Trece ex agentes de la policía represiva del general Augusto Pinochet, incluidos a sus máximos líderes, fueron procesados por el secuestro y asesinato de veinte opositores que fueron cruelmente torturados en una cárcel secreta antes de morir, señala la sentencia difundida el martes. Entre los procesados por el juez Alejandro Solís están el general retirado Manuel Contreras, jefe de la temida Dirección de Inteligencia Nacional, DINA, y sus lugartenientes Pedro Espinoza, Miguel Krassnoff y Marcelo Morén Brito.
Contreras está preso en una cárcel especial para violadores a los derechos humanos, ubicada en el interior de un regimiento del ejército, y entre sus condenas ratificadas y por ratificar, suman más de 300 años.
Entre la veintena de desaparecidos están Guillermo Roberto Beausire Alonso, quien según la investigación judicial fue detenidos en el aeropuerto internacional de Buenos Aires y trasladado a Santiago en un avión de la Fuerza Aérea de Chile.
Otros desaparecidos son Alan Bruce Catalán, Iván Carreño Aguilar, Alejando Juan Ávalos Davidson, Humberto Menanteau Aceituno, María Teresa Eltit Contreras y Jacqueline Drouilly Yurich.
Los opositores desaparecieron de Villa Grimaldi, una cárcel secreta que se caracterizó por las horribles torturas que aplicaban a los prisioneros como las relatadas por el ex conscripto Samuel Fuenzalida, que prestó funciones en el lugar.
La sentencia del juez, difundida por la oficina de prensa del Poder Judicial, señala que Morén Brito, según Fuenzalida, practicaba torturas "como extracción de dientes, pasar vehículos por sobre las piernas de los detenidos, hundir a los detenidos colgados de las piernas y con la cabeza hacia abajo"
También "los colgaban con un cordel desde los pies, que bajaba desde una rondana y estas personas eran sumergidas en un pozo que estaba dentro de "La Torre" lleno de agua".
"La Torre" era una estructura de madera donde se encerraba a los prisioneros que la DINA iba a asesinar.
Fuenzalida, que según su abogado fue solo un guardia, de 19 años, mientras estuvo en Villa Grimaldi, es uno de los subalternos que colaboró con la justicia en varias causas.
Beausire, de nacionalidad chileno-británica, ingeniero y estudiante de economía, fue detenido el 2 de noviembre de 1974 y pasó por al menos tres recintos de detención y tortura, antes de desaparecer en julio de 1975, según informó la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, un grupo oficial que entre 1990 y 1991 cuantificó las víctimas fatales de la dictadura militar (1973-1990).
Algunos de los 20 asesinados aparecieron años después en una lista de 119 izquierdistas que supuestamente fueron abatidos por efectivos argentinos o se mataron entre ellos, en lo que se conoció como la Operación Colombo, que era parte de la Operación Cóndor, que se tradujo en la colaboración entre las fuerzas represivas de las dictaduras militares que reinaron en el Cono Sur en la década de los setenta y ochenta.
Las víctimas del régimen de Pinochet bordean las 40.000 personas, de las cuales unas 3.200 fueron asesinadas, y el resto fueron presos políticos, según el informe de la comisión.
Unos 700 ex militares están procesados por las violaciones a los derechos humanos, incluidos más de una decena de generales, pero los condenados y presos no llegan al centenar, y están repartidos entre el penal Cordillera y Punta Peuco, la primera cárcel para los que cometieron crímenes de lesa humanidad, ubicada unos 40 kilómetros al norte de Santiago.
Hace ocho días la Comisión de Reducción de Condenas recomendó cerrar el penal Cordillera y reunir a todos estos condenados en Punta Peuco, uno de los dos penales, donde actualmente sólo hay 44 condenados que disfrutan de grandes comodidades, como habitaciones individuales con baño privado.
Fuente: Terra Chile