03/08/2013 |
Por Luis Casanova
El rol protagónico que tuvo la abanderada presidencial de la UDI en el “Piñeragate” y el “Caso Drogas”, donde fueron perjudicados los símbolos de Renovación Nacional Sebastián Piñera y Andrés Allamand, pone en punto suspensivo el apoyo del partido de cara a la proclamación de mediados de agosto. Carlos Larraín, timonel de RN, es enfático: Los “puntos a favor” de Matthei están “en cero”.
23 de agosto de 1992
El programa de debates de Megavisión (Mega) "A eso de..." desató un escándalo político de proporciones. Ricardo Claro, dueño del canal, hizo pública -usando una pequeña radiocassette Kioto- una conversación telefónica grabada clandestinamente por agentes de inteligencia del Ejército.
En el diálogo, se escuchaba a Sebastián Piñera hablando con uno de sus amigos (el ejecutivo de Coca-Cola Pedro Pablo Díaz), quien le pedía que le dijera a uno de los panelistas del espacio (el periodista Jorge Andrés Richards) que al momento de entrevistar a Evelyn Matthei (carta presidencial de RN) la dejara en contradicción y como poco preparada.
"La gracia es que trate elegantemente de dejarla como una cabrita chica, despistada, que está dando palos de ciego", le exclamaba textual a Díaz el entonces senador por Santiago Oriente.
"Déjame decirte que el pelao (Richards) está dispuesto, me dijo: voy a ser muy... la voy a acorralar a esta hueona", contestó Díaz.
El impacto que generó la revelación de Claro trajo como resultado que el Tribunal Supremo de Renovación Nacional le prohibiera a Piñera y Matthei (en ese momento militante y diputada de ese partido por Las Condes) efectuar declaraciones a la prensa mientras se investigaba el hecho.
Sin embargo, Piñera desacató la orden y afirmó -el 1 de noviembre- en El Mercurio que "fundada en testimonios, en evidencias, en antecedentes y en reconocimientos, hay gente que ha reconocido ante mí haberla escuchado (la grabación)".
Matthei pidió hablar en los medios para dar su visión y en paralelo RN se enteró internamente de la verdad. En tal contexto, Andrés Allamand, timonel de la colectividad, entró en escena y en una reunión de comisión política expresó que tenía en su poder "una bomba de racimo de insospechadas consecuencias".
"No voy a dar nombres ni detalles, pero puedo asegurar responsablemente que hay personas importantes del partido involucradas. Por favor confíen y dejen esto en nuestras manos", agregó, según el texto íntegro que transformaron en el libro "Piñera versus Matthei" los periodistas Carolina García de la Huerta y Francisco Javier Piriz.
8 de noviembre de 1992
El mismo Allamand, luego del "kiotazo", había manifestado que la jugada de Claro contra Piñera era una maniobra del Ejército para destrozar a la nueva derecha liberal que aspiraba a terminar con los enclaves autoritarios (post Pinochet), tendencia que en su opinión comenzaba a crecer en Chile.
En concreto, la cinta en cuestión fue entregada por el capitán Fernando Diez a la diputada la mañana del 23 de agosto en el conocido café Coppelia. Y también, de acuerdo al libro escrito por el periodista e investigador Ascanio Cavallo "La Historia Oculta de la Transición", Matthei apodaba como "huachito" al capitán Diez y la noche del domingo 8 de noviembre de 1992 le exigió al uniformado que confesara la verdad de lo acontecido.
Un día antes, Matthei había reconocido públicamente su participación en la operación, le pidió perdón a Piñera, a su familia, a los dirigentes "y a todos aquellos que depositaron su confianza en mí y a los cuales les he fallado". Además, renunció a su precandidatura presidencial (al igual que Piñera) y se puso a disposición de RN, entidad que le suspendió la militancia.
Fueron 75 días de silencio, versiones contradictorias y un final que terminó con la rubia parlamentaria repostulando en el distrito de San Antonio en calidad de independiente y en el cupo que le ofreció la UDI, a partir de ahora su nueva casa política.
