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viernes, 5 de octubre de 2012

La del 5 al 6 de octubre de 1988 fue la noche más larga de la historia de Chile. Hasta el último minuto Pinochet no quería reconocer su derrota en el plebiscito


Por Francisco Castillo M.
El triunfo del No al dictador en el plebiscito provocó una alegría desbordante, reflejada en esta escena captada en Santiago (ver foto) que no ha vuelto a repetirse.
Quienes vivieron esas dramáticas horas –del miércoles 5 al jueves 6 de octubre de 1988- entre el comando del No, en Alameda y Portugal y el palacio de La Moneda, ocho manzanas al poniente, no olvidarán jamás ese día. Se estaba jugando, nada más y nada menos, que el destino del país y se ponía a prueba la dignidad de unos y otros.

Porque eso significaba el plebiscito al que había llamado la dictadura: seguir con Pinochet hasta 1997 –legitimado ante el mundo- o ir a elecciones parlamentarias y presidencial en diciembre de 1989. Eso se votaba ese día.

Hace 24 años, Chile era un país más pequeño (12 millones 172 mil habitantes) más pobre (1.710 dólares per cápita) y ciertamente menospreciado por la comunidad internacional, que repudiaba los abusos de la dictadura. Ésta buscaba legitimarse y Jaime Guzmán, el ideólogo del régimen, convenció a Pinochet a convocar al plebiscito previsto en la Constitución del 80. En la oposición hubo reticencias: si ganaba el régimen, se legitimaba; si perdía, lo más probable era que no aceptara el revés y cometería fraude. Mejor no participar.

El crucial acceso a la TV

La tensión había venido in crescendo desde comienzos de ese año, cuando se fue tejiendo la maraña que daría marco legal a un proceso de participación ciudadana inédito desde 1973, cuando se había interrumpido la democracia en el país. Cuando la oposición resolvió participar, después de mucho debatirlo, llevó a cabo tres acciones fundamentales: lograr que la ciudadanía se inscribiera en los registros electorales; diseñar un mecanismo de control del acto eleccionario; aprovechar el espacio de propaganda en TV conocido como La franja electoral con dos objetivos: que la gente perdiera el miedo y se sintiera libre de votar en conciencia.

No fue tarea fácil. El gobierno usaba el poderoso aparato estatal para infundir temor, mostrar una imagen amable del dictador vestido de civil y destacar el auge económico, utilizando para ello en particular la TV, que controlaba por completo. La oposición se atrincheraba en varios medios escritos: los diarios La Época y Fortín Mapocho, además de las revistas Hoy, Análisis, Cauce, Apsi y Pluma y Pincel (todos desaparecidos); en radio se contaba con tres: Cooperativa, Chilena (desaparecida) y Biobío.

Pero no alcanzaba, la TV era una herramienta fundamental para llegar al electorado. Por eso, resultó clave que se diera acceso a ese medio aunque fuera por 15 minutos, y muy tarde, cerca de la medianoche, buscando que el televidente optara por dormir. Fue un error gigantesco de los asesores del gobierno, como se vio después.

La Franja, el primer triunfo

Una vez aprobada la Franja –que debía comenzar un mes antes del plebiscito-, el dilema para los del No fue determinar formas y contenidos de los mensajes; si la justa denuncia de las crueldades de la dictadura o transmitir la intangibilidad de la esperanza. Como se recuerda por estos días en la película “No”, se optó por una campaña alegre, optimista, divertida. Se le ganó al miedo.

La mayor efectividad de la propuesta televisiva del No, fue inmediata. Un estudio reservado de Adimark, dado a conocer posteriormente en un seminario del CEP, entregó abrumadoras cifras favorables a la Franja del No, superiores incluso al resultado obtenido en las urnas:

Hasta Sergio Fernández, ministro del Interior de la dictadura en esos días, admitió más tarde que “nadie pudo ignorar la evidente superioridad técnica de la Franja del No, mejor construcción argumental, mejores filmaciones, mejor música. Su melodía característica, en torno a la frase ‘La alegría ya viene, era tan pegajosa, que hasta los creativos de la Campaña del Sí en sus reuniones la tarareaban inconcientemente".

Hoy se ríen de Pinochet

Los mensajes del Sí se centraron en la crisis ocurrida durante el gobierno de Allende, al tiempo que trataban de mostrar un rostro democrático y amable del general Pinochet, que era visto como un militar rígido y severo. Resulta curioso, ahora en 2012, constatar la reacción del público joven que ha visto el filme de Pablo Larraín: se ríen de Pinochet y se burlan de la campaña del Si.

A pesar del aparente auge económico que exhibía el régimen, según encuestas independientes el 72 % mostraba descontento por la mala distribución del ingreso, superior incluso al 56% que denunciaba la violación de los derechos humanos. La gente no se olvidaba del 20 % de cesantía que hubo en la crisis de comienzo de los 80.

Las malas cifras se le ocultaron al dictador. Le exhibieron las de la empresa Gallup, que lo daba por ganador (47% a 42%). Bajo llave quedó en ese momento la encuesta CEP-Adimark, donde ganaba el No con el 52% de las preferencias contra el 32% de la opción Sí, con un 16% de indecisos.

