Los preparativos del imperialismo para impedir el acceso de Allende al gobierno
Desde antes del triunfo electoral de Allende y la UP el 4 de Septiembre de 1970 el
imperialismo, la burguesía llamada nacional, los terratenientes, la derecha tradicional y la
Iglesia comenzaron los preparativos para impedir su seguro acceso al gobierno. No es por
casualidad. Este triunfo era la expresión electoral de un fuerte ascenso de masas que se
radicalizaba progresivamente, hasta llegar a su culminación en forma revolucionaria con
la conformación del primer cordón industrial, el 28 de junio de 1972, en Cerrillos-Maipú.
Este progresivo ascenso y radicalización de las masas son las causas profundas que
decidieron dar el paso al golpe.
La táctica de obstruir las reformas que implementaba el gobierno de la UP, a través del
Congreso o la Contraloría. Las tácticas del terrorismo localizado y de grupos, como con
el asesinato del general Schneider o el amedrentamiento a campesinos y obreros. Las
tácticas del sabotaje económico para hundir en el hambre y la desesperación a los
trabajadores y el pueblo, aunque resultaba relativamente efectivo, también radicalizaba a
sectores crecientes de las masas. Todo parecía mostrarse inútil.
Lo más grave era que el gobierno y los partidos de la UP parecían ya no poder contener el
ímpetu revolucionario de las masas. La estrategia de la llamada "vía chilena al
socialismo" se deshacía ante los primeros pasos dados en la organización independiente
de los trabajadores, en la autodeterminación de sus medios de lucha, en las primeras
definiciones de una estrategia obrera independiente de los partidos que tradicionalmente
los habían dirigido, en ese embrión de verdadero doble poder que fueron los cordones
industriales.
Los preparativos del imperialismo para impedir el acceso de Allende al gobierno
Se trató de una verdadera colusión de la clase burguesa sus representantes e instituciones
y el imperialismo, contra la clase obrera y los partidos que ella identificaba como propios.
Nada de lo que aquí se diga es producto de deducciones o especulaciones. Todo está
documentado. Los documentos, aunque no en su totalidad ni en todo su contenido, son
ahora públicos. Como se lamentan los viejos deformadores de la historia, los
historiadores, periodistas y científicos al servicio de la burguesía, "los norteamericanos
tienen la costumbre- muy condenable para nosotros los latinos- de revelar con lujo de
detalles todas las fechorías que han hecho en el pasado no solo remoto, sino muy
reciente".
Una verdadera guerra contra la clase obrera y los partidos que reconocía como propios, se
preparó desde los Estados Mayores de la burguesía y el imperialismo.
El periodista norteamericano Jack Anderson publicó en el mismo mes de marzo de 1972:
"El complot para lograr un golpe militar aplicando la presión económica quedó descripto
en un télex confidencial de fecha 29 de septiembre de 1970, dirigido al presidente de la
ITT, Harold S. Geneen, por uno de sus vicepresidentes, E. J. Gerrity. He aquí cómo
describe Gerrity el complot:
1- Los bancos no deberán renovar créditos o deben demorar en hacerlo.
2- Las compañías deben ser lentas en enviar dinero, efectuar entregas de pedidos,
fletes, repuestos, etc.
3- Allí están en dificultades las compañías de ahorro y préstamo. Si se aplica una
presión, tendrían que cerrar sus puertas, creando así otra presión.
4- Tenemos que retirar toda ayuda técnica y no prometer asistencia técnica en el
futuro. Las compañías en posición de hacerlo, tendrían que cerrar sus puertas.
5- Se proveyó una lista de compañías y se sugirió que nos pusiéramos en
contacto con ellas, según lo indicado. A mí se me indicó que entre todas las
compañías involucradas, solamente ha respondido la nuestra y ha entendido el
problema. El visitante (evidentemente William Broe de la CIA) agregó que el
dinero no constituía un problema. Indicó que se estaban tomando algunas
medidas pero que no buscaba ayuda adicional con el propósito de inducir un
colapso económico" .
No solamente los monopolios imperialistas y las agencias de sus estados estuvieron
implicados en el desarrollo de una estrategia anti-obrera. También el presidente mismo de
los Estados Unidos de aquel entonces estaba implicado: "la luz verde acordada por el
presidente Nixon al embajador Korry constaba en un mensaje del Departamento de
Estado, fechado el 15 de Septiembre de 1970, en el que se le daba 'autoridad de hacer
todo lo posible- sin llegar a una acción de tipo República Dominicana- para evitar que
Allende llegue al poder' " .
Además de estas medidas de tipo económico que proponía la ITT con la cooperación de
la CIA pueden describirse una gran cantidad de acciones orquestadas por el imperialismo
norteamericano:
1- La presión al Presidente Eduardo Frei Montalva para que intervenga
abiertamente en la campaña electoral contra Allende.
2- La provocación a las organizaciones armadas para generar un clima adecuado
para la intervención de las FFAA.
3- El traslado de 5000 "turistas" norteamericanos, además de la intimidante
presencia oficial de 300 boinas verdes.
4- La inyección de cuantiosas sumas de dinero en los medios de comunicación
anti-allendistas.
5- Los atentados terroristas contra supermercados y torres de alta tensión.
6- El éxodo de los chilenos adinerados ante el supuesto caos económico que se
generaría en caso de triunfar Allende.
7- La llamada "operación Alfa", es decir, el asesinato del general Schneider.
Todas estas acciones llevadas adelante por los monopolios imperialistas y el
gobierno mismo de los Estados Unidos, fueron realizadas y discutidas con la
burguesía llamada nacional y sus representantes e instituciones.
La decisiva participación de la derecha y la DC en los preparativos orquestados por el imperialismo
La permanente política anti-obrera de la derecha casi ni haría falta relatarla. Pero
podemos recordar un caso de entre los citados para ver cómo actúan en casi perfecta
colusión todas sus instituciones. Ante el asesinato del general Schneider se pide el
desafuero del senador Raúl Morales del ultraderechista PDR, que se contaba entre los
acusados. Igual que hoy, ni lerda ni perezosa, la Corte Suprema de Justicia negó el
desafuero. Por supuesto que la prensa allendista denunció inmediatamente este hecho:
"La Suprema protege a los asesinos de Schneider" (Puro Chile 6-1-71). Y junto con la
Corte Suprema, el diario El Mercurio salió en defensa de uno de sus hombres y sus
instituciones titulando "... los ataques a la Justicia chilena" (El Mercurio 7-1-71), frente a la indignación natural que provocó la decisión de la justicia . Lo que se puede ver claramente en este hecho es que, aparte del general Viaux señalado como responsable del atentado, se encontraba un senador de uno de los partidos de la derecha, que en su defensa salió la Corte Suprema de Justicia, y que a su vez en defensa de esta salieron medios de comunicación, en este caso El Mercurio. Es decir, las FFAA, los partidos de la derecha, la Justicia y cierta prensa. Un frente único contra la clase obrera que se repite ante cada hecho de la vida, por menor que sea.
