- Poema: Kelv Liwen
- Producción: Wallmapugrama
- Voz: Norma Hueche
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sábado, 16 de noviembre de 2019
Homenaje a Camilo Catrillanca
Homenaje a Camilo Catrillanca
arabineros dispara sin motivo a un hombre que acaba de dar una nota y le da en su cara en la zona de sus ojos
via @naza_roviello
¿A dónde apunta Carabineros? Vean hasta el final, momento exacto dónde le disparan a este hombre sin motivo.
¿A dónde apunta Carabineros? Vean hasta el final, momento exacto dónde le disparan a este hombre sin motivo.
Controversias por el Acuerdo Por la Paz Social y la Nueva Constitución
"El acuerdo de paz" suscrito por una casta de parlamentarios que solo defienden sus privilegios, es solo una estrategia de marcketing para desmovilizar lel descontento, como ocurrió en 1988 con el cuento de sacar a Pinochet del poder, pero que endefinitiva con el tiempo se mantuvo las bases poltícas y económicas de la dictadura. Los actores políticos que se sentaron a negociar con el gobierno represivo de Piñera, son los mismos que en 30 años no hicieron nada por hacer cambiols profundos que beneficiaran al pueblo. Toda una campaña comunicacional para hacernos creer que algo cambiará, pero nada cambiara sin la movilización social.
Sin embargo otros dicen que esto no es asi:
Sin embargo otros dicen que esto no es asi:
Jorge Sharp renuncia a Convergencia Social tras acuerdo constitucional. Este camino también fue seguido por otros 72 militantes.
Jorge Sharp, alcalde de Valparaíso, renunció a Convergencia Social luego que el diputado Gabriel Boric se sumara, a título personal, a la firma entre la oposición y el oficialismo del “Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución”.
Y es que el jefe comunal se había mostrado como uno de los principales críticos del documento originado de las conversaciones desarrolladas en el Congreso Nacional en Santiago.
Así, Sharp dio a conocer una reflexión en redes sociales sobre esta situación, lo cual se suma a los cuestionamientos de otros miembros de Convergencia Social a la postura tomada por Boric, ya que existían varios aspectos del acuerdo que eran cuestionados, como lo evidenció el diputado Gonzalo Winter.
“El partido como tal no suscribió el acuerdo, el partido está en revisión del acuerdo. Recordemos que esto sale a las 02.00 y las instituciones del partido no alcanzaron a procesarlo. Razón por la cual no hay una suscripción oficial por parte del partido. Y efectivamente, la firma del diputado Boric es, en tanto, diputado Boric”, expresó a La Tercera.
Por su parte, el alcalde de Valparaíso señaló que “la foto, los abrazos y la puesta en escena de ayer expresa como, en la creación del acuerdo político, se dejó fuera a la sociedad, a la gente que marcha y que participa en los cabildos y las asambleas por miles, a los que lo han pasado mal por la represión o por los saqueos a sus negocios, a tantos que encontraron en la protesta pacífica su voz. Eso me hace pensar que la fuerza creadora de este movimiento auto-convocado no está en ese acuerdo. ¿Alguien pensó en preguntarle a ellos y ellas su opinión? Porque ellos y ellas se ganaron el derecho a decidir. Por lo anterior, no puedo estar de acuerdo con lo realizado por miembros del FA el día de ayer”.
Estas palabras generaron la rápida respuesta de Boric, quien planteó a radio Cooperativa que la postura de Sharp era “equivocada, imagino que por falta de información”.
Frente a esto, Jorge Sharp dio a conocer una carta de renuncia, a la cual también adhieren otros 72 militantes de Convergencia, quienes se cuadraron con el alcalde de Valparaíso, donde deja en claro que “el Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución, firmado por diferentes partidos políticos nacionales, es contrario en esencia a las demandas que las diferentes y diversas manifestaciones han enunciado en las calles. Su construcción se realizó por un conjunto de directivas partidarias y parlamentarios que no representan la voluntad mayoritaria de la movilización, excluyendo, en definitiva a ese Chile que despertó”.
“Valoramos y destacamos el rol que los distintos partidos del Frente Amplio han tenido en esta crisis. La Convergencia Social tenía en esta coyuntura la oportunidad de responder a las demandas de la ciudadanía en base al reconocimiento de su voluntad, perfilando de esa forma el lugar de una nueva izquierda democrática. Diferentes problemas internos no han permitido, sin embargo, avanzar en esa dirección”, consigna la misiva.
“Los últimos acontecimientos y las decisiones tomadas por las instancias superiores del partido, nos indican que éste no constituye el espacio que permite impulsar de forma adecuada la política de transformaciones democráticas que requiere el momento actual. Es por ello que, a través de esta carta comunicamos nuestra renuncia a la Convergencia Social, con el objetivo de aportar de manera independiente y autónoma a la construcción de un
proyecto de izquierda del siglo XXI desde los diferentes lugares que nos corresponda actuar. Por sobre todo, nos asiste hoy la voluntad de aportar al fortalecimiento de una verdadera Asamblea Constituyente”, cierra.
Cabe recordar que esta no es la primera vez que Gabriel Boric se ve envuelto en un conflicto al interior del Frente Amplio, ya que en 2016 el grupo que lideraba, el Movimiento Autonomista, dejó Izquierda Autónoma por sus públicas diferencias con el ex dirigente universitario Andrés Fielbaum.
https://www.eldinamo.cl/nacional/2019/11/15/jorge-sharp-renuncia-a-convergencia-social-tras-su-conflicto-con-boric-por-acuerdo-constitucional/
Y es que el jefe comunal se había mostrado como uno de los principales críticos del documento originado de las conversaciones desarrolladas en el Congreso Nacional en Santiago.
Así, Sharp dio a conocer una reflexión en redes sociales sobre esta situación, lo cual se suma a los cuestionamientos de otros miembros de Convergencia Social a la postura tomada por Boric, ya que existían varios aspectos del acuerdo que eran cuestionados, como lo evidenció el diputado Gonzalo Winter.
