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jueves, 1 de noviembre de 2012

Ex mayor (S) de Ejército, Jaime Puccio "VI A MIS COMPAÑEROS CONVERTIDOS EN BESTIAS"

Año 2 Número 32, Lunes 17 de marzo 2003

(Por Marco Fajardo)De uniforme, el 11 de septiembre salvó en La Moneda a Miria Contreras, conocida como la Payita, y a algunos miembros del Grupo de Amigos del Presidente (GAP). Estuvo un mes preso y en 1974 salió al exilio a Estados Unidos. La impresión que le produjeron los hechos que vivió hace 30 años hace que se niegue hasta hoy a pedir la jubilación que le corresponde.


"Yo siempre discutía con mi hermano, que era absolutamente antimilitarista. Le decía que el Ejército chileno era constitucional, que jamás se iba a meter en la parte política, lo defendía. Cuando vino el golpe, y cuando vi a mis compañeros convertidos en bestias... yo no podía entender".
El ex oficial Jaime Puccio Giesen habla así de las controversias que solía tener con su hermano Osvaldo. Ambos estuvieron durante 25 años en labores casi antagónicas. Jaime fue dentista en el Ejército. Osvaldo se desempeñó por el mismo período como secretario del legislador y luego presidente de la república, el socialista Salvador Allende.
Sus caminos de juntaron en La Moneda en 1970. Jaime llegó a la presidencia en "comisión de servicio" por orden del jefe del Ejército, general Carlos Prats, para atender como dentista no sólo a Allende, sino a casi todos los ministros. Su labor allí fue razón para su arresto luego del golpe. "En la mentalidad militar, si yo le metía los dedos en la boca al presidente, tenía que estar 'contaminado'", señala Puccio hoy.

Sin embargo, el ex mayor Puccio asegura no haber realizado actividad política alguna, "porque fui militar toda mi vida". Obviamente tenía sus preferencias a la hora de votar. "Siempre fui un hombre de izquierda, y eso lo supo el Ejército desde el día uno. Para cada elección me tiraban a la piscina. Hacíamos apuestas y yo siempre perdía".
Puccio entró en la Escuela Militar en 1947. Conoció allí al ex coronel José Ramos, único oficial de su rango que renunció en 1973 por su desacuerdo con el golpe, y al ex teniente coronel Efraín Jaña, quien estuvo dos años preso por oponerse a las brutalidades del régimen. También a Orlando Letelier y Carlos Matus, ambos luego ministros de Allende.
Aunque Puccio no terminó el curso militar, siendo estudiante de Odontología atendía gratuitamente a los conscriptos de los Arsenales de Guerra de Batuco. "Cuando me recibí, no tuve dificultad para ganarme un concurso como oficial de sanidad dental de la Escuela de Infantería. Tenía más antecedentes militares que cualquier otro dentista que se presentara, porque había sido cadete y trabajando ad honorem. Salí de subteniente de sanidad dental".

¿Cuál era la percepción que había al interior del Ejército respecto al gobierno de la Unidad Popular?

"De los militares, por regla general, se decía que eran los 'perros guardianes' de la oligarquía", responde Puccio. "El ejército chileno, a pesar de que entre comillas es apolítico, no escapaba de este fenómeno. Una gran mayoría era de derecha. Los de izquierda éramos contados con la mano", afirma. Según el ex mayor, "en la tropa había más gente de izquierda, pero en esa subcultura militar, a la gente le inculcan el desprecio por los civiles, y entre esos están los políticos, por supuesto. El peor insulto que le dicen a un militar cuando lo castigan es 'eres un paisano'".
"En provincia, por ejemplo, las autoridades más importantes son el cura, el comandante del regimiento, el alcalde y los latifundistas. La aspiración que tenían los oficiales en esa época era casarse con una hija rica. La gente de apellido o de plata usaba al militar, aunque no les gustara para nada que se casaran con sus hijas. Siempre el militar, por toda esta ubicación, fue muy arribista".
Puccio recuerda a pocos oficiales progresistas. "Había un capitán Fernández en la Escuela de Infantería, un tipo muy inteligente. Eran dos hermanos. No eran proclives a la UP, eran progresistas. También un compañero de curso mío, Mario Savini Romo, que estudió Leyes dentro del Ejército. Era oficial de Infantería. Un tipo de mucho esfuerzo, muy estudioso, muy serio. Yo me topé con él una vez en la Alameda, luego de salir de la cárcel. Ahí me contó que lo habían echado, que iba al ministerio de Defensa a ver si lo recontrataban, pero sé que no lo hicieron". Sin embargo, insiste en que "no se puede hablar de izquierda con los oficiales, a lo más era gente con sensibilidad social. Les preocupaba el problema de la gente con menos fortuna, los conscriptos, se notaba una calidez humana diferente al rígido militar normal".

El día del golpe, el uniformado partió temprano a La Moneda. Allí estaban su hermano Osvaldo y el homónimo hijo del mismo, estudiante de Derecho de 17 años, ex embajador de Chile en Austria. Luego de algunas horas allí, Allende le pidió que se fuera. "Me dijo que era el único que podía salir, y que tenía que hacerme cargo no sólo de mi familia, sino también de la de él. Ellos no creían que iban a salir vivos", recuerda.
Gracias a su uniforme, en medio del enfrentamiento, Puccio pudo gestionar que varias ambulancias se llevaran del lugar a Miria Contreras, "La Payita", secretaria de Allende, y a algunos heridos del Grupo de Amigos del Presidente (GAP). Así les salvó la vida. Luego debió irse por orden del general Javier Palacios, quien comandaba el asalto a palacio presidencial. "Le dije que andaba buscando a mi hermano y a mi sobrino. Me dijo: 'muy loable su esfuerzo, pero no tiene nada que hacer aquí'", señala. Padre e hijo fueron detenidos y luego estarían presos en la Escuela Militar y en el campo de concentración de isla Dawson.
"Al día siguiente yo no tenía donde ir, porque no tenía unidad", recuerda Puccio. "Me fui al Instituto Geográfico Militar, desde donde me habían enviado. Me llamaron de Inteligencia Militar y salí de prisionero a la Escuela (Militar). Allí me obligaron a renunciar y me mandaron a mi casa con arresto domiciliario". Quince días después lo llevaron a la Cárcel Pública. El fiscal militar, Joaquín Erlbaum, lo acusó de "alta traición a la patria" y de "pasarle información al enemigo en tiempo de guerra", delitos que se castigaban con fusilamiento. "Ahí tenía dos alternativas: salir libre o fusilado. No hay penas intermedias", afirma.
"Me interrogaba el fiscal Erlbaum. Las preguntas eran tan idiotas... '¿Cuantos wiskies se tomaba el doctor?', '¿Cómo era con las nietos?', puras estupideces. Me hicieron peritajes caligráficos, porque en La Moneda encontraron unas listas y dijeron que yo las había proporcionado. Estuve dos días escribiendo, para atrás, para adelante, con la mano derecha, con la izquierda, mayúsculas, minúsculas".
Estuvo detenido un mes. En 1974 fue sobreseído y partió al exilio a Washington.
Posteriormente, Puccio fue incluido en una lista de mil 583 personas, mayoritariamente militares, que hasta hoy tienen prohibido el acceso a los cuarteles, según la circular 344 del 1 de agosto de 1981 de la Dirección de Personal de Carabineros. "Mantuvieron una posición discordante con la doctrina institucional y con los principios del Gobierno Militar, razón por la cual su concurrencia y permanencia en los recintos policiales (...) debe tenerse como inconveniente para la seguridad de los mismos".
En la lista, Puccio figura junto a otros 29 oficiales de Ejército, 8 oficiales de Armada, 11 oficiales de la Fuerza Aérea y 24 oficiales de Carabineros, entre otros. El ex mayor volvió al país en 1990. Su hermano Osvaldo murió exiliado en Alemania Oriental en 1981.