Diez años después, Piñera narró que a raíz del mismo caso su hijo Juan Cristóbal fue secuestrado por algunas horas -en 1993-, siendo el objetivo principal que dejara de investigar el espionaje telefónico de 1992. Hasta el día de hoy se desconocen los raptores.
"Papá, unos tíos vinieron a buscarme al colegio y quieren que hable contigo", escuchó el empresario desde un teléfono público. Pocas horas después y a cinco manzanas de su casa, su descendiente fue dejado en libertad.
Dato útil: Pedro Pablo Díaz en la actualidad es embajador de Chile en Australia.
13 de enero de 1995
No pasó mucho tiempo para que Matthei y Allamand se volvieran a ver las caras. Todo comenzó con una entrevista que concedió Francisco Javier Cuadra, ex ministro secretario general de Gobierno de Augusto Pinochet, a revista Qué Pasa.
En el diálogo, el abogado aseguró que existían "parlamentarios y otras personas que ejercen funciones públicas que consumen drogas. Lo más grave es que se trata de políticos con relevancia potencial. Al consumir estupefacientes, esas personas se transforman en protectoras indirectas de las redes de narcotráfico, ya que son vulnerables a recibir presiones".
El principal personaje político que apoyó las acusaciones fue precisamente Matthei. Incluso aportó a la causa con testigos que inculparon a Allamand en un supuesto consumo de droga y se comprobó que la congresista y el ex colaborador de la Junta Militar elaboraron un video-montaje que intentó vincular al diputado DC Juan Carlos Latorre con la compra de sustancias ilícitas.
La justicia, al constatar que Cuadra no entregaba las identidades de los presuntos culpables, investigó las denuncias y lo procesó por la Ley de Seguridad Interior del Estado -después de que los presidentes del Senado, la Cámara de Diputados y las bancadas de RN presentaran un requerimiento ante los tribunales-, condenándolo a 540 días de prisión en el Anexo Cárcel Capuchinos.
Pero la cosa no se detuvo ahí. Pablo Longueira, emergente líder de la UDI, tomó la posta dejada por la dupla Matthei-Cuadra y propuso -sin éxito- que la Comisión de Régimen Interno de la Cámara investigara el caso.
Más adelante, en marzo de ese año y tras una sesión especial, Matthei abrió los fuegos: "A mí no me cabe la menor duda que hay diputados que consumen drogas", dijo, opinión que fue refrendada por Longueira en El Mercurio, aunque al igual que Cuadra no aportó nombres. "No estoy afirmando que hay parlamentarios que se droguen, sólo que tengo la convicción personal de que sí los hay", añadió.
11 de mayo de 1995
Con la política en llamas, Allamand sostuvo que Lenin Guardia, militante PS y en ese instante asesor de seguridad del subsecretario de Interior, Belisario Velasco (DC), era "doble agente", dado que mantenía contactos con el FPMR, el PC y algunos generales cercanos a la CNI. La idea de la operación contra RN adquirió peso en las semanas venideras.
Como reacción, el ministro en visita Rafael Huerta le ofreció a Cuadra una salida limpia si entregaba nombres. Contra la pared, el ex titular de la Segegob mencionó -el 11 de mayo- a los diputados Allamand, Alberto Espina y René Manuel García y al senador Ignacio Pérez Walker.
Lo llamativo, según relató Ascanio Cavallo en su libro, es que las informaciones que dieron lugar a las denuncias vinculaban a Matthei con Guardia y el subsecretario Velasco, que, a su vez, indicó que aportaría datos verídicos a través de la PDI (Investigaciones) y tomando como base las pruebas que iba a entregar Cuadra.
