Sobre la tortura, Salazar señaló “son recuerdos extremos que han sido enriquecedores por el lado que se mire. Uno se conoce mejor a sí mismo en situaciones límite, se potencia y eso lo encontré positivo. Al principio tuve secuelas: me reventaron los oídos, me quebraron las costillas, me dejaron en los huesos, pero todo sanó…”
A días del homenaje que el Alcalde Cristián Labbé (UDI) le rendirá a Miguel Krassnoff Martchenko, y todo el revuelo ocasionado por la exclusiva de Cambio21, se hace necesario recordar el prontuario del torturador que se encuentra preso en el penal Cordillera cumpliendo una condena de 144 años.
Quien fuera agente de la DINA, y organizador del acto de Chacarillas, donde se rendía una especie de culto a Pinochet, por parte de jóvenes idealistas que subían hacia el denominado altar de la patria, con antorchas y rodeados de banderas, igual que esos actos de las SS de Hitler, casi como una película, pero era la triste realidad del Chile de fines de los años 70 e inicio de los 80.
Pero este homenaje, al que invita el alcalde y ex integrante de la policía secreta de la dictadura, la DINA, no es el primero para Miguel Krassnoff. En 1974 participó directamente en el crimen donde murió el líder del MIR, Miguel Enríquez en la comuna de San Miguel, por lo cual le dieron una medalla al mérito.
Enríquez se enfrentó en esa oportunidad, sólo con su mujer (Carmen Castillo y otras dos personas) a un verdadero ejército con helicópteros y tanquetas. Murió de un disparo en la cabeza, que le habría dado, nadie más que Krassnoff.
La brigada Caupolicán de la DINA
Krassnoff además fue jefe de la brigada Caupolicán de la DINA y de las agrupaciones Halcón 1 y 2. Estas eran brigadas de exterminio del Movimiento Izquierda Revolucionario (MIR) y del partido Socialista (PS). El procedimiento de estos sujetos de la DINA, era casi siempre el mismo: arrestaban a una persona, la torturaban en los distintos recintos de esta policía secreta (como calle Londres, José Domingo cañas, el Cuartel Terranova, por mencionar algunos), cometían las peores aberraciones físicas y sicológicas en contra de miles de chilenos y chilenas, si alguno quedaba vivo era torturado hasta morir. Para la DINA, exterminar era igual a asesinar.
Informaciones desclasificadas de Alemania y de la agencia norteamericana CIA, señalan que Krassnoff Martchenko siempre estaba armado de dos pistolas, "una Browning y una Colt 45 y en su auto guardaba una ametralladora Aka".
El crimen de Aida Arón
Uno de los crímenes más horrorosos por los que está procesado Krassnoff, es el de Diana Arón. Una joven estudiante de periodismo, hija de judíos de derecha, quienes estaban en contra de Salvador Allende.
Arón, con ideas de izquierda, fue detenida en la calle en Avenida Ossa en La Reina, en 1974.Sus padres le escribieron al propio Pinochet para saber sobre su paradero, ya que la red de contactos que tenían era al más alto nivel. Pese ello, nunca recibieron respuesta sobre el paradero de Diana.
Diana Arón estaba embarazada. Estaba en el hospital Militar, donde cuidaba sus heridas producto de unos balazos que le dieron los miembros de la DINA. El entonces capitán Krassnoff saca a la joven del hospital para torturarla en una casa especial de calle José Domingo Cañas de Ñuñoa y luego en Villa Grimaldi, en Peñalolén.
Antes de morir, otro torturador Osvaldo Romo, a través de declaraciones judiciales y de prensa, señaló que Diana "es ultimada por el capitán Krassnoff cuando ya no podía sacarle ninguna declaración. Nosotros la asesinamos", señaló.
La declaración del conocido como "guatón" Romo, continua así: "cuando torturábamos a Diana Arón, fui brutalmente apartado de mi trabajo y empujado violentamente por mi capitán Krassnoff que completamente fuera de sí gritaba: ¡¡A mí no me vas a engañar y aunque tenga que matarte, me dirás la verdad, perra puta", dirigiéndose a Diana.
"Krassnoff la agredió con tal brutalidad que le produjo una hemorragia, que todo el suelo quedó con un charco de sangre, que debe haber sido parte del feto que perdió por culpa de los apremios. Lo que más me impactó fue que Krassnoff salió de la sala de tortura con las manos ensangrentadas gritando: "Además de marxista, la conchesumadre es judía, hay que matarla", son palabras textuales de Romo.
Los torturados por Krassnoff Martchenko
El doctor Patricio Bustos, es en la actualidad el director del Instituto Médico Legal, y fue uno de los torturados por Krassnoff, frente a ello ha declarado "tuve la desgracia de estar en manos de Krassnoff, Marcelo Moren, Osvaldo Romo y otras personas en Villa Grimaldi cuando estuve detenido el año 1975. Por supuesto que es una etapa dolorosa de mi vida, pero nunca me he arrepentido de haber luchado contra la dictadura y haber pagado estas consecuencias como las pagaron tantos chilenos, y otros en forma peor porque muchos de mis compañeros están desaparecidos o fueron asesinados en ese lugar".
