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lunes, 12 de diciembre de 2011

Caso Anfruns, el crimen que todavía remece a Chile: Nuevos antecedentes vinculan al director de la DINA Manuel Contreras con el caso


El asesinato del niño que fue raptado y posteriormente asesinado hace 32 años vuelve a salir a la luz pública. El cruento crimen acaecido en el año 1979, aún no está resuelto. Nuevas investigaciones se llevan acabo. El año pasado se reabrió por cuarta vez el caso y recientemente sus restos fueron exhumados del Cementerio General para ser estudiados por peritos del Servicio Médico Legal con el fin de determinar cómo fue asfixiado.

Si estuviera vivo Rodrigo Anfruns estaría próximo a cumplir 40 años. Sin embargo, en la memoria persiste la imagen de aquel fotogénico niño rubio de tan sólo seis años de edad, cabellera lisa y sonrisa generosa que fue víctima de un confuso secuestro y asesinato que emocionó a todo el país. Tanta congoja generó en la opinión pública que incluso el animador de TV don Francisco quiso ayudar con su búsqueda y, a través de la televisión, pidió que quienes tuvieran información sobre el niño, cooperaran.

Antejardín


Rodrigo Anfruns fue raptado el 3 de junio de 1979 cuando tenía seis años. Su captura se hizo cuando jugaba en el antejardín de la casa de sus abuelos, ubicada en la comuna de Providencia. La desaparición del niño generó un gran impacto comunicacional. Nadie quedó indiferente al tema. Todos exigían el retorno de Rodrigo sano y salvo.


La policía se movilizó rápidamente, desplegando gran cantidad de recursos para dar con el paradero del menor. Sin embargo, estos fueron en vano. No había pistas que dieran indicios de dónde pudiese estar.


Tras 11 días desaparecido, el 14 de junio de 1979 su cuerpo fue hallado sin vida en un sitio muy cercano al hogar de sus abuelos, lo cual levantó sospechas, ya que ese lugar había sido registrado en varias oportunidades, incluso con perros especialmente adiestrados para rastrear aquel sector.


El autor del crimen, según concluyó la Policía de Investigaciones, fue un menor de 16 años. El supuesto asesino se hizo conocido por sus iniciales: P.P.V. Patricio Pincheira Villalobos, hoy de 48 años, fue quien supuestamente entregó pistas a los detectives para que hallaran el lugar donde se encontraba el cuerpo.


La supuesta versión dada por Pincheira indicó que el cadáver siempre estuvo en una sola parte e incomprensiblemente pasó inadvertido para numerosos uniformados que recorrieron la zona buscándolo.


Al ser menor de edad y estar confeso, el proceso contra P.P.V. avanzó con agilidad. El juez Ricardo Gálvez, que llevó la causa en ese entonces, cerró el caso en 1982 declarándolo sin discernimiento. A pesar de eso, tuvo que pasar cerca de tres años en un centro de reclusión de menores. El joven, que sufre de una diagnosticada amnesia disociativa que le impide recordar detalles, hace un par de años en una entrevista se declaró inocente. "Nunca tuve nada que ver. Esa supuesta confesión es falsa, yo nunca afirmé que haya matado a Rodrigo. Recuerdo que dentro del cuartel me dijeron: confiesa y te podrás ir a tu casa, pero ni siquiera ahí confesé. Me han dicho que confesé ante el ministro (Ricardo) Gálvez y a alguien más, pero no me acuerdo de eso. Además, la firma que está puesta en esa supuesta declaración ni siquiera es mía, yo no tenía firma en esa época".


Reapertura del caso


En 2004, tras las declaraciones dadas por el teniente (r) de Carabineros Jorge Rodríguez, el caso se reabrió. En el programa Informe Especial (TVN) el uniformado señaló que en la madrugada del 14 de junio de 1979 presenció un particular hecho: "Yo soy testigo de que a él lo trajeron. Nosotros vimos ingresar el vehículo y vimos el cuerpo de Rodrigo en el portamaletas. Era un vehículo típico de la gente de Investigaciones o de la CNI de la época, no recuerdo la marca, pero tipo Opala, verde oscuro".

Sin embargo, la investigación no arrojó nuevos resultados. La ministra en visita Dobra Lusic cerró el caso en octubre de 2006, sin variaciones, manteniendo como único autor del delito a Patricio Pincheira.

En 2007 el caso se reabrió nuevamente, en esta oportunidad por decisión de la Corte de Apelaciones de Santiago. No obstante, en junio de 2009 se cerró ya que el juez Manuel Valderrama no pudo establecer nuevos responsables en la muerte de Anfruns.


