Por María Elba Troncoso
La empresa ElecChile fue multada con 200 millones de pesos por la Dirección de Obras y la Contraloría Municipal por graves irregularidades, pese a lo cual el Alcalde emitió un decreto de "perdonazo" y hasta ordenó el pago de los trabajos.
Un perdonazo de cerca 200 millones de pesos por concepto de multas realizó el alcalde de Ñuñoa Pedro Sabat (RN), a la empresa contratista a cargo de la reposición de las luminarias de la comuna, hecho que está siendo investigado por la Contraloría General de la República a raíz de una denuncia del concejal y ex alcalde Jaime Castillo (DC).
Las obras para la reposición de cerca de 10 mil 500 luminarias viales y peatonales son parte de un proyecto financiado con recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional por un monto cercano a los 2 mil 200 millones de pesos, que se adjudicó vía licitación pública y de acuerdo a bases administrativas y técnicas claramente especificadas en la oferta.
La denuncia del concejal se basa en resoluciones de la propia Contraloría Municipal y la dirección de obras del municipio, que confirman que la empresa contratista ElecChile Ltda. incurrió en irregularidades en la ejecución de las obras y en atrasos de hasta dos años en la instalación de las nuevas luminarias, por lo que además en noviembre se le debió haber hecho efectiva la boleta de garantía, por un monto cercano a los 219 millones de pesos.
Según explicó Castillo a Cambio21, al no hacer efectiva la sanción y la boleta de garantía en su oportunidad, "Sabat desautorizó a la Contraloría Municipal, que objetó y no visó los decretos alcaldicios que liberaban a la empresa de la millonaria multa".
A esto sumó que además Sabat ordenó pagar a la empresa a pesar de no estar terminadas las obras: "No contento con eso Sabat ordenó la liquidación del contrato y la cancelación de estado de pago retenido por 342 millones de pesos no obstante no estar terminadas las obras y no haberse ejecutado partidas importantes del contrato, pese a como le advirtió el director de Obras Municipales y el Contralor Municipal, ser improcedente la liquidación de un contrato cuyas obras se encuentran sin terminar por incumplimiento del contratista".
Agregó que "lo insólito" de todo esto es que según el informe de Contraloría Municipal y la Dirección de Obras de Ñuñoa, "el contrato firmado el 18 de enero de 2011 tenia un plazo de 175 días corridos para ejecutarse y por decreto alcaldicio dictado fuera de fecha, se le extendió este plazo en 180 días, tiempo mayor al original, que volvió a ser poco ya que a diciembre de 2012, casi 2 años, aún no se terminaban las obras".
Recordó que la Contraloría denunció a Sabat que "la empresa contratista retardó la ejecución de las obras premeditadamente para cambiar las luminarias especificadas en el llamado a propuesta, por otras de las que era importadora directamente." Agregó que esto "obviamente se hizo sin autorización de la dirección de Obras estableciendo una situación de hechos consumados no revertidos, ya que con el decreto alcaldicio del perdonazo indirectamente le da la razón, ¡irregularidades mil¡".
El daño a la imagen
El concejal DC afirmó que esta situación afecta gravemente a la comunidad, por cuanto al ser los recursos del Gobierno Regional, se pone en riesgo el futuro financiamiento de proyectos locales.
En ese sentido consideró que con este actuar del alcalde Sabat "se estaría causando un grave daño a la imagen de la municipalidad, a los intereses de la comunidad de Ñuñoa y al erario público por ser los fondos de propiedad del fisco chileno". Y agregó que "en mis largos años en el quehacer municipal nunca había visto que la Contraloría local le rechazara por improcedentes decretos dictados por el alcalde, de situaciones tan sensibles como son las económicas."
Coincidiendo con estas declaraciones, la concejala Paula Mendoza (PS) consideró de vital importancia los resultados de la investigación de la Contraloría, por cuanto "ElecChile fue contratada por el gobierno regional y es de especial relevancia que se transparente el uso de estos recursos públicos".
En conversación con Cambio21 enfatizó que "en cualquier organismo público los dineros que se invierten son de toda los chilenos y aquí estamos en presencia del contrato de un servicio que no se ha ejecutado en los tiempos y con la calidad correspondiente, por lo que amerita que ese oferente tenga las sanciones que permitan resarcir el daño."
Añadió que "el gobierno regional hoy está en un punto en que debe saber si puede confiar en el municipio de Ñuñoa y para nosotros como ciudadanos de Ñuñoa es muy relevante contar con la ejecución de proyectos financiado por el Gobierno Regional, y si este ve que el municipio no ejecuta adecuadamente las obras que están siendo financiadas con sus recursos, nosotros no quisiéramos que en el futuro se nos empiecen a negar los recursos".
La concejala Mendoza afirmó que el alcalde "tiene toda la responsabilidad política en este caso" y dijo que como nuevo miembro del Concejo "a nosotros nos complica pensar que funcionarios municipales de nivel directivo de confianza del alcalde estén avalando de manera inapropiada los hechos que hemos visto y que han sido informados por el propio Contralor Municipal."
Ambos concejales coincidieron en destacar su función fiscalizadora. Al respecto Mendoza dijo que los nuevos miembros del Concejo no estaban al tanto de estas irregularidades y que indagarán a fondo para detectar cualquier otra irregularidad. "La tarea que tenemos fuertemente es ver cómo está operando el municipio para poder dar garantía a la comunidad de que se hacen las cosas correctamente y si no es así ahí estaremos los concejales para decirle a la opinión pública e informar."
El concejal Jaime Castillo, finalizó advirtiendo que "profundizaré en fiscalizar la gestión municipal por estas situaciones y otras ya denunciadas con anterioridad. Muchas empresas no participan en las licitaciones en Ñuñoa por desconfianza en los procedimientos y porque en ellas, se dice, siempre ganan los mismos. Este rumor de la incorrección que ronda en cada acto debe terminar en nuestra comuna", sentenció.
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