otra parte, " ……los cambios en la composición del capital sólo indican aproximadamente los cambios que se operan en sus elementos materiales…la primera diferencia crece con la segunda, pero en grado menor " ([115]), lo que pareciera quedar también demostrado por los antecedentes expuestos más arriba, que muestran que el consumo de energía eléctrica por obrero ha aumentado, en el mismo período, aproximadamente en un 250% para la industria manufacturera en su conjunto, y en un 355% para las empresas con más de 500 personas.
Es interesante destacar que durante el período 79-83, que incluye los años de la crisis, la composición orgánica del capital sigue aumentando, y en la industria manufacturera en su conjunto, a un ritmo mayor que antes. Esto apunta a que la crisis capitalista habría cumplido su papel de selección natural, sobreviviendo a ella aquellas empresas que tienen una tecnología superior.
Es de suponer que el proceso anterior se ha manifestado con fuerza en otros sectores productivos, como la minería, agricultura, pesca, construcción y transporte, en consideración a que, como se ha visto, el desarrollo capitalista en dichos sectores parece haber sido aún más extensivo que en la industria transformadora.
El impacto de este fenómeno sobre la relación entre la acumulación y el empleo es importante.
En efecto, según estos datos, en 1967 el capital en la  industria manufacturera se descomponía en 78% de capital constante y un 22% de capital variable. En 1983, en cambio, la proporción era de un 87% de capital constante y un 13% de capital variable. Así, mientras en 1967 un aumento de capital, por ejemplo de 100 millones, se traducía en un aumento del capital variable de 22 millones, para obtener ese mismo incremento en el capital variable, y el consecuente impacto en el empleo, en 1983, el aumento del capital tendría que ser de 169 millones : un 69% mayor.
En la industria con más de 500 personas, según el mismo cálculo,  para que un aumento de capital produjera el mismo efecto sobre el capital variable que en 1967, tendría que ser, en 1983, un 178% mayor, es decir, casi tres veces más grande. Cabe señalar que, dada la forma que se estimó la composición orgánica del capital, estas cifras, en rigor, se refieren a la relación entre el capital constante invertido en materias primas y materiales, y el capital variable. Esta parte del capital constante es, sin embargo, la más importante, y refleja de manera general el movimiento del conjunto del capital constante.
Lo anterior explica en parte importante la disminución del empleo que se verificó en la industria, y en particular en la industria de más de 500 personas, durante algunos períodos.
Con todo, en nuestro país se ha verificado que " aunque el proceso de la acumulación disminuya la magnitud relativa del capital variable, no excluye con ello, ni mucho menos, el aumento de su magnitud absoluta "  ([116]).
En efecto, como se ha visto, el empleo en la industria manufacturera y en los sectores productivos en general ha alcanzado en la actualidad el nivel máximo histórico superando ampliamente los máximos anteriores. Ello estaría indicando, sin embargo, considerando el cambio en la composición orgánica, que la acumulación de capital productivo en los últimos años habría sido bastante más importante de lo que generalmente se piensa.
Lo anterior demuestra que, en nuestro país, "……con la acumulación de capital se desarrolla el régimen especificamente capitalista de producción, y el régimen especificamente capitalista de producción impulsa la acumulación de capital.. Estos dos factores económicos determinan, por la relación compleja del impulso que mutuamente se imprimen, ese cambio que se opera en la composición técnica del capital y que hace que el capital variable vaya reduciéndose continuamente a medida que aumenta el capital constante ".([117]) (Subrayado en el original).(*)

Concentración y Centralización del Capital

En los últimos años se ha generado en la economía chilena un proceso de acumulación y concentración de capitales de una magnitud realmente espectacular " ([118]).
En efecto, las tendencias anotadas se han manifestado en Chile con tal fuerza que son evidentes para todos. Sin embargo, en la interpretación de este fenómeno se han manifestado algunas tendencias que tienden a deformar su verdadero significado.
Por una parte, hay quienes afirman que este fenómeno se habría remitido exclusivamente a la centralización de los capitales existentes, sin que se haya verificado simultáneamente una acumulación significativa. Tal interpretación pareciera reflejar, nuevamente, una tendencia a menospreciar el desarrollo de la acumulación capitalista en Chile.
Por otra parte, se afirma que la concentración de la riqueza se habría producido "como resultado de la aplicación de un modelo de desarrollo concentrador y excluyente " ([119]), y no como resultado una tendencia inherente al modo de producción capitalista.
Quienes sostienen esta última posición se preguntan : "¿ Es compatible este tipo de concentración de propiedad con una sociedad verdaderamente democrática? La interrogante surge cuando por sociedad democrática entendemos entre otras cosas una comunidad que ofrece igualdad de oportunidades a todos sus integrantes; una sociedad en que el poder político y el poder económico están descentralizados y distribuidos de manera de evitar las dictaduras políticas o económicas de las minorías; y una sociedad en que los frutos del quehacer productivo se reparten en forma relativamente equitativa intentando evitar tanto la extrema pobreza como la extrema riqueza ". ([120]) 
La interrogante que surge ante tales planteamientos es, naturalmente, ¿Será compatible una democracia como esa, entendida de una manera tan amplia, con el régimen capitalista, en particular cuando éste ha alcanzado el grado de desarrollo que evidencia en Chile ?
Ciertamente algún grado importante de democracia es compatible con este tipo de concentración de la propiedad, y también con grados aún mayores, como lo atestiguan los paises capitalistas más desarrollados, pero de ninguna manera esta democracia es capaz de "evitar las dictaduras económicas de las minorías ", o de repartir "los frutos del quehacer productivo ……en forma relativamente equitativa", evitando "la extrema pobreza y la extrema riqueza".
Para esta posición, " Los trabajadores ya no aceptan como un hecho natural e inevitable que los sacrificios que impone el desarrollo y los beneficios que de éste se derivan, se repartan en forma desigual. Lo que ellos cuestionan es que la riqueza social, creada por el trabajo de todos, se vaya concentrando en pocas manos. No es la propiedad privada lo que impugnan, sino la concentración privada de los capitales, tanto productivos como financieros, y el modo como ésta se logra "(el subrayado es nuestro) ([121]) .
Es decir, el problema principal para los trabajadores no sería la apropiación del fruto de su trabajo por parte del capital, cualquier capital, sino la desigualdad y la concentración de la riqueza.
Por otra parte, sostienen que : "el control de los mercados por parte de las grandes empresas, en las ramas industriales más importantes, no se explica tanto por la ineficiencia de las medianas o pequeñas empresas sino más bien por su desconocimiento de los objetivos económicos perseguidos por el estado y, sobre todo, porque no tuvieron acceso al crédito externo " ([122]) .
Parece bastante claro que, más que de los trabajadores, estas posiciones representan el legítimo sentir de los "pequeños, medianos e incluso grandes empresarios", que  se han arruinado o se ven amenazados de desaparecer por la acción de los grupos económicos.
Este hecho hace aún más destacable la claridad con que estos sectores, en muchos casos, han enfrentado la lucha antimonopolista, en estos años, y confirma una vez más que en nuestro país la contradicción principal, es decir la forma en que se manifiesta la contradicción fundamental de la sociedad capitalista, hoy día es la que enfrenta a la oligarquía financiera, nacional y extranjera, con el resto de la población.
Para analizar la concentración y centralización de capitales en Chile, parece pertinente partir de la definición científica de estos conceptos, destacando los aspectos principales de los mismos, así como las leyes más generales de su movimiento.
La concentración se define como sigue  :  " Todo capital individual es una concentración, mayor o menor, de medios de producción, con el mando consiguiente sobre un ejército más o menos grande de obreros……Al aumentar la masa de la riqueza que funciona como capital, aumenta su concentración en manos de los capitalistas individuales, y, por lo tanto, labase para la producción en gran escala y para los métodos especificamente capitalistas de producción "  (subrayado en el original) ([123]).
Se deja en claro, simultáneamente, las limitaciones de la concentración :
 "Dos puntos caracterizan esta clase de concentración, basada directamente en la acumulación y más bien idéntica a ella. El primero es que la concentración creciente de los medios sociales de producción en manos de capitalistas individuales se haya, suponiendo que las demás circunstancias no varíen,  limitada por el grado de desarrollo de la riqueza social. El segundo, que la parte del capital del capital social adscrita a cada esfera concreta de producción se distribuye entre muchos capitalistas, enfrentados como productores de mercancías independientes los unos de los otros y en competencia mutua. Por consiguiente, la acumulación y la concentración que ésta lleva aparejada, no sólo se dispersan en muchos puntos, sino que, además, el incremento de los capitales en funciones aparece contrarrestado por la formación de nuevos capitales y el desdoblamiento de los capitales antiguos. Por donde, si, de una parte, la acumulación actúa como proceso de concentración creciente de los medios de producción y de poder de mando sobre el trabajo, de otra parte funciona también como resorte de repulsión de muchos capitales individuales entre sí  ".([124])

