Foto Alejandro Olivares
Marisol Elton del Pedregal tiene 60 años pero dice que no los representa. Es alta, rubia, de ojos celestes. Separada y sin hijos. Vive en un pequeño departamento en Las Condes y suele caminar en las tardes por el centro de Santiago. El martes de la semana pasada estaba comiendo en un MacDonald´s, en Santa Rosa con Alameda, y casi le da un infarto. Sintió un fuerte ruido. No sabía si se traba de una balacera o un bombazo. Cuenta que quedó tiritando y que al rato se percató que alguien había destruido los vidrios del local donde comía. No está segura si eran anarquistas o estudiantes. “Probablemente una marcha”, cuenta. Afuera del establecimiento un estudiante de periodismo se le acercó y Marisol Elton entró en escena: “Pucha que hace falta mi general, porque así –chasquea los dedos-, un disparo a los asaltantes, que mueran o meterlos en un barco o bote y tirarlos al mar, porque esto es el colmo… aquí lo que hace falta son las fuerzas armadas”, dice. Al otro día la imagen daba vueltas en youtube rotulada como: “declaraciones de pinochetista testigo de violento ataque a Macdonald”. Así fue como Marisol Elton del Pedregal se hizo conocida en youtube.
-¿Por qué echa tanto de menos a Pinochet?
Lo que pasa es que uno echa de menos lo que había antes y ahora no hay: tranquilidad, paz, respeto y orden. Estamos en decadencia, se nota en todo orden de cosas, en la delincuencia, los valores. No es como el tiempo de las fuerzas armadas.
-Se alegró, entonces, cuando vino el golpe…
De todas maneras, me avisaron a las cinco de la mañana, me dijeron levántate Sole que viene algo muy lindo. Fue fabuloso. Me acuerdo que ese día atravesamos con champaña a la Escuela Militar y cantamos la canción nacional. Fue maravilloso. Yo no votaba todavía pero iba con mi familia a las marchas del centro. Lo que pasa es que no había comida y gritábamos “no hay carne, huevón, no hay whisky, huevón, que chucha es lo que pasa, huevón”.




-¿Dónde vivías en ese tiempo?
Vivía con mis papás en Las Condes, vengo de una familia con muchos valores, estudié en las monjas inglesas, nunca me dejaron meterme a la cocina, siempre tuve nanas, me vestían y me bañaban para ir al colegio, conocí el centro de Santiago con chofer porque no me dejaban salir sola.
-Fue una privilegiada
Exacto…
-Tiene nostalgia de ese tiempo…
Lo que pasa es que todos participábamos del gobierno, nos sentíamos los dueños del mundo. Me acuerdo que se hacían carreras en Kennedy con gente de las fuerzas armadas y carabineros. Yo tenía esas tarjetas blancas con las que se podía entrar a cualquier parte durante el toque de queda. Más encima después me casé con un oficial de carabineros. Cuando hacían fiestas los oficiales me prestaban un auto para irme a la casa y después se los devolvía.
-¿Conoció a Pinochet?
Sí, y a la señora Lucía igual. A veces iba a la casa de ellos en Presidente Errázuriz, cuando hacían eventos, fiestas o comidas. Íbamos todos los pinochetistas. Mi mamá era muy amiga de la señora Lucía, siempre la llamaban para que fuera presidenta de mesa. También íbamos a un bar que estaba en Isidora Goyenechea que era del piloto privado de mi general Pinochet y al casino de oficiales. Hacían regias fiestas. Era el tiempo del whisky y el caviar. Algo bonito.
-Lo pasó bien…
Sí, echo de menos esa vida.
-Lógico, si se sentían dueños del mundo. 
Exactamente, nos ha dolido perder el poder. Hacíamos lo que queríamos, nadie nos decía nada. Teníamos presencia y nos hacíamos respetar. Ahora, lamentablemente no.




