El Movimiento Social por Aysén, articulado por la clase trabajadora, ha sufrido un duro revés en los últimos días debido a la negativa al dialogo por parte del gobierno y la aplicación de la Ley de Seguridad del Estado a veintidós ciudadanos.
Cabe recordar, que en esta lista no hay ninguno de los voceros del movimiento. Por ello, la estrategia del Ejecutivo ha logrado desplazar las 11 demandas de los aiseninos y ha dado paso a la represión ejercida por las Fuerzas Especiales, bajo el pretexto de mantener el orden público. Es así que desde el anuncio de la aplicación de la ley de excepción han desembarcado más refuerzos policiales a la undécima región. Los dirigentes del movimiento denuncian “terrorismo de Estado”.
El vocero de la Mesa del Sector Público, Alejandro Huala, narra que se ven por las calles más carabineros que habitantes de la región y que las Fuerzas Especiales se han multiplicado. “Ni hablar del aumento de la brutalidad, te están disparando a la cabeza. Ayer en Coyhaique la represión fue tremenda, al menos hoy (21/03/2012) estamos más tranquilo” señala Huala. También, el dirigente se alinea con sus compañeros del movimiento y se suma a la exigencia de retirar la Ley de Seguridad del Estado y que el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, renuncie; “sólo ha sabido apagar el incendio con bencina” recalca el vocero de la Mesa del Sector Público.
Por su parte, un dirigente que ha crecido en su posicionamiento político por la claridad de sus vocerías es el presidente Anef Aysén, Julio López. El representante de los empleados fiscales fue el encargado de anunciar la última exigencia de los trabajadores ante los medios. No tiene miedo. Por ello sufrió las consecuencias del exceso policial cuando éstos intentaron invadir la sede de la Anef Regional. El parte médico constata múltiples lesiones y contusiones en su cuerpo. “Gasearon la Anef y nos amenazaron con sacar las armas de fuego, entre todo eso me apalearon” narra López.
Con lo que respecta la posición del movimiento, el presidente Anef Aysén, indica “estamos bajo la lógica de que si hay 22 querellas por la Ley de Seguridad, esto nos afecta a todos, es una agresión a toda la región. Es por eso que retirarlas sería lo adecuado para generar condiciones para el dialogo”. A su vez, acusa que hay que parar con lo que es “la voluntad política de violar los derechos humanos”. También, y en exclusiva para VidaSindical Julio López relata “me cuentan que estaría siendo acusado por participar en la toma de la comisaría y que debería pasar por Fiscalía Militar”. De confirmarse tal denuncia el dirigente enfrentaría un escenario mucho más complejo que una querella vía Ley de Seguridad del Estado.
Asimismo, el vocero del movimiento, Iván Fuentes, visiblemente afectado por el sufrimiento de su gente, afirma que están dispuestos a sentarse a conversar, a volver a destrabar los bloqueos, pero que no se dejarán aplastar. “El pueblo de Aysén está dispuesto al diálogo, pero no atropellando nuestra dignidad, ni de rodillas” subraya Fuentes.
En la región de Aysén la lucha por la justicia se ha volcado hace un buen tiempo en las calles, la organización de los manifestantes es cada vez mayor, la solidaridad de los trabajadores sigue firme y las muestras de apoyo de diversos sectores sociales aumentan. A más de un mes desde su inicio, el movimiento comienza a convivir cada vez más con conceptos tales como autodefensa, resistencia y autonomía.
Carlos Philippe, exclusivo para www.vidasindical.cl
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