En este punto cabe hacer algunas reflexiones en relación al fenómeno de los "contratistas", que se ha generalizado en Chile durante los últimos años. Así se ha denominado la tendencia que se ha dado, principalmente en la gran industria, a entregar determinados servicios, antes desempeñados por trabajadores de la gran empresa, a empresas contratistas menores. Ello ha sido de gran importancia, por ejemplo, en la gran industria del cobre, y en otras, donde el número de trabajadores 'contratistas' a veces incluso iguala y supera al de los trabajadores "de planta".
Tal fenómeno corresponde en lo esencial, como Marx lo señala más arriba,  a la acción de la ley de concentración creciente del capital. En efecto, la mayoría de los servicios que son entregados a contratistas lo pueden ser en la medida que, por el propio proceso de concentración, es decir de crecimiento de la empresa, han alcanzado un volumen tal que es posible    que sean enfrentados como negocios independientes.
En este sentido, el fenómeno de los "contratistas" es un reflejo más del proceso de concentración creciente del capital, y como tal, necesario dentro del capitalismo.
El fenómeno, sin embargo, no refleja exclusivamente su esencia, y ni siquiera lo hace en forma directa, la mayoría de las veces. Es así que el fenómeno de los "contratistas" aparece normalmente en la superficie como el intento de las grandes empresas de rebajar sus costos de personal, despidiendo personal propio y subcontratando funciones con empresas menores que pagan mucho menos a sus trabajadores. Ello ocurre así, efectivamente, pero no parece ser ésta la esencia del problema, sino el aumento de la concentración del capital, como se ha dicho arriba,.
La reflexión anterior puede tener alguna importancia en el sentido de definir propuestas alternativa adecuadas frente al fenómeno. Quizás éstas no sean las de simplemente recontratar al personal de los "contratistas" por parte de la empresa principal. De hecho, dicha propuesta puede significar tal vez una vuelta atrás, que choca con las tendencias económicas del desarrollo, y no es por tanto adecuada. Propuestas alternativas pueden considerar, en cambio, que el nivel de remuneraciones y garantías de los trabajadores contratistas se eleven de manera sustancial.
La centralización, por su parte, se define como sigue :
"Esta dispersión del capital global de la sociedad en muchos capitales individuales y esta repulsión de sus partes integrantes entre sí aparecen contrarrestadas por su movimiento de atracción……Se trata de la concentración de capitales ya existentes, de la acumulación de su autonomía individual, de la expropiación de unos capitalistas por otros, de la aglutinación de muchos capitales pequeños para formar unos cuantos capitales grandes. Este proceso se distingue del primero en que sólo presupone una distinta distribución de los capitales ya existentes y en funciones; en que, por tanto, su radio de acción no está limitado por el incremento absoluto de la riqueza social o por las fronteras absolutas de la acumulación……Se trata de unaverdadera centralización, que no debe confundirse con la acumulación y la concentración "(Subrayado en el original)([125]) .
Es cierto que,  " aunque la expansión e intensidad relativas del movimiento de centralización dependen también, hasta cierto punto, del nivel ya alcanzado por la riqueza capitalista y de la superioridad del mecanismo económico, los progresos de la centralización no obedecen, ni mucho menos, al incremento positivo del capital social……La centralización puede efectuarse cambiando simplemente la distribución de los capitales ya existentes…… "([126]).
Así, por ejemplo, durante las crisis económicas, es decir cuando la acumulación se trueca en destrucción de capital, es precisamente cuando los "progresos de la centralización" suelen ser más acelerados.
No es menos cierto, sin embargo, que la concentración y centralización son  procesos que se complementan, siendo los principales mecanismos generales de centralización la concurrencia y el crédito, productos a su vez de la acumulación:
 "A la par que la producción y la acumulación capitalistas, y en idénticas proporciones, se desarrollan la concurrencia y el crédito, las dos palancas más poderosas de la centralización de capitales. Además, los progresos de la acumulación aumentan la materia centralizable, es decir, los capitales individuales, mientras que la expansión de la producción capitalista crea, de una parte, la necesidad social, y de otra, los medios técnicos de esas gigantescas empresas industriales cuya viabilidad exige una previa centralización de capital……La centralización complementa la obra de la acumulación, puesto que permite a los capitalistas industriales extender la escala de sus operaciones "  ([127])  .
Finalmente, la concentración y centralización socializan la producción, es decir, la organizan en escalas cada vez mayores, con tecnologías cada vez más avanzadas, con grados de interrelación cada vez más altos :
"Ya sea este resultado consecuencia de la acumulación o de la centralización ……, el efecto económico es siempre el mismo. Al crecer las proporciones de los establecimientos industriales se sientan por doquier las bases para una organización más amplia del trabajo colectivo de muchos, para un desarrollo mayor de sus impulsos materiales; es decir, para la transformación cada vez más acentuada de toda una serie de procesos de producción explotados aisladamente y de un modo consuetudinario en procesos de producción combinados social y cientificamente organizados" ([128]).
Todo ello se traduce en la aceleración del cambio en la composición orgánica del capital, con sus consecuencias sobre el empleo:
"es evidente que la acumulación, o sea, el incremento paulatino del capital mediante la reproducción……es un proceso harto lento, comparado con la centralización,……De este modo, además de reforzar y acelerar los efectos de la acumulación, la concentración amplía y acelera al mismo tiempo las transformaciones operadas en la composición técnica del capital, permitiendo aumentar el capital constante a costa del capital constante y reduciendo, como es lógico, la demanda relativa de trabajo "([129]).
Lo Pequeño es Bello
El avance en el proceso de socialización del trabajo tampoco es lineal, sin embargo, como la mayoría de los procesos, y no excluye que en determinados momentos el curso de dicho avance proceda transitorianmente en la dirección opuesta. Ello ha ocurrido de hecho durante los años recientes, en ciertos aspectos.
La miniaturización, por ejemplo, ha permitido que en pocos años los computadores reduzcan su tamaño y valor, al mismo tiempo que multiplican su potencia. Es así que hoy día un computador personal, que está al alcance de millones de personas, puede tener una potencia superior a la que hace pocos años sólo poseían enormes computadores, a los que por su elevado valor sólo podían acceder grandes empresas.
Ello no sólo ha ocurrido con los computadores, sino con numerosos procesos tecnológicos. Un complejo de manufactura flexible, por ejemplo, está constituido por unidades relativamente reducidas en relación a las anteriores lineas de producción en serie. Dichas unidades, altamente automatizadas, pueden reprogramarse con gran facilidad para producir diferente tipo de componentes o productos.
El fenómeno descrito ha llevado a algunos autores a plantear que la tendencia histórica hacia la concentración se habría invertido, avanzándose ahora, en cambio, hacia la desconcentración, como dirección principal.
En un libro clásico al respecto, "Lo Pequeño es Bello", E.F. Schumacher plantea, por ejemplo :
" La tecnología de producción por las masas[que el autor opone a la producción  en masa]…, utilizando lo mejor del moderno conocimiento y experiencia, conduce a la descentralización, compatible con las leyes de la ecología, moderada en su uso de recursos escasos, y diseñada para servir a la persona humana en lugar de hacer de ésta un siervo de las máquinas. Yo la he denominadotecnología intermedia para significar que es vastamente superior a la tecnología primitiva de eras pasadas pero al mismo tiempo mucho más simple, barata, y libre que la supertecnología de los ricos. Uno puede también llamarla tecnología de auto-ayuda, o tecnología democrática, o del pueblo-una tecnología a la cual cualquiera puede tener acceso y que no está reservada a aquellos que ya son ricos y poderosos "  (destacado en el original, los comentarios entre […] son nuestros) [130]
De lo anterior, dichos autores concluyen que la pequeña producción individual vuelve a adquirir un impulso que se hace determinante para la economía en su conjunto. Las implicancias teóricas de tal planteamiento son muy vastas y de ser efectivas,ciertamente negarían, por ejemplo, la necesidad de la revolución socialista y la dictadura del proletariado, entre otras cuestiones.
Pareciera ser que el error central de los autores mencionados consiste, como se ha dicho, en que no perciben que el movimiento actual en dirección a la descentralización no constituye sino un momento de un proceso que en verdad avanza en la dirección opuesta, es decir, hacia una socialización cada vez mayor de la producción.
De hecho incluso en el mismo momento que la tecnología se miniaturiza y la producción se descentraliza, paralelamente tienen lugar, en otros planos, movimientos en la dirección opuesta.
Es así que en la industria de los computadores, por ejemplo, la tecnología ha avanzado simultaneamente hacia la miniaturización de los computadores personales, y hacia la construcción de supercomputadores cada vez más complejos. Ello paralelamente al avance de las comunicaciones que permiten interconectar unos y otros computadores en gigantescas redes.
Las redes de comunicación son de tal envergadura que su componente principal, los satélites artificiales, sólo pueden ser desarrollados e instalados por corporaciones estatales de las potencias más grandes, o de varias naciones en conjunto.
Los sistemas de manufactura flexible, por su parte, en la misma medida que se descentralizan y reducen sus componentes, se hace más complejo el grado de interrelación entre estos. Es así que en estos conjuntos de manufactura flexible gigantescos sistemas computacionales llevan control preciso e instantáneo de los requerimientos y producciones de cada uno de las pequeñas plantas que componen el conjunto. Unidos de esta manera por un sistema global de programación computarizado, un conjunto de unidades productivas, cada una de las cuales es más reducida que las antiguas plantas de producción en serie, forman en conjunto, en cambio, un sistema muchísimo más vasto y complejo que aquellas.
Son en verdad estas tendencias hacia la interrelación creciente, a la conformación de sistemas cada vez más gigantescos, lo que marca la tendencia predominante, aunque simultáneamente se verifiquen procesos de miniaturización y decentralización, como momentos del mismo proceso.
El avance de la producción hacia grados de interrelación, o socialización, cada vez más elevados, es una idea central del marxismo, aunque ciertamente no es exclusiva de éste.
De hecho, como se verá al final de este trabajo en relación al régimen socialista, es precisamente esta ley la que, en su desarrollo, permitirá que los hombres se liberen definitivamente del "fetichismo mercantil", es decir, de la necesidad de atribuir a una característica de las mercancías, el valor de éstas, lo que en realidad son relaciones entre hombres, los intercambios de sus trabajos. En efecto, ello será posible cuando el grado de socialización de la producción sea tal , que cada productor conozca el destino exacto de su producto, liberándose por lo tanto de la necesidad de producir ciegamente para el mercado.
Por otra parte, es justamente en la acción de esta ley, en la tendencia a la socialización creciente de la producción, que Marx basa toda su teoría del desarrollo social Más adelante, cuando se analicen las transformaciones de la economía capitalista mundial en el período, así como en el último capítulo, cuando se hable de las transformaciones en el socialismo, se volverá a destacar la importancia crucial de esta ley.
Concentración y Centralización del Capital en Chile[131]
En Chile, el movimiento conjunto de la centralización y la acumulación de capitales ha adquirido una dinámica poderosa, durante los últimos años.
Este proceso ha corrido a parejas con las alternativas del ciclo económico, siendo, en el caso de la centralización, "sus palancas principales la concurrencia y el crédito",  como corresponde a la ley general. La concentración y la centralización se han potenciado mutuamente, acelerando en su movimiento la socialización de la producción capitalista, y adecuando las relaciones de producción capitalistas al avance de ésta.
Por otra parte, en este período, ciertamente el proceso ha estado condicionado de manera particular, y decisivamente, por el desarrollo histórico del país, por la intervención del estado en favor de los grupos económicos, y por el movimiento del capitalismo a escala mundial
A raíz de la crisis de 1975 y luego a partir de la crisis de 1982, se produjeron, en los años inmediatamente posteriores, procesos de centralización y concentración sin precedentes.
Confluyeron a estimular este proceso factores económicos, como el aumento de la concurrencia, la se ha desarrollado de manera cualitativa a raíz de la liberación de precios interna y la apertura al exterior. Ello ha sido una palanca poderosa de centralización, ya que redunda en la quiebra de numerosas empresas que no pueden resistir las nuevas condiciones competitivas.
El crédito, la otra "palanca" económica de la centralización, por su parte,  ha tenido un desarrollo espectacular durante el período. El capital dinero creció de un 15% del PGB, en 1973, a un 40% del PGB, en 1981([132]), fenómeno determinado en forma importante por la política de liberalización del mercado de capitales que impulsó la dictadura,  unida a una coyuntura favorable de la economía internacional en este sentido, lo que aceleró fuertemente la centralización de capitales.
La acción de las leyes económicas fue acelerada decisivamente por la intervención extraeconómica, en lo que el ingeniero Héctor Donoso, uno de los más tenaces luchadores contra la forma capitalista de este proceso, ha denominado las dos "olas privatizadoras" impulsadas por la dictadura.
Las "olas privatizadoras" han consistido en el traspaso que la dictadura hizo a los grupos económicos, primero a partir de 1973, de la mayor parte de las 507 empresas y bancos que llegaron a constituir el área social de la economía durante el gobierno del Presidente Allende, y luego el traspaso aún mayor que la dictadura efectúa a partir de 1984, tanto de las empresas y bancos intervenidos a raíz de la crisis de 1982, como de aquellas empresas que aún permanecían en manos del estado por ser consideradas estratégicas.
A raíz del primer flujo de centralización y acumulación, entre 1974 y 1981, dos grupos económicos llegaron a controlar, en 1981, más del 40% del patrimonio de las 250 mayores empresas del país, así como el 40% de las colocaciones totales del sistema bancario. Estos dos grupos, sin embargo, entre otros, fueron a la quiebra en con ocasión de la crisis de 1982.
A raíz de la crisis, el estado interviene la parte decisiva del sistema bancario, y las propiedades de los grupos en falencia, entre ellos los principales. La concentración de propiedad en manos del estado, dominado por la dictadura fascista, alcanza entonces un grado aún más elevado que el logrado por el Gobierno Popular.
A partir de 1983, se produce un nuevo flujo de centralización y acumulación del capital en manos privadas, el que es estimulado de manera decisiva por el estado que, como se ha dicho, traspasa  ahora a los grupos económicos no sólo las empresas intervenidas a raíz de la crisis, sino también las consideradas estratégicas.
Un rol muy importante en este segundo flujo lo juega el imperialismo, puesto que capitalización  de la deuda externa juega un rol decisivo en la segunda privatización, y el capital extranjero se apropia de una parte muy importante, cercano al 50%, de las empresas privatizadas. Este fenómeno será analizado en detalle más adelante, en el capitulo relativo a la penetración imperialista.
El proceso de centralización y concentración, así como el desarrollo capitalista del país en su conjunto, han estado condicionado decisivamente, entonces por el golpe militar que, luego del gobierno popular, restauró el dominio de los monopolios en un grado superior. Ha incidido el denominado cambio en el patrón de reproducción capitalista, que tiene lugar a raíz del golpe militar, y que es reflejo de los cambios cualitativos que se operan en el capitalismo a nivel mundial. Han sido determinantes en el proceso los rasgos particulares de capitalismo monopolista de estado que se presentan en el país la acción del imperialismo.
Fernando Dahse define de la siguiente manera los "grupos económicos" que estudia en su trabajo :
"personas naturales o familias que tenían un patrimonio a diciembre de 1977, igual o superior a los diez millones de dólares. Se estimó que este límite era razonable para ser considerado como 'extremadamente rico' y contar con méritos suficientes para ser incluido en el 'mapa de la extrema riqueza' "([133])
La primera conclusión de la investigación de Dahse es que " El número de grupos económicos se ha incrementado [entre 1969-1978] , a costa de una fuerte disminución de empresarios individuales. Así como también el número de empresas que controlan y el patrimonio de las mismas ([134]). En efecto, de "aproximadamente veinte " grupos existentes en 1970, estos pasan a ser 37 en 1978([135]).
A continuación, al analizar la propiedad de las 250 mayores empresas privadas, Dahse concluye :
"……sólo cinco grupos económicos controlan [en 1978] el 36% de las 250 mayores empresas [privadas], y el 53% del patrimonio de éstas……los capitalistas extranjeros controlan [en 1978] el 14% de las empresas en referencia y el 13% de su patrimonio "([136])
En relación al capital dinero, sus conclusiones son :
La banca privada, en [1978], es controlada por no más de 50 personas naturales. Si se compara esta concentración con la existente en el año 1970, se puede afirmar que ésta es hoy considerablemente mayor ……el patrimonio bancario de los grupos económicos se incrementó en 1978 respecto a 1977 en un 37.72%. Superior incremento experimentó el patrimonio de las financieras……este incremento alcanzó en el mismo período al 84%  ……los bancos pertenecientes a los grupos económicos controlaban, en diciembre de 1978, el 60.5% del crédito bancario……las Financieras de los grupos económicos controlaban, al 31 de diciembre de 1978, el 63% de las colocaciones de esas instituciones ……cuatro de cinco [fondos mutuos] están controlados por los grupos más grandes del país……27 de las 30 acciones más transadas en la bolsa de comercio, en diciembre de 1978, vale decir el 90%, corresponden a sociedades anónimas que son controladas por los mencionados grupos……el Fondo Mutuo BHC destina el 57% de sus captaciones a la adquisición de bonos, pagarés, debentures y depósitos a plazo de los bancos, empresas y sociedades ……del grupo Vial……el 61% del valor de la cartera de acciones del Fondo Mutuo Cooperativa Vitalicia son acciones de empresas controladas por el grupo Cruzat-Larraín ……sólo seis grupos económicos canalizaban, al 31 de diciembre de 1978, el 25,3% del crédito interno otorgado por los bancos central, comerciales y del Estado consolidado al sector privado no bancario……pero lo más impactante es que algo más de cien personas estaban endeudadas, a través de sus empresas o directamente, en una suma que ascendía a US$ 1,712.9 millones, vale decir, el 52% del crédito privado no bancario que otorgaba el sistema financiero consolidado. "([137]).
Al analizar "Los Grupos Económicos y el Proceso de Acumulación del Capital Productivo en el Período 73-78 ", Dahse concluye lo siguiente :
El patrimonio de las cien empresas productivas [privadas más grandes del país] se incrementó en el período 69/78, en un 52.4%. Tal aumento no deja de ser sorprendente……a partir de 1974 se ha producido una espectacular concentración de la propiedad de capitales productivos y……, además, la  'recuperación económica' para los grupos económicos se logró mucho antes de lo que se afirma oficialmente, ya que el patrimonio global de las empresas que controlan prácticamente se duplicó en el período 69/78…… si se compara el incremento del patrimonio global de ……cien empresas……con el de …… cuarenta y una empresas controladas por los cinco grupos económicos más grandes, se podrá observar que las primeras lo hicieron en un 52.4% y las segundas en un 96.8%……esta diferencial refleja claramente el espectacular proceso de concentración de la propiedad y la acumulación productiva que se ha producido en los últimos años……por último, si se compara la evolución del patrimonio global de las 41 empresas controladas por los cinco grupos mencionados con el de las 59 restantes……se podrá observar que el primero se incrementó en un 96.87% y el segundo sólo en un 13.8%. (ver cuadro siguiente) Estas cifras vendrían a confirmar una vez más la hipótesis de que el desarrollo dinámico de las empresas privadas chilenas está crecientemente ligado a su vinculación con alguno de los grandes conglomerados económicos. Además parece señalar una tendencia a que el crecimiento de la economía chilena corresponda exclusivamente a la expansión de los grandes grupos económicos " ([138]).
Cuadro Nº 9
Variación del Patrimonio de la 100 Mayores Empresas Productivas Privadas

(MILL US$ Dic78)


Propietario                            Número de                                             Patrimonio                                                  Variación
                                                      Empresas                         1969                           1978                                            1969/78
Cinco Grupos(*)                          41                              607,9                                    1.196,8                           96,9%
Otros                                                 59                              699,9                         796,8                                          13,9%
Total                                                   55                                        1.307,8                     1.993,6                           52,4%
Fuente : F. Dahse, Mapa de la Extrema Riqueza", Edit. Aconcagua, Pg. 197-200.
(*) Cruzat-Larraín, Vial, Matte, Angelini, Luksic.
Javier Vial, entonces jefe del segundo grupo económico, por su parte, declaraba en 1980 que las empresas que adquirió a CORFO, valían en esa fecha más de seis veces lo que pagó por ellas seis años antes.