-¿Por eso adora tanto a Pinochet?
Es que fue un gran hombre, él tuvo fuerza de hacer cosas que ni Leigh ni Merino hizo, porque Merino iba a ser el presidente. Mi general Pinochet dijo yo voy a ser y los otros se tuvieron que cuadrar.
-¿Cómo se siente ahora sin su general?
No me siento que estuviera en mi país, es como si viviera en otro. La Concertación y Piñera no han cumplido. La delincuencia sigue, los problemas en los consultorios, la salud y la educación igual. Todo eso lo conversamos en las reuniones de la corporación 11 de septiembre que hacemos todos los miércoles, a las siete de la tarde, en el club de las Fuerzas Armadas retiradas. Ahí nos desahogamos…


¿Cuánta gente se reúne?
Unas trescientas, la mayoría son mayores de 60 años, de clase alta y baja porque hay mucho pinochetista en poblaciones. Yo me llevo bien con ellos. Nos conocemos de años, somos la gran familia pinochetista.
-Pero, así como van, en 10 años más van a desaparecer.
Por algo estamos haciendo este documental, para que vaya la juventud que no conoce lo que pasó en el año 1973. Queremos demostrarle al país que estamos vivos, es importante decir que estamos presentes, que vamos a formar un partido político, no ahora, pero que posiblemente resucitemos Avanzada Nacional o hagamos un partido nuevo. Por eso el domingo nos vamos a juntar.
“No tanto, un poco ”
-No le parece un homenaje provocador considerando lo que pasó en Providencia con Krassnoff.
Estuvo bien lo que hicieron, yo fui y llegaron los comunistas. ¿Por qué ellos pueden celebrar lo que quieran y nosotros no? Nunca nosotros hemos ido a tirar piedras. Falta libertad de expresión en este país.



- Pero se trata de personajes vinculados a violaciones de los Derechos Humanos.
Pinocho no mandó a matar a nadie, lo que pasa es que otros se tomaron las atribuciones. Perdona la palabra, yo sé que voy a decir algo fuerte: mataron a los que tenían que haber matado. Estaban cometiendo cosas que no debían, por eso los mataron.
Pero si existen hasta niños desaparecidos 
No hubo ese tipo de asesinatos. Si yo estuve presente. Todos los pinochetistas estuvimos presentes, no mataron a niños ni a personas de la tercera edad. Aquí en la Escuela Militar nunca se sintió un disparo. Nunca.


¿No cree, entonces, que se torturó en Chile?
No, no se torturó. Lo que se hizo con esas personas fue porque estaban actuando mal.



-¿Por qué dice que estuvo presente?
-Porque en el año 1974 me casé con un capitán de Carabineros, me empezó a gustar la política y me dediqué a trabajar por las fuerzas armadas. Tenía el corazón de derecha. Incluso colaboré con la CNI porque tenía amistades con generales, ese era mi círculo. Conocía al general Gordon, que era hermano de una compañera mía de oficina, y también al general Salas Wenzel.



-¿Qué hacía?
Era sapa de ellos, una informante. No me pagaban nada, eso sí. Una vez me mandaron a Quilicura en auto, entré a una iglesia, me dijeron que si el cura hablaba mal de mi General les avisara. Esa vez salimos arrancando, nos estaban esperando con el auto andando y apagamos todas las luces. También tenía que datear donde ponían bombas. Yo sabía reconocerlas y los llamaba.


-¿Qué más hizo?
Los afiliaba. Trabajaba en Provida como ejecutiva de ventas y me dejaban entrar a todos lados. Fui a varios centros, estuve donde está la PDI en Mapocho, otro que estaba en Marchant Pereira y uno en calle República.



- Sabía lo que pasaba al interior de los cuarteles, entonces.
Sí, sabía, estuvo bien lo que hicieron porque hubo gente que actuó mal y también otra que no debieron haber matado.


¿Cree que se les pasó la mano?
No tanto, un poco, no mucho…




-¿Conoció a Álvaro Corvalán?
Sí, trabajé con él en Avanzada Nacional. Yo era presidenta de las damas portalianas. Álvaro era un hombre muy querido en el Ejército, muy buen jefe, lamentablemente está preso. Ahora organizó el homenaje a Pinochet. Es una excelente persona. De hecho, la primera señora de Álvaro Corvalán la tuve en mi casa, con sus hijos, cuando se separó, porque Corvalán era lacho, como son en las Fuerzas Armadas.


-¿Lo ha ido a ver a la Cárcel?
No he ido, hablo sólo por teléfono con él cuando hay eventos.
¿Qué es para usted ser pinochetista?
Un honor, y lo digo aquí y en la quebrá del ají. En el metro peleo con los comunistas cuando escucho hablar mal de mi general. Lo hago donde sea. Cuando hacen huelga los estudiantes me dicen que no soy chilena. Yo les digo que soy descendiente de ingleses.