Bustos señala además que "tengo el derecho a reivindicar lo que fue nuestra lucha en esa etapa oscura en la historia de Chile. Krassnoff era capitán en ese tiempo y él me torturó. El capitán Miguel Krassnoff Martchenko era uno de los pocos que usaba su nombre real en la Villa Grimaldi, lo que le daba un manto de impunidad. Él y Osvaldo Romo eran los únicos que usaban sus nombres verdaderos cuando nos torturaban a nosotros, a mi compañera y a todas las personas que estábamos ahí".
Frente al homenaje que se le rendirá sostiene que "obviamente me sumo a los indignados por este hecho, por que una persona como ese alcalde (Labbé) no se ha caracterizado por la mano blanda ni por la tolerancia ni por la no discriminación. Recordemos que ha ordenado desalojos, ha intentado poner alambre de púa en los liceos para que no lleguen estudiantes de otros lugares. Obviamente una persona de ese tipo que haga un homenaje a Krassnoff yo creo que está siendo absolutamente coherente con lo que es su vida y su postura política, hasta el día de hoy", concluyó.
Otro de los torturados por Miguel Krassnoff, es el historiador Gabriel Salazar, quien en una entrevista, recordó esos dolorosos momentos "yo empecé mi militancia política en 1970. Había dejado de ser católico cuando muy joven, pero quedó la sensibilidad. Hay que recordar que al MIR entró una cantidad enorme de católicos. Los más entregados eran los del mundo católico. Yo entré con una base, la de la "Iglesia Joven". Poseía una formación valórica de lo católico.
Lo que se redimensionó en mi fue un acercamiento a los problemas sociales. Mi papá era alguien que los enfrentaba rezando. Yo era alguien que estudiaba el mundo. No tenía dotes muy sociales. Entonces mi izquierda tenía que ver con recuerdos, percepciones. En las clases de la Universidad de Chile (1969 - 1971) lo interrumpían a uno con; "¿dónde militas?". Uno se sentía constantemente cuestionado. Por eso entré el 5 de septiembre de 1970 al MIR donde empecé un trabajo en terreno. Ahí pude redimensionarme como hombre y ser consecuente en eso.
Eso se madura en Villa Grimaldi, ahí está el límite. Ahí descubrí la dimensión fundamental de la vida y la política. Podía entender a Marx: la lucha de clases y la relación conflictiva con el enemigo. Era la negación a la negación. Mientras Pinochet trataba de destruir a sus militantes, en la celda un militante lo reconstruía como ser humano, la gente llegaba a visitar de afuera, solidarizaba. La asociatividad es reencontrada, como elemento fundamental de la Historia. Finalmente salí libre de Villa Grimaldi en 1976.
Para ese entonces pensaba exiliarme a Inglaterra. En el momento del Golpe yo era dirigente del MIR. Los profesores se acercaban y me decían que se iban del MIR. Un amigo me dijo "Mi novia se fue a Moscú, yo también me voy." Le dije a mi amigo: "Yo me quedo." Entonces mi amigo se quedó. Me dijo: "Tú eres el teórico, yo me quedo." Él murió después en Villa Grimaldi. Toda esa experiencia reforzó el compromiso por ese lado. Mi intención era quedarme, pero la familia estaba en Inglaterra. Al salir de Chile me fui para allá, me ofrecieron una beca para estudiar.
Salazar señaló sobre la tortura "son recuerdos extremos que han sido enriquecedores por el lado que se mire. Uno se conoce mejor a sí mismo en situaciones límite, se potencia y eso lo encontré positivo. Al principio tuve secuelas: me reventaron los oídos, me quebraron las costillas, me dejaron en los huesos, pero todo sanó..."
A continuación, la lista de los torturados por Miguel Krassnoff Martchenko:
1. Gabriel Salazar Vergara, Premio Nacional de Historia.
2. Erika Hennings Cepeda
3. Patricio Bustos Streeter, Médico, director del Instituto Médico Legal
4. Cecilia Bottai Monreal, Dentista
5. Carmen Bottai Monreal
6. Patricio Reyes Sutherland
7. Pedro Alejandro Matta Lemoine
8. Nubia Becker Eguiluz
9. Dagoberto Trincado Olivera
10. Hernán Brain Pizarro
11. Elba Duarte Valle
12. Sara De Witt Jorquera
13. Lelia Pérez Valdés
14. Gladys Díaz Armijo
15. Beatriz Bataszew Contreras
16. Claudio Cabello
17. Jorge Véliz
18. Nieves Ayress Moreno
19. Ingrid Heitmann Gigliotto
20. Maritza Villegas Arteaga
21. Sonia Valenzuela
22. Cristina Zamora
23. Ana María Arenas Romero
24. Bernardita Núñez Rivera
25. María Cristina Zamora Eguiluz
26. Mariluz Lagos
27. Alejandro Núñez Soto
28. Osvaldo Torres Gutiérrez
29. Jorge Amaro Toledo
30. Beatriz Miranda Oyarzún
31. Mario Francisco Venegas Jara
32. Sheila Cassidy, Médico (nacionalidad inglesa)
33. Heraldo Povea Pacci, Médico
34. Cristina Godoy Hinojosa
35. Boris Lagunas León
36. Nelson Fernández Sepúlveda
37. Miguel Ángel Rebolledo González
38. Domingo Cadin Cruces
39. Osvaldo Andrade Lara
40. María Isabel Romero Méndez
41. Roberto D'Orival Briceño
42. Nelson Viveros Lagos
43. Víctor Hugo Miranda Núñez
44. Marcia Scantlebury Elizalde
45. María Isabel Matamala Vivaldi
46. Luis Fuentes Urra
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