Desde la implantación del Gobierno Militar, el 11 de septiembre de 1973, se desencadena una extensa acción represiva. Esta golpea o amenaza a quienes habían servido en el gobierno del presidente Allende, a los militantes o simples simpatizantes de los partidos que lo apoyaban y a todos aquellos de quienes se pudiera sospechar una actitud contraria a las nuevas autoridades.
Se producen arrestos masivos en operaciones de allanamiento en barrios, poblaciones, fábricas, universidades, hospitales, edificios públicos, etc. Se habilitan lugares especiales (estadios, instalaciones militares) y se implementan otros lugares como campamentos de prisioneros para albergar al gran número de detenidos. El carácter indeterminado de las detenciones hace que centenares de personas busquen asilo en las embajadas o salgan apresuradamente del país, ya sea por aeropuertos, líneas fronterizas o pasos cordilleranos.
En los lugares de detención señalados comienza a practicarse la tortura durante los interrogatorios, lo que provoca la muerte de numerosas personas. Sólo algunos casos llegan a ser conocidos con precisión; respecto de los demás empieza a perfilarse la situación de «detenido-desaparecido» y de «muerto en tortura».
Al mismo tiempo se practican ejecuciones sin juicio previo, «ley de fuga» o simplemente en supuestos enfrentamientos que los detenidos habían tenido con las fuerzas militares.
Algunas de estas prácticas represivas han persistido por más de una década, variando sólo la forma y la intensidad de su aplicación en función de criterios difíciles de identificar, sí bien se sabe que están asociados al desarrollo de pugnas al interior del régimen autoritario.
Los Servicios de Inteligencia de las Fuerzas Armadas y de Orden se involucran desde un principio en las acciones represivas. A fines de 1973 el Ejército poseía el Servicio de Inteligencia, SIM; la Fuerza Aérea, el SIFA; la Armada, el Servicio de Inteligencia Naval, SIN, y el Cuerpo de Carabineros, el Servicio de Inteligencia de Carabineros, SICAR. También el Servicio de Investigaciones de Chile poseía un departamento de inteligencia. Estos son los organismos que practican los interrogatorios y la tortura en contra de los detenidos después del golpe.
El 31 de diciembre de 1973 es creada la Secretaría Ejecutiva Nacional de Detenidos, que pasa a centralizar los antecedentes de los detenidos con el propósito de asesorar a los Ministerios de Defensa Nacional y del Interior, coordinar la acción, control e información de los lugares de arresto en todo el país y mantener al día las estadísticas pertinentes.
Descripción de los Servicios de Inteligencia
Servicio de Inteligencia Militar, SIM
Al parecer, era el servicio de inteligencia más desarrollado de las Fuerzas Armadas. En los meses posteriores al golpe desempeña un importante papel en la detención de connotados militares del Gobierno de la Unidad Popular. Su acción en la provincia de Santiago decae a fines (le 1974, debido a la constitución de la DINA, a la cual traspasa buena parte de su personal (en especial el más calificado técnicamente) y, de sus funciones. La acción represiva del Ejército queda limitada a partir de 1975 a la actuación de tropas en los operativos combinados sobre las poblaciones.
Sin embargo, en varias provincias del país sigue siendo el principal y a veces único servicio de inteligencia. A partir del segundo semestre de 1974, período en que la DINA extiende sus actividades a provincias, la coordinación entre ambos servicios se estrecha. Personas que son arrestadas en ciudades de provincia, especialmente del sur del país, son primero interrogadas por el SIM y luego entregadas a la DINA en Santiago, que empieza a disponer de lugares propios de detención y tortura.
Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea, SIFA
Participa desde un comienzo en acciones represivas, caracterizándose por su alto grado de refinamiento en la aplicación de torturas. Hasta 1976 es el servicio de inteligencia más "eficiente" después de la DINA.
El SIFA está compuesto por oficiales, suboficiales, soldados y conscriptos. Entre sus efectivos se cuentan asimismo militantes del movimiento nacionalista «Patria y Libertad».Los centros de operación e interrogatorio que utiliza en Santiago en los últimos meses de 1973 son las bases aéreas de Colina y, El Bosque. Durante 1974 la Academia de Guerra Aérea, AGA, se convierte en su cuartel general.