-¿Alega mucho?
Sí, les digo qué sacan con hacer cosas si la educación nunca va a ser gratis en Chile. Que son unos delincuentes. Defiendo a los carabineros y les pido que los dejen de molestar, que ellos son la ley. Al final les digo que lo que hace falta aquí es mi general Pinochet.
-¿Y qué le responden?
Vieja tal por cual, ándate a Alemania.
La ley de la vida
-¿Ha cambiado mucho el país?
Perdóname lo que te voy a decir, pero hay mucho roto con plata que se cree dueño de todo. Acá en Las Condes se nota. Perdona que esté hablando de esa forma, somos todos seres humanos y vamos a llegar al cementerio igual, pero acá los rotos se notan en su forma de ser, no pagan los gastos comunes en el edificio, quedan debiendo los arriendos. Antes, 40 años atrás, no era así, uno transitaba por acá y era otro el tipo de gente.


-¿En qué más se nota?
En el Transantiago, por ejemplo, no está hecho para los chilenos porque todavía se sube mucha gente sin pagar. En los trenes te empujan. No respetan a nadie.
-¿Cómo identifica a un roto?
No sé, no son como tú o como yo, se notan en su forma de ser.
-¿No le gustan las mezclas sociales?
Lo que pasa es que como soy alta las mujeres me miran con envidia, no sé. No nos respetan porque creen que somos muy decentes. Lamentablemente tengo cara de cuica. Soy rubia, alta y de ojos celestes. Tengo sesenta años pero no los represento.


-Apuesto que es fan de Labbé.
Labbé es una excelente persona, un excelente alcalde, ha hecho muchas cosas buenas, ojalá que gane las elecciones de alcalde. Me encantaría que fuera candidato, pero pienso que debe ser más adelante. No puede llegar y presentarse porque no va salir. Los que tienen posibilidades son Longueira, Allamand o este buenmocito, como es que se llama…
-Golborne
Sí, ese, es excelente, independiente, sencillo, joven, simpático y salvó a todo el mundo.


-Pero Labbé no es el candidato natural de los pinochetistas …
Si sale elegido nuevamente puede ser, porque no es llegar y altiro, se tiene que preparar. Tiene pasta de presidente. Es duro. Estuvo bien lo que hizo con los estudiantes.


-¿Echarlos de la comuna?
Sí, por qué no se van a estudiar a sus comunas. La hija de mi sobrina vivía en Maipú y ahora se cambiaron a Providencia para que estudie en un colegio de la comuna. En el Instituto Nacional, donde han estudiado ministros, presidentes, llega mucha gente a hacer daño. Son estudiantes que tratan de de tener una mejor educación pero si tienen papás así no van a poder surgir nunca. Algunos son maestros.
No tan gente, dice usted… 
Claro.
Pero no le parece una mirada clasista
No, es la ley de la vida. Por ejemplo yo estudié en las monjas inglesas en Las Condes y no me iba a ir a estudiar a un colegio al centro. Es la ley de la vida.
Es preferible mantener las cosas así, piensa…
No hay que cambiar, las cosas son así y punto. La enseñanza que nos dejó Pinochet y los otros de la junta fue excelente. Esa enseñanza la voy a llevar siempre hasta el día que muera. Me siento orgullosa.
-Es cierto que algunos pinochetistas han llamado a no votar por la derecha…
A ver, te voy a decir algo, yo he defendido los votos de la derecha en el Villa María porque soy apoderada de mesa. Nos hemos sacado la mugre trabajando. Piñera prometió que iba a terminar con la delincuencia y no ha hecho nada. Lo que pasa es que tengo sesenta años y siempre le he echado la culpa a la concertación, a los comunistas, y resulta que todos los partidos políticos cuando llegan al poder se dedican a ganar plata y después se van con las manos llenas.
-Están defraudados de Piñera.
La mayoría estamos defraudados.