Este fenómeno de acumulación ha continuado desde 1978 a la fecha, a través de la crisis de 1982-83.  La magnitud de este proceso se aprecia en los cuadros que siguen, que señalan en parte la estructura de la gran propiedad privada y estatal, en Chile, y su evolución en el curso de los últimos años.
Cuadro Nº 10
De acuerdo al estudio de Dahse, el patrimonio del grupo Matte, el principal del país en 1986, se incrementó en 108% entre 1978 y 1986, en moneda del mismo valor.
Se aprecia en el cuadro siguiente que la Cía. Manufacturera de Papeles y Cartones, empresa principal del grupo, había aumentado su patrimonio en un 54% en la década de 1969 a 1978, y un 85% adicional en los seis años siguientes. Ello significa que en el período prácticamente triplicó su tamaño, medido en moneda de igual poder adquisitivo.

Cuadro Nº11

Variación del Patrimonio de la Cía. Manufacturera de Papeles y Cartones
(MILL US$ Dic78)

                 Patrimonio                                                                                                                Variación
1969                  1978                        1986                                                        1969/78                       1978/86
  148                    229                             425                                                        54,7%                          85,6%
Fuentes : F. Dahse, Mapa de la Extrema Riqueza", Edit. Aconcagua, Pg. 197-200. "El poder económico de los Grandes Grupos Empresariales vs. el poder del estado" APSI 31/08/87.CMPC : Memoria y Balance 1985.
Tipos de Cambio: a) 30/12/69=Eº11.5  por dólar. IPM USA : a) 12/78=100 b) 12/69 =49.8 c) 12/86=143
El Grupo Angelini, por su parte, segundo en importancia, creció un 240% en el período 1978-1986, como se aprecia en el cuadro que sigue :

Cuadro Nº12
Como se aprecia en los cuadros que siguen, la composición de los grupos varió sustantivamente en el curso de la crisis de 1982, pero la centralización del capital aumento, en su conjunto, en el período.
Se puede apreciar también que ya en 1986, antes de que se produjera la entrada verdaderamente masiva del capital extranjero[139], ya dos de los principales grupos eran extranjeros, Compañía de Tabacos, CCT, y Bin Mahfouz, situación que no se daba en 1978.

Cuadro Nº13
Cuadro Nº14
Si se observan las utilidades de los principales grupos en 1986, por otra parte, en el cuadro anterior, y se las compara con las utilidades de las empresas estatales que aparecen en el cuadro siguiente, se aprecia que los seis grupos principales obtenían casi el doble de utilidades que todas las empresas entonces en poder del estado, aunque los patrimonios de estas últimas eran superiores.
Cuadro Nº 15
Esta situación se está desarrollando rápidamente en estos años, por la política masiva de venta de empresas estatales, en curso. De la lista de empresas estatales en 1986, a 1988 han sido privatizadas total o parcialmente ENDESA, ENAP, CTC, IANSA, LAN, LABORATORIO CHILE, ISE, PEHUENCHE, entre otras que están avanzando hacia la privatización. Dicha política fue importante en la centralización de capitales en 1974-78, y lo es más aún ahora. La importancia de la penetración imperialista en la estructura productiva a raíz de estas privatizaciones será discutida más adelante, en el capitulo correspondiente.En el cuadro siguiente se presenta el resultado de la "segunda ola" de privatización de empresas estatales, realizada a partir de 1982.
Cuadro Nº 16
RELACIONES PORCENTUALES DE PARTICIPACION ACCIONARIA EN EMPRESAS ESTATALES PRIVATIZADAS, 1986-1988
(30 de junio de 1988)
SOCIEDAD                   Porcentaje                        Control 10                   Control                        Control
                                             Privatizado                          Mayores                  Extranjero                 Extranjero
                                                   (%pr)                             Accionistas                  c/r % pr                    c/r  control
                                                                                                 c/r %pr                                                      10>Accionistas
CAP                                100,0                                     44,3                             39,2                             88,5
CHIILMETRO             100,0                                     58,4                             25,9                             44,4
CHILGENER              100,0                                     71,7                             61,1                             85,2
CHILQUINTA             100,0                                     72,5                             30,7                             42,4
EMEC                            100,0                                  100,0                                0,0                                0,0
ENAEX                             66,6                                  100,0                             34,4                             34,4
EMELAT                      100,0                                     48,0                                0,0                                0,0
ENDESA                         31,6                                     47,8                             25,6                             53,6
ENTEL                             51,1                                     70,8                             33,7                             47,5
ECOM                            100,0                                           s/i                                0,0                                0,0
IANSA                               87,3                                     55,0                             50,1                             92,5
EMEL                             100,0                                           s/i                                0,0                                0,0
LAB.CHILE                    67,2                                     37,2                             18,0                             48,4
PILMAIQUEN            100,0                                  100,0                             95,5                             95,5
PULLINQUE              100,0                                  100,0                                0,0                                0,0
SOQUIMICH               100,0                                     62,5                             39,5                             63,2
SCWAGER                    44,0                                     51,1                             32,3                             63,1
CTC                                    64,8                                     70,0                             63,4                             90,6
TELEX-CHILE           100,0                                  100,0                                0,0                                0,0
Fuente : Rozas, Patricio-Marín, Gustavo, "El Mapa de la Extrema Riqueza Diez Años Después"         , CESOC/PRIES-CONO SUR, Pg. 69.                       
Las conclusiones en relación a la concentración de la propiedad de los autores Rozas y Marín, autores del cuadro anterior, son las siguientes :
"   a) los diez mayores accionistas privados controlan, en promedio, el 70% de las acciones privatizadas de las empresas transferidas al sector privado;

b) en sólo cuatro de 17 empresas privatizadas, los diez mayores accionistas privados controlan porcentajes inferiores al 50% del total accionario de cada firma; en las 13 restantes, el porcentaje controlado es superior al 50%  " [140].
En la lista no se incluyen los bancos ni las empresas de la llamada "área rara", es decir, las empresas pertenecientes a los grupos Vial y Cruzat, principalmente' que pasaron a poder estatal al quebrar estos grupos en 1982 y también fueron privatizadas posteriormente.
Las cifras de aumento del patrimonio de los grupos económicos apuntan al incremento simultaneo de la concentración y la centralización, puesto que las empresas controladas por los grupos aumentan y a la vez crecen.
El gráfico siguiente presenta la evolución de la participación en el valor de la producción por empresa, en la industria manufacturera, así como la variación de la misma, entre 1967 y 1983. Ello indica desde otro punto de vista, de acuerdo a la producción, el mismo fenómeno.

Gráfico Nº 32.1                               


Gráfico Nº 32.2                       
Como se aprecia en el gráfico, la concentración ha crecido en forma importante en la industria manufacturera, en los últimos años. Nuevamente, se aprecia que la crisis cumple un importante papel en este sentido. Se aprecia asimismo que el aumento mayor se aprecia en los tramos superiores, y principalmente en las empresas de más de 500 trabajadores, las que han duplicado su participación unitaria en el valor agregado total de la industria manufacturera.
Las cifras anteriores demuestran que en Chile, al contrario de lo que sostienen quienes afirman que sólo se habría verificado la centralización de capitales, ésta ha estado unida a la acumulación, condicionándose y potenciándose mutuamente ambos procesos.
Las consecuencias de este fenómeno han sido que " el control al menos del sector privado de la economía se encuentra en manos de un número muy reducido de grandes grupos económicos; a través de este control estos conglomerados pasan a tener una cuota predominante de poder en la sociedad chilena "([141])
Respecto a la concentración y centralización de capitales, además de las particularidades anotadas antes, cabe destacar las siguientes :
El grado de control de los monopolios en Chile claramente corresponde a la etapa actual, decadente, imperialista del capitalismo. Se manifiestan en nuestro país tres de los rasgos principales del capitalismo de nuestra época : concentración de la producción, control del capital financiero y exportación de capitales, que en nuestro país se denomina con justicia "fuga de capitales". No se presentan los otros dos rasgos principales, ya que no existen transnacionales basadas en capitales chilenos, ni participa nuestro país en la repartición territorial del mundo, a excepción de Isla de Pascua. Existen sin duda tendencias en ese sentido ('Chile hacia el pacífico', 'gran nación', etc.), pero no adquieren rasgos concretos como en India,Brasil, Sudáfrica, etc. Otros rasgos propio del capitalismo de nuestra época, consecuencia de los anteriores : desarrollo desigual, carácter parasitario de la burguesía, etc., se presentan también de manera marcada.
El rol del imperialismo es, como se ha mencionado, decisivo en todo el proceso, en primer lugar a través de la entrega masiva de capital dinero a los grupos económicos en el período 76-81, luego a través de la presión para la intervención y transferencia de fondos estatales a los grupos arruinados por la crisis, y en la actualidad, a través de uso de la deuda externa para producir, a través del mecanismo de capitalización de pagarés, y la nueva venta de empresas públicas, una centralización masiva de capital.
Dichas particularidades, así como la cuestión de la burguesía nacional,  serán analizadas en capítulos posteriores.

Producción Progresiva de una Superpoblación Relativa y Ejército Industrial de Reserva

La consecuencia principal de la acumulación del capital para la suerte de la clase obrera está dada por la tendencia al incremento del ejército industrial de reserva. Presentamos a continuación la formulación de esta ley en palabras de su descubridor :
"La acumulación del capital, que al principio sólo parecía representar una dilatación cuantitativa, se desarrolla, como hemos visto, en un constante cambio cualitativo de su composición, haciendo aumentar incesantemente el capital constante a costa del capital variable.
"El régimen especificamente capitalista de producción, el desarrollo a él inherente de la fuerza productiva del trabajo, y los cambios que este desarrollo determina en cuanto a la composición orgánica del capital, no sólo avanzan a medida que progresa la acumulación o crece la riqueza social, sino que avanzan con rapidez incomparablemente mayor, pues la simple acumulación o el aumento absoluto del capital global de la sociedad va acompañado por la centralización de sus elementos individuales, y la transformación técnica del capital adicional por la transformación técnica del capital primitivo…… Y como la demanda de trabajo no depende del volumen del capital total, sino solamente del capital variable, disminuye progresivamente a medida que aumenta el capital total, en vez de crecer en proporción a éste. Es cierto que al crecer el capital total, crece también el capital variable, y por tanto la fuerza de trabajo absorbida por él, pero en una proporción constantemente decreciente. Los intervalos durante los cuales la acumulación se traduce en un simple aumento de la producción sobre la base técnica existente, van siendo cada vez más cortos. Ahora, para absorber un determinado número adicional de obreros y aún para conservar en sus puestos, dada la metamorfosis constante del capital primitivo, a los que trabajan, se requiere una acumulación cada vez más acelerada del capital total. Pero no es sólo esto. Además, esta misma acumulación y centralización creciente se trueca, a su vez, en nuevos cambios en cuanto a la composición del capital, impulsando nuevamente el descenso del capital variable para hacer que aumente el constante. Este descenso relativo del capital variable, descenso acelerado con el incremento del capital total y que avanza con mayor rapidez que éste, se revela, de otra parte, invirtiéndose los términos, como un crecimiento absoluto constante de la población obrera, más rápido que el del capital variable o de los medios de ocupación que éste suministra. Pero este crecimiento no es constante, sino relativo : la acumulación capitalista produce constantemente, en proporción a su intensidad y a su extensión, una población obrera excesiva para las necesidades de explotación del capital, es decir, una población obreraremanente o sobrante " (subrayado en el original) ([142]).
Como se puede apreciar, el aumento del ejército industrial de reserva se trata de un fenómeno complejo, en la base del cual se encuentran la acumulación del capital, y el cambio en la composición orgánica que ésta trae consigo, acelerados ambos y en interacción mutua con la centralización del capital.
El resultado general del proceso es una tendencia al crecimiento simultáneo, tanto de los obreros ocupados como del ejército industrial de reserva, con un incremento relativo de éste último. "Es decir, que el rápido desarrollo de los medios de producción y de la productividad del trabajo, así como de la población productiva, se trueca, capitalistamente, en lo contrario : en que la población obrera crece siempre más rápidamente que la necesidad de explotación del capital. " (subrayado en el original) ([143]).
Esta ley se ha manifestado en Chile de una manera palmaria durante los últimos años.
En el gráfico siguiente se presenta la evolución del empleo y del desempleo, en todo el país, entre 1976 y 1985, años entre los cuales existe una serie homogénea.  Al desempleo se han agregado las personas inscritas en los programas de "ocupación" (PEM y POJH), las que, a su vez, se han restado del empleo. Se han ajustado asimismo a ambas series, funciones que permiten estimar sus tendencias a través de los ciclos.