Después M golpe el quehacer del SIFA se centra en la represión de sectores de la propia oficialidad y tropa. Esta labor sirve para la preparación del proceso 1-73, caratulado «Bachelet y otros».
Posteriormente la acción represiva de este organismo se dirige hacia el MIR, deteniendo, asesinando o haciendo desaparecer a varios de sus máximos dirigentes.
Las aprehensiones se hacen sin orden de detención. El personal que las efectúa viste de civil y, viaja de preferencia en camionetas «Chevrolet» 10 N, «Fiat» 125-S, vehículos de propiedad de personas arrestadas anteriormente y que les fueron confiscados de hecho. Los secuestrados son mantenidos incomunicados por largos períodos, sin que se les formulen cargos o se les someta a proceso.
SIFA trabaja estrechamente con la Fiscalía de Aviación. Los detenidos aparecen en la ambigua situación de estar «a disposición de la Fiscalía de Aviación», lo que en la práctica implica que no se les inicia proceso ninguno.
Servicio de Inteligencia Naval, SIN
Después del 11 de septiembre (le 1973, su actividad se concentra en las provincias de Concepción y Valparaíso, en las que existen grandes bases navales. En estos lugares la acción represiva es asumida por el SIN, quedando los deniás servicios de inteligencia supeditados a sus instrucciones.
En Valparaíso el SIN utiliza como centros de interrogatorio e incomunicación la Academia de Guerra Naval y el Cuartel Silva Palma, además de los barcos mercantes «Lebu» y, «Maipo» y del buque-escuela «Esmeralda».
En Talcahuano (provincia de Concepción) usa la base naval y el fuerte Borgoño, así como instalaciones (le la isla Quiriquina.
Dirección de Inteligencia de Carabineros, SICAR
Desde el inicio de la represión la actividad del SICAR se encuentra supeditada a los restantes servicios.
Sus detenidos son derivados como norma habitual a la DINA. Se encarga también de la vigilancia de los locales de detención e interrogatorio de este último organismo,
Como centros de interrogatorio y tortura, SICAR utiliza las diferentes comisarías. Es frecuente que a los detenidos se les interrogue en el recinto de la Brigada de Servicios Especiales, ubicado en San Isidro con Santa Isabel, próximo al centro de la ciudad.
Efectivos de este cuerpo de inteligencia se incorporan en 1974 a la DINA, sirviendo de aprehensores, interrogadores y torturadores, haciéndose cargo incluso de unidades y subunidades. Posteriormente trabajan estrechamente ligados a la CNI, sucesora de la DINA, ya sea formando parte del personal de esta Central o cumpliendo como cuerpo las instrucciones que ella imparte.
El Servicio de Investigaciones
Este servicio es un cuerpo policial reconocido en la Constitución, dependiente del Ministerio del Interior, y se extiende a través de todo el territorio nacional.
Su función principal es la persecución del delito común, y le corresponde especialmente cumplir las órdenes de investigación que le imparten los Tribunales de justicia.
Posee una brigada especializada en asaltos y otras acciones que podrían tener vinculaciones políticas. Participa habitualmente en acciones represivas, como allanamientos en las poblaciones,
Numerosas personas detenidas por este servicio han testimoniado haber sido torturadas salvajemente. Entre los métodos de tortura física aplicados se destaca el «Pau de Arara», método que, como bien se sabe, produce un padecimiento físico y moral intenso.
Podemos mencionar además que, debido a la brutalidad que aplica a los detenidos, en más de un caso ha llegado a costar la vida de la víctima (COVEMA).