En este frente único anti-obrero no faltaría tampoco la Iglesia, regando con agua bendita y la "santidad" y autoridad de sus palabras las cabezas de millones de personas. Ya en 1962, al enfrentarse la candidatura de Frei Montalva con la de Allende, el cardenal Silva Henriquez afirmó en una pastoral: "con el triunfo del comunismo en Chile, la Iglesia y todos sus hijos no pueden esperar sino persecusión, lágrimas y sangre". En junio de 1971, pasado casi un año de gobierno de la UP, casi sin "persecusión, lágrimas y sangre", la
Conferencia Episcopal señalaba en un documento que el socialismo de inspiración
marxista "ha pisoteado y ensangrentado la historia de muchos pueblos, violando derechos
fundamentales de las personas, de la sociedad y de la Iglesia" .
De todos modos, lo interesante aquí es señalar que inclusive desde antes mismo de la
asunción de Allende al gobierno, la "democrática" Democracia Cristiana estuvo
implicada en los preparativos para impedir su acceso al gobierno. Estos hechos son tal
vez hoy conocidos de todos, o casi todos, pero es importante que los señalemos para que
podamos comprender mejor después la actuación de los partidos que la clase obrera
identificaba como propios.
En uno de los documentos de la ITT se señalaba:
"MEMORANDO CONFIDENCIAL
New York, 29 de septiembre de 1970
A: Hal Hendrix- CUARTEL GENERAL ITT NEW YORK
De: Roberto Berrellez- ITT América Latina- Baires
(Dictado hoy por teléfono desde Buenos Aires a New York)
Asunto: Chilenos
"..... El presidente Eduardo Frei quiere detener a Allende y lo ha dicho a sus íntimos. Pero
quiere hacerlo constitucionalmente. O sea, a través ya de un vuelco del voto en el
Congreso o de una crisis interna que requiera la intervención militar.
DETALLE:
1-Las actuales probabilidades de frustrar la asunción del poder por Allende, se sostienen
fundamentalmente en un colapso económico que es estimulado por algunos sectores de la
comunidad política y financiera y por el mismo presidente Frei .....
3-..... La semana pasada el ministro de Hacienda hizo un informe pesimista sobre la
economía del país, culpando de ello al resultado de las elecciones del 4 de septiembre. La
declaración fue emitida con la bendición de Frei.
4-Todas las evaluaciones anteriores de la debilidad de Frei frente a una crisis se están
confirmando. Peor, se ha establecido sin lugar a dudas que ha estado jugando un doble
juego para preservar su propia imagen como campeón de la democracia latinoamericana.
Por ejemplo: le dijo a algunos de sus ministros que estaría dispuesto a ser derrocado por
un golpe militar. Esto lo absolvería de cualquier complicidad en un golpe que, a su vez,
liquidaría a Allende, luego se dio vuelta en redondo y dijo a los jefes militares que estaba
absolutamente en contra de un golpe.
5-Un grupo de respetables dirigentes políticos y financieros visitó el domingo a Frei para
llamarle la atención sobre estos lapsus.....
6-Como resultado de toda esta inercia, un ambiente de derrota ha envuelto a importantes
e influyentes sectores de la comunidad; algunos hombres de negocios que parecían
totalmente lanzados a detener a Allende, ahora hablan en términos de tratar de negociar
con él. Otros han tirado la esponja y están preparándose para dejar el país ..."
También la "campaña del terror" era protagonizada por la Democracia Cristiana. Andrés
Zaldívar, Ministro de Hacienda de Frei Montalva, pronunciaba un discurso catastrofista
buscando sembrar el temor entre las masas, esencialmente la clase media, frente al triunfo
electoral de Allende: "Con posterioridad al acto eleccionario, el comportamiento de la
economía ha cambiado radicalmente ... El primer impacto se reflejó esencialmente en una
violenta presión ejercida por depositantes y ahorrantes para retirar sus recursos ... Por otra
parte, la corriente de ingresos de capitales se detuvo bruscamente y no muestra síntomas
de recuperación ... Ciertas empresas han procedido a suspender sus planes de expansión y
aún a paralizar algunos que están en marcha ... Con posterioridad al 4 de septiembre, se
ha visto seriamente afectada la construcción de viviendas financiadas por el sector
privado".
Se han escrito innumerables páginas señalando la existencia de un ala izquierda y un ala
derecha del PDC. Indudablemente existió. La ruptura del PDC a fines de la presidencia
Frei Montalva dando nacimiento al MAPU, y posteriormente la formación de la Izquierda
Cristiana es un hecho. Sin embargo, como partido que defiende los intereses de una clase,
la burguesía, se mantuvo incólume, por más discurso anti-oligárquico e izquierdizante
que practicara con, por ejemplo, la candidatura de Radomiro Tomic; o por más que
terminara votando por Allende en el Congreso Pleno.
La demostración más clara de esto es que, una vez que el PDC vio inviable la detención
de la asunción por Allende del gobierno, presentó su documento denominado Estatuto de
Garantías Constitucionales. Este documento no buscaba simplemente "atarle las manos"
al gobierno de la UP. Era el documento que sentaba las bases de la defensa del Estado
burgués, y ante el ascenso de masas y la radicalización que estaba experimentándose,
pegaba un salto en cuanto al reforzamiento de esta defensa, preparando las condiciones
legales que legitimizaran una eventual intervención de las FFAA.
Luis Vitale describe del siguiente modo la importancia de este documento: "Este
condicionamiento a quien había obtenido la primera mayoría electoral, contenía un punto
de grave trascendencia para el futuro del país: el concepto de 'autonomía de las FFAA',
no contemplado ni siquiera en la Constitución de 1833 y menos en la vigente
Constitución de 1925. Esta exigencia de las máximas autoridades de la DC se expresó
taxativamente de la forma siguiente: 'Nos interesa que las FFAA y el Cuerpo de
Carabineros sigan siendo una garantía de nuestra convivencia democrática. Esto exige
que se respeten las estructuras orgánicas y jerárquicas de las FFAA y del Cuerpo de
Carabineros, los sistemas de selección, requisitos y normas disciplinarias vigentes, se les
asegure un equipamiento adecuado a su misión de velar por la seguridad nacional, no se
utilicen las tareas de participación que se les asignen en el desarrollo nacional para
desviarlas de sus funciones específicas , ni comprometer sus presupuestos'.
