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jueves, 11 de noviembre de 2010

A Jovino el diablo le pasa la factura

JOVINO Novoa, senador y presidente de la UDI.
Una ofensiva mediática, como pocas en los últimos años, se puso en práctica para desacreditar algunas de las declaraciones de Gema Bueno, la joven que figura como una de las principales testigos en la investigación que realiza el magistrado Sergio Muñoz en relación con una red dedicada al abuso y explotación de menores, entre otros delitos.
La operación parece tener como objetivo principal recomponer la imagen pública del senador Jovino Novoa, muy deteriorada tras haber sido señalado por Gema Bueno como uno de los hombres que intimó con ella en una casa de El Arrayán, propiedad del empresario Claudio Spiniak, donde se realizaban desenfrenadas y aberrantes orgías con la participación protagónica de adolescentes de ambos sexos.
Gema Bueno ha descrito con detalles sorprendentes varias características anatómicas del dirigente de la UDI, que sólo pudo haber conocido tras haber observado prolijamente, y en más de una ocasión, el cuerpo desnudo del político.
La mujer recuerda una marca en el hombro, la distribución pilosa, ciertas manchas en sus genitales, la forma de sus piernas y de su vientre, describe minuciosamente sus manos, su pene, el grosor de su barba, el aroma de su perfume, el modo de andar, su forma de hablar, entre otras características que sólo ha escuchado el juez Muñoz.
Si la muchacha miente, es posible inferir dos alternativas: una, que conoció a un socías del senador gremialista; la otra, que alguien le describió centímetro a centímetro la geografía del cuerpo de Novoa.
¿Es posible suponer que detrás de descripciones tan precisas también exista una conspiración o complot para comprometer al ex subsecretario del Interior de la dictadura?

El hermano
del senador

Nada es descartable hasta que el ministro Muñoz no revele los resultados de su investigación. Ese instante marcará el inicio de una nueva serie de análisis y especulaciones sobre un proceso que al parecer ocupará la atención del país durante todo el año.
En cualquier caso, el papel de Gema Bueno ha sido sólo uno de los aspectos que ha tenido que examinar el juez Muñoz para desentrañar la oscura red tejida por Spiniak y varios de sus más cercanos colaboradores, vinculados al comercio carnal con adolescentes, la prostitución y las drogas.
Otro aspecto poco conocido, que también roza al senador Novoa, es la relación que tendría su hermano, el abogado Héctor Novoa Vásquez, con la denominada “red Spiniak”.
Héctor Novoa adquirió cierta connotación pública a mediados de los 90, cuando apareció vinculado en negocios con el llamado “rey de la chatarra”, Edgardo Bathich, y algunos colombianos presuntamente relacionados con el narcotráfico.
El juez Muñoz, según informó El Mercurio, ha inquirido personalmente a Spiniak sobre sus relaciones con el hermano del senador de la UDI.

Complot en las sombras
La publicitada detención de Spiniak, amplificada interesadamente por Carabineros a través del canal 13 de TV a fines del año pasado, fue seguida por la difusión pública de los rumores que implicaban a los senadores Novoa y Carlos Bombal, de la UDI, y al demócrata cristiano Andrés Zaldívar, como participantes en las inusuales “fiestas” organizadas por el dueño del exclusivo gimnasio Go Fitness & Spa.
En la puesta on the record de los rumores participaron periodistas de diferentes medios, entre ellos TVN, Chilevisión, Plan B y radio Biobío, además de la diputada de RN, Pía Guzmán, de reconocida labor en la lucha contra pedófilos y pederastas.
Los dichos de la diputada, quien no mencionó nombres, produjeron el efecto de un mazazo demoledor en el corazón del gremialismo, que reaccionó aseverando ser víctima de un complot urdido para dañar al partido, a la Alianza por Chile y, principalmente, a la candidatura presidencial de Joaquín Lavín.
En esa operación, según la UDI, habrían participado integrantes de algunas ONGs, menores presuntamente abusados, ciertos parlamentarios del PPD -Guido Girardi, María Antonieta Saa y Antonio Leal-, además de periodistas y otros profesionales cercanos al tema de la explotación sexual de niños.
La UDI ha sospechado también de Sebastián Piñera, a quien creen informado previamente de los rumores y culpan de no haber hecho nada para impedir que la diputada Pía Guzmán formulara sus polémicas declaraciones.