“El partido como tal no suscribió el acuerdo, el partido está en revisión del acuerdo. Recordemos que esto sale a las 02.00 y las instituciones del partido no alcanzaron a procesarlo. Razón por la cual no hay una suscripción oficial por parte del partido. Y efectivamente, la firma del diputado Boric es, en tanto, diputado Boric”, expresó a La Tercera.
Por su parte, el alcalde de Valparaíso señaló que “la foto, los abrazos y la puesta en escena de ayer expresa como, en la creación del acuerdo político, se dejó fuera a la sociedad, a la gente que marcha y que participa en los cabildos y las asambleas por miles, a los que lo han pasado mal por la represión o por los saqueos a sus negocios, a tantos que encontraron en la protesta pacífica su voz. Eso me hace pensar que la fuerza creadora de este movimiento auto-convocado no está en ese acuerdo. ¿Alguien pensó en preguntarle a ellos y ellas su opinión? Porque ellos y ellas se ganaron el derecho a decidir. Por lo anterior, no puedo estar de acuerdo con lo realizado por miembros del FA el día de ayer”.
Estas palabras generaron la rápida respuesta de Boric, quien planteó a radio Cooperativa que la postura de Sharp era “equivocada, imagino que por falta de información”.
Frente a esto, Jorge Sharp dio a conocer una carta de renuncia, a la cual también adhieren otros 72 militantes de Convergencia, quienes se cuadraron con el alcalde de Valparaíso, donde deja en claro que “el Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución, firmado por diferentes partidos políticos nacionales, es contrario en esencia a las demandas que las diferentes y diversas manifestaciones han enunciado en las calles. Su construcción se realizó por un conjunto de directivas partidarias y parlamentarios que no representan la voluntad mayoritaria de la movilización, excluyendo, en definitiva a ese Chile que despertó”.
“Valoramos y destacamos el rol que los distintos partidos del Frente Amplio han tenido en esta crisis. La Convergencia Social tenía en esta coyuntura la oportunidad de responder a las demandas de la ciudadanía en base al reconocimiento de su voluntad, perfilando de esa forma el lugar de una nueva izquierda democrática. Diferentes problemas internos no han permitido, sin embargo, avanzar en esa dirección”, consigna la misiva.
“Los últimos acontecimientos y las decisiones tomadas por las instancias superiores del partido, nos indican que éste no constituye el espacio que permite impulsar de forma adecuada la política de transformaciones democráticas que requiere el momento actual. Es por ello que, a través de esta carta comunicamos nuestra renuncia a la Convergencia Social, con el objetivo de aportar de manera independiente y autónoma a la construcción de un
proyecto de izquierda del siglo XXI desde los diferentes lugares que nos corresponda actuar. Por sobre todo, nos asiste hoy la voluntad de aportar al fortalecimiento de una verdadera Asamblea Constituyente”, cierra.
Cabe recordar que esta no es la primera vez que Gabriel Boric se ve envuelto en un conflicto al interior del Frente Amplio, ya que en 2016 el grupo que lideraba, el Movimiento Autonomista, dejó Izquierda Autónoma por sus públicas diferencias con el ex dirigente universitario Andrés Fielbaum.
https://www.eldinamo.cl/nacional/2019/11/15/jorge-sharp-renuncia-a-convergencia-social-tras-su-conflicto-con-boric-por-acuerdo-constitucional/
Acuerdo Por la Paz Social y la Nueva Constitución
Acuerdo Por la Paz Social y la Nueva Constitución
Ante la grave crisis política y social del país, atendiendo la movilización de la ciudadanía y el llamado formulado por S.E. el Presidente Sebastián Piñera, los partidos abajo firmantes han acordado una salida institucional cuyo objetivo es buscar la paz y la justicia social a través de un procedimiento inobjetablemente democrático.
1. Los partidos que suscriben este acuerdo vienen a garantizar su compromiso con el restablecimiento de la paz y el orden público en Chile y el total respeto de los derechos humanos y la institucionalidad democrática vigente.
2. Se impulsará un Plebiscito en el mes de abril de 2020 que resuelva dos preguntas:
a) ¿Quiere usted una nueva Constitución? Apruebo o Rechazo
b) ¿Qué tipo de órgano debiera redactar la nueva Constitución? Convención Mixta Constitucional o Convención Constitucional
3. La Convención Mixta Constitucional será integrada en partes iguales por miembros electos para el efecto, y parlamentarios y parlamentarias en ejercicio.
4. En el caso de la Convención Constitucional sus integrantes serán electos íntegramente para este efecto. La elección de los miembros de ambas instancias se realizará en el mes de octubre de 2020 conjuntamente con las elecciones regionales y municipales bajo sufragio universal con el mismo sistema electoral que rige en las elecciones de Diputados en la proporción correspondiente.
5. El órgano constituyente que en definitiva sea elegido por la ciudadanía, tendrá por único objeto redactar la nueva Constitución, no afectando las competencias y atribuciones de los demás órganos y poderes del Estado y se disolverá una vez cumplida la tarea que le fue encomendada. Adicionalmente no podrá alterar los quórum ni procedimientos para su funcionamiento y adopción de acuerdos.
6. El órgano constituyente deberá aprobar las normas y el reglamento de votación de las mismas por un quórum de dos tercios de sus miembros en ejercicio.
7. La Nueva Constitución regirá en el momento de su promulgación y publicación derogándose orgánicamente la Constitución actual.
Ante la grave crisis política y social del país, atendiendo la movilización de la ciudadanía y el llamado formulado por S.E. el Presidente Sebastián Piñera, los partidos abajo firmantes han acordado una salida institucional cuyo objetivo es buscar la paz y la justicia social a través de un procedimiento inobjetablemente democrático.
1. Los partidos que suscriben este acuerdo vienen a garantizar su compromiso con el restablecimiento de la paz y el orden público en Chile y el total respeto de los derechos humanos y la institucionalidad democrática vigente.