Dirección de Inteligencia Nacional, DINA
La Secretaría Nacional de Detenidos, SENDET, creada a fines de 1973, cuenta con un Departamento de Inteligencia que tiene por objeto «fijar las normas por las cuales se realizan los interrogatorios o re interroga torios de los detenidos, determinar el grado de peligrosidad de éstos y mantener una coordinación permanente con los servicios de inteligencia de las Fuerzas Armadas, de Carabineros e Investigaciones, con el fin de intercambiar y mantener al día las informaciones de que disponen». Este decreto supremo constituye la primera manifestación jurídica del propósito del Gobierno Militar de «legalizar» la existencia «de facto» de la DINA y por «ínstitucionalizar» los servicios de inteligencia.
Este departamento del SENDET se transforma en enero de 1974 en la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional), cuya constitución formal se produce el 1 de junio siguiente en virtud del decreto-ley núm. 521. Este señala que sus funciones consisten «en prestar al Gobierno de Chile colaboración inmediata y permanente y proporcionar en forma sistemática y debidamente procesada la información que requiera para adecuar sus resoluciones en el campo de la seguridad y desarrollo nacionales». El artículo 1 señala que la misión de la DINA será «reunir toda la información a nivel nacional proveniente de los diferentes campos de acción, con el propósito de producir la inteligencia que se requiera para la formulación de políticas, planificación y para la adopción de medidas que procuren el resguardo de la seguridad nacional y el desarrollo del país».
Se la define como un «organismo técnico-profesional, dependiente directamente de la Junta Militar de Gobierno». En la práctica no responde a la Junta Militar, sino que pasa a depender directamente del general Pinochet y del Ministerio del Interior.
La DINA es dirigida por un oficial superior en servicio activo de las Fuerzas Armadas. Este puede solicitar a cualquier servicio del Estado, municipalidad, empresa o sociedad en la que el Estado tenga representación o participación los informes o documentos que estime necesario para el eficaz cumplimiento de su cometido.
Según el decreto de su creación, el personal de la DINA debe pertenecer de preferencia a alguna institución de las Fuerzas Armadas o Carabineros. En virtud de un decreto supremo del Ministerio de Hacienda, su contingente es incrementado por civiles, muchos de ellos con antecedentes de delitos o militantes del movimiento extremista «Patria y Libertad».
Los agentes establecen además una relación más o menos informal con personas que trabajan en diversas reparticiones públicas, servicios, empresas privadas, etc., así como con estudiantes y profesores de colegios y, universidades. Estas personas cumplen la función de informar acerca de lo que sucede en su lugar de trabajo o estudio, sobre sus compañeros y sus opiniones y sobre las actividades que allí se desarrollen que puedan tener algún viso de oposición al gobierno. Los agentes cuentan asimismo con informan tes en poblaciones, barrios, conjuntos habitacionales, etc.
Según lo estipuló el artículo único transitorio de este decretoley, los artículos 9º, 10º y 11º se publicarán en un anexo de circulación restringida del Diario Oficial.
Algo pudo entreverse de lo que estas normas decían con el decreto-ley 1.009 publicado en el Diario Oficial de 8 de mayo de 1975 cuyo artículo primero expresaba: «Durante el estado de sitio los organismos especializados para velar por el normal desenvolvimiento de las actividades nacionales y por el mantenimiento de la institucionalidad constituida, cuando procedan -en el ejercicio de sus facultades propias- a detener preventivamente a las personas a quienes se presuma fundadamente culpables de poner en peligro la seguridad del Estado, estarán obligados a dar noticias de la detención respectiva, dentro del proceso de cuarenta y ocho horas, a los miembros más inmediatos de la farnilia del detenido,»
La ley alude a «organismos especializados para velar por el normal desenvolvimiento de las actividades nacionales» y a las «detenciones que practiquen en ejercicio de sus facultades propias». El primer concepto coincide, en términos generales, con las funciones que el D.-L. 521 le otorga a la DINA. Pero la facultad de detener no aparece por ninguna parte; de modo que las supuestas «facultades propias» sólo podrían encontrarse en alguna norma secreta, probablemente en los artículos secretos que creó el organismo
Así fue, si hemos de atenernos a tina versión conocida en el extranjero, sobre lo que expresan los artículos. Su texto sería el siguiente:
Artículo 9. El director de Inteligencia Nacional y los jefes de Servicio de Inteligencia dependiente de las instituciones de Defensa Nacional podrán coordinar directamente sus actividades para el cumplimiento de sus misiones específicas. Sin perjuicio de lo anterior, y cuando lo reclamara la necesidad imperiosa de la defensa del régimen institucional del Estado, la Junta de Gobierno podrá disponer la participación o cooperación de todos los organismos de inteligencia anteriormente mencionados, en funciones propias de la Dirección de Inteligencia Militar.
