Cómo se hace referencia en la columna, el 15 de marzo se realizó por cuarta vez el Consejo de Ministros para Asuntos Indígenas, el cual fue creado por el Presidente Piñera, buscando entregar una perspectiva intersectorial al tema indígena, pues estamos conscientes de su relevancia y de la necesidad de articular a todos los ministerios. Desde esta instancia han surgido gran parte de las políticas y programas orientados a los Pueblos Originarios que hemos implementado durante estos dos años de gestión, y que han marcado, aunque a muchos les moleste, un cambio sustancial de lo que se estaba haciendo durante los gobiernos de la Concertación
Una gran diferencia existe en el cambio de mirada de entregar sólo tierras y tener Mapuche con tierras pero en una pobreza total, a comenzar aplicar políticas integrales, tierras con habitabilidad, conectividad, desarrollo productivo y sobre todo identidad cultural.
El proceso de compras de tierras se está haciendo de manera transparente, pagando un precio justo, es decir, lo que comercialmente vale por su tipo de suelo, ubicación, características, agua disponible, conectividad. El no comprar bajo presión ha permitido reducir significativamente los precios y con eso comprar más tierras. El 2011 se completó la compra de 14.500 hectáreas, más del doble de lo que se compraba en los gobiernos anteriores y se recuperó lo del 2010, año que sirvió para ordenar la casa, que bastante desordenada la encontramos. Lo más importante es que hay un respeto único por los primeros que llegaron a la fila. Se respeta el orden de llegada y nunca más comprar por presiones indebidas a los que se colocaron primero y no les corresponde.
Una gran diferencia existe en el cambio de mirada de entregar sólo tierras y tener Mapuche con tierras pero en una pobreza total, a comenzar aplicar políticas integrales, tierras con habitabilidad, conectividad, desarrollo productivo y sobre todo identidad cultural; Además de lo anterior hemos hecho un esfuerzo especial en dotar a los predios con agua, entendiendo que sin ella es muy difícil el bienestar de las comunidades, incrementando en un 51% las familias beneficiadas con la instalación de abastos de agua. Todo esto permite a las familias no solo vivir en sus tierras sino también transformarlas en sustento para ellos y para las generaciones que vendrán.
A la fecha hemos invertido 20 mil millones de pesos en los Programas de Desarrollo Territorial Indígena (PDTI) que consiste en introducir capital de trabajo y tecnología a las comunidades para que estas se desarrollen en forma autónoma y puedan comercializar sus productos en los mercados que ellos estimen convenientes. Además de acuerdo a las solicitudes de los mismos dirigentes hemos generado instancias para facilitar las alianzas productivas que permiten el desarrollo independiente de las comunidades indígenas que conforman el país.
Hemos tenido una preocupación particular por la cultura de los Pueblos Indígenas, reconociendo a sus autoridades tradicionales, revitalizando el palin, y lo más importante haciendo un esfuerzo genuino por salvar su lengua. Un ejemplo claro de esto es el recientemente anunciado “Plan de rescate de lenguas originarias”, el cual en su primer año de ejecución beneficiará a 10 mil personas pertenecientes a los Pueblos Indígenas, y que irá directamente en rescate de su valiosa cultura y tradición.
Un aspecto fundamental de nuestra línea de trabajo es el diálogo y la participación de los Pueblos Originarios. A diferencia de los gobiernos anteriores, desde el primer día hemos generado y propiciado estas instancias, tanto a nivel comunal, regional y nacional. Desde dónde hemos recogido las principales preocupaciones y demandas de las comunidades. Demostrando nuestra buena fe y nuestra intención de implementar y respetar a cabalidad el Convenio 169 de la OIT. En esta misma línea, como Gobierno estamos trabajando arduamente con los representantes indígenas consensuando un nuevo reglamento de consulta y participación, el que permita derogar a la brevedad el Decreto Supremo 124 de Mideplan, dictado durante el gobierno anterior y el que no fue consultado con las comunidades.
Entendemos que el Convenio 169 de la OIT es una herramienta de paz que nos permite tener una relación fluida y respetuosa con las comunidades indígenas, por lo que siempre hemos tenido como estándar este Convenio para realizar cada una de las instancias de diálogo y participación.
Nuestro Gobierno ha tenido que trabajar en recuperar las confianzas paso a paso, a través de las mesas de diálogo que han cumplido una extraordinaria labor. Nuestra mirada es de profundo respeto, admiración y estamos orgullosos de la riqueza de todos nuestros pueblos originarios.
http://www.elmostrador.cl/opinion/2012/03/29/la-politica-indigena-del-presidente-pinera/
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