¿Cómo explica el ensañamiento de los militares luego del golpe?

"Forma parte de la raza humana", dice Puccio. "Si tú le das un palo a un cabro chico, va a agarrar a un perro. Esos instintos bajos los tenemos todos metidos. Súmale a eso la verticalidad del mando, la impunidad que tenían, entonces todas esas malas pasiones afloraron y los tipos disfrutaban pateando, poniendo corriente...".
"Eso a mí realmente me produjo un shock", afirma. "Hasta el día de hoy tengo baches que ni siquiera los puedo achacar a mi edad, porque los tengo hace mucho tiempo. Baches de... borrones... los nombres... se me han borrado los nombres de un montón de gente, sobre todo de la institución".
Para el ex mayor "todo esto generó en mí una situación muy especial de rechazo. No he querido saber nunca más de ellos. Es tanto que yo tengo derecho a jubilación, porque estuve 25 años en el Ejército... ni siquiera he ido al ministerio a ver qué plata me correspondería, y no porque ande nadando en plata. Lo que tengo es por ahorros que me traje de Estados Unidos... con eso me las barajo para comer".



http://www.elperiodista.cl/newtenberg/1351/article-31051.html

La Prensa en los dias del golpe

Año 2 N.29, febrero 3, 2003

(Por Equipo El Periodista)A tres décadas del Golpe de Estado de 1973, los recuerdos de lo que fue el complot para desprestigiar al recién elegido gobierno de Salvador Allende , son muchos. Destacados nombres del periodismo nacional de esos y estos días, pululan en el mejor testimonio que dejara la periodista de El Mercurio, Silvia Pinto , quién a modo de gratitud, describe como actuaron aquellos "profesionales de la verdad" que aterrados frente "al cáncer marxista" utilizaron sus tribunas para derrocar a un Presidente.




Contar una historia para aquellos que la necesitan, ha sido siempre una de las motivaciones de escritores de todos los tiempos y latitudes. Los libros guardan en sí, la capacidad de signar acontecimientos específicos, sobre tiempos determinados. Silvia Pinto no escapó a esta necesidad, y así, con la única finalidad de retratar lo que en sus palabras describe como "la heroica lucha de la prensa libre en contra del totalitarismo allendista", redactó en 264 páginas el real accionar de periodistas y políticos de ese entonces, en contra del recién elegido Salvador Allende.
Bajo el título "la resistencia civil", Pinto señala como María Eugenia Oyarzún, actualmente directora de la Escuela de Periodismo de UNIACC, respondió a una misiva del en ese entonces Comandante en Jefe del Ejercito, Carlos Prats, en la cual éste le aclara cuales fueron los verdaderos motivos del llamado a retiro del General Alfredo Canales, quien según la prensa de esos días había "sido víctima de una intriga o injusticia que buscaba desencadenar conflictos en la institución". Desde diversas tribunas, "la flaca Oyarzún", como era conocida en el medio, no sólo aplacó duramente las palabras de Prats, sino que se encargó de desprestigiar la imagen de Alberto Bachelet, padre de la actual ministra de defensa, desde su espacio en el programa radial "las mujeres también improvisan", dónde compartía locutorio con Raquel Correa, Patricia Guzmán, Silvia Pinto, entre otras.

Las historias del Gobierno de Salvador Allende son abundantes. Mucho más, desde que la democracia llegó a nuestro país anunciando el arribo de la alegría, así nos pudimos enterar de como se llevó a cabo la campaña de desprestigio que la oposición de ese entonces tenía planeada en contra del gobierno del doctor Allende; los conspiradores reclutaron a gran cantidad de periodistas -especialmente mujeres- opositores al gobierno, para quebrar la imagen de los miembros de las Fuerzas Armadas. Entre éstas destacaron María Eugenia Oyarzún, Patricia Guzmán, la propia Silvia Pinto, Carmen Puelma y Raquel Correa, aunque esto no excluye a hombres como Hermógenes Pérez de Arce, Claudio Sánchez, Julio López Blanco o el sacerdote Raúl Hasbún.
De hecho, gracias a su eficiente participación conspiradora, María Eugenia Oyarzún fue premiada con una embajada ante la OEA, durante la dictadura. La eterna amiga del general Pinochet, pudo saborear las mieles del complot desde la alcaldía de Santiago, y aunque no le parezca bien ser citada en libros relacionados con la dictadura, su nombre transita por los recuerdos de aquellos que vivieron desde cerca el ardid que tramaban estos profesionales que se autodenominaban "periodistas libres".
Lo que se escondía al final del arcoiris
Cuando Silvia Pinto escribió su único libro "Los días del arcoiris", quizás nunca imaginó que este sería un perfecto registro de quienes doblegaron los principios de la profesión informativa, para ponerlos al servicio de un grupo reticente a las ideas de cambio que se gestaban en nuestro país a principios de los setenta. Pinto, quién en esos días se desempeñaba como reportera de El Mercurio, pretendía estampar la ardua acción que llevaron a cabo estos "esforzados hombres y mujeres" que veían en Allende una "amenaza a todos los valores democráticos de Chile".
En esa intención, Pinto describe a Oyarzún como "amiga de los políticos de las tendencias más encontradas, porque su carácter y su sonrisa le abrían todas las puertas... Incapaz de pelear con nadie, sufre y se martiriza si no se siente querida".
Dos años después de la publicación de estas líneas, Chile ya se encontraba bajo la bota militar. Y la "Flaca Oyarzún" ejerciendo la importante responsabilidad que el general golpista le había confiado.
Según documentos desclasificados de la CIA, María Eugenia Oyarzún participó en importantes reuniones con personajes tan "ilustres", como el entonces coronel Marcelo Moren, encargado de Villa Grimaldi y actualmente procesado por el caso Prats, o el entonces delegado de Chile ente la ONU y actual senador (RN) Sergio Diez. En estos encuentros, se trataron temas tan decidores como la planificación de la Junta de Organizaciones Terroristas y Anticomunistas, los asesinatos del ex-canciller Orlando Letelier, del general Carlos Prats, del dirigente mirista Andrés Pascal Allende, el atentado en contra de Bernardo Leighton y otros blancos potenciales como Carlos Altamirano, Rodomiro Tomic, Eduardo Frei Montalva, y el ex Primer Ministro de Suecia, Olaf Palme.
La pregunta entonces es: ¿Seguirá la "Flaca" utilizando sus tribunas para diseminar lo que para ella es la verdad?
Pero no sólo eso se puede sacar en conclusión del texto de Pinto. Las literarias y acabadas descripciones que hace de esos días, y principalmente del desaparecido presidente Allende, que es caracterizado como un hombre "agresivo, punzante, aficionado a los golpes de efecto, desafiante, insolente, de piernas cortas y de extraño carácter", nos empuja a creer que Pinto intentaba predecir como sería el futuro de Chile bajo su mandato y relacionarlo con la realidad de Cuba. Lo cierto es que al gobierno de Allende no le dieron tiempo ni para pronósticos.
Lo único que pudimos descifrar con verdad ciega, es lo que se escondía al final del arcoiris, y que los mismos de ayer siguen siendo los mismos de hoy, y ocupando tribunas muchos más influyentes, como lo puede ser una universidad que trabaja bajo el slogan de "profesionales que buscando la verdad van tras los valores de justicia, libertad y comunicación". Ojalá "la Flaca Oyarzún" y secuaces hayan entendido lo peligroso de creer que existe una sola verdad, sobretodo después de la cantidad de caídos que esa verdad dejó.




http://www.elperiodista.cl/newtenberg/1376/article-31996.html

LOS ÚLTIMOS DISCURSOS QUE ALLENDE NUNCA PRONUNCIÓ

Año 2, N.43, Domingo 31 de agosto de 2003

(Por Camilo Taufic)Me han dicho... Don Chicho, que has dicho un dicho, un dicho que has dicho tú. Ese dicho no lo has dicho, que si tú lo hubieras dicho estaría muy bien dicho, por haberlo dicho tú. ...Pero tal vez lo dijiste, ¿no?


