Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washinton.
English down this page
Washington, 20 de septiembre de 2006. En el 30 aniversario del asesinato del ex embajador chileno en Estados Unidos Orlando Letelier y su colega norteamericana Ronni Karpen Moffitt, el Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington solicitó este miércoles al gobierno de los EE.UU. desclasificar todos los documentos sobre la participación del general Augusto Pinochet en la voladura del automóvil de Letelier el 21 de septiembre de 1976, uno de los más sonados actos de terrorismo que ha tenido lugar en la capital norteamericana.
Según Peter Kornbluh, director del Proyecto de Documentación sobre Chile del Archivo, "en el actual contexto de la guerra de la administración norteamericana contra el terrorismo internacional, es importante saber la historia completa de los escasos esfuerzos de los EE.UU. para detectar y disuadir un plan terrorista que tuvo lugar en el corazón de Washington, D.C., en 1976 ".
Centenares de documentos que implican a Pinochet por autorizar y cubrir crímenes durante el Operativo Cóndor, fueron desclasificados durante administración de Clinton, pero terminaron siendo congelados en el 2000 porque supuestamente servirían como evidencia para una investigación iniciada por el Departamento de la Justicia sobre el dictador chileno.
El Archivo, una institución académica independiente, develó este miércoles una nota enviada el 8 de octubre de 1976 [1] al Secretario de Estado Henry Kissinger, que reseña el acercamiento de la CIA al jefe de la policía secreta chilena (DINA), Manuel Contreras, para investigar la participación del Operativo Cóndor en el atentado terrorista del 21 de septiembre de 1976 contra el ex embajador chileno, cuyos autores materiales fueron cubanos anticomunistas bajo las órdenes de la DINA.
La nota secreta fue escrita por el representante de Kissinger para América latina, Harry Schlaudeman, y en ella se afirma que Contreras había negado que "la Operación Cóndor tuviera cualquier otro propósito que el intercambio de Inteligencia."
A pesar de que el atentado había tenido lugar unos días antes en el centro de Washington DC, la nota no hace ninguna referencia sobre los vínculos de Contreras con los asesinatos de Letelier y Moffit, "aun cuando la administración norteamericana contaba con suficientes evidencias de que la DINA chilena era la autora más probable del crimen", afirma Kornbluh. En 1978, Contreras fue procesado por un gran jurado de los EE.UU. por dirigir el ataque de terrorista.
Entre los memorandos dirigidos a Kissinger, publicados por el Archivo [2], se encuentran una serie de documentos que vierten luz sobre lo que sabía el gobierno de los EE.UU. acerca de la Operación Cóndor -la colaboración de los servicios secretos de la policía del Cono Sur para secuestrar, torturar, y asesinar a opositores en los años 70, con el beneplácito de Washington- y qué acciones tomó o no pudo tomar antes del asesinato de Letelier-Moffitt.
Según Kornbluh, el 23 de agosto de 1976 la oficina de Kissinger envió una queja diplomática (demarche), cuidadosamente redactada [3], a los embajadores de los EE.UU. en Chile, Argentina, Bolivia, Uruguay y Paraguay, para entregarlo a los respectivos gobiernos, en el que se habla de la connotación pública de los asesinatos que se estaban produciendo en esos países. Pero el día siguiente, el embajador de los EE.UU. en Chile, David Popper [4] replicó que no iba a entregar el informe a Pinochet porque "él puede tomar como un insulto cualquier referencia que lo conecte con tales estrategias para ese tipo de asesinato". En su lugar, Popper solicitó permiso para enviar al jefe de la estación de la CIA en Chile para conversar con Contreras. Por las razones que siguen ocultas en documentos aún clasificados, Schlaudeman no autorizó ese acercamiento hasta el 4 de octubre, dos semanas después del atentado contra el auto de Letelier en Washington.
Por razones también "desconocidas", el 20 de septiembre de 1976, un día antes del asesinato de Letelier-Moffitt, Schlaudeman ordenó a su propio representante decirle a los embajadores del Cono Sur "no organizar ninguna otra acción" [5] -es decir, criticarlos por los asesinatos-, porque "no ha habido informes en las últimas semanas que indican la intención de activar los operativos del Cóndor." En su nota del 8 de octubre a Kissinger [6], referida al memorando de la CIA sobre la conversación con Contreras, Schlaudeman aseguraba que "el acercamiento a Contreras me parece a mí suficiente acción por el momento" porque "los chilenos son el motor de Cóndor."
El archivo también desclasificó una segunda nota de Schlaudeman a Kissinger [7] que da cuenta de un cable del embajador de los EE.UU. en Uruguay Ernest Siracusa, donde expresa sus preocupaciones sobre el alcance terrorista que ha tomado el Operativo Cóndor. En su nota a Kissinger con fecha del 30 de agosto de 1976 [8], Schlaudeman da a entender que conoce perfectamente los planes del Operativo y asegura que: "Estamos tratando de evitar una serie de asesinatos internacionales que podrían hacerle un daño serio a la reputación de los países implicados."
Kornbluh opina que es evidente que EEUU. sí tenía señales de los planes de asesinatos del Operativo Cóndor, donde Chile "era el motor impulsor", y que estos aparecen en el memorando de la CIA que refiere la conversación con Contreras y el cable de Siracusa, documentos que permanecen censurados por la actual administración norteamericana.
Documentos (en Inglés)
Action Memorandum, Ambassador Harry Schlaudeman to Secretary Kissinger. "Operation Condor," August 30, 1976 [9]
Source: Freedom of Information Act request
Source: Freedom of Information Act request
Briefing Memorandum, Ambassador Harry Schlaudeman to Secretary Kissinger, "Operation Condor," October 8, 1976 [10]
Source: Freedom of Information Act request
Source: Freedom of Information Act request
Traduccion: Cubadebate, 20 de septiembre de 2006.
