Lissette FossaVíctor Herrero A.Camila Higuera (desde Quintero-Puchuncaví)13/11/2019
ientras el noticiario Teletrece alargaba su edición principal anoche -mostrando imágenes de saqueos, incendios y violencia- en La Moneda se sucedían telefonazos urgentes entre asesores presidenciales y representantes de las fuerzas armadas, en especial del Ejército.
Según información obtenida por INTERFERENCIA, La Moneda había decidido decretar un nuevo Estado de Emergencia, sacando nuevamente a los militares a las calles del país, ante los numerosos actos de vandalismos -como la quema de la Gobernación de Concepción, un incendio en el cuartel militar de Tejas Verdes en Santo Domingo- que ocurrieron ayer en el marco de una nueva jornada de protesta.
De hecho, en un momento dado corrían rumores de Estado de Sitio. Sin embargo ello era improbable ya que una medida como esa -que incluye la censura previa a la prensa- debe contar con la aprobación del Congreso.
A eso de las 22.30 horas, el Presidente se dirigió al país, flanqueado por el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, y la vocera de gobierno, Karla Rubilar, para criticar la situación de seguridad pública y anunciar que podría pedirles a funcionarios retirados de Carabineros y de la PDI sumarse a las labores de seguridad en las calles. Acto seguido, el presidente Piñera afirmó que la agenda social propuesta hace dos semanas se iba a intensificar, mientras comprometió un plebiscito para refrendar una nueva Constitución surgida desde la ciudadanía, pero sin entregar mayores detalles.
Esta concesión del gobierno, nuevamente atrasada en varios días frente a la frenética evolución de los hechos, no inmutó a la oposición que, en la tarde de ayer, sacó un comunicado conjunto de todos los partidos, incluyendo la Democracia Cristiana, exigiendo pasos concretos al gobierno de Piñera. Y conmovió aún menos a los cientos de miles de manifestantes que van todos los días a Plaza Italia.
Lo cierto es que, según informaciones recogidas por nuestro medio, los militares se negaron anoche a seguir la orden del Presidente de decretar un nuevo Estado de Emergencia. Una alta fuente ligada a la Defensa aseguró a este medio que las Fuerzas Armadas no volverían a salir a las calles, puesto que este problema es político y la solución debe ser política.
Varias otras fuentes consultadas por INTERFERENCIA, tanto militares como civiles, aseguran que efectivamente los militares se negaron a un nuevo Estado de Emergencia y volver salir a las calles. Esto a pesar de que, desde hace dos noches, existe información de que los militares estarían acuartelados en las noches.
Mientras tanto, en el gobierno cunde el pánico que Carabineros -fuertemente cuestionados por actuar, mayoritariamente, con una violencia extremada en contra de la población civil- pueda comenzar una suerte de huelga de brazos caídos. Ello, porque algunos sectores policiales se sienten desamparados frente a una arremetida judicial en su contra.
Anuncios tibios
Ayer toda la oposición política, desde el Frente Amplio hasta la Democracia Cristiana, sacó un comunicado instando a Piñera a tomar medidas radicales para calmar el malestar ciudadano. Ello se suma a opiniones críticas desde el propio oficialismo -principalmente desde el presidente de Renovación Nacional, Mario Desbordes, y del senador Manuel José Ossandón- que arrinconan aún más al gobierno de Sebastián Piñera.
Según dirigentes de la DC, un partido que hasta hace poco estaba dispuesto a colaborar con el gobierno en varios temas, el comunicado conjunto es una suerte de ultimátum. “Si el Presidente insiste en ignorar la voz del pueblo, no nos quedará otra que retirar toda colaboración con La Moneda”, afirma un importante asesor de ese partido.
De acuerdo a lo que supo INTERFERENCIA, la DC estaría dispuesta a irse a un choque frontal con La Moneda si Piñera insiste en atrincherarse en San Damián, el barrio donde vive, sin abrirse a un diálogo con la ciudadanía y la oposición.
En su discurso de anoche, tras perder el apoyo de los militares para volver a imponer un Estado de Emergencia, el Presidente Piñera anunció tres grandes temas:
1.- Un acuerdo por la paz y contra la violencia. En palabras del mandatario se trata de un acuerdo “que nos permita condenar en forma categórica y sin ninguna duda una violencia que nos ha causado tanto daño y que también condene con la misma fuerza a quienes directamente la impulse, la avala o la toleren”. Sin embargo, no quedó claro si se refería a la violencia policial o la de grupos extremistas.
2-. Un acuerdo por la justicia. Con el fin de tener una mayor justicia social, el Presidente propuso “impulsar todos juntos una robusta agenda social que nos permita avanzar rápidamente a un Chile más justo, un Chile con más equidad y menos abusos. Un Chile con mayor igualdad de oportunidades y menos privilegios”. Pero, nuevamente, el mandatario no entregó detalles específicos al respecto.
3-. Un acuerdo por una nueva Constitución. Abriéndose a un tema que hasta tres semanas o estaba ni de cerca en el horizonte del oficialismo, anoche Piñera dio un paso más hacia la idea de una nueva carta fundamental, “dentro del marco de nuestra institucionalidad democrática y con una clara y efectiva participación ciudadana”. Es más, dijo que esa Constitución, cuyo mecanismo no especificó, debería contar “con un plebiscito ratificatorio para que los ciudadanos tengan la ultima palabra”.
Sin embargo, los anuncios del mandatario no produjeron grandes efectos. Es más, después de su discurso, en el centro de Santiago se volvieron a escuchar cacerolazos.
Jornada de protesta
A 26 días de iniciadas las protestas en el país, la jornada de este pasado martes 12 de noviembre nuevamente estuvo marcada por el uso de gases lacrimógenos y perdigones por parte de Carabineros. Las miles de personas que transitaron por Plaza Italia, la Alameda y sus alrededores manifestándose en el día de paro nacional sufrieron una fuerte represión. “¡Renuncia Piñera!”, era la consigna más escuchada en las ajetreadas calles repletas de personas.
Luego de una reunión entre el director General de Carabineros Mario Rozas con Gonzalo Blumel (Evópoli), el ministro del Interior, el domingo pasado, este dio a conocer que el uso de las escopetas antidisturbios tendrán un uso acotado. Sus palabras llegaron tarde y principalmente impulsadas por la indignación que causó el caso de Gustavo Gatica, joven de 21 años que recibió perdigones en sus dos ojos. Desde el comienzo de las protestas, más de 600 personas han sido heridas por perdigones y cerca de 200 han sufrido heridas oculares, según datos que el INDH ha recolectado en hospitales.
A pesar de estas palabras, el uso de las escopetas antidisturbios y el disparo de perdigones continuó ayer, aunque con menor intensidad, según los periodistas de INTERFERENCIA que estuvieron en el lugar de los hechos.
Con todo, el llamado a huelga general no fue exitoso. La mayoría de las empresas y comercios funcionaron de manera normal hasta media tarde, cuando Transantiago anunció que iba a suspender sus servicios, dejando a miles de ciudadanos que habían acudido a sus puestos de trabajo sin la posibilidad de volver de manera expedita a sus hogares, sobre todo los que viven en las periferias de la ciudad.
Sin embargo, las manifestaciones ciudadanas volvieron a ser masivas, repletando la Plaza Italia y muchos otros lugares a o largo de varias ciudades del país.
https://interferencia.cl/articulos/ffaa-se-niegan-nuevo-estado-de-emergencia-obligando-pinera-recurrir-policias-retirados
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