"Un hermano de la diputada, Víctor Matthei, dice haber oído a uno de los dueños de la discoteca Gente, Luis Undurraga, que Allamand, Espina y el diputado PPD Jorge Schaulsohn son consumidores. Sin embargo, Undurraga lo niega. Luis Contreras, ex jefe territorial del comando de Evelyn Matthei en San Antonio, se respalda en versiones de Carlos Gary y su pareja, Lorena Díaz, para envolver a Espina y Pérez Walker. Gary, que fue expulsado del comando de Pérez Walker acusado de robo, se niega a hablar, y Lorena Díaz denuncia a otros dos diputados de RN, pero no a los mencionados por Cuadra", complementa el texto.
"Francisco Eguiguren, hijo de uno de los jefes de la campaña fallida de Evelyn Matthei en el ‘92, Gonzalo Eguiguren, cita al concejal de RN Felipe Palacios, pero éste lo desmiente ante el juez. Otros testigos, Patricia Stern (ex miembro del comando de Allamand), Jaime Barros (ex socio de Allamand), Noel Echenique (ex esposa del anterior), y Felipe del Villar, concejal de Vitacura, niegan haber visto consumir drogas al presidente de RN", prosigue el relato.
Tras el fracaso de la ofensiva contra RN y Allamand, lo único que logró Matthei fue que en diciembre de 1995 se hallara una red de funcionarios del Congreso que consumían cocaína, denuncia que fue efectuada por Longueira ante el Tercer Juzgado del Crimen de Valparaíso.
Ya sin Matthei a la cabeza, la UDI logra desplazar a Allamand en 1997, como consecuencia de la acusación constitucional presentada por el gremialismo contra el juez Servando Jordán (irregularidades asociadas a casos de narcotráfico), que Allamand rechazó con su voto en la Cámara, lo que dio inicio a una campaña de desprestigio devparteb del candidato a senador Carlos Bombal, rival de Allamand en Santiago Oriente.
Aún se recuerdan la millonaria campaña de Bombal, su eslogan con la imagen de una escoba ("Barre con la droga"), los miles de llamados telefónicos grabados a los electores y una "travesía por el desierto" que terminó en las parlamentarias de 2005.
24 de julio 2013
Lo dijo Ascanio Cavallo en Tolerancia Cero: "los candidatos presidenciales se niegan a hablar de su pasado".
El comentario surgió a partir del sorpresivo nombramiento de Matthei como abanderada de la UDI, producto de la bajada -por depresión- de Longueira, y el rechazo que generó su nombre en amplios sectores de RN, partido que debe proclamarla como su carta para La Moneda en el consejo general del próximo 10 de agosto.
Como "plan B", se estudió levantar una alternativa que compita contra la ex ministra en la primera vuelta del 17 de noviembre, por cierto, luego que Allamand declinara levantarse por segunda vez y optara por mantener en pie su postulación al Senado por Santiago Poniente.
Para Carlos Larraín, timonel de RN, la determinación de su correligionario "se debe a maniobras muy feas del pasado en las que estaba Matthei. Él no quiso reeditar esos momentos desagradables", aseveró.
Como era de esperar, la aludida, en sus primeras apariciones, se vio obligada a contestar los cuestionamientos. En Chilevisión explicó que "hubo personas condenadas", aunque "secretarias y un junior, pero de que había droga en el Congreso, desgraciadamente fue así".
"Lo que había tratado de decir Cuadra es: miren, el problema no es si esa persona consume o no consume droga, si no hasta qué punto esa persona es vulnerable. Hubo una reacción a mi juicio equivocada, porque también creo que una persona que consume droga es una persona a la que hay que ayudar y tratar", espetó.
¿Autocrítica? Cero.
En tanto, en La Segunda del 24 de julio, la ex senadora negó que sea necesario pedir "perdón" entre ella y Allamand, misma situación que ocurrió con Piñera, con la diferencia que el mandatario "deja las cosas en el pasado y recompone".
"Probablemente todos cometimos errores y para mí está totalmente cerrado. Esto es como el tango: es de a dos. Cualquiera que empiece a sembrar problemas del pasado va a ser duramente castigado por la gente", postuló.