LETELIER-MOFFITT ASSASSINATION
30 YEARS LATER
30 YEARS LATER
National Security Archive calls for Release of Withheld Documents Relating to Pinochet’s Role in Infamous Act of Terrorism in Washington, D.C. on September 21, 1976
Archive releases new document on CIA approach to Manuel Contreras on Operation Condor
National Security Archive Electronic Briefing Book No. 199
Posted - September 20, 2006
For more information contact:
Peter Kornbluh
202/374-7281
peter.kornbluh@gmail.com
Posted - September 20, 2006
For more information contact:
Peter Kornbluh
202/374-7281
peter.kornbluh@gmail.com
Washington, DC, September 20, 2006 - On the thirtieth anniversary of the assassination of former Chilean ambassador Orlando Letelier and his American colleague Ronni Karpen Moffitt, the National Security Archive today called on the U.S. government to release all documents relating to the role of General Augusto Pinochet in the car bombing that brought terrorism to the capital city of the United States on September 21, 1976.
Hundreds of documents implicating Pinochet in authorizing and covering up the crime were due to be declassified under the Clinton administration but were withheld in the spring of 2000 as evidence for a Justice Department investigation into the retired dictator’s role. After more than six years, according to Peter Kornbluh, who directs the Archive’s Chile Documentation Project, it is time to release them. "If there is not going to be a legal indictment," Kornbluh said, "the documents can and will provide an indictment of history."
The Archive today released a declassified memo to Secretary of State Henry Kissinger [11] reporting on a CIA approach in early October 1976 to the head of the Chilean secret police, Manuel Contreras, regarding U.S. concerns about Operation Condor assassination plots. The secret memo, written by Kissinger’s deputy for Latin America, Harry Shlaudeman, noted that Contreras had denied that "Operation Condor has any other purpose than the exchange of intelligence." While the car bombing in downtown Washington, D.C. that killed Letelier and Moffitt took place on September 21, 1976, the memo contains no reference to any discussion with Contreras about the assassinations—even though DINA was widely considered to be the most likely perpetrator of the crime. In 1978, Contreras was indicted by a U.S. Grand Jury for directing the terrorist attack.
The document was obtained by Kornbluh under the Freedom of Information Act.
The memorandum to Kissinger adds to a series of documents [12] that have been obtained by the National Security Archive that shed light on what the U.S. government knew about Operation Condor—a collaboration of Southern Cone secret police services to track down, abduct, torture, and assassinate opponents in the mid and late 1970s—and what actions it took or failed to take prior to the Letelier-Moffitt assassination. On August 23, 1976, Kissinger’s office sent a carefully-worded demarche [13] for U.S. ambassadors in Chile, Argentina, Bolivia, Uruguay, and Paraguay to deliver to their host governments to halt assassination missions. But the next day, [14] U.S. Ambassador to Chile David Popper balked at approaching Pinochet because "he might take as an insult any inference that he was connected with such assassination plots." Instead Popper requested permission to send the CIA station chief to talk to Contreras. For reasons that remain hidden in still-classified documents, Shlaudeman did not authorize that approach until October 4, two weeks after the car bombing in Washington.
Indeed, on September 20, 1976, the day before the Letelier-Moffitt assassination, Shlaudeman ordered [15] his own deputy to tell the Southern Cone ambassadors "to take no further action" on pressuring the Condor nations to halt assassination plotting, because "there have been no reports in some weeks indicating an intention to activate the Condor scheme." In his October 8 memo to Kissinger [16] transmitting the CIA memorandum of conversation with Col. Contreras, Shlaudeman argued that "the approach to Contreras seems to me to be sufficient action for the time being" because "the Chileans are the prime movers in Operation Condor."
The Archive also released a second memo from Shlaudeman to Kissinger [17] reporting on a cable from U.S. Ambassador to Uruguay Ernest Siracusa voicing his concerns on presenting the Condor demarche. Siracusa, the memo suggests, feared that he would become a target of Operation Condor if he followed his diplomatic instructions, and recommended that Shlaudeman approach Uruguay’s ambassador to Washington instead. In his memo to Kissinger dated August 30, 1976 [18], Shlaudeman spelled out the U.S. position on Condor assassination plots: "What we are trying to head off is a series of international murders that could do serious damage to the international status and reputation of the countries involved."
Kornbluh noted that neither the CIA memorandum of conversation with Contreras nor the Sircusa cable has been declassified and urged the Bush administration to release all records relating to Operation Condor and the Letelier-Moffitt case. "Amidst today’s ongoing effort against international terrorism," he noted, "it is important to know the full history of the failure of U.S. efforts to detect and deter a terrorist plot in the heart of Washington, D.C."
Documents
[Action Memorandum, Ambassador Harry Shlaudeman to Secretary Kissinger, "Operation Condor," August 30, 1976 [19]
Source: Freedom of Information Act request.
Source: Freedom of Information Act request.
[Briefing Memorandum, Ambassador Harry Shlaudeman to Secretary Kissinger, "Operation Condor," October 8, 1976 [20]
Source: Freedom of Information Act request.
Source: Freedom of Information Act request.
Notas:
Notas
[1] Ver :
[3] Ver:
[4] Ver:
[5] Ver:
[6] Ver:
[7] Ver:
[8] Ver:
[9] Ver:
[10] Ver:
[11] -
[13] -
[14] -
[15] -
[16] -
[17] -
[18] -
[19] -
[20] -
http://www.elcorreo.eu.org/?Estados-Unidos-pudo-evitar-el