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viernes, 16 de marzo de 2012

“Nunca hubo este nivel de violencia en Aysén”


16 DE MARZO DE 2012
Teófilo Haro, uno de los primeros heridos en medio de los disturbios en la región
Se está recuperando en una casa de acogida en Santiago. Ya perdió el ojo derecho, pero intenta salvar el otro. Su rostro y su cuerpo aún tienen las marcas de los impactos que, según dice, recibió a quemarropa de parte de un carabinero. Mientras se pasea con anteojos oscuros, para acostumbrarse de a poco a la luz, recibe noticias de su región y piensa en cómo levantarse. “No quiero saber quién me disparó. No me gustaría conocerlo, porque es mejor que quede en su consciencia”.
Fue de la noche a la mañana, como si alguien le hubiese apagado la luz.
Antes de que todo quedara a oscuras, le gustaba pasear por el río Aysén. Buscar algún restaurante para comer carne. Hay mil cosas más que le gustaba comer, pero siempre vuelve el mismo recuerdo: el río, el cielo. En la escena están también ella y Teófilo caminando de la mano.
Cuando Hortensia Quinchén perdió la vista, tenía 25 años. Y ya lo veía venir: cuatro de sus hermanos también tenían retinosis pigmentaria, una enfermedad genética que va apagando de a poco la vista, hasta convertirla en un hilo.
Cuando Hortensia, esposa de Teófilo Haro, perdió la vista, él veía. Era mecánico formado con esfuerzo. Había llegado sólo hasta segundo básico y se había formado en su oficio trabajando con Pierre Bodin, un conocido mecánico de la zona.
Igual que ahora, en ese momento, él no tenía miedo de lo que pudiera pasar. “Hay que ponerle el hombro nomás a esto. La vida a veces da estas vueltas”, dice apoyado en la reja de la casa de acogida donde se encuentra, en la calle Rengo, en Santiago.
No sabe cuántos días más estará en ese lugar. Al menos, mientras dure una parte de su proceso de rehabilitación y pueda volver a su casa con lentes ópticos en vez de los oscuros que ocupa ahora en tanto se va acostumbrando a la luz.
Pasó varios días con vendas en los ojos después que perdigones destrozaran su ojo derecho. También tiene perdigones en el izquierdo y están tratando de salvarlo.
Pasó varios días con vendas en los ojos después que perdigones destrozaran su ojo derecho. También tiene perdigones en el izquierdo y están tratando de salvarlo.
En la cara tiene aproximadamente 10 impactos. Tiene 10 más en el cuerpo. Esos impactos son el recuerdo que quedó de lo que él fue hace un par de semanas: su cara convertida en una masa untada en sangre cuando un carabinero salió tras un árbol y le dio de frente.

“SÓLO RECIBÍA ÓRDENES”

“Ahora estoy mejor, bien a pesar de esto tan negativo. Tengo que trabajar nomás; qué más se va a hacer, trabajar….Siempre mi deseo había sido venir a conocer Santiago. Había venido una vez de pasadita, pero me prometí que este año tendría más tiempo de pasear con mi señora y volvería. Lástima que fuera para esto”, dice y apunta a las acciones de la policía en la zona: “Yo no sé si a Carabineros se le está pasando la mano o bien tienen orden del gobierno para que desarmen cualquier grupo que quiera protestar, pero yo pienso más que viene la orden desde arriba, porque ellos están para cuidarlo. Me imagino que tendrán un poco de criterio y no me gustaría pensar que ellos por sí solos salen a la calle y le empiezan a disparar a la gente… Por eso yo pienso que esta es una orden que viene de más arriba”.
Con el escáner de Haro se puede ver la cantidad de impactos que recibió en la cara
Con el escáner de Haro se puede ver la cantidad de impactos que recibió en la cara
La violencia policial en Aysén ha sido denunciada por varias organizaciones, entre ellas los observadores de Derechos Humanos que han elaborado informes detallados respecto a heridos luego de las protestas en la zona. Ayer se vivió uno de los días más agitados en la Undécima Región. De hecho, el senador Antonio Horvath no dejó de twittear lo que veía: “Al igual que ayer pido a la autoridad que no haga represión policial en Pto. Aysén, muchos testimonios que pasarán a veedores DDHH”, escribió, horas antes que los ciudadanos decidieran hacer un caceroleo en rechazo a la “fuerte represión policial desatada desde el miércoles”, señalaba un comunicado del movimiento social por la región.
A cientos de kilómetros, Teófilo sigue sorprendido: “Nunca había pasado algo así en Aysén. Nunca hubo este nivel de violencia. En la última protesta que se hizo con Bachelet no hubo incidentes, ahora ha sido sostenido. El miércoles me llamaron los dirigentes para decirme que había una mesa de diálogo, pero para mí que eso se planea para dividir al pueblo en dos”.
Hace dos semanas, el abogado de Haro, Cristián Cruz, acompañado por el obispo Luis Infanti y el dirigente Iván Fuentes, presentó una querella por homicidio frustrado, contra quienes resulten responsables como autores del ataque a Teófilo Haro. “No quiero saber quién me disparó. No me gustaría conocerlo porque es mejor que quede en su consciencia. Yo no soy nadie para perdonarlo. Si quiere pedirle perdón alguna vez a alguien que le pida al de arriba”, dice y continúa: “No tengo rabia, porque yo a veces pienso que hice el servicio y lo hice en esos años en que estaba penca la cosa. A veces uno recibe órdenes y esas órdenes sí o sí tienes que cumplirlas, porque es tu trabajo. El carabinero que me disparó sólo recibía órdenes”.

http://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2012/03/16/%E2%80%9Cnunca-hubo-este-nivel-de-violencia-en-aysen%E2%80%9D/

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