-¿Qué piensa de Camila Vallejo?
Es una lola que no tiene idea de nada porque la asesoran los comunistas en todo, incluido el presidente del Colegio de Profesores. La Gladys Marín era otra cosa. Era querida por todo el mundo. Incluso por la derecha. Yo también la quise. Si esta niña, la Vallejo, quiere ser como la Gladys Marín está perdida…


¿Cómo la encuentra?
-Pesada… no creo que sea una lumbrera, la Gladys Marín le gana.
-¿Cree en la gratuidad en la educación? 
La educación nunca va a ser gratis. Te lo confirmo cien por ciento. Si hasta los profesores tienen mala ortografía. Están perdiendo el tiempo.
“Me ligan los hombres casados”
¿Por qué a los milicos le gusta usar bigotes?
Por Hitler… y harto buenmozos que se ven con bigotes. Tú también.




Gracias, hace un rato me comentó que eran muy lachos…
Muchos tenían doble vida, amantes, hacían fiestas en los casinos de oficiales, íbamos todos, bailábamos, comíamos, nos tirábamos a la piscina, tomábamos trago. Era un período de libertad muy lindo pero eso ya se perdió.
¿Y usted tuvo algún amante milico?
Sí, tuve varios, pero no puedo decir los nombres. Todos los hombres que tienen pareja, que son casados, les gustan otras mujeres. Yo estudie sicología en ventas y sé que hay muchas cosas que la mujer casada no hace. A mí me iban a tocar serenatas a mi departamento y llegaban flores a mi puerta.


¿Qué tiempos aquellos?
Sí, era muy amiga de Liliana Mann que falleció hace poco del corazón. Salíamos juntas cuando fue ministra de Turismo con la Gabriela Velasco, Don Francisco, era un grupo bien grande. Pensaban que éramos mellizas con la Liliana porque éramos las dos rubias y buenasmozas. Hacíamos locuras en Las Brujas, en el Caledonia, en el Topsy de Viña. Para el festival, cuando estaba mi general, entraba gratis a los camarines, a todos lados.
-Se pegó algún pinchazo
Salíamos a comer con Julio Iglesias y José Luis Rodríguez, también con Ray Conniff.
-O sea, fue bien lacha, como dice usted…
Soy súper, mi papá fue lacho, mis abuelos fueron lachos y yo aprendí un poco de eso. Me ligan los hombres casados. Estuve con un dentista 17 años. Tuve los mejores amantes. Uno era arquitecto dueño de una constructora gigante. Ahora tengo uno que es ingeniero y llevamos cinco años. Cada 15 días está conmigo.
-No es como la clásica facha cartuchona…
Yo la gozo, lo paso bien, salgo, me regalonean, pincho en la calle y me miran igual. Lo que pasa es que llego a todo el mundo y eso es importante.
-De hecho en su Facebook publicó que estaba buscando una pareja estable, de 60 a 73 años, que sea profesional…
Es que soy una mujer independiente, si tengo para comer, como, sino, no. Lo que pasa es que a la edad de uno cuesta encontrar una pareja porque todos son mañosos y machistas. A mí no me gusta eso. Con este que llevo nos conocemos hace 5 años, somos independientes, si nos necesitamos nos llamamos. Pero él me llama más que yo.
Muchos pinochetistas, me imagino, ahora deben estar medio de capa caída… 
Ahora estamos viviendo la otra cara de la moneda y ha sido complicado. Bastante. Pero siempre, pase lo que pase, voy a seguir pensando en Pinochet.
¿Cómo lo hace para vivir ahora sin los privilegios de antaño? 
No me da vergüenza decirlo, porque es un trabajo honrado: trabajo de nana haciendo aseo en casa de amigos míos. He trabajado en Las Condes, en Providencia, en el centro. Tengo amigos que les hago los favores, que me piden que los acompañe al doctor. También tengo un amigo que fue diputado muchos años atrás y me ayuda económicamente, te fijas, no me puedo quejar.
La Señora SAPA DE LA CNI busca trabajo, ayudenla




-¿Y que pasó con la fortuna de su familia?
Tuve muchos departamentos, recibí herencias pero ya no están. Fui generosa y perdí todo. Si me pedían 100 millones de pesos decía ahí están. No recibí nada de vuelta. Estoy sacando 160 lucas de jubilación y, ahora, en diciembre, me la van a rebajar a 90 mil. Por eso vivo con una amiga y una tía me paga mi parte del arriendo del departamento.
-Las vueltas de la vida…
Pero me siento bien, orgullosa, no le he hecho daño a nadie y tengo muchos amigos.




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