No es una falta de respeto, pero las últimas palabras de Salvador Allende desde La Moneda, el 11 de septiembre de 1973, poco antes de morir, han ido creciendo en estos años tanto en los significados que se le atribuyen como en su cantidad. Ya se habla hasta de seis intervenciones en total del Presidente, antes de que las escasas radios de la Unidad Popular que las transmitieron fueran silenciadas por las fuerzas golpistas. Y las versiones al respecto se contradicen entre sí.
El mito y la realidad se confunden aquí como tantas veces en la historia.
La verdad es que Allende habló sólo en tres ocasiones, antes de su mensaje final, al que le faltaba una introducción condenatoria de los políticos de oposición que precipitaron el quiebre institucional, y que rescató indirectamente el último canciller de la Unidad Popular, Clodomiro Almeyda, como se verá más adelante.
PRIMER DISCURSO - 7:55 AM Radio Corporación
"Habla el Presidente de la República desde el Palacio de La Moneda. Informaciones confirmadas señalan que un sector de la marinería habría aislado Valparaíso y que la ciudad estaría ocupada, lo que significa un levantamiento contra el Gobierno, del Gobierno legítimamente constituido, del Gobierno que está amparado por la ley y la voluntad del ciudadano.
En estas circunstancias, llamo a todos los trabajadores. Que ocupen sus puestos de trabajo, que concurran a sus fábricas, que mantengan la calma y serenidad. Hasta este momento en Santiago no se ha producido ningún movimiento extraordinario de tropas y, según me ha informado el jefe de la Guarnición, Santiago estaría acuartelado y normal.
En todo caso yo estoy aquí, en el Palacio de Gobierno, y me quedaré aquí defendiendo al Gobierno que represento por voluntad del pueblo.
Lo que deseo, esencialmente, es que los trabajadores estén atentos, vigilantes y que eviten provocaciones. Como primera etapa tenemos que ver la respuesta, que espero sea positiva, de los soldados de la Patria, que han jurado defender el régimen establecido que es la expresión de la voluntad ciudadana, y que cumplirán con la doctrina que prestigió a Chile y le prestigia el profesionalismo de las Fuerzas Armadas. En estas circunstancias, tengo la certeza de que los soldados sabrán cumplir con su obligación. De todas maneras, el pueblo y los trabajadores, fundamentalmente, deben estar movilizados activamente, pero en sus sitios de trabajo, escuchando el llamado que pueda hacerle y las instrucciones que les dé el compañero Presidente de la República".
SEGUNDO DISCURSO - 8:15 AM
"Trabajadores de Chile: Les habla el Presidente de la República. Las noticias que tenemos hasta estos instantes nos revelan la existencia de una insurrección de la Marina en la provincia de Valparaíso. He ordenado que las tropas del Ejército se dirijan a Valparaíso para sofocar este intento golpista. Deben esperar las instrucciones que emanan de la Presidencia. Tengan la seguridad de que el Presidente permanecerá en el Palacio de La Moneda defendiendo el Gobierno de los Trabajadores. Tengan la certeza que haré respetar la voluntad del pueblo que me entregara el mando de la nación hasta el 4 de Noviembre de 1976.
Deben permanecer atentos en sus sitios de trabajo a la espera de mis informaciones. Las fuerzas leales, respetando el juramento hecho a las autoridades, junto a los trabajadores organizados, aplastarán el golpe fascista que amenaza a la Patria".
TERCER DISCURSO - 8:45 AM
(Posiblemente falso, reconstruido con frases entresacadas del casete `El diálogo de América', 1971, entre Salvador Allende y Fidel Castro, cara a cara, en Santiago, entrevistados por el periodista Augusto Olivares. Se han puesto entre comillas españolas (<< >>) las frases del Presidente que claramente no corresponden a las dichas en La Moneda el 11-S-73. El presidente Allende, había dicho en público prácticamente lo mismo, el 3 de diciembre de 1971, al hablar en la despedida a Fidel Castro, en un acto masivo en el Estadio Nacional).
"Compañeros que me escuchan: La situación es crítica, hacemos frente a un golpe de
Estado en que participan la mayoría de las Fuerzas Armadas. En esta hora aciaga quiero recordarles <<algunas de mis palabras dichas el año 1971, se las digo con calma, con absoluta tranquilidad, yo no tengo pasta de apóstol ni de mesías. No tengo condiciones de mártir, soy un luchador social que cumple una tarea que el pueblo me ha dado. Pero que lo entiendan aquellos que quieren retrotraer la historia y desconocer la voluntad mayoritaria de Chile; sin tener carne de mártir, no daré un paso atrás. Que lo sepan, que lo oigan, que se lo graben profundamente: dejaré La Moneda cuando cumpla el mandato que el pueblo me diera, defenderé esta revolución chilena y defenderé el Gobierno, porque es el mandato que el pueblo me ha entregado. No tengo otra alternativa. Sólo acribillándome a balazos podrán impedir mi voluntad que es hacer cumplir el programa del pueblo>>. Si me asesinan, el pueblo seguirá su ruta, seguirá el camino, con la diferencia quizás que las cosas serán mucho más duras, mucho más violentas, porque será una lección objetiva muy clara para las masas de que esta gente no se detiene ante nada.
Yo tenía contemplada esta posibilidad, no la ofrezco ni la facilito. El proceso social no va a desaparecer porque desaparece un dirigente. Podrá demorarse, podrá prolongarse, pero a la postre no podrá detenerse.
Compañeros, permanezcan atentos a las informaciones en sus sitios de trabajo, que el compañero Presidente no abandonará a su pueblo ni su sitio de trabajo. Permaneceré aquí en La Moneda inclusive a costa de mi propia vida".
CUARTO DISCURSO - 9:03 AM Radio Magallanes
(O tal vez, el tercero... uniéndolo a las partes auténticas del discurso anterior... El periodista Guillermo Ravest, director de Radio Magallanes, hoy residente en México, y que recibió directamente la comunicación de Allende para su última alocución, ha recordado recientemente -en revista Rocinante- que "Allende habló tres veces, por una u otra emisora, antes de dirigirse por última vez al país").
"...En estos momentos pasan los aviones. Es posible que nos acribillen. Pero que sepan que aquí estamos, por lo menos con nuestro ejemplo, que en este país hay hombres que saben cumplir con la obligación que tienen. Yo lo haré por mandato del pueblo y por mandato consciente de un Presidente que tiene la dignidad del cargo entregado por su pueblo en elecciones libres y democráticas. En nombre de los más sagrados intereses del pueblo, en nombre de la Patria, los llamo a ustedes para decirles que tengan fe. La historia no se detiene ni con la represión ni con el crimen. Esta es una etapa que será superada. Este es un momento duro y difícil: es posible que nos aplasten. Pero el mañana será del pueblo, será de los trabajadores. La humanidad avanza para la conquista de una vida mejor..."
ULTIMO DISCURSO. EL TESTAMENTO POLITICO DE ALLENDE. LA VERSION DE ALMEYDA.
Quien fuera el último ministro de RREE del gobierno de la Unidad Popular, el socialista Clodomiro Almeyda, ya fallecido, reprodujo en sus memorias ("Reencuentro con mi Vida", 1987, Pág. 241) una versión que no coincide en muchísimos puntos con lo que se puede oír hasta hoy en la grabación de las palabras finales de Salvador Allende, a partir del momento en que él dice: "Esta será seguramente la última oportunidad en que me pueda dirigir a ustedes..."
El texto de Almeyda reconstruye una dura referencia previa de Allende a los partidos políticos opositores, con eventuales alusiones a los democratacristianos, además, y no condena exclusivamente a los militares golpistas. He ahí su novedad, pese a la corrección formal a la que fue sometido. Curiosamente, esta parte del último discurso de Allende se ha difundido más por las citas al texto de Almeyda que por su libro mismo, que tuvo escasa circulación. Ver, entre otros, "Los mil días de Allende" Tomo 2, de Miguel González Pino y Arturo Fontaine Talavera, Centro de Estudios Públicos, 1997, Pág. 1293.
Lo que Almeyda no dice, ni saben sus reproductores, es que las frases rescatadas de Allende contra los "falsos demócratas...que han colocado a Chile en el despeñadero", proviene de fuente cubana, concretamente del libro "Salvador Allende, Discursos" (Editorial de las Ciencias Sociales, La Habana, 1975), que Almeyda ni siquiera menciona, dando por sentada su autenticidad.
Dice el ex canciller socialista:
"Después vino el histórico mensaje-despedida del Presidente Allende que no creo sea redundancia reproducir aquí: <<Pagaré con mi vida la defensa de principios que son caros a esta Patria. Caerá un baldón sobre aquellos que han vulnerado sus compromisos, faltando a su palabra, rompiendo la doctrina de las Fuerzas Armadas.
El pueblo debe estar alerta y vigilante. No debe dejarse provocar ni dejarse masacrar, pero también debe defender sus conquistas. Debe defender el derecho a construir con su esfuerzo una vida digna y mejor.
Una palabra para aquellos que, llamándose demócratas, han estado instigando esta sublevación; para aquellos que, diciéndose representantes del pueblo, han estado turbia y torpemente actuando para hacer posible este paso que coloca a Chile en el despeñadero.
En nombre de los más sagrados intereses del pueblo, en nombre de la Patria, los llamo a ustedes para decirles que tengan fe.
La historia no se detiene ni con la represión ni con el crimen. Esta es una etapa que será superada, este es un momento duro y difícil.
Es posible que nos aplasten, pero el mañana será del pueblo, será de los trabajadores. La humanidad avanza para la conquista de una vida mejor.
Compatriotas: es posible que silencien las radios, y me despido de ustedes. En estos momentos pasan los aviones. Es posible que nos acribillen. Pero que sepan que aquí estamos, por lo menos dando este ejemplo, para señalar que en este país hay hombres que saben cumplir con las obligaciones que tienen. Yo lo haré por mandato del pueblo y por la voluntad consciente de un Presidente que tiene la dignidad del cargo...>>
Y luego sigue el texto del que tenemos grabación completa en Chile, que se reproduce aquí corregido exhaustivamente por el autor de esta nota -Camilo Taufic- para su libro "Chile en la Hoguera 1973 / Instantánea del Golpe Militar", editado por CESOC.
"Esta será seguramente la última oportunidad en que me pueda dirigir a ustedes. La Fuerza Aérea ha bombardeado las torres de radio Portales y radio Corporación. Mis palabras no tienen amargura, sino decepción, y serán ellas el castigo moral para los que han traicionado el juramento que hicieron como soldados de Chile, comandantes en jefe titulares... El almirante Merino, que se ha autodesignado comandante de la Armada... Más el señor Mendoza, general rastrero que sólo ayer manifestara su fidelidad y lealtad al gobierno, también se ha denominado director general de Carabineros...
Ante estos hechos, sólo me cabe decirles a los trabajadores: ¡Yo no voy a renunciar! Colocado en un tránsito histórico pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que entregáramos a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente.
Tienen la fuerza; podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos.
Trabajadores de mi patria: quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron en un hombre que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeñó su palabra de que respetaría la Constitución y la Ley, y así lo hizo. En este momento definitivo, el último tal vez en que yo pueda dirigirme a ustedes, quiero que aprovechen la lección: el capital foráneo, el imperialismo, unido a la reacción, creó el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición, la que les señalara el general Schneider y que reafirmara el comandante Araya, víctimas del mismo sector social que hoy estará en sus casas, esperando reconquistar el poder por mano ajena, para seguir defendiendo sus granjerías y sus privilegios.
Me dirijo sobre todo a la modesta mujer de nuestra tierra, a la campesina que creyó en nosotros, a la obrera que trabajó más, a la madre que supo de nuestra preocupación por los niños. Me dirijo a los profesionales de la Patria, a los profesionales patriotas, a los que desde hace días estuvieron trabajando contra la sedición auspiciada por los colegios profesionales, colegios de clase para defender también las ventajas que una sociedad capitalista les da a unos pocos.
Me dirijo a la juventud, a aquellos que cantaron, que entregaron su alegría y su espíritu de lucha. Me dirijo al hombre de Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, a aquellos que serán perseguidos. Porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas presente, en los atentados terroristas, volando los puentes, cortando la línea férrea, destruyendo los oleoductos y los gasoductos, frente al silencio de los que tenían la obligación de custodiar los bienes del Estado... La historia los juzgará.
Seguramente radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz no llegará a ustedes. No importa; me seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos, mi recuerdo será el de un hombre digno, que fue leal a la lealtad del pueblo. El pueblo debe defenderse pero no sacrificarse; el pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede entregarse.
Trabajadores de mi patria: tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que mucho más temprano que tarde, de nuevo abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.
¡Viva Chile!
¡Viva el pueblo!
¡Vivan los trabajadores!
Estas son mis últimas palabras. Tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano; tengo la certeza de que, por lo menos, habrá una lección moral, que castigará la felonía, la cobardía y la traición".


