Guillermo Ossandón Cañas, el líder del desaparecido grupo paramilitar MAPU-Lautaro, acaba de morir en el Hospital del Torax. Hace unos días había sido internado, con el cuerpo estragado por un cáncer terminal. La enfermedad lo consumía y contra ella poco pudo hacer una rutinaria cirugía de pabellón público a la que se le sometió. Termina con él uno de los movimientos más radicalizados e impredecibles de la historia reciente de la izquierda en Chile.
Fue acusado de populismo, a la vez que celebrado, por sus asaltos a lo Robin Hood, que terminaban con miembros de su movimiento repartiendo la refrigerada carga de un camión de Super Pollo en un pasaje de población. Otras de las acciones de su agrupación simplemente le valieron el mote de monstruo, como el asesinato del Sargento 2º Carlos González, un músico del Orfeón de Carabineros, muerto en 1988 cuando esperaba locomoción en un paradero.
Ossandón fue finalmente detenido en el invierno de 1994, cuando se encontraba solo y aislado, arrendando habitación en el balneario de Cartagena con un nombre falso. Diez años después salió de la Cárcel de Alta Seguridad, favorecido por un beneficio carcelario implementado por el Ministerio de Justicia. Desde entonces poco y nada se supo de él, sumido en el ostracismo del peatón anónimo.
Lo particular de la historia de Ossandón es sus origen comunes con muchos hombres que ahora son personalidades de vida pública o exitosos personajes de las bambalinas del poder y el dinero. Ellos fueron antiguos correligionarios suyos en el MAPU original, hasta que se separó con su facción propia en 1982. Compartió la militancia con Oscar Guillermo Garretón, Enrique Correa, Carlos Montes, José Miguel Insulza, Jaime Estévez y Tomás Moulián, entre muchos otros.
Sobre ese origen extractamos el fragmento de un reportaje que The Clinic publicara hace un tiempo atrás:
“POR QUÉ SIEMPRE GANA EL MAPU”
(extracto)
POR PABLO VERGARA
El 82, se desgajó Guillermo Ossandón Cañas, “Diego Carvajal”, y fundó el Mapu-Lautaro. Ossandón también es un MAPU antiguo.
-Él es de la promoción de Jorge Marshall, Víctor Barrueto y Víctor Carvajal del San Ignacio Alonso Ovalle. El ‘72 los expulsaron por hacer proselitismo a favor del MAPU en el colegio. Marshall se escapó a la sanción porque era sobrino de dos jesuitas –recuerda Pablo Portales.
El Mapu Lautaro de Ossandón, que comenzó a operar a mediados de los ochenta, fue desactivado en democracia. Su líder hace algunos años salió de la Cárcel de Alta Seguridad. Hoy hace clases en la sede del Arcis de Cañete.
-Él quedó pataleando en el aire. Era un joven que se creyó el cuento y cuando se dio cuenta estaba sin paraguas. Recuerdo que mientras era entrenado en Nicaragua en 1981, Óscar Guillermo se paseaba por Managua en uniforme sandinista. Después, cuando Garretón fue presidente de la CTC, siempre me imaginaba a Ossandón llamándolo desde un teléfono público amarillo y pidiendo explicaciones y protección. Habría sido un gran cuento negro -recuerda otro ex militante.
Esa escena en particular no se dio. Pero el año pasado lo más granado del ex MAPU volvió a toparse de refilón con los lautaristas en el Palacio Ariztía, durante un acto de conmemoración organizado por el Comité Local de Enseñanza Media de aquellos años. Los cincuentones ex escolares escucharon a Insulza y otros próceres hablar de los tiempos idos. En la sala estaba Bernardo Acevedo, el “Mexicano”, uno de los fundadores del Lautaro, y que hoy que se encuentra con libertad diaria luego de años de cárcel. Insulza y Acevedo no conversaron en ningún momento.
(Ossandón será velado en el Sindicato Interpresas de Telecomunicaciones, SINATE, y enterrado en el Cementerio Católico)