        Gráfico Nº 33
Como se puede apreciar, siguiendo el curso cíclico de la producción, el  empleo total ha aumentado siguiendo una tendencia de crecimiento de 1.3% anual, durante los últimos 10 años. Cabe recordar que, como se ha indicado antes, estos datos de ocupación total subestiman, en general, el crecimiento de la ocupación asalariada, dado que incluyen a la pequeña burguesía ocupada, la que, como se ha demostrado antes, ha disminuido proporcionalmente en favor de los asalariados ocupados.
La desocupación, por su parte, también ha crecido, y a un ritmo cinco veces mayor que la ocupación.
Tomando el período 1972-1988, comparando años de relativo auge del ciclo, en cifras redondas, mientras el empleo total del país crece de tres a cuatro millones, es decir, en un tercio, el desempleo crece de cien a cuatrocientas mil personas, es decir, se cuadruplica.
Actualmente, a nivel nacional el desempleo alcanza al 7%, aproximadamente.
En las cifras de desempleo se incluyen programas de empleo de emergencia estatal, las que se restan de los ocupados.
Lo anterior se confirma con los datos del Gran Santiago, que se presentan en el gráfico siguiente. Allí la disponibilidad de series más largas permite apreciar mejor el fenómeno.
Gráfico Nº 34
Como se ha visto antes, a través de sus ciclos, la ocupación total en el Gran Santiago crece alrededor de un 60% entre 1972 y 1988, pasando de un millón de trabajadores, a un millón seis cientos mil, aproximadamente.
La desocupación, en cambio, se incrementa de 40 mil desocupados en 1972 a más de doscientos mil en 1988, es decir, se multiplica por cinco veces. En su punto máximo, durante la crisis de 1983, la desocupación en Santiago alcanza a medio millón de personas, alrededor de un 35% de la fuerza de trabajo.
Tomando el período de treinta años como un todo, mientras la ocupación crece de setecientas mil personas a un millón seis cientas mil, es decir, aproximadamente un 128%, la desocupación sube de alrededor de cincuenta mil personas a más de doscientas mil, es decir, se cuadruplica.
Si se ajustan curvas por métodos estadísticos, de modo de percibir tendencias más allá del movimiento cíclico, el resultado es que la curva ajustada a los ocupados señala un incremento promedio anual del empleo de 2,4% anual. El desempleo, en cambio, muestra una tendencia de crecimiento promedio de 9,4%, en el período considerado.
El resultado del fenómeno es que la proporción de desempleados, que se presenta en el gráfico siguiente, ha crecido siguiendo una tendencia de alrededor de 7% anual.



      Gráfico Nº35
Evidentemente, los ritmos de crecimiento del desempleo experimentados durante los últimos años no necesariamente deben mantenerse en forma permanente, existiendo, como se ha dicho arriba, muchas contratendencias a la ley, que pueden hacer que esta se exprese de otras maneras en determinados períodos.
Lo que interesa demostrar acá es que el fenómeno observado en nuestro país, lejos de obedecer a "violaciones" de las leyes generales capitalistas, obedece por el contrario precisamente a la acción de dichas leyes,  más o menos "libres" de contratendencias.
El crecimiento de la cesantía, por otra parte, lejos de ser una traba para la acumulación capitalista, es condición de la misma : "…… si la existencia de una superpoblación obrera es producto necesario de la acumulación o del incremento de la riqueza dentro del régimen capitalista, esta superpoblación se convierte a su vez en palanca de la acumulación del capital, más aún, es una de las condiciones de vida del régimen capitalista de producción. Constituye un ejército industrial de reserva, un contingente disponible…"   (subrayado en el original) ([144])
Es decir, esta característica del desarrollo del capitalismo en Chile en los años recientes, que se ha denominado "desempleo estructural ", y que frecuentemente es presentada como una de las "pruebas" del "fracaso del modelo económico", constituye prueba precisamente de lo contrario, es decir, de las favorables condiciones para el acelerado desarrollo capitalista que dicho "modelo" ha creado en el país.
En relación al aumento del ejército industrial de reserva en Chile, parece importante considerar, además,  particularidades como las siguientes :
La reducción del aparato administrativo estatal, ocurrida inmediatamente después del golpe militar, que lanzó a la cesantía a miles de obreros. "El empleo público total se redujo en aproximadamente un 20% entre 1973 y 1978  "[145]
Más arriba se ha señalado como este fenómeno de hecho disminuyó los asalariados ocupados, pero de aquel sector que, por no estar sometido directamente al capital, tenía rasgos proletarios menos definidos. Aún cuando muchos de ellos pueden haber terminado como trabajadores por cuenta propia, lo probable es que la mayoría volvió, tarde o temprano, a trabajar como asalariados, pero ahora bajo el dominio directo del capital. Es lo que puede concluirse de la mantención de un empleo público reducido, de un aumento del empleo general, y de un incremento de la proporción de asalariados, fenómenos que se han documentado más arriba extensamente. De esta manera, la reducción de los empleados fiscales de hecho redundó, probablemente, en una relativa proletarización de este sector de asalariados.
La culminación fascista de la reforma agraria y la posterior descomposición de los campesinos, que ha despojado violentamente de sus medios de producción a miles de ex inquilinos-luego asentados, y luego a los pequeños propietarios y asignatarios de parcelas CORA, arruinados, que se ha estudiado arriba en detalle.
El rol del imperialismo en este aspecto pareciera ser, nuevamente, restar cuantiosos recursos a la acumulación interna, vía la deuda externa, principalmente, con el consecuente impacto en el empleo. Cabe señalar, con todo, que este efecto es de dos caras, ya que si bien se restan recursos a la acumulación extensiva, también se restan a la acumulación intensiva, es decir, al aumento de composición orgánica del capital.
Con todo, la causa principal del aumento del ejércio de desocupados durante los últimos años ha sido ciertamente la acción directa de la ley de la acumulación, es decir, éste se ha debido principalmente al incremento de la composición orgánica del capital en magnitudes sin precedentes.
Tal es el resultado principal de la reestructuración profunda de la economía en el período reciente, y ese es el contenido principal, a nivel de la producción del capital, del llamado nuevo patrón de acumulación capitalista del país.
Desempleo y "marginalidad"
Es bastante conocido el marco conceptual dualista utilizado por determinados sectores democráticos para criticar los efectos del desarrollo capitalista, que ellos atribuyen principalmente no al régimen capitalista mismo, sino al modelo económico de la dictadura.
De acuerdo a dicho marco conceptual, el efecto negativo principal del modelo sería la exclusión de una parte mayoritaria de la población  :
" ¿ Que caracteriza al escenario social emergente? Básicamente, una organización de la sociedad en donde coexisten, prácticamente sin tocarse, una tendencia modernizadora para élites cada vez más integradas al mundo internacional, y una tendencia al empobrecimiento de una masa mayoritaria de la población…En otros términos, lo que se ha creado es una  sociedad dual, con 'desarrollos separados' para estos dos tipos de chilenos…Al costado de…[la]…economía moderna ha surgido otra, de subsistencia, que ni siquiera llega al mercado, en manos de un sector marginal o 'informal' que, en vez de disminuir, toma dimensiones cada vez más espectaculares"  (el destacado y los comentarios entre [… ] son nuestros)[146].
Dicho marco conceptual, que tiene gran influencia en corrientes burguesas de la sociología contemporánea, constituyó la base teórica de los modelos reformistas ensayados en Chile y América Latina durante la década de 1960.
Cabe señalar, sin embargo, un cambio importante en relación a las conceptualizaciones de aquel momento. En efecto, en aquel entonces la "marginalidad" reflejaba principalmente la migración a las ciudades y consecuente incorporación a la población excedentaria del capitalismo de los campesinos, que eran expulsados por los viejos modos de producción en  proceso de descomposición, y mantenían sus rasgos de tales. Los "marginados" de hoy, en cambio,  son ante todo producto de la acumulación capitalista misma, es decir, son ex-obreros.
Este cambio es recogido por el enfoque dualista de hoy : " Los pobladores del otro Santiago no son un sector social de tipo tradicional, encerrados en una sub-cultura campesina…siete de cada diez pobladores son nacidos en Santiago, y entre los jóvenes menores de 19 años, ello sube a nueve de cada diez. Veinte años atrás, la mitad de los pobladores eran migrantes y habían nacido fuera de la capital " [147]
Las limitaciones teóricas del marco dualista son también conocidas. Dicha concepción ubica las contradicciones principales de la sociedad entre ésta y su periferia, y no al interior de la sociedad capitalista misma. En este marco de análisis, si bien las contradicciones internas de la sociedad capitalista, entre las clases sociales, por ejemplo, son reconocidas y tomadas en cuenta, no son las determinantes.
Es así que la solución propuesta consiste, no en transformar de raíz la sociedad capitalista en sí sino, en integrar a ella a los sectores marginados, como se ha dicho, "integrar el presente y el pasado, el cambio y la continuidad, a 'triunfadores' y 'perdedores'  "[148].
No es extraño, entonces, que el marco dualista haya servido de base teórica a soluciones reformistas, cuyas limitaciones prácticas fueron conocidas por los chilenos en el pasado reciente.
Se han analizado más arriba las deficiencias de la base empírica que dicha concepción ha utilizado para demostrar su validez, en lo relacionado con la evolución de la ocupación y la clase obrera. Se ha mostrado, por ejemplo, como las fundamentaciones estadísticas de la declinación de la clase obrera han partido de la base de proyectar un momento en el desarrollo de ésta, cual es su merma durante la crisis, como la tendencia definitiva.
En relación a los desempleados, la fundamentación empírica del aumento de la marginalidad ha partido también de un hecho real, aunque transitorio, para proyectar a partir de éste una tendencia equivocada.
Es un hecho que, durante algunos años, se verificó un fenómeno de aumento de la exclusión en amplios sectores de desocupados, entendida ésta como mayor alejamiento de los mercados y vínculos menos fuertes con el sector capitalista.
En caso alguno se trata de una pérdida absoluta de vínculos, puesto que la producción marginal está integrada a la reproducción del capital en la medida en que sus mercancías, bienes y servicios, " son consumidos por los agentes de la producción capitalista, abaratándose la reproducción de la fuerza de trabajo o creciendo la riqueza material del capitalista al poder comprar mercancías más baratas para su consumo individual o productivo " [149].

Este fenómeno afectó a los "…'pobres urbanos'…, …todos aquellos que por no encontrar trabajo en empresas capitalistas…se dedican a actividades temporales, de baja remuneración y escasa calificación "   [150].
Estos trabajadores, como se ha visto más arriba, aparecen en las estadísticas de empleo formando parte de los "trabajadores por cuenta propia y familiares".
Dicha categoría de "trabajadores por cuenta propia" está conformada, en lo grueso, por productores independientes propiamente tales : campesinos medios, pescadores artesanales, transportistas independientes, profesionales liberales, etc.. De allí que se haya utilizado dicha categoría, más arriba, para estimar a la pequeño burguesía, y se ha comprobado su importancia, a la vez que su tendencia a reducirse relativamente.
Sin embargo, una fracción no despreciable del millón de trabajadores que, aproximadamente, compone hoy dicha categoría ocupacional son en realidad "pobres urbanos", tal como se han definido más arriba.
En 1982, por ejemplo, los "comerciantes marginales" definidos por Martínez[151] que incluyen los vendedores, artesanos y operarios, excluyendo los propietarios de comercio, que trabajan en el comercio por cuenta propia o como familiares no remunerados, son 105.400. Los "trabajadores marginales de servicios", que de acuerdo a Martínez incluyen  trabajadores en servicios personales, obreros y jornaleros excluyendo los de minas y canteras, todos los cuales trabajan por cuenta propia o como familiares no remunerados, son 56.100, ese mismo año.
En conjunto, por lo tanto, los trabajadores por cuenta propia clasificados como "comerciantes marginales" y "trabajadores marginales  de servicios" sumaban 161.500 en plena crisis de 1982. Ese año, el total de trabajadores por cuenta propia sumaba 825.000 personas, es decir, los trabajadores por cuenta propia considerados marginales eran, ese año, alrededor de un 20% del total de la categoría mencionada.
Probablemente dicha proporción tiende a disminuir a medida que el ciclo económico va recuperando actividad y el empleo va creciendo principalmente debido al incremento de la ocupación asalariada, como se ha visto más arriba. Sin embargo, se aprecia que la proporción de trabajadores que pueden ser definidos como marginales es importante entre los "trabajadores por cuenta propia".
"De acuerdo a Marx, las categorías …[de 'pobres urbanos']…pertenecen a la sobrepoblación relativa, excedente en relación a las necesidades medias de valoración del capital " (los comentarios entre [… ] son nuestros)[152].
La distinción entre sobrepoblación relativa y ejército industrial de reserva es importante :
" Siendo parte de la sobrepoblación relativa, los desocupados no constituyen necesariamente una fracción del ejército industrial de reserva.Entre "sobrepoblación relativa" y "ejército industrial de reserva" media una diferencia de funcionalidad. La sobrepoblación es producto del desarrollo capitalista, la otra cara de la acumulación del capital, ya sea en los marcos del capitalismo "maduro", con el incremento de la composición orgánica del capital, ya sea en el proceso de acumulación originaria. La sobrepoblación relativa se convierte en ejército industrial de reserva cuando deja de ser un mero producto pasivo, transformándose en palanca activa de la acumulación de capital. Para ello debe desempeñar dos funciones. La primera, convertirse en algún momento  en reserva real del capital; la segunda, ejercer presión sobre el ejército obrero activo, contribuyendo a la sumisión de éste al capital …"  ( destacado es nuestro) [153].
En Chile, durante varios años, se produce el fenómeno que" grandes masas de sobrepoblación no pueden ser "consumidas" por el capital, por diversas razones, siendo una de las principales la alta composición orgánica del capital .Para subsistir, la "población superexcedentaria" se dedica a actividades marginales, venta callejera, servicio doméstico, etc. "  [154] .
En dicho fenómeno real se han basado, entonces, las teorías dualistas para obtener las conclusiones que más arriba se indicaban.
La tendencia a la exclusión señalada, sin embargo, se revierte decisivamente en el curso de los últimos años, en la medida que el auge del ciclo económico se superpone a la culminación de un período de profunda reestructuración productiva que dura varios años y se incrementa el empleo a un ritmo muy rápido, en forma absolutamente inesperada para muchos. Parte importante de la población superexcedentaria se transforma entonces en reserva real del capital, y los desocupados que la conforman pasan a constituirse efectivamente en ejército de reserva del capital.
Una nueva definición de la clase obrera
Con los elementos anteriores, parece pertinente y posible proceder a ampliar la definición de la clase obrera activa dada  más arriba.
Recordando nuevamente las restricciones válidas a las definiciones en general puede ser útil entregar la siguiente definición :



"la clase obrera está conformada por todos los trabajadores asalariados, manuales e intelectuales, que viven principalmente de la venta de su fuerza de trabajo, y se encuentran sometidos al capital, sea que éstos se encuentren en actividad o formando parte del ejército de reserva del capital ". 
La definición anterior, entonces, caracteriza a los "desocupados en su conjunto como parte del ejército industrial de reserva, y a los "pobres urbanos'…[parte de la población superexcedentaria pero no del ejército industrial de reserva]…como 'capas que viven un proceso de proletarización' "  (los comentarios entre [… ] son nuestros)[155].