Exhumación


En abril de 2010 el mismo tribunal ordenó reabrir por cuarta vez el caso, ya que según un informe elaborado por la perito Carmen Cerda, la data de muerte del menor no era superior a las 72 horas antes de ser hallado por personal de Carabineros. Es decir, fue asesinado en los últimos momentos de los 11 días que estuvo raptado.


Los análisis arrojaron que el menor habría sido víctima de torturas durante su cautiverio, por lo que una de las razones de esta exhumación es determinar las causas precisas de la muerte. Si bien se sabe que fue por asfixia, se trata de identificar cómo, mecánicamente, fue asesinado. A raíz de este informe, la exhumación fue solicitada por el Consejo de Defensa del Estado.


El proceso de exhumación se realizó hace algunos días en presencia del ministro en visita Manuel Valderrama, quien estuvo a la cabeza de la diligencia. Mario Papi, tío de la víctima, llegó al peritaje a representar a la familia.


El director del Servicio Médico Legal, Patricio Bustos, indicó que "el cuerpo ingresó al SML y está depositado en la Unidad Especial de Identificación Forense, en un laboratorio de antropología destinado para las pericias. Es complejo, pero en muchos casos, incluso en víctimas de la dictadura, logramos identificaciones y determinar en casos extremadamente complejos la causa de muerte".


Disputas entre organismos de seguridad


El abogado de la familia, Roberto Celedón, tiene certeza de la veracidad del informe del Departamento de Medicina Legal de la Universidad de Chile, que establece que "el niño falleció no más de 72 horas, y muy probablemente entre 24 y 36 horas, antes del momento de hacerse la autopsia, que se realizó el 14 de junio de 1979. Esto descarta de plano a P.P.V. como autor del delito de homicidio y la versión oficial que se dio, de que lo mató el mismo día y lo dejó en el mismo lugar. Es más, el informe señala que en el lugar donde fue encontrado el cuerpo en ningún caso estuvo más de 12 horas".


También agrega que en "el peor de los casos, P.P.V. fue utilizado para los efectos del rapto por parte de los aparatos de seguridad. Todo esto, a raíz de un conflicto que habría surgido entre estos organismo.


Celedón sostiene que éstos nacen debido a que en esa época -dictadura militar- los aparatos de seguridad del Estado tenían una doble fuente de financiamiento. Por una parte estaba el presupuesto Nacional y, por la otra, era a través de negocios ilícitos".


Esto, debido a que no todo el personal que trabajaba en la DINA o la CNI eran miembros de las Fuerzas Armadas; había muchos civiles involucrados y, para ser contratados, se creaban sociedades.


Sociedad Contreras Irazábal Sanhueza Diet


En el Diario Oficial se descubrió que en enero de 1979, mismo año en que asesinaron a Rodrigo Anfruns, se constituye una sociedad integrada, entre otros, por Manuel Contreras Sepúlveda y el capitán Luis Irazábal Lobo, que después fue nombrado general por Pinochet. Éste es hijo del coronel Alberto Irazábal, que estaba casado en segundas nupcias con la abuela paterna de Rodrigo y en ese momento era subdirector de Correos de Chile, servicio público que se oponía a la violación de correspondencia por parte de la CNI. Se especuló que el asesinato de Anfruns podría ser una represalia por su rechazo a las actividades de la CNI en Correos.
Los otros integrantes de la sociedad eran Jorge Sanhueza Ortega (Fach) y Pedro Diet Lobo. La sociedad fue nombrada con los cuatro apellidos: Contreras, Irazábal, Sanhueza, Diet. Cambio21 tuvo acceso a este documento.


En esta línea, la tesis que plantea el abogado Celedón sugiere que Investigaciones y la CNI se enfrascaron en una disputa por el control de negocios, capturando a Anfruns para llamarle la atención y enviar un claro mensaje a Luis Irazábal, ya que su padre estaba casado con la abuela de Rodrigo.


Se tienen antecedentes de que Luis Irazábal en un principio reaccionó solicitando al Ejército que colaboraran en la búsqueda del niño. Sin embargo, progresivamente se fue distanciando.

Celedón indica que Irazábal siempre ha negado en sus declaraciones ser miembro de los aparatos de seguridad del Estado o tener negocios, cuestión que queda absolutamente desmentida con la conformación de su sociedad con Manuel Contreras encontrada en el Diario Oficial.





http://www.cambio21.cl/cambio21/site/artic/20111202/pags/20111202112557.html

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