En abril del 2011 fuimos hasta la oficina de Gonzalo Rojas en la casa central de la Pontificia Universidad Católica para desentrañar su pensamiento gremialista y conservador. La derecha, el PC, la iglesia, la homosexualidad, el movimiento estudiantil y más en esta introducción al pensamiento del historiador de derechas.
Reemplazó a Hermógenes Pérez de Arce como columnista de El Mercurio hace más de dos años. Doctor en Derecho y Licenciado en Historia de la PUC, hoy sus columnas son lejos las más comentadas del diario, generando todos los miércoles aireados debates en su blog de Emol. Es miembro del directorio de la Fundación Pinochet, consejero nacional de la UDI, numerario del Opus Dei y un fiel representante del sector más conservador del país. Afírmense subversivos: The RBP Interview con Gonzalo Rojas.
Gonzalo Rojas tose y aclara con humor que si bien está algo enfermo, es su homónimo poeta quien está delicado de salud. Es que no hay que confundirse, Gonzalo Rojas Sánchez más tiene que ver con polémicas que poesía. Y es que mientras sectores de la derecha chilena han intentado desligarse de su pasado pinochetista, este historiador es defensor de “la obra rectificadora del Gobierno Militar”.
Desde su despacho en la Casa Central de la PUC, Rojas sincera gran parte de su pensamiento y visión sobre el Chile de los últimos años. “Abastecer a la gente del pensamiento conservador y entrar en diálogo con el liberal-progresista”, ese es el principal objetivo de la columna semanal que publica todos los miércoles en la sección editorial del diario de Agustín Edwards Eastman.
¿Qué significa para usted ser conservador?
Tres rasgos fundamentales: uno, respetar el orden natural; dos, autoridad y orden; y tres, valoración de lo bueno y lo malo del pasado. Si sumas estos puntos te queda alguien bastante escéptico. No somos personas muy seguras de nosotros mismos, porque al mirar el pasado nos damos cuenta que hay cosas que hemos hecho muy mal. Después miramos el orden y la autoridad, y nos damos cuenta que a veces se equivocan. Y caemos en cuenta que los seres humanos también trasgredimos la naturaleza. Aunque el conservador parece muy dogmático, lo es mucho menos que el liberal progresista.
Ha sido bien crítico con los gremialistas ¿Quién para usted en estos momentos representa el verdadero espíritu gremial?
Soy militante de la UDI, sin embargo, no escribo en nombre de ésta. Incluso un sector del partido se ha molestado bastante conmigo. Pertenezco al sector de José Antonio Kast y de la juventud, con la cual hago mucha sintonía porque, aunque parezca raro, la juventud UDI es muy conservadora. Cuestión de la cual el resto del partido ha ido diferenciándose. Mi crítica está destinada fundamentalmente al senador Chadwick -una persona que ha desvirtuado casi por completo el ideario de Jaime Guzmán-, a los diputados que votaron a favor de la píldora y a los que están dispuestos a votar a favor de las uniones de hecho. Y no solamente en mi partido, sino en la coalición de gobierno. No voté por Sebastián Piñera, anulé. Lo mismo hice en la elección pasada con Joaquín Lavín. Me parece que el lavinismo le causó un daño tremendo a la UDI. O sea, soy un duro.
¿Cómo justificaría los excesos cometidos en materia de Derechos Humanos mientras estuvo Pinochet en el poder?
Los que son excesos no los puedo justificar. Trato de tener un sentido ético. Aquellos casos de violación a los Derechos Humanos tienen explicación, pero no justificación. Hay que distinguir tres situaciones: uno, cuando está comprobado que hubo una injusticia flagrante por tortura; dos, aquellos casos en que hubo dudas porque el enfrentamiento no está claro cómo sucedió; y tres, aquellos que tuvieron resultado de muerte de algunos subversivos o terroristas, pero que fueron enfrentamientos para evitar que éstos consiguieran su propósito. Estos tres tipos de casos están en un mismo saco. El Informe Rettig no distingue qué estaba haciendo la persona quince días antes de su detención o eventual tortura. Quiero saber realmente quiénes son víctimas y quiénes iban a ser victimarios.
Hace unos años Salvador Allende, sobre quien usted afirmó que “murió de marxismo”, fue elegido ganador del programa “Grandes Chilenos”. ¿Cómo explica esta gran llegada entre la gente, especialmente, entre los jóvenes?
Personalmente él era una figura muy atractiva. Es uno de los hombres más carismáticos del siglo XX. Segundo, porque una figura trágica de esa naturaleza es trabajada comunicacionalmente. En ese programa uno podía votar cuantas veces quería. No tiene ningún valor democráticamente. Y Allende murió de marxismo porque él mismo se buscó el encajonamiento final. Hay una tesis que dice que lo mató el Servicio Secreto Cubano, no creo eso para nada. Si un día llegáramos a saber que lo mataron ellos, significaría que pensaron “este hombre, en el enredito que se metió”. Pero no, estoy convencido de su suicidio.
Una de sus columnas más comentadas en Emol es aquella titulada “Decálogo del comunista chileno”. ¿Cuál cree que es el peso que tiene este partido en la actualidad?