Movimiento Cíclico de la Economía Capitalista

El curso característico de la industria moderna, la línea -interrumpida sólo por pequeñas oscilaciones- de un ciclo decenal de períodos de animación media, producción a todo vapor, crisis y estancamiento, descansa en la constante formación, absorción más o menos intensa y reanimación del ejército industrial de reserva o superpoblación obrera. A su vez, las alternativas del ciclo industrial se encargan de reclutar la superpoblación, actuando como uno de sus agentes de reproducción más activos.

"Este curso peculiar de la industria moderna, que no se conoce en ninguna de las épocas anteriores de la humanidad, no hubiera sido concebible tampoco en los años de infancia de la producción capitalista. La composición del capital fue transformándose lentamente. Por eso su acumulación hacía crecer, en general, la demanda de trabajo. Lentamente, como los progresos de su acumulación, comparados con los de la época moderna, iba tropezando con las barreras naturales de la población obrera explotable, barreras que sólo podían derribarse por medios violentos……La expansión súbita e intermitente de la escala de producción es la premisa de su súbita contracción; ésta provoca, a su vez, una nueva expansión, que no puede prosperar sin material humano disponible, sin un aumento del censo obrero, independiente del crecimiento absoluto de la población……Toda la dinámica de la industria moderna brota, por tanto, de la constante transformación de una parte del censo obrero en brazos parados u ocupados sólo a medias. Una de las cosas en que se revela la superficialidad de la economía política es en que presenta las expansiones y contracciones del crédito, que no son más que un síntoma de las alternativas del ciclo industrial, como causa determinante de éstas. Del mismo modo que los cuerpos celestes, al ser lanzados en una dirección, repiten siempre el mismo movimiento, la producción social, una vez proyectada en esa línea alternativa de expansiones y contracciones, se mantiene ya siempre dentro de ella. Los efectos se convierten a su vez en causas y las alternativas de todo este proceso, que reproduce constantemente sus propias condiciones, revisten la forma de la periodicidad " (destacado es nuestro)([156])
Esta ley de la acumulación capitalista, que establece la forma de movimiento de dicho modo de producción,  se ha manifestado con todo su vigor en Chile durante los últimos años. Como ha sido ilustrado en cada uno de los gráficos anteriores que presentan series de datos en el tiempo, las alternativas del ciclo capitalista aparecen determinando la evolución de todas las variables económicas.
Este fenómeno ciertamente no es privativo de la economía chilena, sino que está condicionado por la misma tendencia, producida en el sistema capitalista mundial.
Es necesario mencionar, sin embargo, que el ciclo no se produce debido a una causa externa, como afirman muchos economistas, sino debido al carácter capitalista interno de la economía chilena, que se rige por las mismas leyes que el capitalismo a nivel mundial.
Los ciclos capitalistas mundiales, externos, actúan a través del condicionamiento de los ciclos capitalistas internos. Si estos últimos no existieran, si Chile tuviera, por ejemplo, una economía socialista, planificada, los ciclos externos no se traducirían en crisis internas.
Frente al fenómeno de la crisis cíclica, se produjo entre los economistas en general, en Chile, un importante grado de desconcierto, y muchas de las interpretaciones ofrecidas, aunque aludían a uno u otro aspecto del fenómeno, no apuntaban a la esencia del mismo.
En el campo burgués la crisis de 1982 significó la bancarrota teórica de los denominados "chicago boys". A fines de 1981, cuando la crisis estaba desencadenándose, los principales voceros de la economía oficial proclamaban triunfalmente el advenimiento del mejor de los mundos y pronosticaban el más rosado porvenir. La tristemente famosa consigna gubernamental de entonces, "vamos bien, mañana mejor", refleja adecuadamente hasta que punto la crisis sorprendió en mal pie a estos "teóricos", que hasta entonces acostumbraban en su soberbia a tratar de "gasfíteres" a todo el que discrepara de ellos.
En ciertas corrientes del campo de la oposición, así como durante la época de auge algunos economistas vacilaron en sus apreciaciones críticas frente al aparente "éxito del modelo", cuando sobrevino la crisis se hicieron presentes nuevamente prejuicios respecto a la supuesta "inviabilidad" del capitalismo.
Casi unánimes han sido los economistas, por otra parte, en "presentar las expansiones y contracciones del crédito, que no son más que un síntoma de las alternativas del ciclo industrial, como causa determinante de ésta",  revelando ciertamente con ello bastante "superficialidad".
Otras interpretaciones de la crisis han presentado cierta tendencia a menospreciar el carácter cíclico, general, de la misma, absolutizando algunos aspectos "estructurales" de esta crisis en particular.
La raíz de estas últimas interpretaciones se encuentra, a nuestro juicio, en la dificultad de algunos autores para aceptar el hecho que en Chile se pudiera haber producido efectivamente, durante los años de auge, el fenómeno de superproducción capitalista, es decir de sobreinversión, que es premisa necesaria de toda crisis cíclica.
Debido a la importancia de esta ley capitalista se intentará analizar, más adelante, algunas de sus causas y "efectos que se convierten a su vez en causas y las alternativas de todo este proceso".

Empobrecimiento Relativo y Absoluto de la Clase Obrera como Consecuencia de la Acumulación Capitalista

Marx resume la ley general de la acumulación de la siguiente manera :
Cuanto mayores son la riqueza social , el capital en funciones, el volumen y la intensidad de su crecimiento ymayores también, por tanto, la magnitud absoluta del proletariado y la capacidad productiva de su trabajo, tanto mayor es el ejército industrial de reserva. La fuerza de trabajo disponiblese desarrolla por las mismas causas que la fuerza expansiva del capital. La magnitud relativa del ejército industrial de reserva crece, por consiguiente, a medida que crecen las potencias de la riqueza. Y cuanto mayor es este ejército de reserva en proporción al ejército obrero en activo, más se extiende la masa de la superpoblación consolidada, cuya miseria se haya en razón directa a los tormentos de su trabajo. Y finalmente, cuanto más crecen la miseria dentro de la clase obrera y el ejército industrial de reserva, más crece también el pauperismo oficial. Tal es la ley general, absoluta, de la acumulación capitalista. Una ley que, como todas las demás, se ve modificada en su aplicación por una serie de factores que no interesa analizar aquí". (Subrayado en el original)([157])
Más adelante , vuelve a formular la ley así : " La ley según la cual, gracias a los progresos hechos por la productividad del trabajo social, puede ponerse en movimiento una masa cada vez mayor de medios de producción con un desgaste cada vez menor de fuerza humana es una ley que, dentro del régimen capitalista, en que los obreros no emplean los instrumentos de trabajo, sino que son estos los que emplean a los obreros, se trueca en esta otra : la de que cuanto mayor es la fuerza productiva del trabajo y mayor, por tanto, la presión ejercida por el obrero sobre los instrumentos que maneja, más precaria es su condición de vida : la venta de la propia fuerza para incrementar la riqueza de otro o alimentar el incremento del capital " (Subrayado en el original) ([158]).
Recuerda Marx que: "dentro del sistema capitalista, todos los métodos encaminados a intensificar la fuerza productiva social del trabajo se realizan a expensas del obrero individual; todos los medios enderezados al desarrollo de la producción se truecan en medios de explotación y esclavización del productor, mutilan al obrero convirtiéndolo en un hombre fragmentario, lo rebajan a la categoría de apéndice de la máquina, destruyen con la tortura de su trabajo el contenido de éste, le enajenan las potencias espirituales del proceso de trabajo en la medida que a éste se incorpora la ciencia como potencia independiente; corrompen las condiciones bajo las cuales trabaja; lanzan a sus mujeres y a sus hijos bajo la rueda trituradora del capital……De donde se sigue que, a medida que se acumula el capital, tiene necesariamente que empeorar la situación del obrero, cualquiera sea su retribución, ya sea ésta alta o baja " (Subrayado en el original)([159])
Y, a continuación, plantea : "Finalmente, la ley que mantiene siempre la superpoblación relativa o ejército industrial de reserva en equilibrio con el volumen y la intensidad de la acumulaciónmantiene al obrero encadenado al capital con grilletes más firmes que las cuñas de Vulcano con que Prometeo fue clavado a la roca. Esta ley determina una acumulación de miseria equivalente a la acumulación de capital."  (Subrayado en el original)([160])
Como se puede apreciar, la formulación dada por Marx a la ley no puede ser más clara: Es la acumulación capitalista, y el consecuente aumento de la composición orgánica del capital, la que produce en forma creciente una superpoblación relativa. Por otra parte, el desarrollo capitalista del proceso de trabajo incrementa la intensidad de éste a expensas del obrero, empeorando desde diversos aspectos las condiciones de su trabajo. De estos hechos, y de la agudización de las contradicciones del capitalismo a medida que éste se desarrolla, se deduce que "… a medida que se acumula el capital, tiene necesariamente que empeorar la situación del obrero, cualquiera sea su retribución, ya sea ésta alta o baja "([161]).
El empeoramiento de la situación del obrero es, en primer lugar,  absoluto.
Es común que en torno a este punto, aún entre autores del campo marxista, se ceda terreno a los ideólogos burgueses. Es así que ya Kautsky, por ejemplo, en los tiempos en que aún defendía el marxismo,"en su crítica de Bernstein, fue extremadamente moderado, situándose en esencia, en la vía del revisionismo……Kautsky considera que la tesis de Marx puede ser interpretada en dos sentidos. En primer lugar, puede interpretarse como una tendencia superada por tendencias de signo contrario. En segundo lugar, el empeoramiento de la situación de la clase obrera es relativo y no absoluto, o, como dice Kautsky, la depauperización de la clase obrera es social y no física. Entonces la situación de la clase obrera empeora : 1) en comparación con la situación de la burguesía; 2) en relación con el crecimiento de las necesidades materiales, pero no empeora absolutamente. Mejora en lo absoluto……Marx siempre y en todas partes habla de la clase obrera en su conjunto……jamás negó que sectores aislados de obreros, en determinados momentos y condiciones, pudieran mejorar su situación. La clase obrera en su conjunto está compuesta por obreros que trabajan y obreros que no trabajan; y si con el desarrollo del capitalismo crece la masa de trabajadores, también crece la masa de quienes no trabajan. La situación de estos obreros que no trabajan, como ya hemos visto, influye en la situación de quienes trabajan. Por esto, la situación de la clase obrera, en su conjunto : 1) en realidad empeora y no [sólo] como tendencia, 2) empeora en forma absoluta y no [sólo] relativamente "([162]).
De otra parte, " Los adversarios del marxismo-leninismo interpretan de una forma vulgar y simplificada la teoría de la depauperización, atribuyéndole al marxismo el criterio erróneo de que, con el desarrollo del capitalismo "el obrero se convierte en indigente". Estos detractores del marxismo afirman calumniosamente que, de acuerdo con la teoría de la depauperización, el bienestar de los obreros empeora de año en año y de mes en mes. Debemos señalar que Marx habló siempre de la depauperización como una tendencia del capitalismo que se produce desigualmente en los distintos paises, en distintos períodos, y a la cual se contraponen muchos otros factores. Uno de éstos es la lucha de la clase obrera por el aumento del trabajo y las mejores condiciones de vida. Muchos de los factores que gustan citar los detractores del marxismo, se explican por el hecho de que la tendencia al empeoramiento del nivel de vida depende de la coyuntura económica general. En los períodos de auge, los obreros viven mejor que en las etapas de crisis "([163]).
Parece oportuno recordar también que para el marxismo : " Las necesidades naturales, el alimento, el vestido, la calefacción, la vivienda, etc., varían con arreglo a las condiciones del clima y a las demás condiciones naturales de cada país. Además, el volumen de las llamadas necesidades naturales, así como el modo de satisfacerlas, son de suyo un producto histórico que depende, por tanto, en gran parte, del nivel de cultura de un país y, sobre todo, entre otras cosas, de las condiciones, los hábitos y las exigencias con que se haya formado la clase de los obreros libres. A diferencia de las otras mercancías, la valoración de la fuerza de trabajo encierra, pues, un valor histórico moral "(subrayado en el original) ([164]).
En otras palabras, a medida que avanza la ciencia y la técnica, y se desarrollan las fuerzas productivas, van cambiando las "llamadas necesidades naturales"; por ejemplo, desaparecen algunas enfermedades crónicas, se masifica el consumo de nuevos productos, sube el nivel cultural mínimo "socialmente aceptado", etc.; de esta manera, cambia también "el modo de satisfacerlas".
Finalmente, es importante destacar que " El empeoramiento de la situación de los trabajadores, su depauperización absoluta, se produce, frecuentemente, a pesar del crecimiento del salario real y del incremento del consumo. Al incrementarse la intensidad del trabajo aumenta la necesidad de una mejor alimentación, asistencia médica, etc., y si el incremento de las necesidades no se satisface plenamente, se produce un empeoramiento absoluto de la situación de la clase obrera "([165]).
Para el marxismo, por lo tanto, la depauperación de la clase obrera con la acumulación capitalista es, además de relativa, absoluta; afecta a la clase obrera considerada en su conjunto, ocupados y desocupados, no se produce de manera contínua, sino por oleadas, siguiendo las alternativas del ciclo económico; si bien durante ciertos períodos y para ciertos sectores, existen contratendencias que transitoriamente condicionan la forma en que se expresa la ley, éstas no determinan una tendencia en sentido contrario; las "necesidades naturales" que cada vez se satisfacen menos, son un producto histórico, cambiante y, finalmente, el empeoramiento puede darse a pesar del aumento del salario real, considerando las condiciones de trabajo y de vida generales de la clase obrera.
Con todo, cabe advertir acerca de posibles interpretaciones dogmáticas de la ley de empeoramiento absoluto y relativo de la clase obrera con el desarrollo capitalista. Ello ha ocurrido en el campo marxista, aún durante largos períodos en los cuales la depauperación absoluta no se manifestaba en los paises capitalistas desarrollados, evidenciándose en cambio un mejoramiento substancial de las condiciones de vida de los obreros.
Al respecto son importantes las opiniones de E. Varga, conocido economista marxista húngaro-soviético, quien dice al respecto :
"Entre los marxistas existe una opinión general de estimar que la depauperización relativa bajo el capitalismo es un fenómeno permanente…en cambio, se presentan serias diferencias al abordar el problema de la depauperización absoluta"[166].
Varga se refiere a las opiniones de algunos economistas soviéticos que "demostraban " que la depauperización absoluta continuaba aún en el período de postguerra, en los paises capitalistas desarrollados. Al respecto la opinión de Varga es que, en dicho período, las condiciones de vida de los trabajadores mejoraron sustancialmente. Así, hacia 1964 escribe:
"Es un hecho indiscutible que en los paises desarrollados, después de la segunda guerra mundial, hubo un considerable incremento del salario real y no una depauperización absoluta. Claro que la intensidad del trabajo también aumentó, así como el valor de la fuerza de trabajo. El aumento del salario real no siempre corresponde a un mejoramiento del nivel de vida del obrero y sólo es un factor, aunque importante, de este bienestar. Teóricamente la depauperización absoluta es posible, aún cuando los salarios reales aumentan, si la intensidad del trabajo aumenta, es decir si el desgaste muscular y nervioso, como dice Marx, crece con mayor rapidez que el salario real. pero en …[dicho período]…en los paises desarrollados prácticamente esto no acontece"   ( los comentarios entre [… ] son nuestros) [167].
Recuerda Varga, citando a Marx, que ésta es " una ley que, como todas las demás, se ve modificada en su aplicación por una serie de circunstancias…"  [168], y entre estas circunstancias que actúan como contratendencias menciona :
" La organización de los obreros, su oposición constante y creciente…La existencia del campo socialista obliga al capital y al estado a adaptar sus relaciones con la clase obrera de su país a las condiciones en que se desarrolla la lucha de los dos sistemas mundiales…El capital monopolista, bajo las condiciones de lucha de dos sistemas antagónicos, otorga concesiones a la clase obrera para que ésta no opte por la vía revolucionaria"   [169].
Con posterioridad a la época de esta polémica, las agudas crisis de los años 70 y 80 vinieron a poner de manifiesto una vez más, la ley de empeoramiento absoluto de la clase obrera bajo el capitalismo, aún en los paises desarrollados. En Chile, como se verá a continuación, dicha ley se manifiesta con toda claridad en estos años, condicionada favorablemente además por el régimen fascista imperante. Con todo, no cabe perder de vista las prevenciones de E.Varga, respecto a rechazar dogmáticamente la posibilidad que, por períodos más o menos largos, el capitalismo sea capaz de mejorar sustancialmente la situación de los trabajadores.
El Descaro Burgués
Para nuestros "ideólogos" burgueses, lo que ha tenido lugar en Chile, en estos años, es un "mejoramiento de la calidad de vida".
El director del Instituto Nacional de Estadística, Alvaro Vial (*), constataba recientemente : " un fuerte mejoramiento en el nivel de vida de la población……las grandes masas tienen ahora acceso a la salud, vivienda, educación y a una enorme variedad de bienes de consumo……como consecuencia de lo anterior, las diferencias en el nivel de vida se han reducido y las oportunidades se han ampliado a capas de la población que hasta hace pocos años estaban ausentes del bienestar material……[admitió que]……hay problemas en los indicadores netamente económicos, como la tasa de desempleo……a consecuencia de la recesión internacional……[pero]……los hogares son más cómodos y placenteros que antes. La clase media, compuesta en décadas anteriores por profesionales e intelectuales, se ha visto acrecentada por un enorme contingente de personas que han empezado a compartir beneficios antes reservados para unos pocos……las grandes masas han pasado a tener acceso a la propiedad y ésta se ha difundido en grados importantes. Uno de los objetivos de todos los gobiernos, que es crear más propietarios y no más proletarios, se ha cumplido con creces en este período……mientras en 1970 el 74,2% de los hogares tenía un aparato de radio, en 1982 el 84,5% contaba con este elemento…En el caso de los televisores, el porcentaje pasó de 19,5% a 78,3%; refrigeradores, de 29.1% a 48,7%; y auto de 10,2% a 17.8%. En 1982, el 34,6% de los hogares contaba con una lavadora……Se cuenta con informaciones independientes de la José María Caro  y Lo Hermida [poblaciones populares], que muestran resultados absolutamente coincidentes con los que acabo de dar……a modo de ejemplo, en Lo Hermida el 73.1% de las familias dispone de un televisor blanco y negro, y en la José María Caro, un 91% del total "  ([170]).
Alvaro Bardón no podía quedar ausente de este debate. Para él no se conocen estudios que demuestren que la distribución del ingreso ha mejorado en alguna época en este país… desde la independencia nacional, o la época de don Diego de Almagro……([171]), y por lo tanto, estos estudios, que en efecto, a excepción del período de la Unidad Popular, muestran un deterioro creciente en la distribución del ingreso, no tienen ninguna significación.
Testimonios de Obreros
Los obreros entrevistados en las poblaciones de Santiago, en 1985 entregan testimonios bien diferentes a la visión rosada de los "distinguidos" economistas arriba citados :
"Hace mucho tiempo que no como carne, estaba haciendo sólo comidas en base a huevo……"