10 de agosto 2013
El "factor Matthei" puso denso el ambiente en RN. A tanto, que el cónclave se adelantó parcialmente una semana, lo que dio luces ante una posible nueva candidatura.
Sin perjuicio de aquello, la comisión política rechazó levantar un segundo nombre, justo horas después de que la mesa larrainista le propusiera ir al sacrificio al senador Francisco Chahuán.
Por este motivo, al interior de la tienda de Antonio Varas la lectura fue simple: fue una "derrota personal" de Carlos Larraín, pero aún parcial, dado que el consejo volvió a su fecha original del 10 de agosto.
José Antonio Kast, vocero de la UDI que bajó su candidatura a senador por Santiago Oriente a favor de Laurence Golborne, desdramatizó la medida. "Entiendo que quieran tener más tiempo para socializar apoyo a Matthei", comentó. A su turno, Patricio Melero, jefe gremialista, insiste en que RN podría sumar otro abanderado a la campaña.
"Cuando Allamand toma la decisión de no ir, lo lógico era asumir una postura de cerrar el círculo y tomar con realismo lo que corresponde", acotó Patricio Gajardo, analista del Instituto Libertad, centro de estudios de RN que se reunió con Matthei para deslizar los primeros lineamientos programáticos.
Eso sí, el académico puso sobre la mesa que "en la Alianza no hubo procedimientos atinados y existieron definiciones bastantes imperativas de parte de la UDI, que impuso a Matthei, lo que es un dato para tener en cuenta. Por lo tanto, hubo un intento de pasar la aplanadora a RN, lo que aseguraba que de forma imposible se armara una candidatura alternativa o competitiva, lo que ocasionó fisuras fuertes, pero sólo a nivel de directivas", señaló a Cambio21.
Gajardo tendría razón si no fuera por las dos cartas que algunos consejeros nacionales de RN filtraron a los medios. En la primera, uno de los fundadores del partido escribió de forma anónima que "no podemos embarcarnos con una persona que sacamos del partido por aliarse con delincuentes presos".
Mientras que en la segunda, firmada entre otros por Raúl Meza, abogado querellante del "caso tsunami" (ex militante gremialista), se define a Matthei como "un personaje político destemplado, liberal y abortista" y que fue "impuesta de manera inconsulta, unilateral y dictatorial por parte de los coroneles de la UDI y de funcionarios UDI del gobierno de Piñera".
Si bien Chahuán apareció apoyando a Matthei en un acto en Valparaíso y los demás rostros de peso de RN, como la senadora Lily Pérez (que asumió como vocera de campaña en reemplazo de Catalina Parot, que se rehusó a aceptar el nombramiento) y el directivo Manuel José Ossandón, negaron erigirse como presidenciables, el diputado y subjefe de bancada Pedro Browne advirtió que las opiniones de los consejeros sobre la aclamación en la asamblea, "están divididas".
"En el partido hay una instancia democrática que decide los candidatos. Nosotros no designamos en comisiones pequeñas o por las directivas. Usamos esta instancia, que es la única que sirve para refrendar una decisión como esta. Y no hay un control sobre ello y sobre eso no hay que formular ninguna intervención, porque creemos que no corresponde", expresó a este medio.
A la espera de lo que pase en la segunda semana de agosto, Carlos Larraín sigue jugando a los misterios. Y con la calculadora en la mano. Ironiza que en materia de "puntos a favor", Matthei está "en cero", porque "ha ido a las manifestaciones públicas con candidatos de ambos partidos", pero, a la vez, declaró que "un candidato al Senado sería un magnífico reemplazante de un senador que sale", en una evidente alusión a Golborne.
No vaya a ser cosa que el verdadero "larrainazo" consista en ver al ex concejal con traje de candidato a La Moneda. Total, en esta campaña se han visto varios muertos y protagonistas de hechos delictuales cargando adobe.