Artículo 10. Para el ejercicio de las facultades de traslado y arresto de personas, que se conceden por la declaración de estado de sitio o que pueden otorgarse en las circunstancias de excepción previstas en la Constitución política, la Junta de Gobierno podrá disponer que las diligencias de allanamiento y aprehensión, si fueren necesarias, sean cumplidas adeniás por la Dirección de Inteligencia Nacional.
Artículo 11. La Dirección de Inteligencia Nacional será la continuadora legal de la Comisión denominada DINA, organizada en noviembre de 1973 (*)~
El primer director de la DINA es Manuel Contreras Sepúlveda, coronel del Ejército, quien había estado anteriormente al mando del Regimiento de Tejas Verdes.
El cuartel general estaba instalado en la calle Marcoleta, en las antiguas oficinas de las Juventudes Comunistas. Sus oficinas ocupan otros dos inmuebles, antigua sede del Instituto Forestal. Ahí se instala la Central de Procesamiento de Información, en la que trabajan técnicos altamente cualificados. El segundo, en Pre- sidente Ríos, número 6, edificio de siete pisos. Se sabe que allí se instaló un moderno equipo adquirido a la ITT y que operaba con expertos de esta transnacional, A comienzos de 1974 la DINA dispone de varios lugares de detención N, tortura:
En diversos testimonios han sido mencionados también los siguentes lugares:
- Londres, número 38, en pleno centro de Santiago, a pocos pasos de la iglesia de San Francisco.
- José Domingo Cañas, números 1367 y 1347, en la comuna de Ñuñoa.
- Casa esquina a las calles Irán y Los Plátanos, también en Ñuñoa.
- Casa de la calle Belgrano, cerca de la plaza de Italia.
- Sección de incomunicados de Cuatro Alamos, recinto ubicado en la comuna de Maipú.
La Brigada de Inteligencia Militar, BIM, se estructuró en Villa Grimaldi, teniendo su propia jefatura y unidades que se encargaban de todo el funcionamiento de este centro de torturas (véase organigrama de la página siguiente).
- Una casa en la calle Santa Rosa.
- Un apartamento en la urbanización San Borja, en el centro de la ciudad.
- Una casa en la calle Sevilla, en la zona de Vivaceta
- Una casa en la calle Eduardo Castillo Velasco, comuna de Ñuñoa.
- Un apartamento en la calle Huérfanos, perteneciente a la Escuela de Servicios Sociales de la Universidad de Chile, en pleno centro de Santiago.
- Garretón. Roberto: «Las leyes secretas en Chile". Revisla Chilena de Derechas Humanos, primer trimestre de 1985, segunda época. núm. 1. Santiago de Chile.
- El sótano del edificio en que está instalado el Banco del Estado, a pocos metros del Palacio Presidencial.
- El sótano del edificio del Congreso Nacional, en el centro de la ciudad.
- El Regimiento de Tejas Verdes, en Llolleo, a unos 120 kilómetros de Santiago.
- Una clínica instalada en la calle Santa Lucía, frente al cerro del mismo nombre, a donde eran trasladadas personas malheridas y prisioneros torturados en estado grave. También se atiende a funcionarios de la DINA. Su personal habría estado integrado por al menos tres médicos.
- Una casa en Rafael Cañas, número 214, comuna de Providencia.
