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lunes, 23 de septiembre de 2013

Pinochet intentó derrocar a Allende en 1972


Mario Amorós
Cambio 16
Augusto Pinochet estuvo involucrado en la preparación de un golpe de estado para derrocar al presidente Salvador Allende en 1972, un año antes del bombardeo de La Moneda que puso fin a la experiencia revolucionaria chilena y que le situó al frente de la junta militar. Según revela uno de los más de 16.000 documentos desclasificados por distintos organismos de Estados Unidos el 13 de noviembre, Pinochet consideraba ya entonces que las "únicas alternativas" para Allende eran o su renuncia forzada a la jefatura del Estado o su "eliminación". Hasta ahora se creía que el ex dictador sólo se había unido a las filas de la conspiración a partir de la tarde del 9 de septiembre de 1973, dos días antes de la sublevación militar.
Este documento de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) está fechado el 27 de septiembre de 1972 y asegura que "Pinochet, antes un estricto constitucionalista, admitió renuentemente que ha variado su forma de pensar: que Allende debe ser forzado a abandonar el poder o ser eliminado ('únicas alternativas')".
A continuación señala que a principios de aquel mes Pinochet, entonces jefe del Estado Mayor General del Ejército, viajó a Panamá para negociar la compra de tanques a Estados Unidos. Allí se reunió con oficiales del ejército norteamericano que conocía, dice la CIA, "desde sus días en la Escuela de las Américas y se le dijo que Estados Unidos apoyaría un golpe en contra de Allende 'con todos los medios necesarios' cuando llegara la hora", según publica el periódico electrónico El Mostrador.
La posición de Washington no era nueva porque sólo once días después de la victoria del candidato de la Unidad Popular en las elecciones presidenciales del 4 de septiembre de 1970 el presidente Richard Nixon había autorizado a la CIA a involucrarse en un golpe de estado en Chile. Desde entonces el derrocamiento de Allende se convirtió en una auténtica obsesión para Nixon y para Henry Kissinger, asesor del Consejo de Seguridad Nacional y futuro secretario de Estado.
De aquel viaje a Panamá el propio Pinochet recuerda en su Camino recorrido que "en lo profesional, lo más interesante fueron mis conversaciones con el Comandante de la zona del Canal, General Underwood, de cuatro estrellas, que me recibió en su Cuartel General con honores de Jefe de Estado". Sus anfitriones no escatimaron medios para agasajarle pues "los oficiales norteamericanos y sus esposas del Comando nos ofrecieron una comida de gala, que fue muy placentera para mi esposa y para mí y nos permitió estrechar mayores lazos con estos oficiales y sus esposas".
Sin embargo, en sus memorias el ex dictador elude referirse a un episodio recogido por otro de los documentos de los servicios de inteligencia norteamericanos, que revela, sin que aparezcan más detalles en la versión desclasificada, que en 1972 Pinochet estuvo "involucrado en la preparación de un golpe del general Alfredo Canales". Canales era un militar conocido por "sus notorios contactos derechistas ( El Macho Canales es Padre del general Canales taricco ahora convertido en funcionario de ONU) ", según explicó en sus memorias el general constitucionalista Carlos Prats, comandante en jefe del ejército, quien le llamó a retiro el 21 de septiembre de aquel año. Desde entonces este compañero de armas de Pinochet utilizó los medios de comunicación de la oposición para exponer sus ideas fascistas. Después del golpe de estado la junta militar le nombró su embajador en Líbano, donde en un confuso incidente fue ametrallado en un ascensor quedando paralitico y con mayor odio que antes
Sin embargo, la cobardía mantuvo siempre al ex dictador chileno en una posición ambigua, incluso durante las primeras horas del 11 de septiembre de 1973, ya que, como asegura el entonces embajador norteamericano Nathaniel Davis en su libro Los dos últimos años de Salvador Allende, "parece que fue el último de los actores principales en ocupar su lugar". Davis también recuerda queel 22 de agosto de aquel año, un día antes de ser nombrado comandante en jefe del ejército por Allende tras la dimisión de Prats, Pinochet le había dicho: "Señor Presidente, sepa por favor que yo estoy dispuesto a dar mi vida en defensa del Gobierno constitucional que usted encarna".