"Este punto ... se presentó luego como Reforma Constitucional, aprobada por el Congreso
el 22 de octubre de 1970.
"Es creeencia generalizada que la autonomía de las FFAA fue sancionada recién por la
Constitución de 1980. La verdad, probada con fuentes documentales, muestra de manera
inequívoca que su origen se remonta a la Reforma Constitucional del 22 de octubre de
1970.
"... Esta fue la justificación que se utilizó para dar el golpe militar contra el gobierno de
Allende" .
Definitivamente, la DC estuvo desde el primer minuto en los preparativos para impedir la
asunción del mando por Allende, preparativos que contemplaron una intentona de golpe
temprano.
Sin embargo, la colusión de esta "Santa Alianza" entre el Estado norteamericano, los
monopolios imperialistas, la burguesía llamada nacional, la derecha, la DC, la Iglesia y
ciertos medios de comunicación, con toda la batería de acciones que desplegaron, no
lograrían impedir la proclamación de Allende como presidente, que finalmente se
realizaría el 3 de noviembre, cincuenta días más tarde de su elección.
¿Contra quién fueron dirigidos los preparativos de esta "Santa Alianza" y qué carácter tuvieron?
Todos estos preparativos estaban dirigidos contra la asunción de quien legítimamente
había triunfado en las elecciones del 4 de septiembre, Allende. Pero el verdadero temor
estaba en esa fuerza social de la que Allende y la UP eran su expresión. Las masas
obreras y populares que venían protagonizando un ascenso y una radicalización que
curiosamente falta del discurso de la mayoría de los protagonistas de aquellos años que
defienden el "legado de Allende".
Pero no nos adelantemos.
Ya desde el gobierno de Frei Montalva el ascenso obrero y popular venía en ascenso. Las
luchas obreras, campesinas, estudiantiles y populares venían en un proceso de
convergencia y de radicalización de sus métodos de lucha que atemorizaba a las clases
dominantes. De hecho, este gobierno asumió bajo la estrategia diseñada por el
imperialismo norteamericano para frenar este ascenso, la llamada "Alianza para el
Progreso".
Esta fue descrita correctamente en su significado con respecto a las luchas del
movimiento estudiantil. En los '50 se había ensayado un modelo de universidad similar al
estadounidense. El norteamericano Atcon, como parte de un plan piloto de la UNCTAD
para América Latina definió que "según él mismo, el plan tenía por 'meta provocar un
cambio social global mediante la mutación artificial del gen social llamado universidad',
a fin de evitar que, para conseguir dicho cambio de estructuras, hubiera que llegar a la
violencia" . Es decir, cambios-reformas- preventivos y controlados por arriba para evitar
que los cambios se realicen en forma revolucionaria por la intervención de las masas.
Este era el significado de la "Alianza para el Progreso" la orientación estratégica de la
llamada "Revolución en Libertad".
Resultó inútil. Las perspectivas que alimentaron los discursos demagógicos en un
contexto de creciente movilización de masas, hicieron que estas tomaran en serio las
propuestas demagógicas de los políticos burgueses devenidos en charlatanes de "la
revolución".
En 1965 y 1966 hubo más de 500 huelgas. En 31 de estas huelgas hubo tomas de fundos.
El proceso de sindicalización se aceleró: de 24 sindicatos en 1964 con 1.658 afiliados, se
llegó en 1969 a 394 sindicatos con 103.644 afiliados. En mayo de 1969 se lanzó una
Huelga Nacional campesina con un Pliego Único por provincia. En 1969 se generalizaron
las tomas de fundos. Los métodos también se radicalizaron: cortes de líneas telegráficas y
telefónicas, barricadas y toma como rehenes de los patrones.
Los trabajadores urbanos también iniciaron un ascenso de sus luchas. En 1965
protagonizaron 723 huelgas. Fueron 1.142 en 1967. El 23 de noviembre de 1967
culminaron en una Huelga General. Desde aquí, los paros y las huelgas se extendieron.
De 1.989.000 días hombre en huelga en 1967 se pasó a 3. 955.000 en 1968. El nivel de
sindicalización era muy alto: un 25% para 1968.
Los pobladores sin casa realizaron más de 100 tomas en Santiago, Concepción y Puerto
Montt. Se generalizó el nombre de "Campamentos". Se realizó el 27 de marzo de 1970 el
Congreso de los Pobladores Sin Casa con la participación de 39 Comités.
La lucha de los estudiantes por la Reforma Universitaria vivió una verdadera explosión.
Se daba un paso adelante con esta lucha en poner la Universidad al servicio de las
necesidades de los trabajadores y el pueblo .
La represión sin piedad ni miramientos del gobierno demócrata cristiano no se hizo
esperar, cobrándose con saña la vida de obreros a los que no podía detener con el fuego
de sus fusiles.
Este ascenso creciente de las luchas de los trabajadores, campesinos, estudiantes y pueblo
pobre atemorizaba y cebaba a la burguesía y al imperialismo.
A través de El Mercurio se atacaba al gobierno de Frei Montalva. Se había distribuido el
libro del brasilero Fabio Vidigal Xabier Da Silveira "Frei, el Kerensky chileno", que
muestra el verdadero temor de la burguesía y el imperialismo: su rechazo no era al
"democrático" Frei M., el enfrentamiento no era entre "dictadura y democracia", sino que
se lo rechazaba porque abría las puertas, con su "debilidad", a un supuesto gobierno
marxista; más bien, porque el ascenso de las luchas de las masas no parecía poder ser
detenido.
La burguesía y el imperialismo deciden pasar a la acción. El 29 de octubre de 1969 el
regimiento Tacna se subleva a las órdenes del general Roberto Viaux Marambio. La falta
de unidad de la burguesía y el imperialismo en cuanto a qué política seguir no permitió
que pasara de esta intentona. Más bien, en realidad, se trataba de una advertencia. El
carácter de todas estas acciones eran de tipo preventivo. Medían fuerzas. Preparaban los
cuadros de la represión. Definían las mejores estrategias. Afinaban las tácticas. Buscaban
afianzar a los vacilantes, agrupar las fuerzas.
Más tarde, el 30 de mayo de 1970, el general Viaux declaraba: "Tengo la convicción de
que más pronto de lo que pueda pensarse, contra el Estado de derecho que existe en
Chile, volverá a surgir una vez más el derecho de la fuerza ... Los chilenos ya están
agotados y hastiados por la politiquería y la demagogia y prefieren un gobierno fuerte ...