http://www.elperiodista.cl/newtenberg/1449/article-37612.html

En vísperas del 11.... LA NAVIDAD DE ALLENDE

Año 2, N.43, Domingo 31 de agosto de 2003
(Por Andre Jouffe)


El 11 de septiembre de 1972, Salvador Allende y los periodistas de La Copucha de La Moneda, ofrecieron un vino de honor en homenaje a su colega Tatiana Vega, que cubría esta área para el diario El Siglo.
Gran contraste con lo que fue la boda religiosa, nada menos que oficiada por el cura pro Patria Libertad, Caradima, de la Iglesia colorada de El Bosque. El tema era mantener felices a los viejos que anhelaban novia de blanco y su pareja de rigurosa formalidad.
La periodista luego del matrimonio partía pocos días más tarde con su media naranja a Alemania donde el flamante novio cursaría una beca en el Instituto Internacional para el periodismo de Berlín.

Para el Presidente, éste periodista quedó marcado como viajero. Y en algunas oportunidades, a mi regreso, el amigo Secretario General de Gobierno, Jaime Suarez Bastidas, me hacía subir donde el "chicho" para que lo entretuviera con noticias de Europa, de las que remitía por correo o teléfono mi madre.
Obviamente que no me negaba a los buenos whiskies que me ofrecía el Jefe de Estado y, en más de una ocasión, mi mujer de entonces me reprochaba llegar pasado a trago cuando iba a La Moneda.
No le consolaba el saber que había estado en compañía del Presidente de la República, más la molestaba que esa noche iba a ser de apnea y ronquido.
Aunque doña Tencha quiera olvidarlo, pocos meses antes, en diciembre de 1971, le propuse una Navidad cristiana a Salvador Allende, proyecto que se concretó gracias a la gestión personal de Carlos Jorquera.
Allende se defendió un poco aludiendo la campaña que existía contra la tala indiscriminada de pinos.
Lo concreto es que el Premio Nacional de Periodismo, Enrique Lindorfo Aracena Pérez, perpetuó esta velada. La Tencha nos obsequió con una botella de vino, sin envolver a cada uno.
El Presidente estuvo a la altura de las circunstancias, jovial, simpático y optimista. En esos meses el desabastecimiento aún no ingresaba al mercado nacional. El living de Tomás Moro estaba adornado con motivos navideños y, ahí estaba el famoso pino.
Después del 11, mi padre escondió esta foto en medio del pánico de muchos de nosotros que lo quemábamos todo. Ustedes no se imaginan lo que fue picar en pedacitos el carnet del PC de mi ex.
El autor de mis días -lamento decirlo- estaba bastante contento con el fin de la UP, aunque pienso que sus negocios nunca anduvieron mejor que entonces. Hasta regaló el anillo de su único matrimonio a la Junta, para lo que fue el gran robo nacional. Pero por lo menos, puso a buen recaudo la foto que ilustra esta columna, pues momio y todo, el viejo sentía respeto por la autoridad que, hasta el día de su asesinato, fue don Salvador Allende Gossens.


