21 DE FEBRERO DE 2013
El ministro Chadwick tiene en carpeta sondear piso a una reforma
El principal problema de la agencia pasa porque en el país existen seis sistemas distintos de inteligencia y la agencia queda como un “híbrido” entre todas, por lo que una eventual reforma busca precisamente transformar al organismo en un ente con las atribuciones necesarias para coordinar el trabajo de todos estos sistemas. Desde la oposición, donde abundan las críticas al desempeño actual de la ANI, están abiertos a conversar modificaciones, pero advierten que el límite es no caer en la tentación —de algunos— de darle atribuciones superiores a las que tienen los Tribunales de Justicia.
Tan asumidos están en La Moneda de los cuestionamientos a las esquivas habilidades del director de la Agencia Nacional de Inteligencia (A.N.I), Gonzalo Yussef, para dirigir la agencia, que nadie pone en tela de juicio el tema o lo defiende. Pero sin exculparlo, en el gobierno se considera que las falencias que ha demostrado su gestión estos tres años han dejado en evidencia un tema mucho más de fondo: la necesidad de evaluar una reformar profunda al organismo de inteligencia a casi diez años de su creación.
Desde la llegada de Chadwick a Interior en noviembre, salieron a flote las soterradas críticas —blindadas hasta entonces por su antecesor Rodrigo Hinzpeter— sobre la mala gestión de Yussef y las falencias de la ANI: que “es inocua” y que su aporte ha sido casi nulo en la tarea de asesorar y adelantarse a los escenarios en varios casos de alta connotación pública, como fue, por ejemplo, las acusaciones de corrupción en Carabineros e Investigaciones durante el 2012.
Pero la gota que rebasó el vaso fue la agudización del conflicto en La Araucanía, ya que La Moneda nunca estuvo sobre alerta de la nueva ola de tensión que se venía en el sur. Este episodio ha hecho que comience a decantarse y se discuta más abiertamente la posibilidad de sondear una reforma, tal como lo reconoció el viernes 8 de febrero Chadwick antes de salir de vacaciones.
“A mí me gustaría trabajar en replantear la ANI” dijo el ministro, junto con explicar que la agencia “tiene un problema de nacimiento (…) se origina luego de dos instituciones que son traumáticas, la CNI y lo que fue “la oficina”. Es más, para Chadwick la agencia tiene un nombre “demasiado rimbombante” para las escasas atribuciones que posee.
La ANI fue creada el 2004 para coordinar y asesorar al Presidente de la República en materias de inteligencia y depende de la cartera de Interior. Su problema pasa porque en el país existen seis sistemas distintos de inteligencia y la agencia queda como un “híbrido” entre todas.
Desde la oposición aseguran que hasta ahora no se ha puesto el tema sobre la mesa. Sin embargo, el diputado DC y ex subsecretario del Interior, Jorge Burgos, dijo que no se niega “a que una Agencia de Inteligencia que se hizo en democracia se someta a una revisión”. No es poca su apertura al tema, considerando que desde La Moneda ven a figuras como Burgos, el diputado PPD, Felipe Harboe e incluso el PS, Marcelo Schilling como las personas más adecuadas con las cuales iniciar los contactos.
Está la que posee Carabineros y la de la Policía de Investigaciones (PDI), pero ambas instituciones tienen una rivalidad conocida e histórica, por lo que funcionan por carriles separados. Cada rama de las Fuerzas Armadas también posee su propia “inteligencia”, pero una es más celosa que la otra de sus ámbitos de trabajo.
En esa línea, desde La Moneda lo que se observa como una buena modificación es transformar a la ANI en un ente con las atribuciones para “coordinar el trabajo de estos seis sistemas de inteligencia”.
Una cirugía profunda a la ANI difícilmente puede ver la luz y concretarse en un corto plazo. De hecho, las intenciones reformistas en La Moneda apuntan a que este año puede iniciarse un trabajo, evaluar, buscar consensos y sentar las bases de un proyecto de ley.
En todo caso, en palacio hasta ahora hay clara conciencia que ninguna iniciativa en esta línea logrará estar lista antes que termine la administración de Sebastián Piñera en marzo del 2014.
Desde la oposición aseguran que hasta ahora no se ha puesto el tema sobre la mesa. Sin embargo, el diputado DC y ex subsecretario del Interior, Jorge Burgos, dijo que no se niega “a que una Agencia de Inteligencia que se hizo en democracia se someta a una revisión”.
No es poca su apertura al tema, considerando que desde La Moneda ven a figuras como Burgos, el diputado PPD, Felipe Harboe e incluso el PS, Marcelo Schilling como las personas más adecuadas con las cuales iniciar los contactos. “Todos los que han estado en un cargo en el Ministerio Interior tienen claro cuál es el escenario, cuáles son las falencias y que es lo que se necesita”.
Eso sí, Burgos desde ya advierte que no hay espacio para apoyar una reforma que en su letra chica consagre “a un grupo de funcionarios públicos atribuciones superiores a las que tienen los Tribunales de Justicia y con ello, por ejemplo poder pinchar teléfonos”.
Este año es de elecciones presidenciales y parlamentarias, y ya ha pasado en ocasiones anteriores que distintos temas quedan contaminados por el fragor de las campañas. Pero en el gobierno y en la oposición coinciden en que una reforma a la ANI es más bien técnica, específica y, por lo mismo, podría efectivamente avanzarse estos meses en delinear un proyecto, al menos hasta antes que muchos parlamentarios desaparezcan del Congreso los meses previos a noviembre para abocarse a sus campañas de reelección.
http://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2013/02/21/la-cirugia-mayor-a-la-ani-que-baraja-la-moneda/
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