"Me impacta positivamente que a 40 años del Golpe en un país tan constreñido en términos de memoria, donde se ha mentido tanto, se ha censurado tanto…ahora haya un estallido de memoria", dice la emblemática defensora de los Derechos Humanos. (TERRA.cl)
Foto: Terra/Matías Delacroix |
"Ecos del Desierto" es el nombre de la miniserie de Andrés Wood que debutó este lunes en CHV y que relata los crímenes cometidos por la Caravana de la Muerte en 1973. El rol protagónico se inspira en la vida de Carmen Hertz y su esposo, Carlos Berger, quien fue una de las 76 víctimas de la comitiva liderada por el general Sergio Arellano Stark.
“Siempre he admirado mucho a Andrés, me parece un excelente director y un gran hombre”, dice Carmen al repasar una vez más el episodio que ha marcado su vida. En pantalla, las actrices María Gracia Omegna y Aline Kuppenheim serán las encargadas de encarnarla en distintas etapas.
El ’73 el joven matrimonio había partido a Calama. Carlos, abogado de profesión pero periodista de oficio, había sido nombrado jefe de comunicaciones de Chuquicamata y director de la radio El Loa. Llegó a la zona sólo unas semanas antes y el día del Golpe no paró las transmisiones, pese a que desde regimiento de Calama le ordenaron que lo hiciera. Los militares allanaron la radio y lo detuvieron. Ese mismo día fue dejado en libertad y luego fue apresado nuevamente.
Tras un paso por el regimiento y la cárcel junto a otros funcionarios de gobierno y de la empresa cuprífera, un consejo de guerra lo condenó a 60 días de prisión por no haber cesado las transmisiones. Con Carmen se sintieron aliviados con la sanción. La pena se cumplía el 11 de noviembre y su esposa había pedido que la condena fuera conmutada por una multa. Mientras tramitaba la solicitud, la comitiva de Arellano Stark llegó a la zona y un grupo de 26 detenidos –entre ellos Berger- fue sacado de la cárcel, llevado al desierto, fusilado y enterrado clandestinamente. Tiempo después los cuerpos fueron arrojados al mar. Germán, el hijo de ambos tenía sólo 11 meses.
¿Cómo recuerda el 11 de septiembre del 73?
Un día tremendo, uno de los días más devastadores en la vida. Nosotros éramos muy jóvenes, pero teníamos muchas responsabilidades en el gobierno de la UP. Carlos había sido jefe de gabinete del ministerio de Minería, creador de la revista Ramona y jefe de comunicaciones de Chuqui. Fueron tres años de gran alegría. Para quienes lo vivimos creo que fueron los mejores años de nuestras vidas.
¿En algún momento le dijo que dejara de transmitir y se refugiara?
Nunca pensé en decirle, de ninguna manera. Yo fui a la radio, llegué justo cuando la estaban allanando y se llevaron detenido a Carlos.
¿Cuándo y cómo le cuenta a su hijo lo que había pasado con su padre?
Después de la muerte de Carlos y las gestiones que hice para que me trataran de entregar su cuerpo, que fueron infructuosas, nos fuimos a Buenos Aires. Vivimos dos años ahí y nos fuimos a Caracas. Él tenía como cuatro años y preguntaba mucho por el papá. Había una foto suya en la casa y una foto de Gardel y él preguntaba cuál era su papá: si era Gardel o era el otro y ahí le dije que su papa había muerto. Él no tenía noción de lo que era estar muerto. Después más grande me pregunto por qué estaba muerto.
¿Y qué explicación le dio?
Le dije que lo habían matado los militares porque él luchaba por los pobres… eso le quedó grabado.
La serie de CHV se publicita con el eslogan “cuando a una mujer le quitan todo, también le quitan el miedo”. ¿Alguna vez tuvo miedo?
Es una buena manera de promocionarla. Sentí miedo por mi hijo cuando mataron a la empleada en mi casa, cuando degollaron a la Sofía y ahí nos fuimos a París a finales de los ’80.
¿Qué sintió cuándo descubrieron los restos de los desaparecidos en el desierto?
Fue por etapas. Se encontraron restos en dos o tres ocasiones. Las señoras de Calama rastrearon durante todo el tiempo el lugar, fueron las únicas que como colectivo se dedicaban día a día a buscar en el desierto. El primer desentierro de las fosas clandestinas se hace en Calama porque los familiares estaban muy cerca. Sacaron a las 26 víctimas de Calama y las lanzan al mar y como deben haberlo hecho con una retroexcavadora, quedaron restos óseos y esos fueron encontrados por las señoras como el ‘90. Se hace un trabajo con superposiciones fotográficas, se identifica a un grupo y se hizo un entierro simbólico en Calama. Las ‘viejas’ guardaron restos y cuando empezó a existir el examen de ADN se enviaron a Sarajevo. Yo estaba de embajadora en Hungría y me tocó recibir la valija diplomática. Ahí se reconocieron a dos o tres personas más.