http://www.elperiodista.cl/newtenberg/1449/article-37611.html

CIA en Chile LA MANO NEGRA

Año 2, N.40. Domingo 20 de Julio de 2003

(Por Susana Rojas)Treinta años lleva esta agencia intentando ocultar lo que no se puede. Desde 1975 existe información contundente sobre el rol que jugó en el derrocamiento de Allende y en el financiamiento y planificación del golpe de Estado más logrado de América Latina. Hoy, a tres décadas del hecho, El Periodista devela la verdadera acción de la Agencia de Inteligencia norteamericana en esos sucesos.


De todas las acciones secretas de las que fue objeto el gobierno de Salvador Allende, y que por años se han tratado de ocultar, la menos lograda, sin duda, fue la participación de la CIA en los hechos que rodearon el derrocamiento del primer presidente socialista del país. Como un secreto a voces, todo Chile tenía claro que el dinero para financiar los interminables paros, y el bloqueo por parte de algunas importantes multinacionales, provenía directamente desde Estados Unidos, y más precisamente de su oficina de inteligencia. De hecho el arresto de Pinochet en Londres en 1998, permitió la desclasificación de más de 5 mil documentos relacionados con la acción de esta agencia en nuestro país, los que estuvieron vedados a la opinión pública por más de 25 años. Sin embargo, los estadounidenses aún no revelan exhaustivamente toda la información que ha mantenido bajo siete llaves durante tres décadas.
Pero comencemos por el principio. Cuando Allende perdió por sólo tres puntos las elecciones presidenciales en 1958, Estados Unidos decidió que el resultado de los próximos comicios, a realizarse en 1964, no podía dejarse en manos del azar, y mucho menos de la democracia. Fue así, como a comienzos de la administración Kennedy, en 1961, se creó un comité electoral, compuesto por altos oficiales del Departamento de Estado norteamericano, la CIA y la Casa Blanca, y paralelamente en Santiago, se creó otro, con miembros de la embajada de Estados Unidos y de la CIA en Chile. Asimismo, en 1962, la agencia comenzó a prestar apoyo a un grupo de acción cívica que desarrolló diversas actividades de propaganda, incluyendo la distribución de afiches y panfletos.

En diciembre de 1963, el Grupo 5412 acordó una ayuda económica en un único pago al Frente Democrático, coalición de tres partidos que agrupaba de moderados hasta conservadores. El objetivo: establecer relaciones operativas con los más importantes partidos políticos para lograr influir sobre amplios sectores de la población. El método: iniciar proyectos "para capacitar y organizar a grupos ‘anti-comunistas’ entre los campesinos, las poblaciones, los sindicatos, estudiantes, medios de comunicación, etc.".
El elegido: el candidato democratacristiano, Eduardo Frei Montalva. La CIA pagó más de la mitad de los costos de la campaña del decé; algo así como 20 millones de dólares; cantidad que representaba más dinero por votante que la utilizada en las campañas conjuntas de Johnson y Goldwater, realizadas el mismo año en los Estados Unidos. El resultado de la operación fue todo un éxito. Frei Montalva ganó con un 56 por ciento de los votos contra un 39 por ciento obtenido por Allende. Primera misión: cumplida.
EL TRABAJO SUCIO
Según consta en un informe redactado por la CIA al Senado norteamericano, la operación en Chile "fue la más exitosa campaña anticomunista que jamás se haya emprendido". La táctica utilizada fue dirigirse a la población femenina. De hecho, Allende ganó 67 mil votos masculinos más que Frei, mientras que entre la población femenina el decé ganó por 469 mil.
¿Pero cuál era el verdadero peligro que representaba Salvador Allende para provocar tanto movimiento? Por todos es sabido que el programa de la Unidad Popular, coalición que encabezaba el socialista, pretendía una reestructuración profunda en la economía nacional; ésta incluía desde la nacionalización del mayor recurso natural del país, el cobre, hasta la expropiación de tierras para concluir el proyecto de reforma agraria, iniciado por Frei. La administración norteamericana supo que con un hombre comprometido con esos objetivos, sólo podía esperar que dirigiera al país por un sendero independiente de las prioridades de la política exterior de los Estados Unidos. Decisión que por supuesto, no dejó indiferente al gobierno norteamericano. Por eso, cuando el 4 de septiembre de 1970, Allende ganó las elecciones, y el Congreso chileno se reunió para elegir entre el líder de la UP y Jorge Alessandri, por la poca diferencia de votos entre ambos candidatos, una alarma de pánico se encendió en el país del norte; Estados Unidos tenía siete semanas para impedir que Allende llegara a ejercer como presidente.

Richard Nixon, presidente de EEUU
Según se lee en el texto, "Killing Hope U.S. Military and CIA Interventions Since World War II", escrito por William Blum y editado por Common Courage en 1995, "el 15 de septiembre, el Presidente Richard Nixon se reunió con Henry Kissinger, su secretario de Estado, el director de la CIA, Richard Helms, y el Procurador General, John Mitchell. Los apuntes que Helms tomó durante la reunión decían: "Tal vez aún exista una posibilidad de un 10 por ciento, pero hay que salvar a Chile... no me interesan los riesgos que esto implica... hay 10 millones de dólares disponibles, más si fuese necesario... hay que desestabilizar la economía del país".
Desde ese momento, se autorizó la utilización de fondos para sobornar a los legisladores chilenos de modo que éstos votaran por Alessandri, pero pronto esta idea fue abandonada. Luego, y bajo fuerte presión por parte de Nixon, los esfuerzos norteamericanos se centraron en inducir a los militares chilenos para que llevaran a cabo un golpe de Estado, después del cual suspenderían el voto del Congreso. A la vez, Nixon y Kissinger expresaron claramente a la Casa Blanca, que no rechazaban del todo la opción de asesinar a Allende.
Según la investigación periodística titulada "Los Estados Unidos en Chile", realizada por el periodista Alejandro Reuss, la CIA deliberó con varios oficiales de las Fuerzas Armadas chilenas que acogían la idea de un golpe. A aquellos interesados, se les garantizó que EEUU le entregaría todo el apoyo posible sin intervenir militarmente. Sin embargo, el principal obstáculo que estos militares golpistas enfrentaban era la fuerte oposición del comandante en Jefe del Ejército, el General René Schneider, quien insistía en respetar el proceso constitucional. Pero este obstáculo no duraría mucho tiempo.
Tal y como costa en los documentos desclasificados por la mismísima CIA, "en la mañana del 22 de octubre de 1970, esta agencia entregó ametralladoras y arsenal ‘esterilizado’ a algunos de los conspiradores". Ese mismo día, Schneider murió de las heridas provocadas durante un "intento" de secuestro mientras se dirigía a su trabajo.

