Por Alfredo Peña
Esta semana muchos nos sorprendimos al leer un artículo del candidato presidencial UDI Pablo Longueira titulado "Nada es casualidad" donde señala que a Piñera le debieran otorgar "varias medallas de oro" por el manejo de la economía. Pero se "olvidó" de varios datitos...
Este fin de semana veraniego muchos nos sorprendimos al leer un artículo del ministro Pablo Longueira en un matutino titulado "Nada es casualidad" donde postula que a Piñera le debieran otorgar "varias medallas de oro" por el manejo de la economía y describe diversos indicadores en materia de empleo, IPC enero, crecimiento 2011, inversión en educación superior describiendo un mundo de Bilz y Pap para estos 2 años de gobierno.
Al terminar de leerlo uno se pregunta: ¿en qué mundo está viviendo el UDI Longueira? Ahora de ministro -y pre candidato presidencial- pareciera que se compró la visión de los winners -dejó en el olvido su proyecto de la UDI popular- y se dedica a defender la visión autocomplaciente que uno escucha a los gerentes de las empresas ya no de Plaza Italia para arriba, sino que de Tobalaba haicia arriba.
Pero la dura realidad cotidiana que vive la nueva clase media y las familias vulnerables que representa el 90% de los chilenos/as no tiene en su agenda darle "medallas de oro" a Piñera; al contrario ya tiene un juicio categórico: sólo el 23% de la ciudadanía aprueba la gestión de Piñera según la encuesta CEP y una mayoría ciudadana sólida rechaza la gestión piñerista (61% en el C3 según Adimark enero)
Pero veamos "la otra cara" de los números exitosos de Longueira. En empleo insiste en lo del "pleno empleo" y nada dice que la mayoría de los 600.000 nuevos empleos creados son precarios, con baja remuneración mensual ($200.000 aprox) y temporales.
Que por la estacionalidad hay un aumento de empleos en el sector agro exportador y turismo y ya vimos a las trabajadoras del resort de Bahía Coique denunciar las precarias condiciones salariales y contractuales del "pleno empleo" de Longueira.
En materia de IPC se alegra por el IPC de enero (0,1%); pero nada dice que el 2011 la inflación anual llegó a 4,4% (lejos de los pronósticos gubernamentales del 3%); ni menos habla de las alzas tarifarias en Transantiago/Metro donde el 1º de febrero vuelven a subir las tarifas llegando a un incremento del 11% en los últimos 12 meses y no hay planes de inversión para el desarrollo del transporte público en la Región Metropolitana como trenes para las áreas suburbanas.
En educación superior destaca que US$1.200 millones financiarán "becas y créditos a jóvenes de la clase media" pero nada dice que estos beneficios cubren sólo el 60% del arancel efectivo y que en el caso de las familias de clase media que acceden al crédito CAE adicionalmente deben tomar un 2º crédito para financiar la diferencia entre arancel referencial y arancel efectivo.
Este mecanismo que alaba Longueira "condena" a las familias de clase media a vivir endeudados y sólo engrosa las ganancias de los bancos privados que administran el crédito CAE. Tampoco nada dice que sólo el 15% del alumnado de educación superior tiene becas e igual por sólo el 60% del costo de la carrera y esas familias más humildes deben endeudarse.
El silencio más increíble es no hacer no mención a "la bandera histórica" de la derecha que fue la lucha contra la delincuencia -donde el 80% de la ciudadanía reprueba la gestión piñerista-, lo que denota el fracaso derechista en esta materia.
La mayoría ciudadana, en especial la nueva clase media hace rato que reprobó la gestión de Piñera y no le da medallas de ningún tipo.
Quienes le darían medallas de oro son los gerentes y empresarios que concentran la mayor parte de la riqueza del país y que el ministro Longueira los defiende -por ejemplo a los industriales de la pesca- dándole derechos indefinidos en la nueva ley de pesca.
Efectivamente tiene razón Longueira que este proyecto país de la derecha de mantener la desigualdad, fomentar la concentración de la propiedad en los mercados y permitir abusos a los consumidores "no son casualidades". Son el corazón del proyecto derechista de ayer, hoy y mañana.
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