El 5 de octubre

Un par de semanas antes del plebiscito se había generado una enorme preocupación entre los opositores por anuncios de que algo se estaba preparando en las sombras. Tanto el jefe de plaza, general Jorge Zincke, como el subsecretario del Interior, Alberto Cardemil, les hablaron a Mónica Jiménez y Sergio Molina de que los militares tenían información de que se habían repartido armas en las poblaciones, que se habían robado buses para pintarlos con los colores de los Carabineros, que habría una asonada de origen comunista para interrumpir el plebiscito en la mañana del día 5.

Esto generó inmediata reacción a nivel internacional; los gobiernos de Estados Unidos y Alemania Federal convocaron a los embajadores chilenos Hernán Felipe Errázuriz y Germán Riesco para pedirles explicaciones e indicarles que seguían “minuto a minuto” el desarrollo de los acontecimientos chilenos.

En la noche del martes 4, un extraño apagón acentuó la inquietud de la gente. Radio Cooperativa logró tranquilizar a los alarmados auditores. Cuando salió el sol, a las 06:14 horas, se desató la primera sorpresa: una enorme multitud iniciaba su lenta y pacífica marcha a los lugares de votación.

Se habían dispuesto unas 22.000 mesas para recibir a los 7.435.913 votantes, un record. El 92 % de los chilenos en edad para inscribirse lo habían hecho. A las 10 de la mañana, Cardemil entrega el primer informe, diciendo que hay solo 8 mil mesas constituidas; en el comando del No retrucan: sus datos indican que la cantidad es mucho mayor. Simultáneamente, empiezan a llegar informes que los militares no dejan entrar a la gente a votar.

TV: la desinformación

Una hora después, el gobierno informa de un 75% de mesas abiertas y el comando del No responde con cifras superiores al 90%. ¿Qué estaba pasando? Las aglomeraciones se multiplican; las colas eran enormes. La Concertación presiona al gobierno. La situación se normaliza recién cerca de las tres de la tarde.

Poco antes, a las dos, Gallup entrega datos a Luis Cordero (UDI), jefe de las Casas del Sí, de una encuesta hecha “a boca de urna”: 46% favorable a Pinochet, 33,7% por el No.

Cerca de las cinco de la tarde, la mayor parte del país ha votado y regresa a sus casas esperando los cómputos y con cierto temor. Hay rumores de posibles ataques terroristas de grupos de extrema izquierda o de algún levantamiento de las Fuerzas Armadas.

La televisión muestra dibujos animados durante varias horas, en vez de informar. Aumentan la desinformación y los temores.

Cómputo escandaloso

A las 16.30, el subsecretario Cardemil va desde el edificio Diego Portales (actual GAM) a La Moneda para informar a Pinochet de los primeros cómputos. Dos horas más tarde, el Comité por Elecciones Libres, cercano a la Concertación y dirigido por Eduardo Frei Ruiz-Tagle, entrega sus primeras cifras: sobre el 10% de los votos ya escrutados, el “Sí” alcanza el 32%, frente al 58% del “No”. La TV guarda silencio.

El comando del No había resuelto esperar hasta tener 500 mil votos escrutados. Sin embargo, a las 19.30, Cardemil entrega el primer informe oficial: 58% para el Sí frente al 42% del No, sobre un total paupérrimo de 79 mesas, el 0,36% del universo. Un verdadero escándalo.

Los propios comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y Carabineros (Merino, Matthei y Stange) son informados por sus subalternos de que el No estaba ganando. Piden reunirse con Pinochet, pero éste posterga la cita.

A las 7 de la tarde, llega Sergio Onofre Jarpa, luego de votar en Villa Alegre, a encabezar en la sede de RN las sesiones de su comisión política; simultáneamente, al comando del No llegan noticias de allanamientos en la población La Victoria. “Fue algo puntual” le dice el general Zincke a Patricio Aylwin; se había descubierto, según él, una casa donde se ocultaban explosivos y armas, pero “ya está todo bajo control”.

El preludio del fraude

A las 20:40, el propio Pinochet vuelve a alimentar las ansiedades. Dice a los periodistas en un patio de La Moneda que tiene información que da por ganador al Sí, pero que está inquieto pues “hay personas que han visto gente con pasamontañas y armas”.

El general Gabriel Ormeño, de la prefectura metropolitana de Carabineros, informa a Zincke que han detectado un bus pintado de verde en la población La Bandera. Canal 13 transmitía recuentos de mesas en el Instituto Nacional, todas favorables al Sí. Alwin llama al canal y reclama. Orlando Poblete, desde La Moneda, comunica a los canales que está prohibido divulgar resultados desde los comandos.

Ante este panorama que parecía preludio de fraude, Genaro Arriagada toma la dramática decisión de entregar, a las 21.00, los cómputos que posee el comando del No: por el Sí, 41,3 %, por el No, 58,7% de los votos.

Una hora después, Cardemil entrega un nuevo cómputo, esta vez sobre la base a 677 mesas: Sí, 51,3%; No, 46,5%. , además anuncia que el siguiente cómputo será entregado a las 23.15. En ese momento, Aylwin decide que se informe a los comandantes en jefe. Máximo Pacheco llama a Rodolfo Stange y Fernando Matthei. José Toribio Merino y Humberto Gordon reciben también los datos.