Richard Helms, director de la CIA
La CIA en Santiago comunicó a su casa central, que al General lo habían asesinado con las armas que la agencia les había entregado a los oficiales golpistas, pero sin embargo, también declaró al Senado norteamericano, que los asesinos de Schneider no fueron los mismos hombres a los que se les había entregado las armas. Pero el atentado sólo fortaleció el respeto por la constitución dentro de las Fuerzas Armadas. Dos días después, la presidencia de Salvador Allende era confirmada por el Congreso chileno y, el 3 de noviembre de 1970, el primer presidente socialista asumía el poder del país.
CHILE: EL MEJOR EXPERIMENTO
Si pensamos por un momento en el Chile de los años 70, con seguridad podríamos afirmar que las condiciones estaban dadas para que se diera un conflicto entre dos experimentos totalmente diferentes. El primero, el proyecto socialista de Allende, con sus objetivos de sacar al país del subdesarrollo y dependencia de las potencias, y terminar con la brecha entre ricos y pobres. El otro era, como lo describió posteriormente el Director de la CIA, William Colby, "un prototipo o experimento de laboratorio para probar las técnicas de gran inversión económica destinada a desprestigiar y derrocar a un gobierno". Chile fue la primera intervención multifacética emprendida por los Estados Unidos.
Como hemos recogido en distintos reportajes de esta serie, la desestabilización emprendida por la agencia de inteligencia, abarcó diversos frentes, los que iban desde saturar los medios de comunicación con información alarmante, provocando pánico en la población, hasta el financiamiento total de prolongadas paralizaciones para acrecentar el clima de conmoción. Pero no sólo asistencia económica prestó la CIA a los golpistas nacionales. Según se lee en el texto de William Blum, más de 100 miembros de los gremios profesionales y de patrones eran ex alumnos de la "Pequeña Escuela Anti-Rojos", dirigida por el American Institute for Free Labor Development de Front Royal. Este organismo, la principal organización laboral latinoamericana de la CIA, también ayudó a formar un nuevo gremio profesional en Chile en mayo de 1971. Los maestros de esta organización tenían más de 10 años de experiencia en el arte de fomentar disturbios económicos en distintos países de Latinoamérica. Y los golpistas chilenos, fueron excelentes alumnos.
Pero las pruebas más concluyentes sobre la acción de esta agencia secreta en el gobierno de Allende, se encuentran en los mismos documentos que desclasificó en el 2000, donde se lee en un memorando, fechado el 16 de septiembre de 1970, el primer esbozo del complot, que se bautiza como "Proyecto Fubelt". Se establece un grupo de tareas bajo la supervisión del segundo del director de Planes de la agencia, Thomas Karamessines. El documento subraya que la CIA debe preparar en 48 horas un plan de acción para el entonces consejero de Seguridad Nacional, Henry Kissinger: "El presidente Nixon ha decidido que un gobierno de Allende en Chile no es aceptable para EEUU. El presidente pidió a la agencia evitar que llegue al poder o destronarlo. El presidente autorizó 10 millones de dólares para este fin; el director (Helms) dijo que Kissinger le había pedido reunirse con él, el 18 de septiembre, para que la agencia le diera datos de cómo esta misión puede ser cumplida".
Y así, en cientos de páginas censuradas queda al descubierto la abierta y directa participación de esta agencia. Los planes de contingencia que el gobierno de Allende intentaba poner en marcha, eran conocidos por la CIA a través de agentes infiltrados en diferentes partidos que constituían la coalición de la Unidad Popular. De hecho, Blum asegura en su investigación, que a los agentes de la CIA instalados en la jefatura del Partido Socialista se les pagaba para "cometer errores en sus puestos de trabajo". En Washington, mientras, el robo era la táctica utilizada por la CIA para obtener documentos, los que fueron sacados de los hogares de varios funcionarios de la embajada chilena.

MENTIRAS VERDADERAS

Henry Kissinger, secretario de Estado
Frente a un hecho objetivo, poco es lo que se puede hacer. Sin embargo, el gobierno de los Estados Unidos, que manejan a la perfección el arte de las relaciones exteriores, logró transformar un hecho cierto e irrefutable, como lo fue la intervención de la CIA en el gobierno de Allende, en un hecho pluridimensional, capaz de ser explicado y entendido, según ellos, desde distintos prismas. Así, entonces, aunque admite haber conspirado para realizar un golpe contra el gobierno constitucional de Chile, niega haber tenido algo que ver con el golpe real que terminó con la destrucción de la democracia chilena. Kissinger, por su parte, asegura no tener responsabilidad directa en los hechos, aun cuando los cables de la CIA insinúan que la primera operación desestabilizadora fue monitoreada por él. A pesar de ésta y muchas otras contradicciones, se presume que la CIA aún oculta importante información sobre la participación del gobierno estadounidense en hechos como la desaparición de Charles Horman y el asesinato en Washington del ex Embajador Orlando Letelier y su colaboradora estadounidense Ronni Moffitt. Y aunque la agencia asegura estar dispuesta a colaborar en todo lo necesario para esclarecer su responsabilidad, hay ciertas cosas que es mejor callar.



http://www.elperiodista.cl/newtenberg/1408/article-33652.html

Lucía Pinochet Hiriart "MI FAMILIA ESTÁ DIVIDIDA"

Año 2, N.39, Domingo 6 de julio de 2003

(Por David Valenzuela)La hija mayor de Augusto Pinochet, nostálgica, sigue tan anticomunista como antes. Reconoce que el octogenario general pasa por momentos muy delicados de salud y que "está en otra". Admite, al mismo tiempo, que es efectivo que padece de demencia senil y que su cerebro tiene lagunas. Cuenta, además, que muchos políticos se hacen los desentendidos en público pero en privado van a verlo y se sacan fotos con él. Longueira, el general Cheyre, el alcalde de Providencia, Cristián Labbé, y el senador designado Jorge Martínez Bush son sus más asiduos visitantes. Cuenta que, luego de lo ocurrido en Londres, la familia Pinochet tuvo una crisis y se dividió.


Por estos días, dice Lucía, Pinochet está leyendo vida de santos y libros sobre arqueología. De política poco y nada habla, hoy se dedica a la vida en familiar. Su hija, reconoce que después de la detención en Londres, la familia Pinochet no es la misma, hoy hay fuertes divisiones entre ellos, fundamentalmente con su hermano mayor el controvertido Augusto Pinochet Hiriart.
Se lamenta de que han sufrido la discriminación y el aislamiento y ella hoy sólo quiere llevar una vida tranquila y normal para lo cual se ha radicado en el Valle de Elqui: "no por una cuestión esotérica sino que porque busco reencontrarme conmigo".

Pinochet ha pasado al olvido, sus amigos y seguidores p rácticamente lo han abandonado...
Los políticos sí lo han abandonado. Los políticos son leales con su momento político y ese momento suele ser dinámico. Claro que en privado cambia la cosa, lo visitan, lo que pasa es que públicamente no tienen una posición de apoyo a él. Muchos los van a ver, están con él, se sacan fotos con él, pero siempre en privado, públicamente se mantienen alejados. Esto no sólo le pasa a mi papá, a mi también me pasa, hay gente que es muy cariñosa conmigo pero cuando esa misma persona está en público saluda de lejitos y eso no es una casualidad.

¿No siente que existe un poco de ingratitud y hasta cierto modo deslealtad hacia ustedes de parte de sus seguidores?
Es mucho más que eso. Es poca valentía de los chilenos, porque creo que si uno tiene una posición va estar con ella en momentos buenos y en momentos malos. Hay mucha gente a la que no le gusta perder, le gusta estar cerca del poder, usufructuar o simplemente a otros les da temor.

¿La det ención de su padre en Londres fue el inicio del fin?
Cuando lo detuvieron él estaba agónico, inconsciente...

Sobre ese mismo hecho hay versiones que hablan de traición y se responsabilizadirectamente al ex auditor del Ejército, general Fernando Torres.
Nosotros, entre mis amigos y la familia, aún conversamos el tema y algo de eso debe haber pasado. De Torres tengo una buena opinión.