" Mire, antes había más trabajo, y nosotros comíamos bien, nunca un desayuno pelado como ahora, uno tenía unos pancitos con mantequilla……, compraba su leche……, la carne se comía un poco más seguido……; ahora se ven unos huesos no más……Hay veces que falta la plata, y si no hay se les hace a los niños no más, total, con una taza de té uno se la pasa……"

" Fruta, para serle franca, no se come nunca, ella le compra a las niñas un plátano, una manzana……pero no es todos los días……"

"Aquí es normal ver que una familia se instala con su mediagua al fondo de las casas, todos los que nos hemos casado aquí, nos hemos venido a vivir con los papás……"  

"En la noche se arma una cama acá en el comedor, duermen dos jóvenes, un jovencito que no estudia que tiene 16 años y un soltero que trabaja en la Universidad……Sacamos ese sillón para la cocina y aquí se arma una marquesita, ahí dos camas más, un camarote y tengo otra camita más……acá duermen dos jóvenes, allá duerme mi esposo y yo duermo con la niñita más grandecita, ella duerme con una de las niñas y mi hija duerme con otra niña que tengo……Bueno, ella duerme con su sobrinita chica, mi hija duerme con la otra niña y yo duermo también con una y mi esposo duerme sólo"   [172].
Salarios Reales
En el gráfico siguiente se puede apreciar la evolución de los salarios reales en Chile,  durante los últimos quince años, calculados a partir del IPC corregido(*).
Gráfico Nº36
Como se puede apreciar, los salarios reales, si bien han seguido las alternativas del ciclo económico, no han alcanzado ni siquiera en su mejor momento los niveles de 1970, sin mencionar ya los niveles obtenidos en 1971 y 1972, durante el Gobierno Popular. Un trabajador promedio, que hubiera logrado mantenerse ocupado en forma permanente durante los últimos doce años, ha dejado de percibir 2.4 años de sueldos, en relación a lo que ganaba en 1970; y casi cuatro años de sueldos, en relación a lo que percibió entre 1971 y 1973.
La evolución de las pensiones y asignaciones familiares es aún peor. Es así que hasta 1980, éstos índices habían disminuido un 11% y un 18%, respectivamente, por debajo de los salarios reales.([173])
Es decir, ha habido un fuerte empeoramiento absoluto de los salarios reales. Sin embargo, este índice de salarios reales subestima el real deterioro de los mismos, para los obreros ocupados.
En efecto, " El Padre José Aldunate …[calculó]…una canasta de consumo mínimo para una familia popular de 5 personas. No se trataba, siquiera, de un conjunto de alimentos que permitieran una alimentación suficiente y equilibrada según las pautas internacionales, sino un paquete básico que garantizara la supervivencia……en los últimos diez años……el costo de la canasta mínima subió 225 veces mientras que el IPC oficial (corregido) aumentó 155 veces. En otras palabras, el precio de esta canasta popular aumentó un 45% más que el índice oficial de precios(corregido). Además se debe destacar que esta canasta mínima costaba en septiembre de 1984 $13.648.-. cifra muy superior al ingreso mínimo familiar(IMF) ($9.866)……conviene considerar como ha variado el IMF con relación a algunos productos básicos. Resulta que de 1981 a 1984 su poder de compra medido en pan ha disminuido en un 47,9%; medido en movilización colectiva, ha bajado en un 71.4%; y medido en gas licuado ha bajado en un 57,2% "  ([174]).
El efecto de alza mayor de precios para los artículos consumidos por los obreros se aprecia en el gráfico siguiente :
Gráfico Nº37          
Se aprecia que el IPC , aún después de la corrección efectuada, subestima el alza de los precios relevantes para el 40% de los quintiles uno a tres, es decir, la población de menores ingresos,. Mide aproximadamente el alza de precios que afecta a los quintiles tres y cuatro, es decir, los sectores de ingresos medios, pero sobrestima el alza de precios relevante para el 20% más rico de la población. De esta manera se comprueba una vez más que la inflación perjudica especialmente a los obreros.