Si en el futuro, situaciones de extrema gravedad para la salud de la República, o un
insoportable estado de desgobierno, de caos o de abusos conculcantes de los derechos
esenciales, justificaran el ejercicio de los derechos esenciales, justificaran el ejercicio del
derecho de rebeldía, que por sobre los textos escritos el derecho universal reconoce al
pueblo, yo estaré pronto, sin vacilaciones, a prestar mi colaboración en posiciones de
vanguardia, sin otra mira que la que sustenta y constituye la razón de ser misma del
militar: servir a mi patria".
El senador DC Fuentealba, en una declaración del 3-12-69 sobre la sublevación,
afirmaba: "Pues bien, este senador advierte en tal campaña las huellas digitales y los
métodos que ha empleado la CIA para derrocar gobiernos en otros países ... ¿Por qué no
en Chile, aprovechando el descontento que es producto de la creciente insatisfacción y de
las limitadas capacidades del país?". Este "descontento", "producto de la creciente
insatisfacción", era el verdadero temor de la burguesía y el imperialismo. El ascenso de
las masas y su progresiva radicalización era el horizonte que terminaría de definir la
estrategia de esta Santa Alianza. El gobierno de Allende y la UP fue la expresión
electoral de este ascenso. El 4 de septiembre triunfaría en las elecciones, y cincuenta días
más tarde, el 3 de noviembre, sería proclamado presidente de la república.
El carácter del gobierno de Allende y la UP
El programa que llevó la UP al gobierno, con todo lo progresivo que fue, distaba de ser
un programa revolucionario. Basta ver la opinión de los enemigos de la clase obrera y el
pueblo pobre, a los que un programa revolucionario debería afectar: En El Mercurio del
28 de diciembre de 1969 se afirma que "el programa en lo político al menos, es más
'antialessandrista' que izquierdista".
En forma conceptual, Luis Vitale confirmaría esta aseveración: "Nuestra interpretación
global de estos últimos 30 años ... es que en Chile se registraron procesos históricos de
mediana y larga duración, con dos períodos: uno, de discontinuidad-continuidad y otro de
ruptura-continuidad. El primero fue inaugurado en 1964 por Eduardo Frei Montalva,
iniciador de una nueva fase de democratización política, social y cultural en la Historia de
Chile, que tuvo continuidad histórica en el gobierno de Salvador Allende, aunque en un
estadio más agudo de lucha social" . Desde el punto de vista "institucional", o si se
quiere, desde la política y la estrategia de los partidos integrantes de la UP, esta
aseveración es correcta. Desde el punto de vista de la totalidad del proceso histórico, que
incluye como puntos de quiebre decisivos las acciones de las masas, sus avances en
organización y conciencia, en sentido revolucionario, esta afirmación se vuelve
incorrecta. El salto en la conciencia de las masas, el viraje decisivo que comenzó a dar en
un sentido revolucionario, fue el punto de quiebre que cambió la historia de nuestro país.
Esto es justamente lo que queremos demostrar aquí más adelante.
Este factor decisivo de la política en el siglo XX, la acción de las masas en la escena
histórica, como fue el escenario chileno de fines de los '60 y principios de los '70, fue lo
que por todos los medios combatirían el imperialismo, la derecha, las FFAA, la Iglesia y
ciertos medios de comunicación. Fue lo que los partidos que la clase obrera y el pueblo
pobre reconocían como propios intentarían "conducir", en bien de la democracia. En
nombre de esta forma de dominación, los partidos de la UP, no sin tensiones, guiarían su
política y sus actos de gobierno.
Así es que la UP, y Allende, no solo aceptarían el Estatuto de Garantías Constitucionales,
sino que integraría la comisión de redacción del texto para la Reforma Constitucional que
lo sancionaría. Y esto no sería todo. Según El Mercurio del 25 de Octubre de 1970: "La
concurrencia del senador Salvador Allende a la sesión del Senado en que se votaba la
reforma constitucional convenida entre la UP y la DC tiene singular valor ... La
fundamentación de su voto favorable a las reformas constitucionales es una expresión
concreta de la voluntad del Presidente Electo. 'He venido a este recinto, dijo, a señalar
con mi voto favorable la decisión del pueblo, que, siendo Gobierno, hará más amplia,
profunda y honda la democracia en nuestro país'. Y subrayó sus propósitos al decir:
'Queremos que se entienda que estas disposiciones serán no sólo los principios
consagrados en la Carta Fundamental, sino que la regla moral de un compromiso ante
nuestra propia conciencia y ante la historia'".
De igual manera, en su primer discurso en los balcones de la Federación de Estudiantes
de Chile declaró con todas las letras que su gobierno no era el de la dictadura del
proletariado, como agita hoy la derecha más recalcitrante: "No seré un Presidente más.
Seré el primer presidente del primer Gobierno democrático, nacional y revolucionario de
la Historia de Chile".
Allende y la UP emitían todas las señales, afirmaban para que todos lo oyeran, llegaban a
todos los acuerdos necesarios para calmar al partido más importante de la burguesía, la
Democracia Cristiana. La derecha más reaccionaria, en la figura de Alessandri, concluyó
aceptando al conglomerado de partidos al que la clase obrera y el pueblo pobre
reconocían como propios, al único que por lo tanto oían, el único que por lo tanto podía
"conducirlos", con la esperanza de que así lo hiciera. Decidió declinar su postulación a la
presidencia en el Congreso Pleno. La derecha y el centro abrían un impasse en sus
preparativos golpistas de represión frente al ascenso y la radicalización progresivos de las
masas.
El gobierno de Allende y la UP tomó importantísimas medidas a favor de los trabajadores
y el pueblo pobre, las más importantes en toda la historia republicana. Medidas de
carácter anti-imperialista y anti-capitalistas.
Las primeras fueron la nacionalización del cobre. Una medida de claro corte anti-
imperialista contra los monopolios como la Kennecott-Copper. Medida que de todas
maneras continuaba, y completaba, la política de "chilenización del cobre", por lo que no
provocó gran revuelo en los principales centros de decisión económicos desde donde se
controlaba, y controla, la producción y comercialización de este metal, como la Bolsa de
Londres . Además que serían convenientemente indemnizadas las compañías
nacionalizadas. Le siguió la nacionalización del salitre y el carbón. La estatización de la
banca. La nacionalización de la compañía de teléfonos ITT.
Se implementaron medidas dirigidas claramente contra el latifundismo, al profundizarse
el proceso de reforma agraria, que se hizo respetando estrictamente la Ley de Reforma
Agraria de 1967. Para agosto de 1973 se expropiaron y subdividieron tierras por
5.500.000 hectáreas, el doble que bajo el gobierno de Frei M..
Entre las medidas claramente anti-capitalistas, se creó el Area de Propiedad Social, que
abarcó a 90 empresas estratégicas que absorbían el 20% del producto realizado por toda
la industria y al 18% del empleo industrial.