La primera fuente
La primera mención de los nombres de los senadores es uno de los aspectos que ha concentrado el interés del ministro Sergio Muñoz en las últimas semanas. Para intentar precisar cuál fue la fuente inicial, tomó declaraciones a casi una docena de periodistas de los más diversos medios, quienes escucharon y/o hicieron públicas las identidades de los parlamentarios.
Y es aquí donde la UDI concentra sus sospechas de complot. Varios de sus dirigentes conocen en profundidad los mil modos de generar un rumor, transformarlo en “trascendidos de prensa”, y no dejar huellas visibles en la operación.
Saben también que casi todos los medios tienen (o tenían) un especial cuidado en no divulgar nombres vinculados a un rumor no confirmado, particularmente si es una destacada figura pública.
Es de suponer que los periodistas citados por el juez Muñoz se ampararon en el secreto profesional, para no identificar sus fuentes, por lo que el magistrado posiblemente debió tratar de reconstituir las reuniones, entrevistas y llamados telefónicos realizados por los profesionales de la prensa en aquellos días.
Si logra identificar a la “primera fuente”, el ministro -conocido por lo acucioso de su trabajo- estará en condiciones de esclarecer la eventual manipulación de los medios de prensa para enlodar a los senadores mencionados. Y ello podría resultar en una inducción calculada y planificada, o en una simple conducta irresponsable que contó con la complicidad de periodistas y editores, los que a su vez transgredieron normas de ética profesional.

demonios
de la tentacion

A fines de los años 80, tanto las policías como los funcionarios de algunas ONGs, advirtieron el aumento del comercio sexual infantil. En la Plaza de Armas, en los alrededores del cerro Santa Lucía, en Plaza Italia, en Providencia, en algunas rotondas aledañas al centro, niños y niñas ofrecían servicios sexuales de todo tipo a las más variadas tarifas.
Los teléfonos públicos ubicados a metros de la Catedral de Santiago servían como improvisados buzones de mensajes a la creciente demanda de “carne fresca”. Al mediodía y tras el término de la jornada laboral vespertina, los adolescentes eran llamados a oficinas o departamentos de cita, subidos discretamente a lujosos vehículos o conducidos a residencias más alejadas.
Pero en esos años, salvo algunos balbuceos de denuncia en cierta prensa, todo ocurría con disimulo y nadie se inquietaba mayormente.
A comienzos de los 90, la renaciente clase política debutaba en el Congreso y algunos jóvenes diputados empezaban a disfrutar de fama y prestigio social. En las filas de la derecha, el senador Jaime Guzmán se esforzaba por llamar al orden a varios de sus discípulos con sobredosis de vanidad o aires de seductores que presagiaban una posible infidelidad conyugal. En RN, en el PPD, en el PS y en la DC también se experimentaba el reencuentro con el poder y el halagador e inesperado éxito de los políticos con el sexo femenino. No obstante, en la mayoría de los casos, nunca pasó más allá de algún ocasional desliz o de un amorío furtivo. Todo ello, además, con la comprensión, tolerancia o indiferencia de la opinión pública, mucho más preocupada de sus roles como políticos que de sus devaneos amorosos.

Todo es publicable
Desde el año 2002, en cambio, los chilenos empezaron a conmoverse con los abusos sexuales a menores. Algunas redes dedicadas a la pornografía infantil, denuncias de relaciones incestuosas y abusos contra menores perpetrados por sacerdotes, en Chile y en el extranjero, abrieron ventanas a los patios de la perversión, instalada en la vecindad de los barrios pobres o acomodados, en medio de una sociedad moderna y liberal ansiosa de nuevos placeres y experiencias intensas.
Los medios de comunicación, a su vez, decidieron introducirse en los dormitorios, en los guardarropas y en las camas de las figuras públicas. “Es lo que la gente quiere”, argumentaron ciertos editores, pidiendo más y más escándalos a sus periodistas. Las cámaras y micrófonos ocultos reemplazaron al trabajo metódico y riguroso de los reporteros; las declaraciones explosivas y las acusaciones personales, suplantaron a la entrevista profunda y meditada.
En este escenario, mediático y populista, bajo la consigna de “nos preocupamos de los problemas reales de la gente”, es que a la UDI le estalló en la cara el más vulgar, escabroso y deleznable de los temas: el abuso de menores en situación irregular.