“No me venga con leseras”

En tanto, el Comité por las Elecciones Libres entrega un nuevo informe: la opción Sí obtiene un 44,6% frente al 55,2% de la opción No. Mientras, Dinacos recibe a esa misma hora, la orden de clausurar inmediatamente cualquier transmisión radial o de televisión que convoque a una celebración por la victoria del No.

A las 23.00, Cardemil se reúne con Pinochet. Le informa de la derrota. Arriagada entrega un nuevo cómputo, con un 40,2% para el Sí y un 57,8% para el No. Desde RN hablan con Cardemil y le informan que no están dispuestos a involucrarse en un desconocimiento de los resultados.

Jarpa, fiel a su estilo, antes de partir a Canal 13 a un foro con Aylwin, llama al subsecretario: “Usted no se va a prestar para ninguna lesera, ¿no?" le dice. Cardemil le confirma que el Sí iba perdiendo, pero que aún faltaban los votos de las mesas de las mujeres santiaguinas.

Jarpa asume, entonces, la derrota. En Canal 13 confirma los datos con los de Aylwin y lo felicita. Éste le dice que se lo diga frente a las cámaras. “Debo reconocer que la tendencia a favor del No es bastante clara”, dijo Jarpa.
A las 00.18 del jueves 6 de octubre, Pinochet se reúne con sus ministros y les informa: "Señores, el plebiscito se perdió. Quiero sus renuncias de inmediato. Eso es todo". Una hora después, finalmente se reúne con los miembros de la Junta de Gobierno. En su paso hacia el Palacio de La Moneda, el comandante en Jefe de la Fach le dice a los periodistas: "Tengo bastante claro que ha ganado el No, pero estamos tranquilos". Las palabras de Matthei fueron captadas a la 1.03 horas.

El último intento

Enseguida, se juntan con Pinochet y Sergio Fernández. Éste explica que a pesar de la derrota, el alto porcentaje obtenido era igual motivo de orgullo, a lo que Matthei habría respondido "¿Y por qué no traemos champaña para celebrarlo?".

En sus memorias "Matthei, mi testimonio", el ex comandante en jefe de la Fach confirma que Pinochet les habría entregado un decreto por el cual él asumiría todo el poder para no reconocer los resultados del plebiscito. Esto habría enfurecido a los miembros de la Junta. Matthei sostiene que rompió el acta con sus propias manos. "Después de eso, y sin insistir en el acta, el Presidente nos informó que se iría a descansar por unos días fuera de Santiago y se dio por terminada la reunión", termina de contar Matthei en su libro.

Después de la reunión, Pinochet acepta la situación y ordena publicar el tercer cómputo. A la 2.00 de la madrugada, un demacrado Cardemil aparece ante los medios y anuncia los cómputos finales: el Sí obtiene el 43% frente al 54,7% del No. De los 7.435.913 inscritos, votaron 7.236.241 electores, de los cuales 3.111.875 lo hicieron por el Sí y 3.959.495 por el No. La abstención fue mínima.

Una hora después del anuncio final, un grupo de reporteros del diario “La Época”, con la edición ya impresa de ese jueves 6 de octubre, cuya portada destacaba el “Amplio Triunfo del No”, veía descender desde Avenida Grecia, antes de llegar a Macul, a un centenar de muchachos que corrían hacia el poniente portando una gigantesca bandera chilena mientras gritaban alborozados: “¡Y ya cayó, y ya cayó, la dictadura ya cayó”.



http://ww.cambio21.cl/cambio21/site/artic/20121004/pags/20121004171417.html

La vida después del No para los encargados políticos de la campaña política más importante del siglo pasado. ¿En qué se ganaron la vida?


Por Luis Casanova R.
Los encargados del comando de la naciente Concertación fueron los primeros en asumir cargos de gobierno, escaños parlamentarios y representaciones diplomáticas cuando la dictadura militar llegó a su fin. Muchos de ellos aprovecharon los contactos realizados para introducirse en el mundo privado y de las asesorías y nacionales e internacionales. Algunos hasta adquirieron el rótulo de “lobistas” y “conferencistas”. Sepa en qué están en la siguiente nota.


A no confundirse: el triunfo del No del 5 de octubre de 1988 sólo fue posible gracias a la valentía de millones de chilenos que se atrevieron a ir a las urnas en un contexto de máxima tensión política, social y económica.

Sin embargo, todo el trabajo de articulación territorial y estratégica que efectuaron las distintas organizaciones partidistas que dieron lugar a la Concertación, hizo posible que de Arica a Punta Arenas el proceso eleccionario se desarrollara en paz y en completa normalidad y transparencia.

Consumada la victoria de la oposición de entonces, vino el retorno a la democracia y un futuro plagado de trabajo gubernamental, parlamentario y diplomático para los encargados de la histórica gesta que este mes cumple 24 años.
¿Qué hicieron, cómo se ganaron el sustento y en qué están hoy? A continuación, su vida después del No.

Patricio Aylwin (1918)

La vida del primer presidente de la República elegido democráticamente después de la dictadura militar transitó entre la corporación Justicia y Democracia que creó una vez que dejó el mando y su trabajo en la Cepal, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Además, se abocó a labores partidarias cuando en julio de 2001 el Consejo Nacional DC le designó como timonel provisorio debido a la crisis interna que provocó la fallida inscripción de candidatos al Parlamento. Si bien en enero de 2002 anunció su despedida de la actividad contingente, fue uno de los protagonistas en las actividades del Bicentenario del país bajo la administración de Sebastián Piñera.