A diferencia de lo que pueda parecer, soy un defensor del Partido Comunista chileno. Creo que es el mejor partido comunista del mundo. Tiene una formación, un trabajo en las bases, electoral, táctico y estratégico extraordinario. Soy un profundo admirador, pero también soy conocedor del comunismo porque lo estudio. Esa admiración es al mismo tiempo un rechazo cada vez más profundo al PC chileno, pero no por los comunistas. La importancia que tienen es completamente desproporcionada a los tres diputados elegidos. La capacidad que tienen de hacer vínculo social está muy por encima de la capacidad que tiene cualquier otro partido político. Por ejemplo, ganan la Fech porque trabajan muy bien los cuerpos sociales, y han tenido otros extraordinariamente importantes por la capacidad sistemática de hacer un trabajo de hormiguita.
IGLESIA CATÓLICA, ANTI-CONCEPCIÓN Y TELEVISIÓN
Usted ha salido en defensa de la Iglesia Católica. ¿Tiene alguna crítica qué realizarle a esta institución?
Yo soy la Iglesia Católica. No puedo hablar de una entidad que está afuera. La crítica cae en mí y tiene que ver con que no logro ser completamente consecuente. Cuando dicen “qué lenta y negligente ha sido en reaccionar en los casos de Pedofilia”. Yo le respondería: ¿se está hablando de la Iglesia como una cosa distinta o usted es la Iglesia? No me critique al Papa o a los curas mientras usted ha sido inconsecuente en otras cosas. Es fácil agarrar el ventilador y tirarle caca al Papa o a tal obispo, mientras tú pasas piolita. Distingamos que hay faltas que no se comparan con la gravedad de los casos de pedofilia, pero yo no estoy libre de culpa. Eso es importante que los católicos lo entendamos. Hay muchos creyentes que dicen que se van a alejar de la Iglesia porque ya no confían en ella, pero esas personas ¿han mirado a su propia vida? ¿Confían mucho en sí mismos como para tomar esa opción?
Usted está en contra de la Píldora del Día Después, ¿qué opina de los métodos de anti-concepción?
Tienen una dimensión importantísima que es distinguir la sexualidad de la fecundidad. Son cosas muy distintas, pero si tú le das instrumentos a la personas para que las separen cuando quieran, dejas a la sexualidad en un campo autónomo. Es lo que consigues aislando totalmente estas esferas a través de la anticoncepción artificial. Le estás diciendo al ser humano “mire no hay nada tan importante como su sexualidad, tanto que la puede separar de su fecundidad”. Entonces se produce algo que es evidente en la sociedad chilena que es la hipersexualidad.
También ha sido crítico con la TV, sin embargo, los grandes canales pertenecen a sectores conservadores.
Tienen un doble discurso que no es coherente. En el área informativa, Mega ha sido el único canal que ha tenido una línea consistente con el conservantismo, pero esa línea es desvirtuada al tiro por el área recreativa, como por ejemplo con la farándula. El 13 en algún minuto pensaba que echando un par de gotas de agua bendita, con los curas en pantalla, dejaban tranquilos a los conservadores o al catolicismo más tradicional. El conservador no necesariamente es una persona religiosa. ¡Sácame el cura! Prefiero cualquier otro tipo de programa en el cual la palabra dios no exista. Prefiero que las cosas estén orientadas hacia lo que me parezca que están conformes a la naturaleza humana, a que pongan cuatro curas en pantalla un minuto al día.
Profesores y padres unidos, jamás serán vencidos
Si bien en la estantería de su oficina, en la Facultad de Derecho de la PUC, se pueden encontrar libros de historia o sobre Pinochet y Jaime Guzmán, Rojas no se limita sólo a estas temáticas. Entusiasmado, en su iMac muestra una presentación que mostró en un colegio subvencionado en Coquimbo. Durante todo este semestre tiene planificado diversas ponencias a lo largo del país. Sobre las problemáticas de educación, Rojas cree que la solución está primero en lo que la Constitución del ’80 -la de Jaime Guzmán- definió como “el núcleo fundamental de la sociedad”.
¿Cuál cree que pueden ser los caminos que podemos tomar como estudiantes para mejorar las deficiencias en educación?
El camino está en primerísimo lugar por los padres de familia. Me quejo de que todas las políticas educacionales, o también el posnatal, no apuntan primero a la familia. Siempre se piensa en los profesores o la infraestructura. Ok, hay que trabajar en estos aspectos, pero sobre todo hay que acercar a los papás y profesores. Se produce una tremenda distancia entre ellos y a veces conflicto. Júntenlos, miéchica.
¿Qué opina de formas de movilización como lo que ocurrió durante la Revolución Pingüina?
Los cabros explotaron espontáneamente porque se sienten muy marginados de la calidad. Explotaron porque saben que todavía puede haber algo mejor. La cosa no va por lo que pueden hacer los jóvenes desde la base, sino por lo que hagan los profesores junto a los padres. Soy un convencido de que los jóvenes tienen instituciones, pero tienen tantos problemas que me parece que a los adultos nos cabe hacerse cargo, pero sin dejarlos de lado.
¿Quién a su juicio podría encarnar un líder o ejemplo para los jóvenes?
José Antonio Kast. Yo soy “kastista”. Él tiene dos condiciones esenciales: su sencillez, es una persona muy transparente, y segundo, es un trabajador aperrado. Él para mi es “la” figura.
Por último, ¿qué mensaje daría a los lectores de Bello Público?
Que lean. Pero que lo hagan buscando realmente en los maestros de todos los tiempos. A veces se entusiasman con un maestrillo del minuto. En cuanto a columnista, soy un maestrillo. Que lean a los maestros de Historia, Economía, Filosofía, Teoría de la Ciencia. Una persona que lea a los maestros termina pensando así.
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