2. Se impulsará un Plebiscito en el mes de abril de 2020 que resuelva dos preguntas:
a) ¿Quiere usted una nueva Constitución? Apruebo o Rechazo
b) ¿Qué tipo de órgano debiera redactar la nueva Constitución? Convención Mixta Constitucional o Convención Constitucional
3. La Convención Mixta Constitucional será integrada en partes iguales por miembros electos para el efecto, y parlamentarios y parlamentarias en ejercicio.
4. En el caso de la Convención Constitucional sus integrantes serán electos íntegramente para este efecto. La elección de los miembros de ambas instancias se realizará en el mes de octubre de 2020 conjuntamente con las elecciones regionales y municipales bajo sufragio universal con el mismo sistema electoral que rige en las elecciones de Diputados en la proporción correspondiente.
5. El órgano constituyente que en definitiva sea elegido por la ciudadanía, tendrá por único objeto redactar la nueva Constitución, no afectando las competencias y atribuciones de los demás órganos y poderes del Estado y se disolverá una vez cumplida la tarea que le fue encomendada. Adicionalmente no podrá alterar los quórum ni procedimientos para su funcionamiento y adopción de acuerdos.
6. El órgano constituyente deberá aprobar las normas y el reglamento de votación de las mismas por un quórum de dos tercios de sus miembros en ejercicio.
7. La Nueva Constitución regirá en el momento de su promulgación y publicación derogándose orgánicamente la Constitución actual.
8. Una vez redactada la nueva Carta Fundamental por el órgano constituyente ésta será sometida a un plebiscito ratificatorio. Esta votación se realizará mediante sufragio universal obligatorio.
9. Las personas que actualmente ocupan cargos públicos y de elección popular cesarán en su cargo por el sólo ministerio de la ley al momento de ser aceptada su candidatura por el Servicio Electoral al órgano constituyente. Los miembros del órgano constitucional tendrán una inhabilidad sobreviniente para ser candidatos y candidatas a cargos de elección popular por un año desde que cesen en su mandato.
10. Los partidos que suscriben el presente acuerdo designarán una Comisión Técnica, que se abocará a la determinación de todos los aspectos indispensables para materializar lo antes señalado. La designación de los miembros de esta Comisión será paritaria entre la oposición y el oficialismo.
11. El plazo de funcionamiento del órgano constituyente será de hasta nueve meses, prorrogable una sola vez por tres meses. Sesenta días posteriores a la devolución del nuevo texto constitucional por parte del órgano constituyente se realizará un referéndum ratificatorio con sufragio universal obligatorio. En ningún caso éste podrá realizarse sesenta días antes ni después de una votación popular.
12. El o los proyectos de reforma constitucional y o legal que emanan de este Acuerdo serán
sometidos a la aprobación del Congreso Nacional como un todo. Para dicha votación los partidos abajo firmantes comprometen su aprobación.
15 de noviembre de 2019
Ayer 15 nov. nuevamente los carniceros de CARABINEROS dejaron a otro joven sin su ojo. Esto ocurrió en Plaza italia / Plaza de la Dignidad. (18:30 aprox).
Ayer 15 nov. nuevamente los carniceros de CARABINEROS dejaron a otro joven sin su ojo. Esto ocurrió en Plaza italia / Plaza de la Dignidad. (18:30 aprox).
@PiensaPrensa
@PiensaPrensa
Pacos hieren con disparo de perdigones a funcionaria del samu que prestaba auxilio a victima de la represión en Plaza Italia
Acá está la declaración que corrobora que
@Carabdechile
hirió con perdigones a la funcionaria del SAMU que estaba prestando los primeros auxilios a la persona que finalmente fallece en Plaza Italia.
Hay 131 colegios en toma y más de mil establecimientos sin clases: El balance educacional a 28 días de la crisis
La cifra de colegios paralizados es menor a la del martes, cuando el 27% de los recintos no tuvo actividades. Autoridades del Mineduc esperan que el acuerdo por la Constitución motive a que el lunes el sistema escolar vuelva a la normalidad.
El estallido social que comenzó hace 28 días alteró todas las actividades del país, incluidas las clases en los colegios, las que han sido suspendidas de forma intermitente, por la alteración en el orden público y en el sistema de transporte.
Prueba de ello es que, según el Mineduc, hasta este viernes había 1.334 colegios que seguían sin clases, equivalentes al 12% de todos los establecimientos del país. De ellos, 494 son particulares subvencionados y 39 son particulares pagados, pero también hay 801 planteles municipales suspendidos, correspondientes al 16% de esa dotación.
La cantidad de colegios sin clases es mayor a la registrada el viernes 8 de noviembre, cuando había 859 establecimientos paralizados, equivalentes al 8%. Pero es menor a la que se hubo el martes pasado, día en que se realizó el paro general convocado por diversas organizaciones sociales, cuando hubo 3.035 recintos sin clases, el 27% de la dotación nacional.
Además, las autoridades contabilizaron, hasta hoy, 131 colegios en toma por sus alumnos o comunidades, como forma de protesta ante la crisis del país.
El subsecretario de Educación, Raúl Figueroa, dice que la pérdida de clases puede afectar gravemente los aprendizajes, porque a los días sin actividades producto de la crisis, se suman los 51 días de paro docente que hubo en julio. Es decir, hay colegios que han perdido cerca de un tercio del año escolar.
“Hemos trabajado para dar la mayor flexibilidad a los establecimientos y que estos puedan funcionar. Confiamos en que el acuerdo por la paz alcanzado entre el oficialismo y la oposición hará que esta situación mejore sustantivamente”, plantea, por lo que espera que el lunes se registre una baja sustantiva de planteles paralizados.
Cierre del año escolar
Figueroa explica que durante la crisis “hubo ciertos establecimientos que vieron afectada su infraestructura o mobiliario. En general son daños menores, fáciles de abordar, pero que implican gastos para el sistema que se podrían haber evitado”. Respecto a los 131 colegios en toma, dice que no tienen un reporte de su estado.