A sus 94 años de edad, aún es considerado un referente por los medios nacionales y extranjeros. De hecho, en una entrevista concedida al diario El País de España declaró que el líder de la UP Salvador Allende "terminó demostrando que no fue buen político, porque si hubiera sido buen político no habría pasado lo que le pasó". Aún la molestia se siente en algunos sectores de izquierda.

Ricardo Lagos (1938)

Casi diez años tuvo que esperar el fundador del PPD para ser candidato presidencial. Fue en 1999 y frente al UDI Joaquín Lavín, al que derrotó en primera y en segunda vuelta. Fuera del mando, al igual que Aylwin, crea su propia fundación, Democracia y Desarrollo, y es elegido como presidente del "Club de Madrid", espacio de ex mandatarios. Además, se ganó el apodo de "Capitán Planeta" luego de ser designado en 2007 por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, como enviado especial para el cambio climático.

Pudo ser nuevamente el abanderado de la Concertación el 2009, pero su deseo de no competir en primarias ante José Miguel Insulza y Eduardo Frei motivó que el bloque eligiera finalmente a Frei como el competidor frente a Piñera. Siempre protagonista en los temas de contingencia, a Lagos Escobar se le volvió a preguntar recientemente si sería candidato en caso que Bachelet decida mantenerse en la secretaría ejecutiva de la ONU-Mujeres. La respuesta fue clara: "hoy es el tiempo de otros".

Genaro Arriagada (1943)

El secretario ejecutivo de la Concertación y del Comando por el No pasó a la posteridad con la frase pronunciada apenas La Moneda admitió su derrota en las urnas: "¡Abran la campaña!".

Su currículum es extenso a partir de este hito: fue parte del equipo que elaboró el programa ministerial de Eduardo Frei, fue titular de la secretaría general de la Presidencia en su gobierno, fue embajador y negociador de contenidos en la II Cumbre de las Américas, embajador de Chile en Estados Unidos, jefe de campaña de Ricardo Lagos, miembro del directorio de BancoEstado y de la junta directiva de la Universidad de las Américas, investigador de centros de estudios chilenos y extranjeros y conferencista internacional.

Juan Gabriel Valdés (1947)

Dirigió la franja televisiva del No junto a Patricio Silva Echeñique. Es hijo de Gabriel Valdés, ex senador y ex canciller DC fallecido el 2011. Proviene ideológicamente del MAPU, aunque su carrera política la efectúa en el Partido Socialista desde la creación de la Concertación.

Fue embajador en España y jefe de la división internacional del ministerio de Hacienda en el gobierno de Aylwin, director económico de la Cancillería y ministro de Relaciones Exteriores de Frei, representante chileno en la ONU durante la administración Lagos y delegado presidencial de Bachelet en la entrega de ayuda humanitaria en Haití tras el terremoto de 2010. Hoy es carta senatorial para la región de Los Lagos.

Patricio Silva Echeñique (1934-1997)

Entregaba las orientaciones políticas en la franja del No. En 1988 trabajó en el comando presidencial de Patricio Aylwin, para luego ser designado embajador de Chile en Estados Unidos, el primero después de la dictadura militar.

Su ideario democratacristiano tuvo sus orígenes en el gobierno de Frei Montalva (1964-1970), donde las ejerció de subsecretario de Relaciones Exteriores. Reconocido como "hiperactivo", Silva falleció víctima de un infarto cardíaco.

Enrique Correa (1945)

Después de ser el coordinador general del Comando del No, se enroló en el Partido Socialista, para posteriormente transformarse en el ministro secretario general de Gobierno de Patricio Aylwin.

Al igual que Tironi, en 1994 fundó su propia oficina privada, Imaginaccion Consultores, donde destaca su colaboración en grandes empresas, el trabajo especializado con el ex presidente argentino Carlos Saúl Menem y la realización de encuestas de opinión. Dirige Flacso y continúa con su labor de asesoría a varios gobiernos a fines de los 90, hasta que en 2004 renuncia al PS debido a las posibles sanciones que anunció la colectividad pata todos aquellos militantes que no respalden el proyecto de royalty a la minería. Eso sí, el 2009 vuelve a la entidad.

Ricardo Solari (1954)

Fue uno de los asesores políticos y estratégicos del Comando del No. Desempeñó la subsecretaría de la Presidencia en la gestión de Aylwin, la dirección de Banco Estado en tiempos de Frei y la cartera del Trabajo en la administración Lagos. De forma complementaria, integró el consejo asesor presidencial "Trabajo y Equidad" que instauró Bachelet.

Actualmente, el economista es uno de los encargados electorales del PS, es columnista estable del diario La Segunda, colabora con centros de estudios y realiza consultorías en estamentos internacionales.

Andrés Zaldívar (1936)

El emblemático dirigente de la Democracia Cristiana, luego de retornar al país tras su exilio en España, ocupó una especie de secretaría general y coordinación política de los distintos presidentes de los partidos que formaron la Concertación.