El gremialista duro
Lo sorprendente es que los otros senadores mencionados por la prensa en estos meses (Bombal, Zaldívar, Nelson Avila y Carlos Cantero) hayan optado por mantener un perfil bajo, reafirmando su integridad moral y diluyendo paulatinamente las acusaciones en su contra. En palabras simples, la gente les cree. ¿Por qué no ocurre lo mismo con Jovino Novoa?
En primer lugar, porque las declaraciones de Gema Bueno apuntan en su contra. Y en segundo lugar, pareciera ser que su imagen de pinochetista intransigente, de gremialista duro, de ex funcionario mercurial, de enemigo de sus aliados, de poco simpático y lejano a la gente, le está pasando la peor de las facturas.
Novoa no tiene nada de lo que poseen Andrés Chadwick, Juan Antonio Coloma, Hernán Larraín, Jaime Orpis o incluso Patricio Melero, que parece esforzarse para hablar duro y golpeado. Novoa se quedó en el gremialismo que se oponía a la Unidad Popular, que se mudó a Mendoza para ayudar a la “resistencia democrática” y que después pasó por ciego, sordo y mudo en la investigación para aclarar el asesinato de Tucapel Jiménez.
No pocos son los analistas y observadores políticos que han considerado que es un retroceso para la UDI haber puesto a Jovino Novoa en la presidencia, cuando el partido aún no sale de la UTI. Creen que ha sido un gesto de lealtad y respaldo exagerado y riesgoso, pues ocurra lo que ocurra con la investigación del juez Muñoz, y aunque se realicen las más rebuscadas intervenciones cosméticas para lavar su imagen, en el inconsciente colectivo Jovino Novoa desde hace rato que es culpable.

Las nuevas explicaciones
Al cumplirse casi seis meses con el caso Spiniak cotidianamente en las portadas de los diarios y en los titulares de los noticieros de televisión, los costos para la UDI, para muchos de sus dirigentes, para la Alianza por Chile y para la candidatura de Joaquín Lavín han sido considerables. La afiebrada reacción de su presidente, Pablo Longueira, le costó el cargo, tras una operación política feroz que reveló el verdadero carácter autoritario y arbitrario del modo de hacer política del candidato presidencial derechista y de sus más cercanos asesores.
Hasta ahora se conoce el estancamiento de Lavín en las encuestas, y el desplome de la candidatura de Raúl Alcaíno a la alcaldía de Santiago. Pero pronto empezarán a publicarse las evaluaciones en las comunas, en los distritos y en las circunscripciones senatoriales.
Es en los sectores populares de las zonas urbanas y rurales donde conviven las mujeres pobladoras con el abuso de menores, el alcoholismo, la violencia intrafamiliar y la drogadicción. Muchas de ellas fueron el plus electoral que llevó a la UDI a transformarse en el primer partido del país, mujeres modestas que se alejaron del PDC y de la nueva Izquierda más liberal y vanguardista.
Allí la UDI clavó sus banderas, para mostrar cómo no eran ciertas las ofertas de quienes llegaban de los barrios más acomodados, se bajaban de modernos vehículos, bien vestidos, para hablar de progresismo, y crecer con equidad.
Las convencieron de que los únicos capaces de darles más progreso, trabajo, vivienda, salud y educación eran los candidatos de la derecha, verdaderos representantes de la moral y de las buenas costumbres, que sabían cómo se multiplica el dinero y se invierte en el bien común. Ahora los candidatos de la UDI tendrán que salir nuevamente a buscar electores, pero esta vez lo más probable es que tengan que dar otras explicaciones, bastante más complicadas



http://www.puntofinal.cl/565/jovino.htm

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