( Escribe Ernesto Carmona )" ¿Por qué El Periodista utiliza en la tapa una foto de Pinochet con aspecto de "anciano bondadoso"? " La lista de "los 2.600" contiene nombres de colaboradores de la dictadura que todo el mundo conoce, como ministros y subsecretarios. " La crónica de Libio Pérez sobre la noche del 5/10/1988 tiene demasiadas comas.
Estas son algunas de las críticas formuladas por los lectores en el último mes.
1.- Esta revista no pretende engañar ni disfrazar su matriz ideológica con el anacronismo de la "objetividad", como lo hace El Mercurio. Si existiera una foto de Pinochet destripando a un ciudadano (a) con su corvo todavía tendría valor periodístico, y además histórico. Tampoco se conocen fotos de los subalternos que le hacían este trabajo sucio al "estadista".
Periodismo no es igual a (¿contra?) propaganda. Una nota periodística sobre el Pinochet de hoy, ¿debería repetir la manida imagen de las gafas oscuras de hace 30? Irrita que el ex dictador siga siendo "noticia", pero... al fin y al cabo abrió un tajo de 30 años, en este país que todavía se rige por su Constitución, un Estado que administra su modelo de sociedad -no sólo en lo económico-, se rige por leyes que provienen de un Senado designado a dedo en 20 por ciento, con un Presidente todavía sin autoridad para cambiar a los altos mandos, etcétera.
2.- La lista de "los 2.600" tiene un valor también como registro, ayuda memoria y fuente histórica. En algo más de una década muchos ya olvidaron que "próceres" derechistas de la política "republicana" y demócrata de hoy, como el diputado RN Cardemil o el senador UDI Novoa, sirvieron altos cargos en la dictadura.
Lo que ayer parecía obvio ya no lo es tanto y lo será menos dentro de 20 años. La lista "rescata", por ejemplo, al "periodista" Ricardo Coya Garrido, "ágil reportero" de la CNI, especializado en cadáveres y sangre fresca. Hoy trabaja en Radio Agricultura.
3.- La documentada crónica de Pérez está tan bien escrita que una primera lectura no revela que tiene 15 años. Parece redactada hoy desde una perspectiva histórica, y no al calor de los acontecimientos. Una segunda lectura -"análisis lógico gramatical"- tampoco expulsa "comas sobrantes". Están las que son indispensables para la comprensión de la lectura. La coma, o la no coma, puede hacer cambiar diametralmente el sentido de una frase, como en la célebre sentencia de Delfos: "Irás y volverás, ¡nunca en la guerra perecerás!"; "Irás y volverás nunca, ¡en la guerra perecerás!".
Un título de la última tapa -Caso cabo Morales: La autopsia que contradice a Cheyre- hace recordar que el primer párrafo de unas pocas líneas sobre la desaparición del conscripto Pedro Soto Tapia, acaecida el 15 de diciembre de 1996 en el regimiento de Los Andes, apareció discretamente en La Tercera a fines de enero del año siguiente. La noticia "reventó" cuando los boy scouts hallaron el cadáver (15/03/1997. Y el caso todavía está en la nebulosa judicial. Pero aludir entonces al comandante en jefe del Ejército de la época -el anciano de la foto- complicaba incluso a un diario tan favorable a la dictadura como lo fue el matutino de Alvaro Saieh. "¿Avanzamos Sancho?". Claro que sí, pero -legítimamente- ...quisiéramos más velocidad.
A propósito de la entrevista a Martner, el timonel PS, ¿qué habrá pasado con el pensamiento político cristiano y progresista, sustentado localmente en los años 70 por los seguidores criollos de Jacques Maritain, entre otros pensadores de esa ideología?
http://www.elperiodista.cl/newtenberg/1498/article-49189.html
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