"LOS MUCHACHOS DEL FPMR NO HAN TENIDO NINGÚN RECONOCIMIENTO"
La serie, que da cuenta de la interminable lucha de Carmen por saber la verdad y hacer justicia, es parte de la larga lista de espacios producidos por todos los medios para conmemorar los 40 años del quiebre democrático. “Me impacta positivamente que a 40 años del Golpe en un país tan constreñido en términos de memoria, donde se ha mentido tanto, se ha censurado tanto…ahora haya un estallido de memoria”, dice la emblemática defensora de los Derechos Humanos. “Una sociedad que ha sufrido lo que ha sufrido ésta, es absolutamente imposible que le niegues -como fue durante el periodo de la transición, que fue hecha sobre pactos de impunidad y silencio- el derecho a saber”, añade Hertz.
Hay quienes dicen que estos espacios en los medios abren las heridas del pasado…
Me parece un lugar común que está completamente desacreditado. Por el contrario, enfrentar el pasado es asumir lo que ocurrió y reconstruir una sociedad más democrática. Eso es típico de quienes no quieren que se sepa nada.
¿Considera que falta un reconocimiento a quienes lucharon contra la dictadura?
Las víctimas eran luchadores antidictatoriales y los que sobrevivieron están exiliados en Europa de por vida. Los muchachos del Frente Patriótico Manuel Rodríguez tenían 20 años cuando decidieron entregar su vida por la libertad de todos nosotros y fueron catalogados de terroristas durante toda la transición. Esos muchachos tuvieron la vida cortada y no han tenido ningún reconocimiento. Eso de que se derrotó la dictadura con un lápiz es una gran mentira.
¿Usted justifica la vía armada?
No la justifico, pero la vía político-armada es una decisión que la toma un grupo en los ‘80 después del exterminio de decenas de personas y de haber destruido a directivas completas de partidos.
Pese a esa falta de gestos que menciona ¿cree que la transición se terminó?
La transición fue muy larga. El mayor impulso que tuvo fue la detención de Pinochet en Londres, que es cuando se ponen en evidencia los pactos de impunidad y silencio de los poderes fácticos. A partir de ahí el proceso se acelera y cuando la gente, los movimientos sociales empiezan a protestar es porque podemos decir que la transición se terminó.
En ese contexto ¿La reconciliación se logró o aún es algo pendiente?
Es un término muy manipulado igual que el perdón. Lo único que cabe hablar de la sociedad chilena es reconstrucción de la convivencia nacional, sobre bases sanas, una sociedad que nos incluya a todos, una patria justa y eso pasa por que tengamos toda la verdad sobre lo que ocurrió, tengamos justicia –pero no en la medida de la posible-, tengamos reparación y una memoria colectiva. Ha sido lenta esta reconstrucción porque se ha pretendido imponer la impunidad de parte del establishment político, una impunidad penal y social.
En las últimas semanas hemos visto como algunos políticos e instituciones han pedido perdón por su rol en torno al quiebre democrático. ¿Les cree?
Hay que valorarlo, aunque pedir perdón después de 40 años y después de una impunidad absoluta es casi un canto a la bandera. Lo de Hernán Larraín es valorable, hizo un gesto…pocos lo han hecho. El perdón de Escalona es problema de él.
LA "ALEGRÍA" DEL DESAFUERO DE PINOCHET
Tras varios años de exilio, Carmen y su hijo Germán volvieron a Chile en 1977. Al mes, comenzó a trabajar como abogada de la Vicaría de la Solidaridad, hasta donde llegaban cientos de familias pidiendo ayuda. Denuncias, recursos de amparo y querellas eran parte del quehacer diario de Hertz. Y una de las acciones que interpuso por la muerte y desaparición de su marido, junto a otras 19 causas, terminó provocando el primer desafuero y procesamiento del entonces senador vitalicio Augusto Pinochet por el caso “Caravana de la Muerte” el año 2000.
¿Pensó que una de sus querellas iba terminar con Pinochet sometido a proceso?
Siempre tuve esa esperanza. Con ese sentido las hacía, porque algo íbamos a lograr. Cuando desaforaron a Pinochet para todos nosotros del mundo de los Derechos Humanos fue una gran alegría desde que terminó la dictadura. La primera fue cuando lo detuvieron en Londres, que fue extraordinaria. Era una alegría total.
Pese a eso no se avanzó mucho y tampoco se supo sobre su enriquecimiento en el Caso Riggs…
Se avanzó bastante cuando lo tuvo el ministro Cerda y determinó que este tipo se había enriquecido. Abrió aristas impresionantes, pero cuando le quitaron la causa ahí quedó todo.
¿Cómo va a conmemorar estos 40 años del Golpe?
Vamos a marchar todos los colectivos con las fotos de todas las víctimas, voy a participar de una liturgia en la Iglesia San Francisco y el 11 voy a ir al Memorial del Cementerio General como siempre lo hago
http://noticias.terra.cl/nacional/,409240c7ce401410VgnVCM4000009bcceb0aRCRD.html
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