Después del triunfo del No, en 1989, fue elegido senador por Santiago Poniente y años después ejerció la testera de la Corporación. Diez años después, en 1999, se midió en elecciones primarias ante Ricardo Lagos Escobar, futuro mandatario. Quien fuera ministro de Hacienda de Frei Montalva en los 60 terminó siendo el primer jefe de gabinete de Michelle Bachelet en 2006. Actualmente, el ex timonel DC es senador por la región del Maule y pretende terminar su carrera legislativa cuando finalice su período, el 2018.

Eugenio Tironi (1951)

De profesión sociólogo, fue "asesor intelectual" de la franja del No. Posteriormente, fue jefe de la Secretaría de Comunicaciones en el gobierno de Patricio Aylwin (1990-1994), dirigió la campaña comunicacional de Ricardo Lagos en su segunda vuelta (1999-2000) y asesoró a Eduardo Frei en la campaña presidencial de 2009.

En 1994 funda Tironi y Asociados, empresa que efectúa labores de consultoría a empresas y corporaciones locales y transnacionales y que trabaja "en la gestión abierta de identidades, posicionamiento, marcas, comunicación, cambio organizacional y controversias", como dice su portal institucional. Su carácter de "lobista" le acarrea diversas críticas del mundo político de centro-izquierda, debido a sus orígenes políticos en el MAPU. En la actualidad es columnista del diario El Mercurio.

Clodomiro Almeyda (1923-1997)

Lideraba la facción más izquierda del socialismo cuando era secretario general de la colectividad a fines de los 80. Consumado el triunfo del No, funda la Izquierda Unida y el Partido Amplio de Izquierda Socialista, experimentos que no tuvieron éxito electoral, para después en los 90 hacerse cargo de la reapertura de la embajada de Chile en la Unión Soviética, en los últimos meses del "bloque del este", por decisión de Patricio Aylwin.

Recordado por aceptar al ex presidente de la Alemania Oriental, Erich Honecker, en tal legación diplomática, lo que trajo como resultado un complejo incidente con el gobierno de Boris Yeltsin, "Don Cloro" se apartó posteriormente de la vida política. Escribió sus memorias e hizo clases en la Universidad de Chile. Murió a la edad de 74 años. La biblioteca del PS lleva su nombre.

Ricardo Núñez (1939)

El líder de la "renovación" se traslada en 1989 a la Región de Atacama, donde se desempeña de senador, pero con los colores del PPD. En 1992 vuelve al PS tras la unificación y es elegido timonel de la entidad. Asume la vicepresidencia de la Internacional Socialista en 2003 y bajo su mandato en el partido Michelle Bachelet es elegida presidenta de la República.

El 2009 le entrega el cupo parlamentario a Isabel Allende y se hace cargo de la presidencia del directorio del Instituto Igualdad, think tank de la colectividad. Sin embargo, por problemas de financiamiento y "falta de apoyo" de la directiva de Osvaldo Andrade, como publicó a La Segunda en mayo de este año, deja el puesto. Su nombre sonó para la testera del PS en reemplazo de Camilo Escalona. Hoy está próximo a terminar dos textos: uno sobre el rol del PS en el gobierno de Allende y otro que daría lugar a su autobiografía.

Enrique Silva Cimma (1918-2012)

El sempiterno líder radical, recientemente fallecido, obtuvo como reconocimiento por presidir la Alianza Democrática (antecesora de la Concertación) y firmar el Acuerdo Nacional, la designación como canciller por parte de su ex compañero de universidad, Patricio Aylwin.

Ocho años después asume como senador institucional por su carácter de ex Contralor General de la República. En 2008, la entonces presidenta Bachelet lo escoge como integrante del Comité Asesor Bicentenario y en el gobierno de Piñera compone el consejo asesor de ex ministros de Relaciones Exteriores, a propósito del juicio marítimo que se sostiene con Perú en la Corte de La Haya. A sus 94 años, don Enrique se mantuvo con sus facultades mentales intactas.

Luis Maira (1940)

Fue uno de los coordinadores de la naciente Concertación proveniente de la Izquierda Cristiana. En 1989 se cambia al partido PAIS y compite sin éxito en la elección senatorial por la VIII Región Costa. Tres años después se muda al PS y asume el cargo de secretario general; en 1994 es designado como ministro de Planificación (hoy Desarrollo Social); en 1997 embajador de Chile en México; y en 2004 embajador de Chile en Argentina.

Laboralmente, Maira se gana la vida como consultor internacional. Políticamente, integra el Comité Central del Partido Socialista.

Víctor Barrueto (1953)

Fue otro de los firmantes en la fundación de la Concertación. De la directiva del MAPU pasó al PPD, llegando a ser su timonel en 2003. Entre medio fue electo diputado por Talcahuano entre 1990 y 2002, llegando a ser presidente de la Cámara.

Su último emprendimiento político fue la precandidatura a alcalde de La Florida, donde se midió en primarias ante el DC Gonzalo Duarte (el ganador) y la prima de la ex presidenta Bachelet, Vivianne Bachelet.