El subsecretario también recuerda que el cierre del año escolar no es una alternativa para los directores, sino que deben ajustar sus planificaciones para intentar pasar el máximo de contenidos posibles. Dice que solo dos planteles cerraron su año, el Instituto Nacional y el INBA, pero por razones externas que antecedían a la crisis.
“Ahí se dieron condiciones que impedían continuar las clases. Pero desde el Mineduc hemos ofrecido la máxima flexibilidad para que los sostenedores hagan frente a estas dificultades y cumplan con el calendario”, agrega.
Para ello, el ministerio envió un instructivo a todos los colegios, con consejos para reagendar las clases, discutir internamente sobre la situación que vive el país, y evitar así que soliciten el cierre del año escolar.
https://www.latercera.com/nacional/noticia/131-colegios-toma-mas-mil-establecimientos-sin-clases-balance-educacional-28-dias-la-crisis/903390/
Mujer que recibe disparo de Carabineros puede perder la audicion
Mujer recibe disparo de lacrimogena a corta distancia por parte de Carabineros, le dan en la cabeza y le producen un TEC severo con posiblidad de de perdida de audicion.
Los secretos de la oficina
Marcelo Schilling, diputado PS, dirigió el organismo que combatió a los grupos subversivos tras el asesinato de Jaime Guzmán. Estuvo amenazado de muerte y procesado por obstrucción a la justicia. Cuando una nueva sentencia por el caso Guzmán está próxima a dictarse, el hombre de la inteligencia de la transición habla de su papel en los 90 y desarchiva capítulos desconocidos de La Oficina.
Marcelo Schilling grafica su lugar en la historia en los siguientes términos:
-Esto es como en Francia. Si usted le pregunta a un francés quién es el ministro de Cultura, le va a responder Jack Lang, que fue ministro de Mitterrand hace como 30 años. Usted aquí pregunta quién es el jefe de la inteligencia y le responden Schilling, Marcelo Schilling.
–¿Y por qué pasa eso, diputado?
-No sé. Tal vez porque yo era al que más nombraban.
El que fuera secretario del Consejo Coordinador de Seguridad Pública -que pasó a la historia como La Oficina, creada en 1991 tras el asesinato del senador Jaime Guzmán- estuvo poco más de un año al frente del organismo de inteligencia encargado de combatir a los grupos subversivos que siguieron activos tras el retorno a la democracia. Ese año bastó para desarticular lo que quedaba del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) y el Movimiento Juvenil Lautaro (MJL). Y, de paso, para que Schilling se ganara la odiosidad de ambos extremos políticos.
De un lado lo acusaron de infiltrar a los grupos subversivos, echando mano a antiguos presos políticos y guerrilleros arrepentidos. Del otro, de transar la desmovilización a cambio de impunidad. Ambas cosas tuvieron costos para él. Estuvo amenazado de muerte y procesado por obstrucción a la justicia. Y a mediados de los 90, cuando volvió a la vida política y postuló a la presidencia de su partido, sufrió lo que califica como “una derrota electoral estrepitosa” a manos de Luis Maira.
Desde el antiguo Congreso Nacional, Marcelo Schilling, 64 años, diputado socialista, dice entre risas:
-Maira representaba todas las virtudes de la izquierda revolucionaria. Y yo, en cambio, era lo peor de la izquierda reformista y socialdemócrata.
El diputado dice que el haber dirigido La Oficina le cobró la cuenta. Pero ahora, cuando la justicia está próxima a dictar sentencia en el caso Guzmán, se anima a hablar del tema.
–¿Por qué fue que lo eligieron a usted para dirigir La Oficina?
-Estarían los otros ocupados, no sé… Eso habría que preguntárselo a Enrique Correa, a Ricardo Solari y a Gonzalo Martner, que son los que me proponen.
–Y a usted le pareció bien.
-No, yo les dije que lo tenía que pensar. Al margen de la información que uno pueda tener por las lecturas y el estudio de la historia, para estas cosas, aparte de lo que fue mi paso por el GAP y de haber aprendido a disparar rifles en el campo donde me crié, yo no tenía la más mínima idea de esas cosas.
–¿Me está diciendo que el jefe de la inteligencia de la transición ni siquiera hizo un curso de inteligencia?
-No, nada. Yo había estudiado todo lo que tiene que ver con la historia del movimiento popular, el pensamiento de la doctrina socialista, los procesos revolucionarios y tararí y tarará, pero así como que me haya dedicado a estos fenómenos de los grupos armados, no. Es más, yo estaba declarada persona non grata en Cuba por unos artículos que escribí sobre el movimiento Solidaridad en Polonia, y la única vez que fui a ese país fue porque me invitó el embajador mexicano en Cuba. Todas las otras son fantasías, invenciones. La verdad de la milanesa es la que le estoy contando ahora.
En marzo de 1971, mientras estudiaba Administración Pública en la Universidad de Chile, Schilling fue uno de los 15 jóvenes socialistas seleccionados para reforzar la guardia civil de Salvador Allende. El Grupo de Amigos Personales (GAP). Su preparación militar estuvo a cargo de oficiales cubanos que lo instruyeron en defensa personal y prácticas de tiro. Una preparación rápida, de dos o tres meses, que lo obligó a abandonar la universidad y su nombre completo. Con 21 años, Marcelo Gastón Schilling Rodríguez pasaba a llamarse Gastón, a secas.
El ahora diputado hacía guardia en la casa de Allende de Tomás Moro. Y en algunos casos, en los traslados del Presidente, oficiaba de “edecán whisquero”, como llamaban al guardaespaldas que acompañaba a Allende en el asiento trasero del auto y cargaba una petaca de whisky. El hombre conoció la trastienda del poder y algunos de sus secretos. Como aquel día en que el Congreso nacionalizó el cobre y Allende, de regreso de una ceremonia en La Moneda, le comentó a su “edecán whisquero”:
-¿Sabe usted cuánto le vamos a pagar a los gringos?
Antes de que el joven Schilling abriera la boca, Allende volvió a hablar:
-Cero, compañero. Eso le vamos a pagar. Cero.
