30 de octubre al 12 noviembre de 2009
Autor: LUCIA SEPULVEDA RUIZRECONSTITUCION de los asesinatos de dirigentes del MIR en Concepción. En la foto: así mataron a Mario Lagos Rodríguez.
La verdad judicial sobre los asesinatos de los dirigentes del MIR Nelson Herrera Riveros, Mario Lagos Rodríguez y Luciano Aedo Arias se impuso, tras la completa reconstitución de escena encabezada por el ministro en visita Carlos Aldana. En la diligencia que revivió el caso Vega Monumental de Concepción (23 de agosto de 1984) participaron un centenar de ex agentes de Santiago, Concepción y Chillán, testigos, peritos y expertos de la policía. Tras contrainterrogatorios, careos, filmaciones y pericias practicadas en el lugar de los hechos, el ministro -que recibió la causa desde la justicia militar en febrero de 2009- procesó al brigadier (r) de ejército Marcos Spiros Derpich Miranda (a) “Gitano”, segundo al mando de la CNI, como autor intelectual del homicidio de Nelson Herrera en el marco del operativo “Alfa Carbón” contra el MIR en la región entre el Bío Bío y Valdivia. Los asesinatos en Valdivia de Juan José Boncompte, Rogelio Tapia y Raúl Barrientos permanecen aún en la impunidad. Derpich -que en democracia se desempeñó en la Dirección Nacional de Inteligencia del Ejército hasta ser encausado y luego absuelto en el caso Silbermann-, es el único alto oficial procesado en el caso Vega Monumental de Concepción, junto a seis autores materiales de los crímenes.
En abril de este año, el ministro Aldana había realizado la reconstitución de escena de la fase Los Angeles del operativo, donde fue asesinado Mario Mujica Barros, procesando a José Antonio Zapata Zapata y Bruno Antonio Soto Aravena, de la CNI Concepción. En ambos casos, los procesados están libres bajo fianza. Derpich estuvo sólo 17 días preso en el Regimiento Chacabuco.
Cautivo de Santa Juana
La diligencia judicial permitió aclarar las circunstancias en que fue ultimado Nelson Herrera, de quien sólo se sabía que llegó muerto al Hospital Regional de Concepción. El auto de procesamiento de Derpich establece: “En circunstancias que Nelson Herrera Riveros descendía del bus, se sintieron disparos en el lugar, resultando herido a bala en su región frontal, siendo detenido por agentes de la ex CNI y esposado de sus manos, ingresado a un automóvil al cual subieron tres a cuatro agentes de Santiago, que formaban un equipo, y se dirigieron al Hospital Regional de Concepción… Pero una vez iniciado su trayecto el jefe del equipo recibió un comunicado radial por la frecuencia o canal 1, del jefe de la división regional de la CNI que estaba en el cuartel regional Concepción en Pedro de Valdivia, el cual le ordenó cambiar a la frecuencia 2… recibiendo una orden del señalado jefe, el cual le señaló que el detenido no podía llegar vivo al hospital y que debía ser eliminado o ‘despachado’… por lo que desviaron su ruta al camino a Santa Juana… bajando al detenido… uno de los agentes colocó su revólver a unos dos centímetros de distancia de la frente de la víctima, disparando sobre la misma un tiro, impactando en la parte frontal de la cabeza de Herrera Riveros”.