Entre las medidas que favorecían directa e inmediatamente a los trabajadores y el pueblo
pobre, se pueden contar: El descenso de la tasa de desocupación de un 7,2% en 1970 a un
3,9% en 1971. El aumento del poder adquisitivo de los trabajadores, en un 12% para los
empleados y un 38% para los obreros agrícolas e industriales. La política habitacional
también benefició a los trabajadores y el pueblo pobre, construyéndose 100.000
habitaciones, contra las 25.000 construídas en 1970 .
Todo esto de todas maneras estaba, como Allende mismo se encargaba de reafirmar, con
esa honestidad proverbial que lo caracteriza, y el cumplimiento a rajatabla de los
compromisos previamente asumidos, dentro de los ordenes del régimen burgués de
dominio: "las realizaciones se están efectuando dentro del campo de la ley y de la
democracia que imperan en el país" .
Esta última afirmación la realizó ante la demanda del dirigente socialista Altamirano de
"avanzar más rápido hacia el socialismo". Altamirano expresaba una fracción de su
partido más permeable a las presiones y las necesidades de la vanguardia del movimiento
obrero. Vanguardia que se comenzaba a organizar en torno a los Comités de Producción,
Comités Coordinadores de Trabajadores y Comités de Administración que surgían y se
promovían en el Area de Propiedad Social. Experiencia que luego se extendería, ante la
crisis de abastecimiento provocada por la derecha, a las JAP y los comandos comunales.
Pero que darían un salto en calidad con los Cordones Industriales. Estas experiencias de
organización de los trabajadores, que culminaron con los Cordones Industriales, ponían
sobre la mesa la cuestión del poder obrero como veremos más abajo. Cuestión que, más
allá de la fraseología sobre el poder obrero , no estaba resuelta.
Por esto, una caracterización correcta del gobierno de Allende y la UP se impone. Los
partidos de la UP, sin definiciones políticas, sí describían lo que más arriba estuvimos
viendo: "... un gobierno distinto, dentro del cual la clase obrera, los trabajadores, deberían
ser los actores principales, las fuerzas fundamentales en la lucha por los cambios de
fondo, anti-imperialistas y anti-oligárquicos, que desbrozaran el camino al socialismo" .
Se trata de la explicitación de su estrategia política etapista y lo que efectivamente
comenzaron a hacer.
Por su parte Luis Vitale, comenzando por negar la caracterización de Frente Popular,
afirma que se trata de "una coalición hegemonizada por los partidos de izquierda PS y PC
... que agotó en lo fundamental el programa de cambios que caracteriza a una revolución
democrático-burguesa"
.
A su vez, Ernesto Gonzalez, al calor de los acontecimientos, negaba también el carácter
de Frente Popular de dicha coalición, definiéndola como "el gobierno de un movimiento
nacionalista en un país explotado por el imperialismo". Luego realiza una descripción de
la definición de Trotsky de "bonapartismo sui generis" y concluye: "¿No es este, también,
el caso de Chile en estos momentos? Ciertamente que sí" .
Consideramos erróneas estas dos segundas caracterizaciones. Indudablemente el gobierno
de Allende no implantó una dictadura policial al mismo tiempo que se recostaba sobre la
clase obrera para enfrentar al imperialismo, ni favorecía con sus medidas al imperialismo
europeo contra el norteamericano . Simplemente, en su estrategia etapista, se ponía como
horizonte infranqueable la constitución de una República Obrera, que era el temor del
imperialismo en su particular lenguaje de que no quería "otra Cuba en América del Sur".
Por otra parte, consideramos que gobiernos bonapartistas sui generis, al menos en su
ejemplo clásico del cardenismo mexicano, surgen como resultado de un proceso
revolucionario donde se ha derrotado o desviado la acción radicalizada y auténticamente
revolucionaria de las masas, para contenerlas dentro de los marcos del orden burgués o de
la clase dirigente de dicho proceso (como fue el caso de la Revolución Mexicana de
1910, que se detuvo en los confines de las reformas burguesas). Pueden plantearse
preventivamente, pero su margen de maniobra entre los dos polos el imperialismo y la
débil burguesía nacional de un lado y el relativamente fuerte proletariado del otro, son
más bien estrechos y limitados.
En cambio, este se trataba del momento álgido de ascenso revolucionario de las masas.
Proceso que por otra parte era la expresión chilena de un fenómeno mundial. En Europa,
por ejemplo, el Mayo francés del '68, la Primavera de Praga, el otoño caliente italiano. En
América Latina, el Cordobazo en Argentina en 1969, las huelgas generales en Uruguay,
la Asamblea Popular en Bolivia en 1971.
El ímpetu revolucionario de las masas en ascenso chocaba con los límites impuestos por
los partidos que componían la UP, de limitar el proceso a los marcos establecidos del
régimen burgués de dominio. Este límite impuesto resulta lo esencial para la
caracterización del gobierno de Allende y la UP. La definición de "bonapartismo sui
generis" y la de "coalición hegemonizada por los partidos de izquierda" no pueden dar
cuenta de este hecho fundamental. Ningún paso se daría fuera de la legalidad vigente.
Ningún paso se daría sin la previa consulta, consenso y aprobación por parte del mayor
partido de la burguesía chilena, la Democracia Cristiana, tampoco sin la aprobación de
los guardianes de la Constitución que la DC exigiera y la UP admitiera como tales, las
FFAA. En definitiva, todo cambio se daría en los marcos de una estrategia y una política
de colaboración de clases. Y esta es la esencia de un Frente Popular. El carácter del
gobierno de la UP era frentepopulista. Se materializaría en los permanentes llamados a la
DC que veremos en los artículos que siguen, y finalmente, en la conformación de los
gabinetes cívico militares. Aunque no estuvieran los representantes tradicionales de la
burguesía, los políticos de los partidos burgueses (como el PR en el Frente Popular a
partir de Aguirre Cerda), si actuarían como sus representantes armados los comandantes
en jefe de las tres juntas. La estrategia de la colaboración de clases, es decir, de la
sumisión y subordinación a la clase burgu|esa y al imperialismo, se expresaba
políticamente de esta manera y se sellaba en el compromiso de no instaurar la dictadura
del proletariado y de defender a rajatabla "la democracia". La estrategia de colaboración
de clases, este límite impuesto, chocaría con el ascenso y radicalización creciente de las
masas y especialmente de su vanguardia.
El paso definitivo al golpe. ¿Cuáles fueron sus causas y quiénes lo provocaron?