Chadwick, Allamand, Matthei, Lavín, Espina, Longueira, Larroulet y otros. En qué están los que votaron Si a Pinochet y que querían que siguiera 25 años en el poder


Por Javier Insulza

Es evidente que desde la derecha existe un intento de distanciarse de esos tiempos. Parece no ser casualidad que los principales rostros que apoyaban al dictador hayan sido, precisamente, aquellos que hoy ocupan cargos de gobierno y asientos parlamentarios.
La memoria de Chile parece ser frágil y tiende a olvidar que, muchos de los que hoy se llenan la boca hablando de nuestra democracia, son quienes entonces votaron por extender el período de gobierno de la dictadura. Muchos de ellos, incluso, fueron artífices de la franja electoral de la opción SÍ, la misma que debió ser cambiada a mitad del camino, porque había sido mal concebida y menospreciada ya que "daba lo mismo, porque nadie la vería", según se rescata en el libro "La Historia Oculta del Régimen Militar", de los periodistas Ascanio Cavallo, Oscar Sepúlveda y Manuel Salazar.

"Cuando se trata del modelo económico de Pinochet, los progenitores se apiñan; cuando se trata del instrumento ideado para mantenerlo en el poder por los siguientes ocho años -seguramente el plazo que aún requería "el modelo" para su plena consolidación-, nadie da la cara. Se ha llegado al extremo de que ya cuesta encontrar a los que votaron por el SÍ. Ahora último, si alguien desea ser abanderado presidencial de la derecha, lo primero que debe hacer es declarar que votó por el NO o, cuando menos, mostrarse compungido por no haberlo hecho", es parte de la columna que publicó hace un tiempo Eugenio Tironi en El Mercurio, a propósito de que está de moda ser del NO, más aún ahora con el estreno de la película que
lo recuerda.

Resulta curioso que cuando los políticos más connotados de la derecha son consultados sobre su voto en el plebiscito del 88, la mayoría de ellos hace la desconocida al tema. Sólo los pinochetistas María Angélica Cristi (alcaldesa designada en esa época y hoy diputada), Iván Moreira (alcalde designado en La Cisterna y hoy diputado por el distrito) y el senador RN Carlos Küschel, quien hace poco trató de "presidente Pinochet" al fallecido capitán general, son, junto con el diputado Alberto Cardemil (ex subsecretario del Interior que dio a conocer los resultados del plebiscito), de los pocos que se atreven a dar la cara y reafirmar su voto de antaño.

Sin embargo, parece importante recordar que el 44% de los mayores de 18 años del año 1988 que se inscribieron en el registro electoral sufragaron por la opción SÍ. Eso significaba apoyar la continuación de la dictadura militar que encabezaba el general Pinochet e integraban varios de los que hoy forman parte del gobierno de la derecha, ocupan asientos en el
Congreso o tienen grandes empresas y sus vidas solucionadas.

A continuación, un vistazo al presente de los políticos que lideraban hace 24 años el "Sí" a Pinochet.

1. Andrés Allamand. El presidenciable de RN fue de quienes trabajó por el SÍ. Venía siendo parte del Partido Nacional desde la década del 70, cuando dejó el Saint George para enfrentar a Camilo Escalona por la conducción de la Federación de Estudiantes Secundarios, para lo que se matriculó en el liceo Lastarria. En 1988, Allamand no sólo apoyó a Pinochet, sino que apareció en la franja televisiva diciendo: "Usted como yo tenemos una familia que proteger y tenemos un futuro mejor por el que lucha y, por lo mismo, no tenemos derecho a equivocarnos en el próximo plebiscito. Si algo ha caracterizado al régimen militar que termina, es que éste ha sentado las bases del crecimiento económico".
Se le debe reconocer, sin embargo, que en la noche del 5 de octubre increpó a Carlos Goñi (UDI) cuando éste le confesó una movida para manipular la entrega de información de resultados. De esta forma, contribuyó a detener el fraude electoral que planificaba el Gobierno Militar. Allamand habría informado por teléfono al Ministerio del Interior que si se entregaban datos falsos él saldría a desmentirlos.

Previo a ser ministro de Defensa, fue senador y diputado y a finales de la década del 90, tras una contundente derrota electoral, tuvo su recordada "Travesía por el Desierto" que lo llevó a él y su familia a vivir en Estados Unidos. Hoy está casado en segundas nupcias con la ex diputada UDI Marcela Cubillos y pretende ser el futuro presidente de la República.

2. Evelyn Matthei. Para el plebiscito era militante RN e incluso su primer período como parlamentaria fue por ese partido. Votó y trabajó por el SÍ y fue "rostro" de la campaña.

Tras el Piñeragate de 1992 se cambió a la UDI. Hasta hace pocos meses fue parlamentaria, primero diputada y después senadora. Hoy es ministra del Trabajo y hace noticia porque reconoce que sabía lo que ocurría en Chile (violaciones a los derechos humanos) desde antes que su padre asumiera como comandante en jefe de la Fuerza Aérea.

3. Alberto Espina. Junto a Evelyn Matthei fue "rostro" de la franja pinochetista diciendo "Renovación Nacional piensa como usted; no queremos que Chile vuelva atrás, por eso es necesario votar SÍ". Actualmente es senador por la Araucanía y previo a ello fue diputado por Providencia y Ñuñoa.

4. Pablo Longueira. El todavía pre candidato presidencial de la UDI fue de los que apareció en la franja del Sí para el plebiscito diciendo: "La forma de salir adelante es sólo con el triunfo del SÍ".