Schilling fue guardaespaldas de Allende por cerca de un año. Luego ocupó una gerencia en Chuquicamata y el golpe lo sorprendió en esas funciones. Ya estaba distanciado de su familia, agricultores de Temuco en su mayoría de derecha. Su padre había muerto y su madre se había establecido en Estados Unidos. El hombre que se exilió en México en 1974, y 11 años después volvió a Chile para sumarse a la oposición y trabajar en el Centro de Estudios Sociales y Económicos, dice que si bien en su juventud estuvo por los cambios radicales, y en 1985 fue detenido por la CNI, jamás postuló la vía armada.
-Escribí artículos en que sostengo la tesis de que la dictadura va a terminar por evolucionar hacia formas de democracia -dice-. Eso me valió varios garabatos, porque el año 80, que alguien (de izquierda) planteara algo así, era una herejía.
Al inicio del gobierno de Patricio Aylwin, Schilling fue de los pocos dirigentes socialistas que no asumió algún cargo. El dice que “por una decisión personal”, pese a que a nombre del partido había negociado designaciones y listas parlamentarias.
-Yo veía la transición por televisión -dice.
Planeaba una carrera académica cuando recibió el llamado de su amigo de entonces, Gonzalo Martner, subsecretario de Desarrollo Regional. Jaime Guzmán había sido asesinado días atrás y el gobierno buscaba un dirigente socialista para integrar un nuevo organismo de inteligencia.
Martner dice hoy que pensó en Schilling por su pasado en el GAP. Y porque tampoco había mucho donde elegir. Era uno de los pocos dirigentes socialistas de importancia disponibles. Schilling, en tanto, dice que una cosa es estar disponible y otra, dispuesto:
-No estaba muy convencido, la verdad.
–¿Y qué lo convenció?
-Mira, Pinochet había salido con el cuento de Cincinato, este emperador romano que se había ido para el campo y cuando Roma lo necesitó, volvió. Todo el mundo andaba con la sospecha de que este señor andaba esperando la oportunidad para volver, cosa que era cierto. Yo no tenía ninguna intención de integrarme al gobierno, ya había cumplido, pero qué iba a hacer, me tocó bailar con la fea.
–¿Qué cuentas saca ahora?
-Lo concreto hoy en día es que no hay grupos armados, los empresarios andan sin guardaespaldas y la democracia no está en jaque. Y eso se logró con total respeto a las libertades individuales y a los derechos humanos.
Ocupó una oficina en La Moneda, segundo piso, ala oriente, con vista a la Alameda. Ahí compartía secretaria con Jorge Burgos, jefe de gabinete del ministro Krauss, que asumió la vicepresidencia de La Oficina. Mario Fernández oficiaba de presidente, pero Schilling era el único dedicado de lleno a eso. La cabeza de un organismo que en principio no tenía sede ni personal.
Cuenta Schilling que ante la falta de espacio, y la necesidad de instalar un estadístico, Enrique Correa ofreció un departamento que su ministerio tenía en calle San Antonio, entre Huérfanos y Agustinas. Esa era la verdadera Oficina.
Allá llegó a trabajar el estadístico. Luego se integró Antonio Ramos, funcionario de La Moneda que oficiaba de archivero. Y poco después, por recomendación del subsecretario Solari, el analista de inteligencia Oscar Carpenter.
Militante socialista con instrucción militar en países de la órbita socialista, Carpenter conocía a alguno de los subversivos que se proponía combatir. Incluso, habría oficiado de instructor de algunos. Schilling dice que nunca antes había conocido a Carpenter. Y que una vez que comenzó a tratarlo, “resultó toda una revelación”.
–¿Cuál fue la contribución de Carpenter?
-Yo creo que él hacía conversar a gente de izquierda con otra gente que podía andar en la frontera, y de ahí sacaba información. Era súper hábil, se las arreglaba pese a que nunca tuvo los recursos para montar una red de informantes. Los recursos yo los conocía, y lo poco que había, lo distribuía yo.
–¿Cuántos informantes tuvo La Oficina?
-Uno solo: Agdalín Valenzuela.
–¿Uno? ¿Y Humberto López Candia?
-Ah, no, López Candia era un informante de los militares. Ese tipo llegó (a La Oficina) con el dato de que iba a haber un traslado de armas. Nosotros actuamos, pero no fuimos más allá con él. Aquí no se trataba de andar reclutando tipos, no; éramos los que éramos y punto. Uno puede ser aficionado, pero no huevón. Teníamos que construir nuestra propia valla de contención y de seguridad ante los militares y el FPMR, ¿y cuál era esa valla? Poca gente.
–¿Por qué no protegieron a Agdalín Valenzuela? ¿Qué pasó ahí?
-Yo hace mucho tiempo que no estaba en La Oficina cuando eso ocurrió. Pero puedo decirle que Agdalín es un héroe de la democracia. Todos deberíamos estar agradecidos de él.
Agdalín Valenzuela era un antiguo frentista que entró al círculo de confianza de los más altos jefes del FPMR. En 1991 comenzó a colaborar con La Oficina y fue identificado como F1. Sus datos permitieron al gobierno descubrir quién era quién en la cúpula del FPMR y confirmar algo elemental: quienes habían secuestrado a Cristián Edwards eran los mismos que habían matado a Guzmán.
En 1993 el informante de La Oficina fue detenido junto al jefe frentista Mauricio Hernández. Y dos años después, fue acusado de traición y ajusticiado por sus compañeros del FPMR.
–¿Cómo reclutan a Agdalín?
-Ocurre que una profesora socialista que era amiga mía me llama y me dice que tiene un sobrino que quiere hablar conmigo. Que él cree que tiene cosas que me podrían ayudar sobre el lío del asesinato a Guzmán. Viene este joven a hablar conmigo y me habla de Agdalín Valenzuela.
–¿Usted lo conoció?
-No, nunca físicamente. (Antonio) Ramos toma el contacto con él en la Estación Central, mantiene un tiempo el contacto y después le pido a Carpenter que se haga cargo.