"TIENE TANTAS GANAS DE VIVIR"

Volviendo sobre su padre, ¿ cómo lo ve a él?
No lo veo todos los días, sino que día por medio, lo paso a ver. Almuerzo con él, estoy con él, eso sí que por el día. Me encanta estar con él. En el verano estuve ocho días con ellos y todos me decían que si me aburría. Al contrario, me entretuve muchísimo, lo pasé regio.

¿Cómo está su salud ?
Es mala. Su diabetes, los problemas a las rodillas. ¡Su salud es mala! Pero él tiene una cosa muy especial: tiene tantas ganas de vivir. Se quebró dos dedos del pie y los doctores le dijeron que tenía que usar silla de ruedas, no quiso, entonces debía usar burrito (implemento que ayuda a mantenerse en pie y avanzar lentamente), lo usó un día y no más. Ahora anda para todas partes y los médicos no pueden creerlo. Cuando yo decía que él estaba agónico en Londres, era cierto, jamás mentí; estaba muy mal. Es tan así, que las autoridades inglesas se asustaron y no quisieron que falleciera en Inglaterra. Esa fue la verdadera causa de que lo dejaran regresar. Después se recuperó increíblemente.

¿L leva una vida más normal?
No, tiene muchos problemas, no puede comer cualquier cosa, sólo lo del régimen; no puede hacer gimnasia, porque ya las piernas no le responden; no puede caminar por lo mismo y por eso ha engordado muchísimo& (reflexiona un instante cabizbaja) &no, tiene muchos problemas.

Sobre la demencia senil que lo libera de ser procesa do ante la justicia chilena ¿ recuerda hechos, conversa bien, logra mantener conversaciones largas?
Cuando dieron ese diagnóstico, fue absolutamente real, porque las radiografías de su cerebro marcan una gran cantidad de accidentes vasculares. Su cerebro tiene muchas zonas como lagunas blancas, sin embargo, yo no se si será por el cariño que le tengo, pero encuentro que está regio. Ahora yo no puedo tener objetividad en lo que digo, porque soy su hija, y mi cariño me hace ver cosas que no son reales. Yo mismo pienso eso, pero lo encuentro bien, es cierto que a veces está como distraído, como pensando en otra cosa, pero en general está bien.

Se habla de que su papá está muy solo y que de sus amigos muy pocos son lo s que van a ver lo ¿ quiénes son los más cercanos a él?

Bueno Cheyre lo visita de vez en cuando, pero más que como amigo, como ex subalterno de él; pero más que visitas, él está dedicado a hacer vida familiar. Mucha gente lo va a ver pero no quiere que se sepa. Hay quienes se han alejado y muchos otros que sólo están en privado con nosotros.

M ucho se habló lo necesario que era para aplacar los odios y divisiones del país que el general Pinochet hiciera un gesto de reconcili ación. ¿No cree usted que faltó eso de parte de ustedes?
¿Un gesto de qué? Lo que querían era que pidiera perdón público. ¡Pero mire qué especiales son! Ellos querían que mi papá pidiera perdón por las cosas que hizo gente que estuvo bajo su gobierno. Entonces, ¿por qué Lagos no pide perdón público por las cosas que han ocurrido y que han perpetrado funcionarios de su confianza? Ellos mismos, entonces, dicen "no, él no tiene por qué pedir perdón de nada porque no fue él sino que gente de su gobierno". ¡Es exactamente lo mismo!

¿Cómo califica la propues ta de Longueira en materia de DDHH?
Me parece óptima. Yo pienso que Longueira ha sido uno de los más leales a mi papá. El siempre ha mantenido una actitud abierta. En los diarios siempre lo rotulan como "pinochetista" y él nunca lo han negado.

¿Qué visitantes privados no quieren aparecer en público?
Labbé, Longueira, Cheyre, Arancibia, Martínez Bush... lo ven muchísimo, son sus más habituales visitantes,

¿Y usted piensa que la derecha sigue siendo leal a su padre?
Sí y creo que Lavín va a ser el próximo presidente y Longueira su ministro de Interior. Después será Longueira& lo están preparando para eso&

"MI PAPA ESTA EN OTRA"

¿Al re cordarse 30 años del golpe del 11 de septiembre de 1973 se ha pensado en hacer algún tipo de acto, celebración o reflexión?
Nosotros como familia no, lo que pasa es que mi papá está viejito, mi mamá no es una lola, cumple ahora 80 años, entonces ellos están en otra. Su vida hoy es disfrutar de las cosas sencillas, su familia. La parte política quedó lejos, en el pasado y no es bueno recordar.

¿Pero igualmente sus partidarios harán actos y seguramente lo invitarán como todos los años?
No asistirá porque su salud no se lo permite y la verdad es que ellos están en otra.

L a Fundación Pinochet es la única institución oficial que se dedica a mantener vivo el espíritu pinochetista ¿ cómo lo ve usted?
Yo fui directora de la fundación hasta hace tres años y me retiré y no tengo contacto con ellos. Se que siguen haciendo las mismas cosas y dando becas y ayudando en la parte educacional. Ahora no es que no me guste, sino porque paso muy poco tiempo en Santiago, paso más en el norte, me encanta el Valle de Elqui, tengo una casa y estoy tratando de hacer otra vida, una vida más sencilla y más tranquila. Estoy tratando de recuperar una vida que perdí durante muchos años.

¿Se siente tranquila ahora? ¿Sigue con guardaespaldas?
Ahora sí. Yo andaba resguardada, no porque quisiera sino porque me obligaban. Siempre he pensado que uno nunca va a morir antes del día que le toque. Si me llegan a hacer algo, pienso tanto que Dios me protege que por eso estoy tranquila. Nunca he tenido miedo a que me hagan algo.

¿Por qué el Valle de Elqui, la energía, se volvió mística?
(ríe) La energía también, pero me gusta más por la gente, la gente es cariñosa, sencilla. A mi me gusta el norte, los colores del norte. Me gusta el calorcito.

¿Está desarrollando algún proyecto?
En Elqui no. Yo me dedicaba a hacer arreglos de casa y a las antigüedades en Miami, pero está bastante muerto el negocio ahora.

¿En Miami qué tiene?
No, no tengo nada allá.

¿Y esa fundación... la Fundación Nacional de la Cultura?
Tuvimos problemas económicos graves. Ahora hicimos ajustes y seguimos bien acorde a los tiempos que estamos viviendo.

¿C on qué fondos se mantiene ? ¿Vienen del Ejército?
De nadie. Tiene que quedar muy claro. En un libro, siempre están sacando libros en contra de nosotros, dijeron que este era el juguetito que me había dejado mi papá porque recibía plata de la Polla Chilena de Beneficencia. Yo llevo 12 años a cargo y trabajamos sin el auspicio de ninguna institución.

¿ Tiene aspiraciones políticas?
Nunca la he tenido...

Pero sí su hermano mayor quien ha tratado de ser co mo el baluarte del Pinochetismo
¿Cuál hermano... Augusto...? No lo veo... al que veo con más posibilidades es a Marco Antonio...

¿Por su expresión al parecer usted está distanciada de Augusto?
Nunca hemos sido muy unidos. Somos cinco hermanos, y somos tan diferentes. Todas las familias son así.

¿Pero se notó más a raíz de la detención de su padre en Londres?
Sí, porque tuvimos posiciones radicalmente distintas, eso hizo que la familia se separara, tuvimos una crisis y se dividió la familia. En los momentos difíciles es cuando afloran las personalidades reales de cada uno.

¿Su hermano mayor siempre le produj o dolores de cabeza a su padre incluso en su mandato? ¿Está el caso de los llamados Pinocheques que aún no se aclaran?
(ríe) Es mi hermano y prefiero no opinar&

¿Es una mancha para la Familia Pinochet?
No digo que no (entre risitas nerviosas) mejor no digo nada&

Después de todos los sucesos pos t Londres, fue su hermano Marco Antonio el que apareció con una posición más ponderada.
Por eso es que yo creo que él es el único que tiene alguna posibilidad política. Es conciliador, equilibrado, tiene muchas cualidades, es estable&.