Tras su paso por la dictadura fue presidente de la UDI, diputado y senador de ese partido. Actualmente es ministro de Economía y aspira a dirigir el rumbo de la nación avalado en un pasado más reciente, en el que se le reconoce como una piedra angular de los acuerdos entre la derecha y la Concertación, especialmente en el mandato de Ricardo Lagos. Muchos hablan de él como un gran demócrata y Longueira aspira a que esos actos hagan olvidar su pasado pinochetista.

5. Gonzalo Uriarte. El hoy senador designado por la región de Coquimbo, en remplazo de la ministra Matthei, él mismo al que la UDI baraja no llevar a la competencia por esa circunscripción, porque tienen temor a que sea doblado o superado por algún competidor de RN, era por entonces presidente de las juventudes de la UDI y desde ese puesto trabajó y votó por ampliar la "vigencia" del régimen militar.

6. Joaquín Lavín. Luego de ser uno de los interventores de la alicaída franja del Sí, Lavín se enfocó en los municipios y potenció su carrera política en la alcaldía de Las Condes, desde donde se posicionó para ser el candidato presidencial de la derecha en 1999. Recién entonces se distanció de su padre político, Augusto Pinochet. Desde el año 2000, cuando fue electo alcalde de Santiago, no ha vuelto a ganar ni una sola elección, siendo su última derrota la senatorial del 2009, lo que motivó la necesidad de "premiarlo" con el ministerio de Educación. Le fue mal y lo removieron al ex Mideplan, hoy ministerio de Desarrollo Social.

7. Hernán Büchi. Por entonces ministro de Hacienda y luego candidato presidencial del continuismo a Pinochet. Actualmente es asesor y miembro de múltiples directorios en empresas privadas y universidades. Muchas de ellas son de las que fueron privatizadas cuando él era el jefe económico del régimen militar.

8. Cristián Larroulet. Fue parte de los "Chacarilla Boys" y ya en democracia presidió el Instituto Libertad y Desarrollo hasta el día que fue nombrado en su actual cargo de ministro Secretario General de la Presidencia.

9. Patricio Melero. Alcalde designado de Pudahuel en 1985 y previo a ello parte de los "Chacarilla Boys". Su cargo de edil fue el peldaño para ser, desde 1990, diputado por ese distrito y se ha ido posicionando en la UDI lentamente hasta que hoy es su presidente.

10. Andrés Chadwick. Pese a haber sido militante del MAPU, posterior al Golpe de Estado se vio influenciado por su maestro, Jaime Guzmán Errázuriz y pasó a ser parte de los "Chacarilla Boys". Ya en democracia fue electo diputado y Senador por la Región de O´Higgins.

Recién en 2012 "vio la luz" y ya siendo ministro Secretario General de Gobierno, su actual cargo, declaró que se arrepentía de haber sido parte de la dictadura.

11. Juan Antonio Coloma. Como no podía ser de otra forma, el ex presidente de la UDI también fue parte del grupo de Chacarillas y del "parlamento" de la dictadura, reclutado por Jaime Guzmán. Ahí se le daba sustento legal a todo lo que se le ocurría al dictador, incluyendo expulsiones, relegaciones y exilios de senadores que se sientan frente y al lado de él en el Senado.
Actualmente es parlamentario por el Maule Norte y ha sostenido que "para mí nunca el tema de la modernidad ha sido una razón suficiente para cambiar un principio", dejando en claro que trabajó, votó y participó activamente en la campaña del SÍ.

12. Hernán Larraín. El ex presidente de la UDI no fue de los jóvenes de Chacarillas, pero desde su posición como secretario general de la Universidad Católica colaboró con el gobierno de Pinochet, al que apoyó en el Plebiscito de 1988.
Ya en democracia y tras el asesinato de Jaime Guzmán, ingresó a militar en la UDI de la cual fue vicepresidente en los noventa y su presidente entre los años 2006 y 2008. Desde 1994 es senador por la Región del Maule Sur.

13. Carlos Bombal. Uno de los que ascendió el Cerro Chacarillas, ex alcalde designado de Santiago y conductor de la segunda etapa de la Franja Electoral del SÍ.
En democracia fue diputado y senador por Santiago Oriente, sin embargo, en la elección del año 2005 la UDI lo "sacrificó" por Pablo Longueira y lo envió a competir en el Biobío, con la misión de romper el doblaje de la Concertación donde resultó derrotado. Luego, la UDI se olvidó de él y no lo consideraron ni para una embajada.

14. Carlos Alberto "Choclo" Délano. Fue uno de los llamados a arreglar la franja cuando la campaña del SÍ pasaba por su peor etapa. Acusado de ser el cerebro de uno de los hechos más deleznables en la política chilena: mandó a entrevistar a la madre del senador Lagos Weber y ex esposa del presidente Lagos. Carmen Weber sufría de graves problemas mentales y residía en Montevideo. "Nunca me han dado disculpas por lo de mi mamá" le dijo Lagos Weber a Cambio21.
Actualmente es un millonario empresario amigo y asesor de Lavín y Piñera. Dirigente UDI. Singularmente, es el actual presidente de la Teletón. "Lavado de imagen", dicen en la oposición.