Con Allende en el gobierno, Claudio Orrego, exponente de la burguesía chilena, definió
los pasos a seguir, la "táctica de los mariscales rusos", es decir, no dar batallas frontales,
sino librar escaramuzas, impedir su acción, desgastar al gobierno hasta debilitarlo y
dejarlo postrado. Una vez conseguido, desatar el golpe mortal. ¿Pero cuándo se dio este
paso definitivo?
Desde el primer instante la DC junto con la derecha del PN obstruían todas las iniciativas
de la UP en el Congreso. Por ejemplo, en la proclamada estatización de los bancos, que
se hizo de la manera más democrática y respetuosa de los intereses del capital financiero,
es decir, mediante la compra por parte de un organismo del Estado de las acciones de los
bancos, y no mediante la expropiación, centralización en una banca estatal única, etc, el
Congreso forma una comisión investigadora de la Cámara de Diputados y declara ilegal
el proceso. De igual manera actuaba la Contraloría General de la República.
Pero no todo se limitaba a acciones institucionales. Ni siquiera a las acciones terroristas
de grupos fascistas como Patria y Libertad. También actuaban por abajo desorganizando
al movimiento de masas buscando el enfrentamiento, por derecha, de las masas con el
gobierno. En la Cámara de Diputados se realiza una sesión especial para tratar el tema de
la Reforma Agraria, con la presencia de campesinos llevados por la DC protestando
contra la creación de Centros de Reforma Agraria. Así describe La Nación del 2-9-71
esta jornada: "-¿A qué vino usted a Santiago?
-Bueno, yo vine porque ahora se firma la ley de reforma agraria.
-¿Cómo, si la ley se firmó hace tres años?
-Bueno, me dijeron que se firmaba una modificación.
-¿Qué modificación, me la podría señalar?
-En realidad no sé qué modificación es, pero llegamos a pedir que no se nos quite el
asentamiento.
-¿Pero quién le va a quitar el asentamiento?
-Nos dijeron, los dirigentes, que el ministro quería quitarnos las tierras y nosotros
creemos que la tierra debe ser para el que la trabaja. Esto que hace el ministro nos
perjudica.
-¿Pero qué exactamente los perjudica?
-Realmente no me pregunte, porque no sé más. Yo vine aquí porque me dijeron que había
que venir.
... La verdad es que el show fue bien montado. Había dinero y medios de locomoción. Sin
embargo, los democratacristianos no pensaron jamás que los trabajadores, que pagaron
para que vinieran a Santiago, al ser entrevistados por los periodistas iban a delatar en toda
su dimensión la política que está aplicando esa colectividad en el campo".
En octubre de 1972 se declaró el reaccionario paro de los camioneros.
Los cacerolazos de las señoras "bien" se sucedían.
Se cortaron los créditos internacionales. Se organizó cuidadosamente el
desabastecimiento económico. Se preparaba el desquiciamiento total de la economía.
A fines del año 1972 una Corte Marcial chilena condena a tan solo dos años al general
Viaux. En esa ocasión, el diario Ultima Hora, en su edición del 11 de diciembre recuerda
una declaración del general Viaux: "Supe de labios del señor Nicolás Díaz Pacheco un
recado que me enviaba el presidente Frei, a través del sacerdote Sr. Ruiz Tagle, cuñado
del Sr. Frei, diciéndome que tenía luz verde para actuar, pero que lo hiciera en buena
forma, con completa seguridad del buen éxito, pues de otro modo se vería en la
obligación de proceder en mi contra. Este recado, dicho en la misma forma, me fue
ratificado por Don Guillermo Carey". Este último hombre era Guillermo Carey Tagle,
también pariente de Frei y abogado de la empresa minera norteamericana Anaconda.
Es decir, la "Santa Alianza" del imperialismo, la burguesía, sus partidos, las FFAA, la
Iglesia y ciertos medios de comunicación, se había sellado y asentado en el transcurso de
esos días agitados. En palabras del ya citado Gregorio Selser: "Frei actuaba en nombre de
una clase, a cuyos intereses se debía, tanto como sus correligionarios Andrés Zaldívar- de
quien Viaux dijo que estaba metido hasta el tuétano en el 'asunto Schneider'- el 'guatón'
Claudio Orrego, Carlos Ossa Pretot, Jaime Velazco Castillo, Juan de Dios Carmona y, el
político de las mil caras y tan siniestro como Frei pese a sus declamaciones de tipo
confesional, Patricio Alwin. Esa clase se coludió, por coincidir en última instancia sus
apetitos e intereses, con la representada por el Partido Nacional, y entrambas se valieron,
de grado o por fuerza, de los grupos de choque fascistas de Patria y Libertad, que
prepararon el terreno para el terror y la violencia".
Las acciones desestabilizadoras de esta Santa Alianza fueron desenvueltas
progresivamente. Sin embargo hay un momento en que terminan de definirse. Para Luis
Vitale, sin tal vez darse cuenta de todo el alcance de sus palabras señala este momento:
"La táctica de la oposición se fue configurando a mediados de 1972, aunque su estrategia
estaba decidida desde las elecciones de abril del año anterior donde la UP obtuvo el
50,1% de los votos, cuando dieron por cancelada la vía electoral ante el masivo respaldo
de la gestión de Salvador Allende".
Mediados de 1972. Recordemos qué paso por esos días. El 28 de junio de 1972, en
Cerrillos-Maipú, se forma el primer Cordón Industrial. Es decir, el embrión del doble
poder. Las bases objetivas de un nuevo estado, de la dictadura del proletariado.
Organizaciones territoriales de la clase obrera, que tendían a superar tanto las divisiones
por profesiones, como las divisiones impuestas por sus partidos tradicionales. Que
cuestionaban la política del gobierno de la UP, y las estrategias de los partidos que
conformaban el conglomerado de gobierno. Que expresaban los embriones de una
organización independiente de los partidos que tradicionalmente habían dirigido a la
combativa y clasista clase obrera chilena. El proceso de ascenso y radicalización de
masas daba así un salto cualitativo. Un sector de la vanguardia de la clase obrera
comenzaba a entrar al gran escenario histórico buscando imprimirle su sello. Lo hacía de
manera elemental, a tientas, sin una dirección revolucionaria que la orientara
estrategicamente. Se gestaba un quiebre histórico en la lucha de clases. Quiebre que
necesitaba de una maduración, que se trataba de un proceso, embrionario y en desarrollo.
De hecho, después del paro de los camioneros de Octubre de 1972, Miguel Silva en su
excelente libro "Los Cordones Industriales y el socialismo desde abajo", relata que"el
reflujo del cordón Cerrillos-Maipú se acentuó. Las reuniones perdieron asistencia y pasó
cierto tiempo antes de que se reanudaran las manifestaciones callejeras a cargo del
Cordón. No fue que octubre no hubiera profundizado la madurez de los trabajadores de
Maipú, sino todo lo contrario. Lo que sucedió fue que octubre planteó objetivamente las
cuestiones referentes al poder popular y en esos términos quedó demostrado que la
capacidad del Comando era muy limitada" .