La "cambiante actitud de Pinochet", en palabras de los agentes de la CIA, ya había asomado el 24 de marzo de 1972. "Recibo un llamado telefónico desde Santiago del general Augusto Pinochet..., quien me informa del descubrimiento de un complot, presuntamente dirigido por el ex-Mayor Arturo Marshall y en el que aparecerían implicados algunos oficiales del Batallón Blindado 2 y de la Escuela de Paracaidistas", recuerda Prats, asesinado junto a su esposa por la DINA en Buenos Aires el 30 de septiembre de 1974.
Más aún, el 5 de diciembre de 1971 el periódico comunistaPuro Chile tituló "En Chile no habrá golpe de estado, notificó el general Augusto Pinochet a los momiossediciosos de la derecha", según narra Pablo Azócar enPinochet. Epitafio para un tirano. Además, el "enano maldito", un personaje característico de aquel popular diario, proclamaba: "A su orden, mi general Pinochet. Usted lo dijo claramente: ¡En Chile no habrá golpe de estado!".
Aquellos días el General Pinochet se querelló contra eltabloide derechista Tribuna ( el preferido del general canales , y de su hijo "Fito" Canales , el que paseaba por los pasillode la escuela Militar con el bajo el brazo) y en declaraciones a los medios de comunicación afirmó: "He pedido en todos los tonos que los diarios no titulen incitando a la violencia. Les solicito nuevamente que asuman sus serias responsabilidades con un mayor nivel de conciencia pública frente a los problemas que estamos viviendo. ¿Qué quieren? ¿Una guerra civil? Porque golpes de estado no ocurren en Chile". (¡¡¡¡¡¡¡¡¡)
Hasta ahora se creía que Pinochet había mantenido una absoluta lealtad al Gobierno de Salvador Allende hasta la tarde del 9 de septiembre de 1973, cuando Gustavo Leigh, comandante en jefe de la Fuerza Aérea, le visitó en su domicilio y le hizo firmar un mensaje redactado por el vicealmirante José Toribio Merino que anunciaba que "el día H será el 11 y la hora H las 06.00". Antes de firmar Pinochet espetó a Leigh: "Pero, ¿te has dado cuenta que todo esto nos puede costar la vida?", según explica Ignacio González Camus en El día en que murió Allende.
Todavía en las primeras horas de aquel trágico 11 de septiembre de 1973 Allende confió en la lealtad que le había prometido Pinochet. La traición de los militares golpistas segó la vida del presidente de la República y de miles de personas y abocó a su país a una dramática noche de 17 años.
La CIA y el golpe de estado
Un cable de inteligencia enviado por los agentes de la CIA en Chile a Washigton el 8 de septiembre de 1973, desclasificado también el 13 de noviembre, deja en evidencia la posición mantenida por Estados Unidos durante 27 años sobre su supuesto desconocimiento de la conspiración militar contra Allende y su aparente neutralidad en el quiebre de la democracia chilena.
Este documento, recogido por el diario chileno La Tercera,detalló 72 horas antes todos los pasos que siguieron los sublevados el 11 de septiembre de 1973. "De acuerdo con [tachado], la Marina tiene como fecha de inicio del movimiento para derrocar al gobierno de Salvador Allende en Valparaíso a las 8:30 el 10 de septiembre. La Fuerza Aérea (Fach) apoyaría esta iniciativa después que la Armada inicie las acciones de tomar la provincia de Valparaíso, dirigir un ultimátum exigiendo la renuncia de Allende o amenazando con tomarse Santiago".(MilGroup Chile en Valparaiso Ray Davis , cuyo conocimiento le costo la vida a Charles Horman, y que muchos en este periodo acusaron conspiranoia esta relacion)
"Después que la Armada emprenda esta acción contra el Gobierno –prosigue el cable de la CIA- la Fach silenciaría las radios gubernamentales. Al mismo tiempo, planea establecer una cadena nacional usando las estaciones radiales existentes de la oposición tales como las emisoras Balmaceda, Minería y Agricultura". Este informe de la Agencia también confirma que, pese a ser un "opositor" al Gobierno de Allende, Pinochet sólo se sumó al golpe de estado en los días previos.
Era tal el conocimiento de los servicios de inteligencia norteamericanos sobre la conspiración que el 9 de septiembre sus agentes enviaron un nuevo mensaje donde anunciaban que "las acciones de la Armada del día 10 se han pospuesto probablemente para el 11 de septiembre"( En relacion a la llegada de los Barcos de Unitas ,con su barco de Comado USS Jesse L brown y en forma encubierta el Glomar explorer ). La CIA concluía que "Allende enfrenta la más seria amenaza para continuar en su cargo desde que fue electo hace tres años".
http://es.groups.yahoo.com/group/testimonios-chile/message/1281

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