15. Hermógenes Pérez de Arce. Furibundo militante del SÍ. Con sus columnas en El Mercurio realizó toda una campaña de temor contra la opción NO. Luego se enfrentó a Piñera en la senatorial, peleándose a muerte.
Por años fue columnista del mencionado matutino y cuando lo "jubilaron" pasó al digital "El Mostrador" donde sigue publicando sus opiniones.

16. José Yuraszeck. Fue el encargado de organizar las casas del SÍ desde su entonces posición de gerente de Chilectra Metropolitana, a donde había llegado tras haber pasado por Odeplán.
De gerente de Chilmetro pasó a ser su dueño cuando ésta se privatizó y se pasó a llamar Enersis. Junto a sus socios fue uno de los principales involucrados en el llamado "Caso Chispas" cuando le vendieron el paquete accionario controlador de Enersis a Endesa España.
Además, durante el año 2003 también estuvo involucrado en el caso Corfo-Inverlink al retirar dinero de la sociedad de inversión una vez conocida una estafa en el organismo estatal. Actualmente es conocido por ser el presidente de Azul Azul, la concesionaria dueña del Club Universidad de Chile.

17. Ambrosio Rodríguez. Fue asesor jurídico de la dictadura en distintas reparticiones. Afirmó que votaba Sí para darle un sentido a los 15 años del Gobierno Militar. En democracia siguió en el ejercicio libre de su profesión de abogado y destinó parte importante de su tiempo en defender a individuos como Pinochet y el ex director de la CNI, Humberto Gordon.

18. Sergio Onofre Jarpa. Si alguien duda que el fundador de Renovación Nacional y ex ministro del Interior votó que SÍ. Basta recordar que fue uno de los invitados a Canal 13 la misma noche del 5 de octubre para que diera sus impresiones como representante del oficialismo. Fue de los primeros en reconocer públicamente la derrota de Pinochet.
Publicó hace unos años sus memorias, una vez que se retiró, después de haber sido senador en el retorno de la democracia.

19. Pablo Rodríguez. Difícilmente el fundador de Patria y Libertad se arrepiente de haber votado por el SI. Lo raro sería que dijera que no lo hizo. Actualmente es decano de Derecho de la universidad del Desarrollo.

20. Jovino Novoa. Junto a Marcelo López y "Choclo" Délano son sindicados como autores de promover la entrevista a Carmen Weber, ex señora de Ricardo Lagos, quien fue entrevistada hablando barbaridades en la franja del Sí, pese a que era de conocimiento de los políticos que padecía de una enfermedad mental.

Entre los cargos que tuvo en dictadura fue el de subsecretario general de Gobierno. Ya en democracia ha sido presidente de la UDI y desde 1998 es senador por la circunscripción de Santiago Poniente.

21. Cristián Labbé. Miembro de la DINA y último ministro Secretario General de Gobierno de la dictadura. Es el actual alcalde de Providencia y ha hecho noticia por homenajear al condenado mayor Miguel Krassnoff, por aplicar la fuerza en contra de los estudiantes de la comuna y por tratar de "dueña de casa" a su oponente, Josefa Errázuriz, en las elecciones municipales de octubre.

22.- Marcelo López. El único extranjero de este listado es el publicista argentino Marcelo López. Previo a la elaboración de la franja se hizo conocido por la realización de varios spots que le dieron prestigio; sin embargo, su desempeño en la campaña del Sí lo hundió en el anonimato por largos años, más aún porque se le acusa de ser uno de los ideólogos de la inclusión de la ex señora de Ricardo Lagos en la franja electoral.

Tras el plebiscito colaboró en las campañas presidenciales de Hernán Büchi en 1989 y Arturo Alessandri Besa en 1993. Tras ello abandonó la asesoría a políticos chilenos y se ha dedicado a la publicidad. En la actualidad hace clases en la Uniacc y tiene la agencia Plural Comunicaciones. Fuera del país si ha continuado con asesorías a políticos tales como el presidente de México, Felipe Calderón y a la ex precandidata presidencial venezolana, María Corina Machado, quien fue derrotada por Henrique Capriles en las primarias opositoras de Venezuela, entre otros.

Alberto Cardemil: La cara de la derrota

El actual diputado por Santiago en el cupo de la derecha, Alberto Cardemil, era el subsecretario del Interior para el plebiscito. El hoy parlamentario fue el encargado de informar, oficialmente, los resultados de ese día, por tanto, es una de las personas que más y mejor conoce el entramado de ese día.

En una entrevista dada a La Nación en octubre de 2008, para un especial de los 20 años del plebiscito, el ex funcionario de gobierno dice que fue una jornada tensa pero tranquila y reconoce que supo los resultados oficiales antes de las 11 de la noche y que por orden de Pinochet los retuvo hasta casi las 2 de la madrugada.

Fuentes de Cambio21 admiten que, precisamente, esa demora es la que ha dado especulaciones de tantos años sobre las verdaderas intenciones del régimen de cometer fraude debido a la derrota, y han transformado a Cardemil en el rostro de la caída del "país ganador" (en la foto, leyendo el cómputo final en la madrugada del 6 de octubre).

Desde 1994, Cardemil es parlamentario por el mismo distrito. Sus aspiraciones son de postular al Senado el próximo año. Además, entre 2000 y 2002 fue presidente de Renovación Nacional.


La Historia Oculta del Régimen Militar

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