[1]          Lenin,V.I.,V Congreso POSD de R, O.C., Bs Aires, T12,Pg.424.
[2]          Mancilla, Anastasio. "Tesis sobre el tema : Premisas socioeconómicas para las transformaciones antiimperialistas, democráticas y revolucionarias en América Latina y el Caribe". Mimeo ICS Moscú, 1986.
[3]          Iliénkov, E., "Lógica Dialéctica", Progreso 1977, Pgs. 379 y 408.
[4]          Iliénkov, E., "Lógica Dialéctica", Progreso 1977, Pgs 390-391.
[5]          Iliénkov, E., "Lógica Dialéctica", Progreso 1977, Pg.391.
[6]          Iliénkov, E., "Lógica Dialéctica", Progreso 1977, Pgs.391-392.
[7]          Iliénkov, E., "Lógica Dialéctica", Progreso 1977, Pgs. 382-383-393.
[8]          Iliénkov, E., "Lógica Dialéctica", Progreso 1977, Pgs. 394-395.
[9]          Iliénkov, E., "Lógica Dialéctica", Progreso 1977, Pgs. 390-392.
[10]        Mancilla, Anastasio. "Tesis sobre el tema : Premisas socioeconómicas para las transformaciones antiimperialistas, democráticas y revolucionarias en América Latina y el Caribe". Mimeo ICS Moscú, 1986.
[11]        Iliénkov, E., "Elevarse de lo abstracto a lo concreto", Progreso 1977, Pg. 1.Citas de Marx  son de su "Contribución a la crítica de la economía política".
[12]        Iliénkov, E., "Elevarse de lo abstracto a lo concreto", Progreso 1977, Pg. 1.Citas de Marx  son de su "Contribución a la crítica de la economía política".
[13]        Iliénkov, E., "Elevarse de lo abstracto a lo concreto", Progreso 1977, Pg. 1.
[14]        Iliénkov, E., "Elevarse de lo abstracto a lo concreto", Progreso 1977, Pg. 3-4-5.
[15]        Iliénkov, E., "Elevarse de lo abstracto a lo concreto", Progreso 1977, Pg. 30.
[16]        Iliénkov, E., "Elevarse de lo abstracto a lo concreto", Progreso 1977, Pg. 56.
[17]        Mancilla, Anastasio. "Tesis sobre el tema : Premisas socioeconómicas para las transformaciones antiimperialistas, democráticas y revolucionarias en América Latina y el Caribe". Mimeo ICS Moscú, 1986.
[18]        Marx, C., "El Capital", L1, S7, C22, Edic. FCE, Pg. 511.
[19]        Meller,P.  y otros."Revisión del milagro económico".Estudios Cieplan Nº15, pg. 33-44.
[20]        Lenin,V.I., "El Desarrollo del Capitalismo en Rusia", C1, &6, OOCC, T3, pg. 48.
[21]        Marx, C., "El Capital", L1, S7, C23, Edic. FCE, Pg. 518.
[22]        Ante la gravedad de la cesantía, la dictadura militar estableció a partir de 1975 programas de empleo denominados Programa de Empleo Mínimo (PEM) y Programa Ocupacional para Jefes de Hogar (POJH), éste último a partir de 1982. Hacia mediados de 1983 la suma de ambos programas alcanzaba una masa de aproximadamente 530.000 personas. En esa época la remuneración de un obrero del PEM alcanzaba a $ 2.000, unos US$ 30, por mes. A medida que el último ciclo económico se alejó de la fase de crisis, la cantidad de trabajadores adscritos al PEM y POJH se fue reduciendo hasta desaparecer a fines de 1988. Ultimamanete se creó un nuevo plan, denominado PIMO, acerca del cual no se dispone de estadísticas.
[23]        Las series estadísticas de ocupación disponibles no son de calidad homogenea. Las acá utiilizadas no son estrictamente comparables entre sí. Una de ellas (ODEPLAN,Indic. Ec. Sc.60-82 Bco. Central, Pgs. 206-207), que abarca el período 1960-1981, mide la ocupación al 30 de Junio de cada año, mientras que la segunda ,(U de Chile,IES60-85, Boletín B.Central) que cubre los últimos años, mide la ocupación en el período Marzo de cada año. Las muestras son también, aparentemente, disímiles. La serie elaborada por Cieplan, por su parte, coiincide aproximadamente con los valores presentados acá, en los años 70-85.(Jadresic, Esteban, "Evolución del empleo…"Estudios Cieplan Nº20.
[24]        Lavín, Joaquín. "La Revolución Silenciosa".L.Cochrane, 1988.Pg.13
[25]        Tironi, Eugenio. "Los Silencios de la Revolución". Edit. Pta Abierta, 1988, pg.67.
[26]        Martinez,Javier  y León,Arturo. "Clases y Clasificaciones Sociales" . CED,1987
[27]        Petras, James. "The new class basis of chilean politics". Mimeo, Stgo, 1988.Pg.20.
[28]        Petras, James. "The new class basis of chilean politics". Mimeo, Stgo, 1988.Pg.21
[29]        Marx, C., "El Capital", L1, S1, C1, Edic. FCE, Pg.3.
[30]        Marx, C., "El Capital", L1, S1, C1, Edic. FCE, Pg.3
[31]        Marx, C., "El Capital", L1, S1, C1, Edic. FCE, Pgs.5-6.
[32]        Marx, C., "El Capital", L1, S1, C1, Edic. FCE, P4.(subrayado en el original)
[33]        Marx, C.. "Historia crítica de la teoría de la plusvalía, vol I,p223.
[34]        Marx, C., "El Capital", L2, S1, C6, Edic. FCE, Pg.133.
[35]        Marx, C., "El Capital", L1, S5, C14, Edic. FCE, Pgs. 425-426.
[36]        Fuente: Censos y Encuestas Industriales INE.
*           Las series estadísticas de ocupación disponibles no son estrictamente comparables entre sí. Una de ellas (Indic. Ec. Sc. Bco. Central, Pgs. 206-207), que abarca el período 1960-1981, mide la ocupación al 30 de Junio de cada año, mientras que la segunda (Síntesis Estadística Bco. Central), que cubre los últimos años, mide la ocupación en el período Oct-Dic de cada año. Las muestras son también, aparentemente, disímiles.
[37]        Marx, C., "El Capital", L3, C2.
[38]        Marx, C., "El Capital", L1, S2,C4. Edic. FCE, Pg122.
[39]        Marx, C., "El Capital", L1, S7,C24. Edic. FCE, Pgs. 607-608.
[40]        Marx, C., "El Capital", L1, S7,C24. Edic. FCE, Pgs. 246-247.
[41]        Lavín, Joaquín. "La Revolución Silenciosa".L.Cochrane, 1988.Pg.144.
[42]        A lo largo del trabajo, el término "modo de producción" se aplica  indistintamente a la producción capitalista, la pequeña producción, la producción latifundiaria, comunal, etc. Usualmente, el término se aplica a los modos de producción principales: comunista primitivo, esclavista, feudal, capitalista, comunista, pero parece lícito utilizarlo asimismo para describir estas otras relaciones de producción mencionadas, que sin haberse constituido nunca como sistema global, o siendo regímenes de transición, etc., constituyen sin embargo sistemas derelaciones de producción característicos.
[43]        Marx, C. "Crítica de la Economía Política", Ed. El Quijote, Bs. As., 1946, pp. 35-36. Citado por  Ramos, Sergio, en "Chile ¿Una Economía de Transición? " PLA, p.24.
[44]        Titular diario "La Epoca", citado por Tironi, Eugenio. "Los Silencios de la Revolución". Edit. Pta Abierta, 1988, pg.35.
[45]        Tironi, Eugenio. "Los Silencios de la Revolución". Edit. Pta Abierta, 1988, pg.68.
[46]        Fazio, Hugo. "Vigencia y actualidad de Carlos Marx". 1983. pg.34.
[47]        Marx, C., "El Capital", L1, S7,C23. Edic. FCE, Pg.518 (nota).
[48]        Fazio, Cristian. "La Clase Obrera en Chile : Elementos para una discusión". Partido Comunista de Chile, Boletín del Exterior, Nº, p.95.
[49]        Fazio, Cristian. "La Clase Obrera en Chile : Elementos para una discusión". Partido Comunista de Chile, Boletín del Exterior, Nº, p.95.
[50]        Marx, C., "El Capital", L3, S4,C17. Edic. FCE, Pg.294.
[51]        Fazio, Hugo. "Vigencia y actualidad de Carlos Marx". 1983. Partido Comunista de Chile, Boletín del Exterior, Nº59, pg.35.
[52]        Fazio, Cristian. "La Clase Obrera en Chile : Elementos para una discusión". Partido Comunista de Chile, Boletín del Exterior, Nº, p.97.
[53]        Fazio, Cristian. "La Clase Obrera en Chile : Elementos para una discusión". Partido Comunista de Chile, Boletín del Exterior, Nº, p.97.
[54]        Fazio, Cristian. "La Clase Obrera en Chile : Elementos para una discusión". Partido Comunista de Chile, Boletín del Exterior, Nº, p.95.
[55]        Fazio, Cristian. "La Clase Obrera en Chile : Elementos para una discusión". Partido Comunista de Chile, Boletín del Exterior, Nº, p.95.
[56]        Fazio, Cristian. "La Clase Obrera en Chile : Elementos para una discusión". Partido Comunista de Chile, Boletín del Exterior, Nº, p.96.
[57]        Tironi, Eugenio. "Los Silencios de la Revolución". Edit. Pta Abierta, 1988, pg.88.
*           En este capítulo se recurre abundantemente al trabajo del investigador José Bengoa: "El Campesinado Chileno Después de la Reforma Agraria ". Se ha estimado que dicho trabajo resume en forma precisa y con el respaldo de su autor, destacado agrarista, los principales tópicos que interesan a este trabajo. Se ha recurrido también al libro de Bengoa, J., puesto que junto con describir los fenómenos ocurridos en el campo en forma precisa, interpreta los mismos de una determinada manera, que corresponde en general a las posiciones cuya crítica se aborda en el curso de este trabajo.
             El material revisado incluye además trabajos de James Petras, J. Crispi, M. E. Cruz, Cecilia Leiva, Gabriel Salazar , y Carlos Ortúzar, entre otros.
[58]        "El Proletariado Agrícola : Antecedentes y Reflexiones",  Principios Nº 40, Abr-May-Jun 1986, Pg. 56.
[59]        Petras, James. "The new class basis of chilean politics". Mimeo, Stgo, 1988.Pg.9.
[60]        Bengoa, J.; "El Campesinado Chileno Después de la Reforma Agraria " ; Sur, Pg.163.
[61]        Bengoa, J.; "El Campesinado Chileno Después de la Reforma Agraria " ; Sur, Pg.5.
[62]        Ramirez Necochea, H. "Historia del Movimiento Obrero en Chile". LAR. pg. 51.
[63]        Bengoa, J.; "El Campesinado Chileno Después de la Reforma Agraria " ; Sur, Pg.162.
[64]        Bengoa, J.; "El Campesinado Chileno Después de la Reforma Agraria " ; Sur, Pg.162.
[65]        Ramirez Necochea, H. "Historia del Movimiento Obrero en Chile". LAR. pg. 51.
[66]        Lenin, V.I., "El Desarrollo del Capitalismo en Rusia", OOCC, T3, Pg190.
[67]        Ramirez Necochea, H. "Historia del Movimiento Obrero en Chile". LAR. pgs. 66 y 76.
[68]        Foxley, Alejandro. "Chile y su futuro", Alfabeta impresores, 1988, pg.163. SOFOFA es la sigla de la Sociedad de Fomento Fabril, principal asociación de industriales de Chile.
[69]        Lenin, V.I., "El Desarrollo del Capitalismo en Rusia", OOCC, T3, Pg190.
[70]        Lenin, V.I., "El Desarrollo del Capitalismo en Rusia", OOCC, T3, Pg192.
[71]        Bengoa, J.; "El Campesinado Chileno Después de la Reforma Agraria " ; Sur, Pgs.163-164.
[72]        Bengoa, J.; "El Campesinado Chileno Después de la Reforma Agraria " ; Sur, Pgs.164-165.
[73]        Bengoa, J.; "El Campesinado Chileno Después de la Reforma Agraria " ; Sur, Pgs.164-165.
[74]        Ortuzar, Carlos. "Una aproximación al sentido común campesino". CIDE, 1988, pg. 18.
[75]        Ortuzar, Carlos. "Una aproximación al sentido común campesino". CIDE, 1988, pg. 20.
(*)        Corporación de la Reforma Agraria, organismo estatal encargado del proceso.
[76]        Ortuzar, Carlos. "Una aproximación al sentido común campesino". CIDE, 1988, pg. 25.
[77]        Ortuzar, Carlos. "Una aproximación al sentido común campesino". CIDE, 1988, pg. 25.
[78]        Iliénkov, E., "Elevarse de lo abstracto a lo concreto", Progreso 1977, Pg.26 .
[79]        Bengoa, J.; "El Campesinado Chileno Después de la Reforma Agraria " ; Sur, Pgs.164-165.
[80]        Bengoa, J.; "El Campesinado Chileno Después de la Reforma Agraria " ; Sur, Pgs.9-10.
[81]        Bengoa, J.; "El Campesinado Chileno Después de la Reforma Agraria " ; Sur, Pgs.9-10.
[82]        Bengoa, J.; "El Campesinado Chileno Después de la Reforma Agraria " ; Sur, Pgs.9-10.
[83]        Foxley, Alejandro. "Chile y su Futuro". Alfabeta Impresores, 1988, pg. 167.
[84]        Bengoa, J.; "El Campesinado Chileno Después de la Reforma Agraria " ; Sur, Pgs.48y52.
[85]        Cruz, M. Elena. "La experiencia neoliberal en la agricultura chilena sus éxitos y su pobreza". GIA, 1988, pgs 21-22.
[86]        Bengoa, J.; "El Campesinado Chileno Después de la Reforma Agraria " ; Sur, Pgs.70-78-83.
[87]        Lenin, V.I., "El Desarrollo del Capitalismo en Rusia", OOCC, T3, Pgs.177-178.
[88]        Bengoa, J.; "El Campesinado Chileno Después de la Reforma Agraria " ; Sur, Pgs.70.
[89]        Bengoa, J.; "El Campesinado Chileno Después de la Reforma Agraria " ; Sur, Pgs.70-78-83.
[90]        Foxley, Alejandro. "Chile y su Futuro". Alfabeta Impresores, 1988, pg. 167.
[91]        Bengoa, J.; "El Campesinado Chileno Después de la Reforma Agraria " ; Sur, Pgs.70-78-83.
[92]        Bengoa, J.; "El Campesinado Chileno Después de la Reforma Agraria " ; Sur, Pgs.70-78-83.
[93]        Bengoa, J.; "El Campesinado Chileno Después de la Reforma Agraria " ; Sur, Pg. 40.
[94]        Foxley, Alejandro. "Chile y su Futuro". Alfabeta Impresores, 1988, pg. 169.
[95]        Cruz, M. Elena. "La experiencia neoliberal en la agricultura chilena sus éxitos y su pobreza". GIA, 1988, pgs 24.
*           Cabe precisar que  en rigor debería hablarse de industria transformadora, y no manufacturera, dado que este último concepto no se refiere a una rama de la economía, sino a una de las etapas de desarrollo que atraviesa la producción capitalista en general, en cualquier rama, entre la cooperación simple y la gran industria maquinizada. Considerando lo común del término, sin embargo, se habará acá indistintamente industria "manufacturera" y "transformadora".
[96]        Marini, Ruy Mauro. "Dialéctica de la dependencia". ERA, México,1982. Pg.63.
[97]        Sociedad de Fomento Fabril, asociación de industriales.
*           Las series estadísticas de ocupación disponibles no son estrictamente comparables entre sí. Una de ellas (Indic. Ec. Sc. Bco. Central, Pgs. 206-207), que abarca el período 1960-1981, mide la ocupación al 30 de Junio de cada año, mientras que la segunda (Síntesis Estadística Bco. Central), que cubre los últimos años, mide la ocupación en el período Oct-Dic de cada año. Las muestras son también, aparentemente, disímiles.
*           Cabe hacer acá un alcance  acerca de la teoría de las ventajas comparativas, que se ha prestado para innumerables discusiones durante los últimos años. Esta ley de la economía política, descubierta por D. Ricardo, y reivindicada  por Marx, C. (El Capital, S2; "Discurso sobre el Librecambio", etc.), cuya importancia  - es nada menos que la base del comercio internacional - la ubica al mismo nivel de otras leyes fundamentales, como la ley de la división del trabajo, descubierta por A. Smith.
             Muchas personas, incluidos algunos economistas de oposición, desconocen esta ley, por lo mismo, no pueden comprender como es posible que un país pueda desarrollar su producción, compitiendo con países más adelantados. Esta incomprensión los lleva, a veces, a adoptar posiciones que pueden interpretarse como partidarias del autarquismo económico, las que ciertamente ofrecen un flanco inagotable para que los ideólogos-economistas del régimen enfilen por allí su ofensiva que acusa a los opositores de anacronismo, ineficiencia, etc.
             En palabras de Marx "A, que vende vino y compra trigo, produce acaso más vino del que podría producir trabajando el mismo tiempoel agricultor B, y éste, a su vez, más trigo del que, trabajando el mismo tiempo, podría producir el cosechero de vino A. Por el mismo valor de cambio, A obtendrá, pues, más trigo y B más vino que si ambos hubieran de producir trigo y vino respectivamente para sus necesidades, sin recurrir al intercambio"  (subrayado en el original)(1). 
             La ley de ventajas comparativas tiene un sentido relativo, y establece que a un país le conviene exportar aquellos productos que, en surelación de valor con otros productos al interior del país, aparecen favorecidos en  comparación  con la  relaciónque se da entre los valores de estos mismos productos en el mercado internacional.  Es decir, si la  relación de valor de los productos A y B, es A/B, al interior del país, y dicha  relación de valor es comparativamente mayor que la  relación de los valores de los mismos productos en el mercado internacional, Ai/Bi; en otras palabras si A/B > Ai/Bi; entonces al país le conviene exportar B e importar A,  aún cuando los valores de ambos productos sean mayores al interior del país que en el mercado internacional; es decir, aún que A > Ai y B > Bi.