El gobierno y los partidos de la UP en cambio respondían acentuando la búsqueda de
acuerdos y el diálogo con la DC. Llegó a plantearse un parate al proceso de reformas, por
ejemplo con la ley Millas. Lo más escandaloso fue la conformación de los dos gabinetes
cívico militares, en 1972 y después en 1973. Esto aceleraba el rompimiento, espontáneo,
elemental, a tientas, de sectores de la vanguardia obrera organizada en los Cordones, con
el gobierno y sus partidos.
Entonces se realizó el ensayo general y definitivo para el golpe. El tanquetazo del 29 de
junio de 1973 encabezado por el coronel Supper.
Allende respondió con la política de convocar a un plebiscito para resolver el conflicto de
poderes entre el gobierno y la oposición atrincherada en el Congreso.
La clase obrera y las masas respondieron con una impresionante manifestación de masas,
y con una radicalización aún mayor en su conciencia. Veamos: Un obrero de base
declaró: "A los patrones les salió el tiro por la culata, porque ellos querían dar un golpe
para hundir al pueblo y botar de una vez al gobierno... pero lo único que consiguieron fue
que los trabajadores ganáramos en fuerza, en conciencia y nos organizáramos mejor
porque ya sabemos hasta dónde pueden llegar nuestros enemigos".
En un reportaje a un campesino leemos: "-Sí, ¿pero cuál debería ser la actitud de ustedes
con todo esto que está pasando?
-Quitarles más fábricas, más fundos, más riquezas a los patrones, porque con eso les
estamos quitando poder. Hay que darles duro y no dejarlos que levanten cabeza; °pero
darles duro, sí!, y que el pueblo les de duro. Con todo eso los trabajadores vamos
teniendo más poder y podemos actuar mejor en los comandos comunales o consejos
campesinos.
-¿Cuál cree usted que debería ser la respuesta del gobierno?
-Mire, en esto el indicado para dar respuestas no es el gobierno, creo yo. Yo creo que es
el pueblo, que son los trabajadores los indicados para darles una respuesta a los patrones
golpistas. Y esto, como le digo, es quitándole todo el poder económico, lo más que
podamos, sin dejarles nada...
-¿Y con los militares reaccionarios que participaron el viernes?
-¿Qué cosa?
-¿Qué se debería hacer? ¿Pasarlos a la Justicia?
-Ja! Si los pasan a la justicia capacito que les regalen una medalla más. Yo, francamente,
no sé mucho, pero el pueblo tiene claro que la justicia, sus tribunales, su parlamento,
todas esas cosas hacen que no sean castigados, y eso el pueblo lo sabe bien. ¿Justicia? Va
a haber justicia cuando el pueblo participe en ella, antes no.
-El viernes en la tarde, cuando los trabajadores salieron a la Plaza de la Constitución, una
de las consignas gritadas era 'a cerrar, a cerrar el congreso nacional'. ¿Qué piensa de eso?
-Esa es una medida muy sensata que le nace al pueblo trabajador. Y el pueblo es sensato
para todo. Mire, cuando fue la tentativa del golpe, muchos de los dirigentes creímos que
eso iba a significar más poder para el pueblo. Nosotros pesábamos que después de eso se
iban a cerrar los diarios y las radios de la reacción, o se iba a cerrar el circo, u otras cosas.
Nada pasó, pero ya llegará el momento".
Por último, un obrero, comunista de base, integrante del Cordón O'Higgins, declaraba:
"Nosotros estábamos dispuestos a defender al compañero Allende hasta las últimas
consecuencias. Yo quiero decir algo sobre los militares. Está bien que el viernes una parte
defendió al Gobierno, pero yo tengo bien entendido que las FFAA están para defender los
intereses de la burguesía y eso no va a quitarmelo de la cabeza nadie, ni el compañero
Allende ni el partido al que pertenezco... Cuando fuimos a la concentración me pareció
que el compañero Allende no tuviera confianza en los trabajadores... Hay que organizarse
más. Hay que tomar las armas y defender al gobierno como sea, por las buenas o por las
malas. Y respecto a los militares, hay que andarse con cuidado con ellos, porque la
verdad es que aquí todos ellos nacen de una cuna de rico; no son como uno, que se está
forjando el porvenir. Ellos defienden el derecho de sus padres y de todos los
multimillonarios"
.
Entretanto, el PC y el resto de los partidos de la UP llamaban a no desatar la guerra civil,
cuando era justamente lo que el imperialismo y la burguesía estaban preparando. Allende,
en su discurso ante las masas convocadas en la concentración, llamaba a homenajear a las
FFAA que habían detenido la sublevación: "Agregó el jefe de Estado que además de
informar al pueblo de lo sucedido, pedía que éste rindiera un homenaje lleno de calor y
firmeza revolucionaria a las FFAA, a Carabineros e Investigaciones, que con patriotismo
y lealtad aplastaron la tentativa sediciosa" .
Los Cordones responden en cambio comenzando a coordinarse con la CUT, y más
adelante entre sí, mientras esta insistía en la "batalla de la producción", cuando lo que
estaba en juego era el poder. En este momento se alcanza el punto álgido de la
organización independiente de los trabajadores. La posibilidad de su coordinación y
extensión a nivel nacional. Era tarde.
La maquinaria sangrienta, represiva y genocida marchaba a todo vapor. El imperialismo,
la burguesía llamada nacional, y sus partidos de la derecha y el centro, la Iglesia y ciertos
medios de comunicación se había inclinado por dar el paso decisivo. Esta decisión tuvo
que ver directamente con el desarrollo de estos embriones de doble poder. Que
significaban asímismo que la estrategia de colaboración de clases, último dique de
contención antes de la dictadura o la toma del poder por los trabajadores, ya no podría
contener el ascenso revolucionario y la radicalización de las masas.
Este golpe sangriento fue trabajosamente preparado. No se debió, como dicen los
historiadores de la derecha reaccionaria, a un peligro inminente de guerra civil, es decir,
de enfrentamiento abierto y armado en las calles entre las masas y sectores del ejército
pasados a la revolución (aunque esa era la perspectiva inminente), y el ejército "leal".
Pero sí a ese punto de quiebre que había alcanzado el proceso de ascenso revolucionario
de las masas, con su vanguardia de los Cordones Industriales, y el comienzo del fin de la
influencia de la estrategia frentepopulista de los partidos tradicionales de la clase obrera
sobre la misma.