–¿Cuál fue la motivación de Agdalín para colaborar con La Oficina?
-Yo creo que por la influencia de un militante comunista amigo que le fue diciendo que había que dejar las armas. Y motivado porque sus amigos no murieran.
–¿No hubo una motivación económica?
-Estas cosas te deben parecer increíbles, pero como yo las viví no me parecen: una vez Carpenter me pidió plata para comprarle un par de zapatos. Otra vez me pidió re poca plata para ayudarle con unos cajones de abejas que había instalado en Curanilahue o no sé dónde. Eso fue todo.
–¿Sólo eso?
-Si quieres, me crees. Pero fue así.
Veinte años atrás esta imagen hubiera sido impensada. Marcelo Schilling viajando solo, al volante de su auto. En ese entonces estaba amenazado de muerte por la directiva del FPMR y el MJL. Por eso, adonde quiera que fuera, viajaba acompañado de un chofer y dos guardaespaldas. Adelante lo acompañaba otro auto de seguridad seguido de dos motoristas de civil. Nueve guardias para un solo hombre.
-Tampoco era para tanto -sopesa Schilling-. Una vez nos escapamos con mi hijo, tomamos un micro y nos fuimos a Providencia a almorzar a El Parrón.
El diputado cuenta esto mientras conduce su Hyundai Veracruz rumbo a una actividad de campaña en Limache. No tiene chofer y suele conducir entre su distrito y sus departamentos en Viña del Mar y Santiago. Tampoco tiene un sistema de seguridad especial. Dejó la escolta en 2000, cuando asumió como embajador de Chile en Francia. Y al regreso, en 2006, dice que comenzó a hacer “una vida normal”.
Ha gastado la mañana en una tediosa ceremonia con autoridades regionales de Valparaíso. Y dedicará la tarde a actividades sociales en un club deportivo de barrio donde su equipo ofrecerá servicios de veterinaria, peluquería y asesoría jurídica y espiritual. Esta última, a cargo de una mujer que lee el Tarot, será la más demandada por sus electores de Limache.
***
El 92 fue un año decisivo para la desarticulación del FPMR. Cristián Edwards fue liberado y sus captores detenidos. La Oficina vivía su mejor momento cuando Schilling renunció a lo que derivó en la Agencia Nacional de Inteligencia, ANI.
–¿Por qué se va de La Oficina?
-Porque no es mi vocación… Yo me fui a despedir de Aylwin el 92, en julio o agosto, y le dije:Don Patricio, ya se resolvió, no hay nada más que hacer, y me fui.
–¿Cómo sabía usted que no había nada más que hacer? Había quedado gente libre que podía volver a operar.
-Estaba todo desarticulado. La fuga había sido general. Además que políticamente ellos se habían arruinado a sí mismos. Primero matan a Guzmán y no lo reconocen. Después secuestran a Edwards y lo vuelven a ocultar. O sea, es el fin.
–Tenía información, entonces.
-Obvio. Al punto que si le preguntas a Carpenter tal vez él te lo va a negar, pero él una vez me dijo: Hasta nos podemos tomar la dirección del FPMR.
–¿Y qué le dijo usted?
–Estái más huevón, le dije. Ahí le recordé lo de las Brigadas Rojas en Italia, que siguieron cometiendo actos terroristas cuando estaban completamente infiltradas por policías. No, le dije, esta huevá se acabó.
https://historiadetodos.wordpress.com/los-secretos-de-la-oficina/
Marcelo Schilling grafica su lugar en la historia en los siguientes términos:
-Esto es como en Francia. Si usted le pregunta a un francés quién es el ministro de Cultura, le va a responder Jack Lang, que fue ministro de Mitterrand hace como 30 años. Usted aquí pregunta quién es el jefe de la inteligencia y le responden Schilling, Marcelo Schilling.
–¿Y por qué pasa eso, diputado?
-No sé. Tal vez porque yo era al que más nombraban.
El que fuera secretario del Consejo Coordinador de Seguridad Pública -que pasó a la historia como La Oficina, creada en 1991 tras el asesinato del senador Jaime Guzmán- estuvo poco más de un año al frente del organismo de inteligencia encargado de combatir a los grupos subversivos que siguieron activos tras el retorno a la democracia. Ese año bastó para desarticular lo que quedaba del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) y el Movimiento Juvenil Lautaro (MJL). Y, de paso, para que Schilling se ganara la odiosidad de ambos extremos políticos.
De un lado lo acusaron de infiltrar a los grupos subversivos, echando mano a antiguos presos políticos y guerrilleros arrepentidos. Del otro, de transar la desmovilización a cambio de impunidad. Ambas cosas tuvieron costos para él. Estuvo amenazado de muerte y procesado por obstrucción a la justicia. Y a mediados de los 90, cuando volvió a la vida política y postuló a la presidencia de su partido, sufrió lo que califica como “una derrota electoral estrepitosa” a manos de Luis Maira.
Desde el antiguo Congreso Nacional, Marcelo Schilling, 64 años, diputado socialista, dice entre risas:
-Maira representaba todas las virtudes de la izquierda revolucionaria. Y yo, en cambio, era lo peor de la izquierda reformista y socialdemócrata.
El diputado dice que el haber dirigido La Oficina le cobró la cuenta. Pero ahora, cuando la justicia está próxima a dictar sentencia en el caso Guzmán, se anima a hablar del tema.
–¿Por qué fue que lo eligieron a usted para dirigir La Oficina?
-Estarían los otros ocupados, no sé… Eso habría que preguntárselo a Enrique Correa, a Ricardo Solari y a Gonzalo Martner, que son los que me proponen.
–Y a usted le pareció bien.
-No, yo les dije que lo tenía que pensar. Al margen de la información que uno pueda tener por las lecturas y el estudio de la historia, para estas cosas, aparte de lo que fue mi paso por el GAP y de haber aprendido a disparar rifles en el campo donde me crié, yo no tenía la más mínima idea de esas cosas.
