Pese a toda la evidencia que existe, la minera canadiense Barrick, aseguró que la disminución que han experimentado los glaciares Toro 1, Toro 2 y Esperanza, se deben al calentamiento global, al cambio climático y a las condiciones naturales donde se emplazan. Estos fueron los principales argumentos presentados por la minera canadiense Barrick ante la Corte de Apelaciones de Copiapó, para enfrentar un recurso de protección presentado por ocho comunidades diaguitas del valle del Huasco que se oponen al proyecto Pascua Lama. La acción sostiene que el derecho a la vida se ha visto afectado por el impacto ambiental de la iniciativa.
Cabe recordar que los movimientos de tierra, tronaduras y perforaciones de Pascua Lama se encuentran paralizados desde octubre de 2012, cuando el Sernageomin dictaminó que los trabajadores estaban expuestos a altos niveles de contaminación, lo que vulnera la norma de seguridad minera. Asimismo, la Dirección General de Aguas inició procesos sancionatorios contra el proyecto por el material particulado que ha cubierto la superficie de los glaciares.
La minera alude a estudios científicos realizados hace décadas que demuestran que los glaciares se han reducido debido al cambio climático y añade que las condiciones naturales en que se emplaza el proyecto, a 4.500 metros de altura, permiten el “desprendimiento natural de material particulado que va depositándose en la superficie de los glaciares”. Estas declaraciones fueron refutadas por sectores opositores a la iniciativa minera. El director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA), Lucio Cuenca, consideró que el argumento del cambio climático “es una vieja cantinela” utilizada por Barrick para defender el proyecto.
“Hay pruebas fehacientes e importantes de que la empresa destruyó, en el proceso de exploración del proyecto Pascua Lama antes del 2000, y sigue destruyendo ahora, en el proceso de construcción. Decir que es el cambio climático es una tomadura de pelo a todos los chilenos y chilenas respecto de las responsabilidades directas de esta empresa en la destrucción de los glaciares”
“La disponibilidad de agua en la zona sí se ha visto afectada por Pascua Lama, algo que han podido comprobar los propios habitantes de la zona: “Hay constatación que han hecho los pobladores, los campesinos, la gente que vive tanto en el valle de El Tránsito como en el valle del Carmen. Por ejemplo, en el Carmen hay más de 12 kilómetros donde el río ya no lleva agua superficial por la baja de los caudales, provocada por las operaciones de Barrick en la zona alta de la cordillera. En el último tiempo han ocurrido aludes que han afectado y contaminado las aguas que mucha gente de estas comunas usa para el consumo humano, no solamente para sus actividades agrícolas y ganaderas”.
Por su parte, el periodista Javier Karmy, coautor del libro “Pascua Lama: Conflicto armado a nuestras espaldas”, destacó que el impacto es notorio incluso antes de que el proyecto esté en pleno funcionamiento, y aludió a las denuncias realizadas por los propios habitantes de la zona.
“Pascua Lama no está en operaciones todavía, solamente está en construcción, y ahora está paralizado. Por lo tanto, el agua que están ocupando no tiene relación con la que van a ocupar cuando esté en pleno funcionamiento la extracción de oro. En los veranos pasados hubo zonas del río Huasco donde no pasó agua por la superficie, lo que nunca se había visto en años normales, no de sequía”
Pascua Lama presenta un 40 por ciento de avance y una inversión por 4.200 millones de dólares, según informó la propia compañía esta semana. Se espera que las operaciones del yacimiento de oro y plata se inicien en el segundo semestre de 2014, con una inversión total estimada en 8.500 millones de dólares.
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