Tampoco fue un golpe patriótico en defensa de la República. Hasta el último minuto
actuó el imperialismo directamente. Aunque, tal vez, no interviniera directamente la CIA,
como se encarga de aclarar el historiador Gonzalo Vial ya citado: "En tercer lugar,
tampoco fue un complot de la CIA, lo que todavía sostienen algunas personas... Por
supuesto la CIA intervino contra Allende... Y lo hizo a través de lo que la misma CIA
llamaba el primer camino, el Track One, que aquí conocimos como 'el gambito Frei'...
Cuando esta operación fracasó, por razones que tampoco podemos detallar, pasó la CIA
al Track Two, el segundo camino, que era lisa y llanamente alentar un golpe militar... en
definitiva todo terminó en el intento que dirigió el General en retiro Roberto Viaux...
Luego se puso en práctica la segunda fase, que fue apoyar ciertas acciones y ciertos
grupos de oposición en Chile para que se desestabilizara- especialmente en el área
económica- el Gobierno... Sin embargo en el pronunciamiento mismo, en el golpe, no hay
ningún indicio de contacto de la CIA con las FFAA..."
El lugar de la CIA lo tomaría el Pentágono. La Moneda fue sobrevolada y bombardeada
por aviones de las FFAA de Estados Unidos. La acción no se limitó a esto. Según
consignó el diario El Mundo de Buenos Aires el 30 de octubre de 1973, recogiendo
información de la agencia Arauco desde Santiago: "El avión tipo WB57S, matrícula 631-
3298 comandado por los mayores V. Dueñas y T. Shull y con los pilotos de reserva
capitanes M.B.Lemmons y D.C. Baird, coordinaron todas las operaciones de las FFAA
golpistas antes y durante el cuartelazo.
"Este aparato especializado en misiones de espionaje y equipado con los más modernos
instrumentos de telecomunicaciones, operó el día del golpe como una verdadera estación
volante.
"El perímetro de vuelo comprendía la región limitada por Mendoza y las ciudades
chilenas de La Serena y Puerto Montt. Según los planes de los militares golpistas, tres
aeropuertos de emergencia en territorio chileno tenía a su disposión el avión
norteamericano: Pudahuel, Cerrillos y Cerro Moreno, este último en la provincia de
Antofagasta, en el norte del país...
"El avión yanqui comenzó a operar en la zona el 7 de septiembre, cumpliendo ese día dos
misiones y dos más el día 10. Del 11 al 13 estuvo adscripto permanentemente al apoyo en
el sistema de comunicaciones de las tropas golpistas, que era vital para estas..."
Se trató de un golpe gestado por fuerzas sociales que hablaban y hablan en nombre de la
patria y sus tradiciones, la burguesía, pero que actuaron coludidas desde un primer
momento con el imperialismo, una Santa Alianza contra los trabajadores y el pueblo
pobre. Y que ejecutaron el golpe con un verdadero ejército de ocupación. El ejército
chileno actuó con la cooperación directa del Pentágono. Se convirtió en un verdadero
ejército de ocupación.
Ellos fueron los únicos y exclusivos responsables del golpe.
Hay que llamar a las cosas por su nombre
La mayoría de las referencias actuales a aquel período encuentran en el abandono de las
"convicciones democráticas" por el centro y la derecha las causas del golpe. Nos
referiremos a esto en otro artículo.
Otro sector, consecuentemente frentepopulista, a la falta de un acuerdo entre el centro y
la izquierda, lo que hizo que el primero se volcara a la derecha. También nos referiremos
detenidamente en otro artículo.
Muchos responden a la afirmación de los reaccionarios de que se trataba de una guerra
civil, negando cualquier carácter de "agitación social" grave.
Lo que todos intentan hacer es borrar de la memoria histórica que se trató de un período
de ascenso revolucionario y radicalización de las masas.
Hay que llamar a las cosas por su nombre. Lo que estaba en juego, DESPUES del acceso
de la UP al gobierno, era la cuestión del poder. La estrategia de conciliación de clases de
la UP no podía resolverlo y no lo resolvió. Lo resolvió el imperialismo y la burguesía. Lo
que le faltó a esa vanguardia obrera agrupada en los Cordones Industriales fue un partido
revolucionario que la orientara con una estrategia de poder hasta la instauración de una
República Obrera opuesta a la estrategia frentepopulista de conciliación de clases, como
estrategia de poder que oponerle a la estrategia imperialista y burguesa de mantener su
régimen de dominación a sangre y fuego.
Conclusiones
El proceso de ascenso y radicalización de las masas que había cobrado ímpetu en la
década de los '60, había alertado al imperialismo, la burguesía, sus partidos y sus
instituciones. La elección de Allende era un signo evidente. Los preparativos de un golpe
comenzaron a accionar. Hasta mediados de 1972, se realizaron acciones preventivas, se
prepararon los cuadros, se agruparon fuerzas, se probaron diversas tácticas, se buscó
convencer a los vacilantes, debilitar a sus enemigos de clase. Hasta aquí se dio una
primera etapa.
Desde mediados de 1972 se abre una segunda etapa. El ascenso y radicalización de las
masas da un salto cualitativo. Esto decide el paso a la acción represiva y genocida del
imperialismo y la burguesía, al golpe de Estado. Lo que guió nuestra interpretación del
período fue este punto de quiebre excepcional. Porque los protagonistas de la historia del
siglo XX son las masas, y los puntos de quiebre, largamente preparados en años y años de
luchas, de avances y retrocesos, de triunfos parciales y derrotas, son los giros
revolucionarios que dan las masas, que hacen temblar toda la estructura de dominación de
la burguesía y el imperialismo. En este punto, la estrategia de colaboración de clases de
los partidos de la UP, especialmente del PS y el PC, la fórmula de la "vía chilena al
socialismo", parecía resquebrajarse ante el ímpetu revolucionario de las masas que
comenzaban a dar pasos decisivos sentando las bases de los organismos de doble poder,
las bases de un futuro estado proletario, con los Cordones Industriales. La falta de un
partido revolucionario, que combatiera implacablemente a sus enemigos de clase, y
también la estrategia de colaboración de clases, forjado en años de lucha de la lucha de
clases proletaria, fue mortal a la hora de plantearse decisivamente la cuestión del poder.
La necesidad de un análisis de la estrategia frentepopulista resulta entonces vital para la
recomposición del movimiento obrero y la construcción de un partido revolucionario. De
esto nos ocuparemos brevemente en los próximos artículos.
Segunda Parte http://terrorismodeestadoenchile.blogspot.com/2011/10/quienes-fueron-los-responsables-del_13.html
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