–¿Me está diciendo que el jefe de la inteligencia de la transición ni siquiera hizo un curso de inteligencia?
-No, nada. Yo había estudiado todo lo que tiene que ver con la historia del movimiento popular, el pensamiento de la doctrina socialista, los procesos revolucionarios y tararí y tarará, pero así como que me haya dedicado a estos fenómenos de los grupos armados, no. Es más, yo estaba declarada persona non grata en Cuba por unos artículos que escribí sobre el movimiento Solidaridad en Polonia, y la única vez que fui a ese país fue porque me invitó el embajador mexicano en Cuba. Todas las otras son fantasías, invenciones. La verdad de la milanesa es la que le estoy contando ahora.
En marzo de 1971, mientras estudiaba Administración Pública en la Universidad de Chile, Schilling fue uno de los 15 jóvenes socialistas seleccionados para reforzar la guardia civil de Salvador Allende. El Grupo de Amigos Personales (GAP). Su preparación militar estuvo a cargo de oficiales cubanos que lo instruyeron en defensa personal y prácticas de tiro. Una preparación rápida, de dos o tres meses, que lo obligó a abandonar la universidad y su nombre completo. Con 21 años, Marcelo Gastón Schilling Rodríguez pasaba a llamarse Gastón, a secas.
El ahora diputado hacía guardia en la casa de Allende de Tomás Moro. Y en algunos casos, en los traslados del Presidente, oficiaba de “edecán whisquero”, como llamaban al guardaespaldas que acompañaba a Allende en el asiento trasero del auto y cargaba una petaca de whisky. El hombre conoció la trastienda del poder y algunos de sus secretos. Como aquel día en que el Congreso nacionalizó el cobre y Allende, de regreso de una ceremonia en La Moneda, le comentó a su “edecán whisquero”:
-¿Sabe usted cuánto le vamos a pagar a los gringos?
Antes de que el joven Schilling abriera la boca, Allende volvió a hablar:
-Cero, compañero. Eso le vamos a pagar. Cero.
Schilling fue guardaespaldas de Allende por cerca de un año. Luego ocupó una gerencia en Chuquicamata y el golpe lo sorprendió en esas funciones. Ya estaba distanciado de su familia, agricultores de Temuco en su mayoría de derecha. Su padre había muerto y su madre se había establecido en Estados Unidos. El hombre que se exilió en México en 1974, y 11 años después volvió a Chile para sumarse a la oposición y trabajar en el Centro de Estudios Sociales y Económicos, dice que si bien en su juventud estuvo por los cambios radicales, y en 1985 fue detenido por la CNI, jamás postuló la vía armada.
-Escribí artículos en que sostengo la tesis de que la dictadura va a terminar por evolucionar hacia formas de democracia -dice-. Eso me valió varios garabatos, porque el año 80, que alguien (de izquierda) planteara algo así, era una herejía.
Al inicio del gobierno de Patricio Aylwin, Schilling fue de los pocos dirigentes socialistas que no asumió algún cargo. El dice que “por una decisión personal”, pese a que a nombre del partido había negociado designaciones y listas parlamentarias.
-Yo veía la transición por televisión -dice.
Planeaba una carrera académica cuando recibió el llamado de su amigo de entonces, Gonzalo Martner, subsecretario de Desarrollo Regional. Jaime Guzmán había sido asesinado días atrás y el gobierno buscaba un dirigente socialista para integrar un nuevo organismo de inteligencia.
Martner dice hoy que pensó en Schilling por su pasado en el GAP. Y porque tampoco había mucho donde elegir. Era uno de los pocos dirigentes socialistas de importancia disponibles. Schilling, en tanto, dice que una cosa es estar disponible y otra, dispuesto:
-No estaba muy convencido, la verdad.
–¿Y qué lo convenció?
-Mira, Pinochet había salido con el cuento de Cincinato, este emperador romano que se había ido para el campo y cuando Roma lo necesitó, volvió. Todo el mundo andaba con la sospecha de que este señor andaba esperando la oportunidad para volver, cosa que era cierto. Yo no tenía ninguna intención de integrarme al gobierno, ya había cumplido, pero qué iba a hacer, me tocó bailar con la fea.
–¿Qué cuentas saca ahora?
-Lo concreto hoy en día es que no hay grupos armados, los empresarios andan sin guardaespaldas y la democracia no está en jaque. Y eso se logró con total respeto a las libertades individuales y a los derechos humanos.
Ocupó una oficina en La Moneda, segundo piso, ala oriente, con vista a la Alameda. Ahí compartía secretaria con Jorge Burgos, jefe de gabinete del ministro Krauss, que asumió la vicepresidencia de La Oficina. Mario Fernández oficiaba de presidente, pero Schilling era el único dedicado de lleno a eso. La cabeza de un organismo que en principio no tenía sede ni personal.
Cuenta Schilling que ante la falta de espacio, y la necesidad de instalar un estadístico, Enrique Correa ofreció un departamento que su ministerio tenía en calle San Antonio, entre Huérfanos y Agustinas. Esa era la verdadera Oficina.
Allá llegó a trabajar el estadístico. Luego se integró Antonio Ramos, funcionario de La Moneda que oficiaba de archivero. Y poco después, por recomendación del subsecretario Solari, el analista de inteligencia Oscar Carpenter.
Militante socialista con instrucción militar en países de la órbita socialista, Carpenter conocía a alguno de los subversivos que se proponía combatir. Incluso, habría oficiado de instructor de algunos. Schilling dice que nunca antes había conocido a Carpenter. Y que una vez que comenzó a tratarlo, “resultó toda una revelación”.
–¿Cuál fue la contribución de Carpenter?
-Yo creo que él hacía conversar a gente de izquierda con otra gente que podía andar en la frontera, y de ahí sacaba información. Era súper hábil, se las arreglaba pese a que nunca tuvo los recursos para montar una red de informantes. Los recursos yo los conocía, y lo poco que había, lo distribuía yo.
–¿Cuántos informantes tuvo La Oficina?