Los autores materiales
La confesión provino, entre otros, de José Abel Aravena Ruiz (a) “Muñeca” o ”Cucharita”, jefe de la Brigada Azul de persecución al MIR, ex miembro de la Brigada Caupolicán y torturador en José Domingo Cañas y Londres 38; y de Sergio Agustín Mateluna Pino (a) “Guatón Ordenes”, de Concepción. Integraban el equipo asesino a bordo del vehículo, junto a Luis Enrique Andaur Leiva, suboficial de Carabineros, de la Brigada Azul, este último verdugo de Herrera. El trío fue procesado por la justicia militar por “violencia innecesaria”. También están procesados los miembros de la Brigada Azul Luis Hernán Gálvez Navarro y Roberto Farías Santelices (por el asesinato de Luciano Aedo en Hualpencillo); y Manuel Angel Morales Acevedo, por ultimar a Mario Lagos frente a la Vega Monumental cuando bajaba de un taxibus, disparándole mientras estaba con sus brazos en alto. En el asesinato de Lagos también participaron Hugo Hechenleitner (coronel (r) de Carabineros, entonces teniente) cuyo procesamiento inicial fue anulado por el fiscal militar; y Egon Barra, cabo de ejército, que no ha sido procesado. Las identidades de los agentes se lograron en la justicia militar en 2003, porque en 1984 los agentes declararon con nombres falsos y testimonios fabricados por el abogado Miguel Parra y consensuados con el fiscal Pedro Marisio.
Como encargado de regiones de la CNI, el entonces coronel Derpich integraba el mando que junto a Jorge Mandiola, jefe de la CNI en Concepción y Alvaro Corbalán, jefe operativo de la CNI, ejecutó la masacre, planificada con un año de anticipación. Según declaraciones de Mandiola, Derpich viajó en agosto a Concepción con 60 funcionarios al mando de Alvaro Corbalán. Se alojaron en el Regimiento Chacabuco, en tanto que los oficiales lo hicieron en el Hotel Araucano. Diez equipos actuaron en Concepción, Talcahuano, Los Angeles, Valdivia, Coronel y Lota, asesinando a siete dirigentes miristas y deteniendo a 16 militantes en esa zona, que fueron torturados y vejados. Una niña de tres años fue retenida por la CNI y entregada a sus familiares luego de tres días. La operación “Alfa Carbón” dejó a trece niños sin padre.
La causa de Valdivia
La Corte de Apelaciones deberá fallar próximamente sobre la petición de la abogada Magdalena Garcés, defensora privada, que solicita acumular al caso Vega Monumental/Los Angeles a la querella interpuesta a comienzos de octubre de este año por los familiares de Juan José Boncompte, Rogelio Tapia y Raúl Barrientos, asesinados el 24 y 23 de agosto de 1984 en Valdivia. La profesional, que se hizo cargo de la defensa hace dos años, fue quien logró el traspaso de la causa Vega Monumental a la justicia ordinaria, para acumularla con la causa de Los Angeles. Su objetivo es condenar a la triada Mandiola/Corbalán/Derpich, que planificó y ordenó el operativo de aniquilamiento del MIR de la zona sur.
La reconstitución, presenciada por Javiera Herrera, Patricia Flores (compañera de Luciano Aedo), Luciano Aedo, hijo, y Rodrigo Muñoz -que militaba con los caídos- fue valorada por los familiares y la defensa. Patricia Zalaquett, viuda de Nelson Herrera, comenta: “Los asesinos, que se cubrían con anteojos, gorros y parkas, recibieron el escarnio público. En la Vega Monumental la gente bajaba de los edificios de Lorenzo Arenas y les gritaba ¡Asesinos! Había lienzos del MIR. En la memoria ese crimen quedó como algo horroroso, porque los vecinos vieron como los mataban. En Hualpencillo, donde cayó Luciano Aedo, se inició la diligencia, para luego seguir a la Vega y a Santa Juana. Había un bus con treinta ex agentes. Pero Alvaro Corbalán se negó a asistir”.
Abogada Magdalena Garcés, ¿cómo evalúa la diligencia?
“Fue muy bien conducida y realizada. Respecto de Luciano Aedo quedó claro que fue rematado en el suelo y que nunca disparó. Jorge Vargas Bories reconoció que él y Jorge Mandiola estaban presentes. En la Vega, donde fue asesinado Mario Lagos, fue (…)
(Este artículo se publicó completo en Punto Final, edición Nº 697, 30 de octubre, 2009, Suscríbase a PF, punto@interaccess.cl)
http://www.puntofinal.cl/697/cni.php
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