             Lo anterior no puede llevar a concluir, en modo alguno, que la libertad de comercio sea siempre positiva para un país, aún cuando en general lo es.       En particular, por ejemplo, es sabido que la política del  imperialismo ha sido siempre la de "fomentar la producción de materias primas y acoger "con indiferencia cuando no con hostilidad" el desarrollo de la industria", (2) en los países dependientes. Por este motivo, muchas veces estos países se ven en la obligación de recurrir al proteccionismo como forma de defensa, a pesar del elevado costo económico que ello entraña.
             (1) Marx, C.; "El Capital", L1, S2, C4; Edic. FCE, México, Pg. 112.
             (2) Lenin, V.I.; "Cuadernos Sobre el Imperialismo"; O.C., T39, Pg. 98.
(*)        En rigor, puesto que el precio de los productos, considerado como promedio por encima de las fluctuaciones de oferta y demanda, no coiincide con el valor de los mismos sino en aquellas ramas industriales de composición orgánica media, el valor agregado no corresponde exactamente con el valor creado sino en estas industrias. En las restantes puede ser mayor o menor que el valor creado, siendo el saldo redistribuido entre las diferentes ramas de la economía, desde aquellas que tienen composición orgánica inferior a la media hacia aquellas donde dicha composición orgánica es superior a la media. El concepto de composición orgánica se estudia más adelante.
[98]        Lenin, V.I.. "El Desarrollo del Capitalismo en Rusia". Cap. 7.
[99]        Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec7, Cap23, &5, pg. 549. Edic. FCE, México, 1973.
[100]     Cieplan, "Balance económico-social del régimen militar", Stgo, abril 1988. Citado por Tironi, Eugenio. "Los Silencios de la Revolución". Edit. Pta Abierta, 1988, pgs .65-66.
[101]     Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec7, Cap23, &3, pg. 532. Edic. FCE, México, 1973.
*           La tasa de desempleo sigue en general las alternativas de los ciclos, y la tendencia creciente de la ley general de la acumulación, pero sufre sin embargo alteraciones cualitativas en su movimiento, en algunos momentos. En 1971-73, a raíz del advenimiento del gobierno popular el desempleo baja a su nivel mínimo. Luego en 1974-75 sube violentamente, luego que se consolida la dictadura y su modelo económico. En 1982, a raíz de la última crisis, se produce un nuevo salto cualitativo, aumentando nuevamente el nivel de desempleo.
[102]     F. Dahse, "El Mapa de la extrema riqueza", Edit. Aconcagua, Pg. 15.
[103]     R. Luders, ex-ministro de hacienda de Pinochet, declaraciones a "El Mercurio", 10 de Octubre 1986.
[104]     Tironi, Eugenio. "Los Silencios de la Revolución". Edit. Pta Abierta, 1988, pg .11.
[105]     Tironi, Eugenio. "Los Silencios de la Revolución". Edit. Pta Abierta, 1988, pgs. 10 y 19.
[106]     Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec7, Cap23, &1, pg. 517. Edic. FCE, México, 1973.
[107]     Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec7, Cap23, &4, pg. 546. Edic. FCE, México, 1973.
[108]     Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec7, Cap23, &4, pg. 547. Edic. FCE, México, 1973.
[109]     Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec7, Cap23, &1, pg. 518. Edic. FCE, México, 1973.
[110]     Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec7, Cap23, &1, pg. 521. Edic. FCE, México, 1973.
[111]     Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec7, Cap23, &1, pg. 521. Edic. FCE, México, 1973.
[112]     Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec7, Cap23, &1, pg. 517. Edic. FCE, México, 1973.
[113]     Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec7, Cap23, &2, pg. 525. Edic. FCE, México, 1973.
[114]     F. Dahse, "El Mapa de la extrema riqueza", Edit. Aconcagua, Pg. 201.
[115]     Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec7, Cap23, &2, pg. 527. Edic. FCE, México, 1973.
[116]     Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec7, Cap23, &2, pg. 527. Edic. FCE, México, 1973.
[117]     Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec7, Cap23, &2, pg. 528. Edic. FCE, México, 1973.
(*)        La evolución en la composición orgánica del capital en los últimos años ha estado condicionada asimismo por diversos factores particulares, entre los cuales parece indispensable estudiar el efecto de lo que algunos autores denominan el "cambio en el patrón de acumulación", impuesto a partir de 1973 por los monopolios desde el dominio absoluto sobre un estado terrorista, y que contó entre sus instrumentos principales el incremento de la competencia, a través de una apertura externa, libertad de precios, etc..
             En relación a la composición orgánica del capital, ello pareciera haberse traducido en una recomposición violenta de la composición orgánica del capital en aquellas ramas antes altamente protegidas por aranceles, y en aquellas otras beneficiadas por el cambio de precios relativos, como la minería y la agricultura.
             Las condiciones de dictadura incidieron ciertamente en una disminución relativa del capital variable simplemente por vía de reducción violenta de personal no directamente productivo, y por la vía de disminución de salarios y aumento de la jornada, sin necesariamente recurrir a un cambio en la composición orgánica del capital, lo que requiere un cambio en la composición técnica.
             Parece importante, asimismo, estudiar el impacto de la separación de diversos servicios o procesos y su entrega a contratistas. Ello incide, nuevamente, en la disminución relativa del capital variable, tal como éste fue estimado arriba.
             Los rasgos de capitalismo monopolista que aparecen en la estructura económica, que se expresan en  la exportación de capitales y la acentuación de sus rasgos parasitarios, por parte de la burguesía chilena, entre otras cosas, deberían actuar en el sentido de restar recursos a la inversión productiva, frenando con ello el aumento de la composición orgánica del capital.
             La incidencia del dominio imperialista debería condicionar la evolución de la composición orgánica del capital, por una parte acelerándola en aquellas ramas donde el capital imperialista efectúa explotación directa (minería, cemento, por ejemplo), y frenándola en general, debido a la extracción de recursos vía deuda externa.
[118]     F. Dahse, "El Mapa de la extrema riqueza", Edit. Aconcagua, Pg. 205.
[119]     F. Dahse, "El Mapa de la extrema riqueza", Edit. Aconcagua, Pg. 11-13.
[120]     F. Dahse, "El Mapa de la extrema riqueza", Edit. Aconcagua, Pg. 11-13.
[121]     F. Dahse, "El Mapa de la extrema riqueza", Edit. Aconcagua, Pg. 11-13.
[122]     F. Dahse, "El Mapa de la extrema riqueza", Edit. Aconcagua, Pg. 11-13.
[123]     Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec7, Cap23, &2, pg. 528. Edic. FCE, México, 1973.
[124]     Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec7, Cap23, &2, pg. 528. Edic. FCE, México, 1973.
[125]     Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec7, Cap23, &2, pg. 528. Edic. FCE, México, 1973.
[126]     Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec7, Cap23, &2, pg. 528. Edic. FCE, México, 1973.
[127]     Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec7, Cap23, &2, pg. 528. Edic. FCE, México, 1973.
[128]     Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec7, Cap23, &2, pg. 528. Edic. FCE, México, 1973.
[129]     Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec7, Cap23, &2, pg. 528. Edic. FCE, México, 1973.
[130]     Schumacher, E.F., "Small is Beautiful, Economics as if People Mattered". Perennial Library,1975, pg. 154.
[131]     El fenómeno de la centralización y concentración de capitales, ocurrido en Chile durante los últimos años, está reseñado en innumerables publicaciones de prensa y diversos trabajos, entre los que destacan el trabajo de O. Garretón y J. Cisternas(*), el libro de Fernando Dahse "El Mapa de la Extrema Riqueza", y trabajos de H. Facio(**), entre otros(***). Labor destacada en la investigación de este proceso ha cabido al investigador Patricio Rozas, quien, junto a Gustavo Marín, ha publicado trabajos(****) que se utilizan ampliamente más adelante, en la sección relativa a la penetración imperialista.
             Parece oportuno subrayar el valor del trabajo de Dahse, ya que a pesar de ubicarse su autor en el campo burgués, el rigor científico de su investigación devela con gran precisión los rasgos principales del movimiento de la acumulación y concentración del capital en Chile, en los últimos años.
             (*)                  O. Garretón y J. Cisternas, "Algunas Características del Proceso de Toma de Decisiones en la Gran Empresa : la dinámica de la Concentración", SERCOTEC, 1970.
             (**)                H. Facio, "El Mapa de los Grupos se ha Modificado, Mimeo, Enero 1985.
             (***)              Taller Economía ICAL, "Grupos Económicos en Chile", Mimeo, 1985. "La privatización de las Empresas Públicas". Durán, H. "Análisis de la Privatización de las Empresas Públicas".ARCIS, "El Actual Proceso Privatizador en Chile", etc.
             (****)            Rozas, P y  Marín, G, "1988: El Mapa de la Extrema Riqueza 10 Años Después"; "Estado Autoritario deuda Externa y Grupos Económicos".
[132]     N.Eyzaguirre; "La Deuda Interna Chilena 1975-85", Mimeo, 1986.
[133]     F. Dahse, "El Mapa de la extrema riqueza", Edit. Aconcagua, Pg. 207.
[134]     F. Dahse, "El Mapa de la extrema riqueza", Edit. Aconcagua, Pg.23.
[135]     F. Dahse, "El Mapa de la extrema riqueza", Edit. Aconcagua, Pg.23.
[136]     F. Dahse, "El Mapa de la extrema riqueza", Edit. Aconcagua, Pg.146.
[137]     F. Dahse, "El Mapa de la extrema riqueza", Edit. Aconcagua, Pgs. 150-156-159-165-193.
[138]     F. Dahse, "El Mapa de la extrema riqueza", Edit. Aconcagua, Pg. 199-200.
[139]     Ver capítulo referente a los pagarés de la deuda externa.
[140]     Rozas, Patricio-Marín, Gustavo, "El Mapa de la Extrema Riqueza Diez Años Después"              , CESOC/PRIES-CONO SUR, Pg. 66.
[141]     F. Dahse, "El Mapa de la extrema riqueza", Edit. Aconcagua, Pg. 205.
[142]     Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec7, Cap23, &3, pgs. 532-533. Edic. FCE, México, 1973.
[143]     Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec7, Cap23, &4, pg. 546. Edic. FCE, México, 1973.
[144]     Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec7, Cap23, &3, pg. 535. Edic. FCE, México, 1973.
[145]     Cortázar, R. "Chile, Resultados redistributivos 1973-82", CIEPLAN, Junio 1983, Pg.34.
[146]     Tironi, Eugenio. "Los Silencios de la Revolución". Edit. Pta Abierta, 1988, pg .17.
[147]     Tironi, Eugenio. "Los Silencios de la Revolución". Edit. Pta Abierta, 1988, pg .40.
[148]     Tironi, Eugenio. "Los Silencios de la Revolución". Edit. Pta Abierta, 1988, pg .10.
[149]     Fazio, Cristian. "La Clase Obrera en Chile : Elementos para una discusión". Partido Comunista de Chile, Boletín del Exterior, Nº, p.100.
[150]     Fazio, Cristian. "La Clase Obrera en Chile : Elementos para una discusión". Partido Comunista de Chile, Boletín del Exterior, Nº, p.98.
[151]     Martinez,Javier  y León,Arturo. "Clases y Clasificaciones Sociales" . CED,1987.
[152]     Fazio, Cristian. "La Clase Obrera en Chile : Elementos para una discusión". Partido Comunista de Chile, Boletín del Exterior, Nº, p.98.
[153]     Fazio, Cristian. "La Clase Obrera en Chile : Elementos para una discusión". Partido Comunista de Chile, Boletín del Exterior, Nº, p.99.
[154]     Fazio, Cristian. "La Clase Obrera en Chile : Elementos para una discusión". Partido Comunista de Chile, Boletín del Exterior, Nº, p.99.
[155]     Fazio, Cristian. "La Clase Obrera en Chile : Elementos para una discusión". Partido Comunista de Chile, Boletín del Exterior, Nº, p.98.
[156]     Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec7, Cap23, &3, pg. 536. Edic. FCE, México, 1973.
[157]     Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec7, Cap23, &4, pg. 546. Edic. FCE, México, 1973.
[158]     Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec7, Cap23, &4, pg. 546. Edic. FCE, México, 1973.
[159]     Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec7, Cap23, &4, pg. 547. Edic. FCE, México, 1973.
[160]     Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec7, Cap23, &4, pg. 547. Edic. FCE, México, 1973.
[161]     Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec7, Cap23, &4, pg. 547. Edic. FCE, México, 1973.
[162]     Rosenberg, D.I., "Comentarios a los Tres Tomos de El Capital", La Habana, 1979, pg. 440.
[163]     Rosenberg, D.I., "Comentarios a los Tres Tomos de El Capital", La Habana, 1979, pg. 434.
[164]     Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec2, Cap4, &3, pg. 124. Edic. FCE, México, 1973.
[165]     Rosenberg, D.I., "Comentarios a los Tres Tomos de El Capital", La Habana, 1979, pg. 434.
[166]     Varga, E. "Economía Política del Capitalismo". Edic. Cultura Popular, México, 1977, pg. 121.
[167]     Varga, E. "Economía Política del Capitalismo". Edic. Cultura Popular, México, 1977, pg. 134.
[168]     Marx, C., "El Capital", Lb1, Sec7, Cap23, &4, pg. 547. Edic. FCE, México, 1973.
[169]     Varga, E. "Economía Política del Capitalismo". Edic. Cultura Popular, México, 1977, pgs. 124-131-132.
*           Alvaro Vial y su mentor,  tocayo y correligionario del "Centro Democrático Libre", Alvaro Bardón, desempeñan muy a gusto el "honorable" papel de provocadores a sueldo (…público, naturalmente), que les ha sido asignado por sus jefes, en la división interna del trabajo de los "chicago boys".Este segundo, y principal, provocador-profesional es un economista , bastante vulgar, que usualmente identifica a todos los opositores a la dictadura con el "populismo", que para él es lo mismo que "socialismo", y luego de así "destruirlos", se permite adoptar la pose de "progresista".
[170]     El Mercurio, 11 de enero de 1986.
[171]     El Mercurio, 25 de septiembre de 1986.
[172]     Mariana Schkolnik, "Sobrevivir en la Población José M. Caro y en Lo Hermida ", Pet, Pgs. 41, 44, 115.
*           Es sabido que el IPC fué distorsionado en Octubre de 1973, por los economistas del facismo, que en esta primera actuación oficial escamotearon a los trabajadores chilenos cerca de la mitad de sus remuneraciones reales. Ello implica también que al comparar cualquier precio o salario anterior a 1973 deflactado por el IPC Oficial, con precios o salarios posteriores, los primeros aparecen artificialmente reducidos al 50% de su valor real. De esta manera se trata de ocultar, en las estadísticas oficiales, el deterioro de las remuneraciones en el período facista. Esta distorsión es tan evidente, sin embargo, que aparte de los folletos de propaganda del régimen,  en todos los cálculos económicos se emplea el IPC Corregido por economistas de oposición (+). Este índice corrige también distorsiones del IPC oficial posteriores a 1974, y hasta 1978. Para 1972 y los primeros meses de 1973, este índice corregido considera precios de mercado negro, por lo que es también superior al IPC Oficial de entonces. En este trabajo, sin embargo, se ha utilizado la inflación oficial hasta 1972, y el índice corregido de ahí en adelante. Esto conduce a que las remuneraciones reales estimadas en este trabajo para 1972 son superiores a las estimadas por CIEPLAN. Se ha considerado que esta estimación aproxima mejor la situación vivida por los trabajadores durante aquel año.
             (+) R. Cortázar, J. Marshall, "Indice de Precios al Consumidor", Estudios CIEPLAN Nº 4.
[173]     R. Cortázar, "Chile: Resultados redistributivos 1973-82", Notas Técnicas Nº 57, CIEPLAN, Pg.5.




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