-Uno solo: Agdalín Valenzuela.
–¿Uno? ¿Y Humberto López Candia?
-Ah, no, López Candia era un informante de los militares. Ese tipo llegó (a La Oficina) con el dato de que iba a haber un traslado de armas. Nosotros actuamos, pero no fuimos más allá con él. Aquí no se trataba de andar reclutando tipos, no; éramos los que éramos y punto. Uno puede ser aficionado, pero no huevón. Teníamos que construir nuestra propia valla de contención y de seguridad ante los militares y el FPMR, ¿y cuál era esa valla? Poca gente.
–¿Por qué no protegieron a Agdalín Valenzuela? ¿Qué pasó ahí?
-Yo hace mucho tiempo que no estaba en La Oficina cuando eso ocurrió. Pero puedo decirle que Agdalín es un héroe de la democracia. Todos deberíamos estar agradecidos de él.
Agdalín Valenzuela era un antiguo frentista que entró al círculo de confianza de los más altos jefes del FPMR. En 1991 comenzó a colaborar con La Oficina y fue identificado como F1. Sus datos permitieron al gobierno descubrir quién era quién en la cúpula del FPMR y confirmar algo elemental: quienes habían secuestrado a Cristián Edwards eran los mismos que habían matado a Guzmán.
En 1993 el informante de La Oficina fue detenido junto al jefe frentista Mauricio Hernández. Y dos años después, fue acusado de traición y ajusticiado por sus compañeros del FPMR.
–¿Cómo reclutan a Agdalín?
-Ocurre que una profesora socialista que era amiga mía me llama y me dice que tiene un sobrino que quiere hablar conmigo. Que él cree que tiene cosas que me podrían ayudar sobre el lío del asesinato a Guzmán. Viene este joven a hablar conmigo y me habla de Agdalín Valenzuela.
–¿Usted lo conoció?
-No, nunca físicamente. (Antonio) Ramos toma el contacto con él en la Estación Central, mantiene un tiempo el contacto y después le pido a Carpenter que se haga cargo.
–¿Cuál fue la motivación de Agdalín para colaborar con La Oficina?
-Yo creo que por la influencia de un militante comunista amigo que le fue diciendo que había que dejar las armas. Y motivado porque sus amigos no murieran.
–¿No hubo una motivación económica?
-Estas cosas te deben parecer increíbles, pero como yo las viví no me parecen: una vez Carpenter me pidió plata para comprarle un par de zapatos. Otra vez me pidió re poca plata para ayudarle con unos cajones de abejas que había instalado en Curanilahue o no sé dónde. Eso fue todo.
–¿Sólo eso?
-Si quieres, me crees. Pero fue así.
Veinte años atrás esta imagen hubiera sido impensada. Marcelo Schilling viajando solo, al volante de su auto. En ese entonces estaba amenazado de muerte por la directiva del FPMR y el MJL. Por eso, adonde quiera que fuera, viajaba acompañado de un chofer y dos guardaespaldas. Adelante lo acompañaba otro auto de seguridad seguido de dos motoristas de civil. Nueve guardias para un solo hombre.
-Tampoco era para tanto -sopesa Schilling-. Una vez nos escapamos con mi hijo, tomamos un micro y nos fuimos a Providencia a almorzar a El Parrón.
El diputado cuenta esto mientras conduce su Hyundai Veracruz rumbo a una actividad de campaña en Limache. No tiene chofer y suele conducir entre su distrito y sus departamentos en Viña del Mar y Santiago. Tampoco tiene un sistema de seguridad especial. Dejó la escolta en 2000, cuando asumió como embajador de Chile en Francia. Y al regreso, en 2006, dice que comenzó a hacer “una vida normal”.
Ha gastado la mañana en una tediosa ceremonia con autoridades regionales de Valparaíso. Y dedicará la tarde a actividades sociales en un club deportivo de barrio donde su equipo ofrecerá servicios de veterinaria, peluquería y asesoría jurídica y espiritual. Esta última, a cargo de una mujer que lee el Tarot, será la más demandada por sus electores de Limache.
***
El 92 fue un año decisivo para la desarticulación del FPMR. Cristián Edwards fue liberado y sus captores detenidos. La Oficina vivía su mejor momento cuando Schilling renunció a lo que derivó en la Agencia Nacional de Inteligencia, ANI.
–¿Por qué se va de La Oficina?
-Porque no es mi vocación… Yo me fui a despedir de Aylwin el 92, en julio o agosto, y le dije:Don Patricio, ya se resolvió, no hay nada más que hacer, y me fui.
–¿Cómo sabía usted que no había nada más que hacer? Había quedado gente libre que podía volver a operar.
-Estaba todo desarticulado. La fuga había sido general. Además que políticamente ellos se habían arruinado a sí mismos. Primero matan a Guzmán y no lo reconocen. Después secuestran a Edwards y lo vuelven a ocultar. O sea, es el fin.
–Tenía información, entonces.
-Obvio. Al punto que si le preguntas a Carpenter tal vez él te lo va a negar, pero él una vez me dijo: Hasta nos podemos tomar la dirección del FPMR.
–¿Y qué le dijo usted?
–Estái más huevón, le dije. Ahí le recordé lo de las Brigadas Rojas en Italia, que siguieron cometiendo actos terroristas cuando estaban completamente infiltradas por policías. No, le dije, esta huevá se acabó.
https://historiadetodos.wordpress.com/los-secretos-de-la-oficina/
Abel Acuña, el joven al que Carabineros impidio que atendiesen correctamente y murio
CONFIRMADO, muere joven en Plaza Italia.
Abel, sufrió un paro cardíaco y no pudo ser reanimado con éxito, porque el cuerpo de rescate y ambulancia recibieron ataques del guanaco y el carro lanza gases a eso de las 21:15.
Abel, sufrió un paro cardíaco y no pudo ser reanimado con éxito, porque el cuerpo de rescate y ambulancia recibieron ataques del guanaco y el carro lanza gases a eso de las 21:15.
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