¿Y usted...?
Yo en lo que hago me quedo tranquila y contenta, apoyando a los artistas.

¿Y sus ganancias de donde vienen?
(ríe) Usted parece de Impuestos Internos& Yo sigo arreglando casas, proyectos habitacionales, en eso me muevo, desde que era una lola, comencé con mi casa&

¿ Dejó Estados Unidos y tiene algún temor a viajar? ¿Le han puesto problemas?
Sí, pero no tengo ningún problema para viajar, me tratan regio, me piden autógrafos. Hay una idea errónea, en países centroamericanos la propia policía me pide autógrafos. Estuve en Egipto y nunca he tenido problemas. Aquí en Chile he tenido problemas y me acuerdo una vez que una niña en un auto me maldijo y eso me dejó bastante mal.

¿Conversó alguna vez con su padre sobre la Caravana de la Muerte?
Es un tema judicial.

¿ E l general ® Arellano siempre ha sostenido que recibió órdenes?
Mi papá mantiene su posición en que cuando uno delega en la persona que tiene el mando ella es la responsable. El siempre ha pensando que hay un señor responsable.

¿Entonces su padre piensa que sus órdenes las pasaron a llevar?
Es un tema tan delicado& no es porque tenga temor, sino porque prefiero no seguir con esos temas. Cuando estoy con él hablo de temas gratos, temas agradables&

Próximo a cumplir 88 años, Augusto Pinochet, está cada vez más olvidadizo de las cosas recientes. "No se acuerda bien de lo que ha pasado en los últimos años", revela Marco Antonio Pinochet, es asistido en casi todos sus movimientos y controlado por su esposa Lucía y un enfermero. Sobrevive a su devastadora diabetes gracias a un estricto control diario que se le práctica religiosamente. Durante 16 días escapó del frío invierno de Santiago en Iquique, donde fue objeto de manifestaciones menores. Aunque "él ya no se da cuenta de esas cosas", según su hijo, igual se dio maña para comprar sus fetiches favoritos: zapatillas, tiene cientos en su casa y son su verdadero vicio comentan sus cercanos.
Para muchos la vida del ex gobernante es un misterio, casi una leyenda; pero es mucho más normal de lo que uno puede pensar y vive con los achaques propios de un anciano de su edad que padece variados males.
Su casa de Lo Barnechea no tiene el glamour y ese toque kitsh del Club de Lo Curro. En sus 250 metros cuadrados, la propiedad del matrimonio Pinochet Hiriart es más una casa hospital con tres habitaciones y un una gran "cueva prohibida", como le dice Marco Antonio Pinochet al estudio que el viejo general mantiene en el segundo piso de la casa, al cual sube a ratos dependiendo de cómo se sienta, eso sí siempre acompañado ya sea por un secretario o por el enfermero.
La casa está asistida por dos mayordomos y el equipo de seguridad conformado por un chofer y un guardia. No puede usar computador porque le hace mal, revela el hijo menor de Pinochet.
De las cosas propias de la casa se preocupa personalmente Lucía Hiriart, confidencia Marco Antonio Pinochet. El dormitorio principal, que aún comparte Pinochet con su esposa, está equipado con instrumental médico para enfrentar alguna emergencia: oxigeno y un resucitador son sus fieles compañeros. "El duerme con mi mamá y siempre han dormido juntos, nunca en dormitorios separados, salvo cuando ha estado muy delicado, pero sería peor para él estar sólo en una habitación. La permanencia de un enfermero es básico para el actual estado de salud de mi padre, porque le costaría mucho manejarse por sus propios medios", explica Marco Antonio.
Tanto Marco Antonio Pinochet como Lucía, su hermana mayor, relatan que su padre vive de manera bastante normal, pero no ocultan el creciente deterioro físico y mental del ex militar. Ambos coinciden en señalar que "está muy viejito, está en otra y se le olvidan las cosas&".

EL FIEL GARIN

De sus más estrechos colaboradores, Guillermo Garín, que fuera su vicecomandante, se ha mantenido a su lado como una suerte de enlace con su equipo jurídico y entre sus adherentes. Una especie de relacionador público personal. Garín lo visita día por medio. Sobre la rutina de Pinochet, el general ® es contundente: "hace muy pocos ejercicios, porque está limitado físicamente& se levanta tarde para lo que estaba acostumbrado. A las nueve y media de la mañana se despierta y su enfermero le toma una muestra de sangre para ver los niveles de glicemia. Esto es todos los días y depende de cómo marque si él debe inyectarse insulina o solamente debe tomar una pastilla que se coloca debajo de la lengua". Marco Antonio Pinochet agrega "la salud de mi papá es bastante delicada, "lo del control es diario e incluso se repite dos veces al día, hay que prevenir un coma diabético"
Marco Antonio habitualmente lo va a ver por la tarde y se queda hasta la hora de la cena: "no es muy contundente, come muy poca cantidad, ensaladas, carne blanca, pero poquito. Acompañarlo a cenar no es muy alentador porque uno no puede comer al lado de él otras cosas, seria maldad. Almorzamos juntos los fines de semana porque se desquita más y se sale de la dieta y ahí es mi mamá la que lo controla"
La gran entretención de Pinochet son sus nietos. Según Marco Antonio Pinochet, un día normal del ex comandante en Jefe del Ejército comienza alrededor de las 9:30 de la mañana, hora en que Pinochet se levanta, "hojea los diarios, luego se hace su aseo, dependiendo del día hace ejercicios con la kinesióloga, otros días lo van a ver cerca del medio día. Luego almuerza. Sus horarios son muy estrictos, después descansa unas dos horas. "Siempre está acompañado", comenta Marco Antonio.
Las reuniones de trabajo que mantiene Pinochet es con el general ® Guillermo Garín, quien le lleva los saludos y las listas de personas que quieren visitarlo: "él ve algunas cosas, yo le he llevado a embajadores y dignatarios extranjeros que han estado en Chile, pues quieren ir a visitarlo pero estos encuentros no pasan de los 10 minutos porque no puede escuchar muy bien y se cansa. Así es la mañana de él", cuenta Garín.
"Después del almuerzo descansa y cuando puede recibe a otras personas que -por lo general- son matrimonios jóvenes. Pero esto también depende de cómo salga el control de nivel de azúcar de la tarde, el toma una docena de medicamentos diversos", revela su ayudante y también general retirado.
Sobre el ánimo y el humor del octogenario general, Garín explica: "está bastante estable, más que hablar con las personas, mira y escucha. Yo en gran medida he tenido que ser el portador de noticias desagradables y él siempre las ha escuchado con profunda serenidad. El contempla todo con preocupación pero sin manifestarse. Nunca opina del gobierno por ejemplo", revela Garín. Y agrega: "ellos están dedicados a su familia. El general Pinochet ha perdido capacidad en todo sentido, no está cien por ciento facultado para dedicarse al día día. El ya no quiere figurar. Lleva una vida muy sencilla".
Sobre la afectividad del ex gobernante coinciden en señalar que "él es muy reservado. Eso sí, es muy devoto de la Virgen del Perpetuo Socorro", confidencia Guillermo Garín. "Mi padre no es un hombre que demuestre mucho sus sentimientos, pero pasa largos momentos ensimismado. Seguramente está meditando o rezando", agrega Marco Antonio Pinochet.
A las 10 de la noche a más tardar, Augusto Pinochet ya está durmiendo. "Seguramente está trabajando en algún libro o en algo que yo no sé que es pero sí está haciendo algo", confidencia Pinochet hijo.


http://www.elperiodista.cl/newtenberg/1400/article-33334.html

La Historia Oculta del Régimen Militar

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