Las actividades de la DINA se llevaban a cabo en forma secreta. Las personas eran secuestradas de preferencia de noche; si los arrestos eran de día, se procuraba que no hubiera testigos. Este «modus operandi» permitía a los agentes practicar los interrogatorios y las torturas sin tener que dar cuenta a nadie. Producto de las torturas aplicadas, muchos secuestrados fallecieron, pasando así a engrosar la lista de detenidos-desaparecidos. Existen numerosos testimonios de liberados que vieron o escucharon en los mencionados centros de tortura a compañeros de los cuales no se ha vuelto a saber. Además, se perpetraron toda clase de abusos (robos en las viviendas allanadas, acciones como amedrentamiento y vigilancia continuada) para que los familiares renunciaran a la búsqueda del secuestrado.
La Central Nacional de Informaciones, CNI
El 12 de agosto de 1977 se dictan sendos decretos-leyes, el 1.876 y el 1.878. El primero deroga el D.-L. 521, que en 1974 había creado la DINA El segundo crea la Central Nacional de Informaciones, CNI. Las atribuciones y funciones del nuevo organismo no difieren de las que tenía su antecesora. Pero hay una diferencia importante. Según el D.-L. que la había creado, la DINA estaba subordinada «directamente a la Junta de Gobiemo». En el decreto de creación de la CNI se dispone que «la Central Nacional de Informaciones se vinculará con el Supremo Gobiemo... a través del Ministerio del Interior».
ESTRUCTURA DE LA DINA Zona metropolitana de Santiago
JEFATURADirector: Coronel Contreras Subdirector: Estado Mayor: Relaciones Externas: Ubicación: Macoleta/Vicuña Muckenna
BIM
BRIGADA DE INTELIGENCIA METROPOLITANA Comandante:
Segundo Comandante
Logística Interrogatorio Transportes Guardias de Villa Grimaldi Ubicación: "Terranova" - Villa Grimaldi
Grupo A Grupo BGrupo C Grupo D Especialista en el Partido ComunistaComandante:
Segundo jefe:
Ubicación: Villa GrimaldiEspacialista en el Partido Socialista
Comandante:
Segundo jefe:
Ubicación: Villa GrimaldiEspecialista en el MIRComandante:
Segundo jefe:
Ubicación: Villa GrimaldiOtras cuestionesComandante:
Segundo jefe:
Ubicación: Villa GrimaldiSubgrupos
--- --- --- --- --- Ubicació casas, oficinas, en Santiago Subgrupos
--- --- --- --- --- Ubicació casas, oficinas, en Santiago Subgrupos
--- --- --- --- --- Ubicació casas, oficinas, en Santiago Subgrupos
--- --- --- --- --- Ubicació casas, oficinas, en Santiago Fuente: "Informe del Experto sobre la cuestión de la suerte de las personas desaparecidas o cuyo paradero se desconoce en Chile". E/CN.. 4/1363. Comisión de Detrechos Humanos Naciones Unidas
El nuevo decreto-ley no concede facultades para el arresto y la detención de personas por parte de la CNI, a diferencia de las otorgadas a la DINA que no fueron dadas a conocer públicamente, sino sólo una «circulación restringida». Sin embargo, el mismo día 12 de agosto se publica el texto del Decreto-Ley número 1.877, que faculta al presidente de la República para arrestar personas hasta por el plazo de cinco días en sus propias casas o en lugares que no sean cárceles. El organismo ejecutor de esta nueva atribución que se arrogaba el Ejecutivo habría de ser la Central Nacional de Informaciones.
La dirección del nuevo organismo es ocupada por quien había estado al frente de la DINA, el ahora general Manuel Contreras. Pero pocas semanas mas tarde, en noviembre, se designa en su lugar al general Odlanier Mena, quien permanece en el cargo hasta julio de 1980.
La Constitución dictada en 1980 no menciona a la CNI cuando enumera las Fuerzas Armadas y las fuerzas policiales o de orden.
Sin embargo, los Tribunales de justicia han reconocido «de facto» las amplísimas facultades de la CIN y sus agentes, como quedó de manifiesto en centenares de recursos de amparo. Además, los agentes de la CNI han gozado siempre de claros privilegios cuando son convocados a prestar declaraciones o cuando deben ser objeto de identificación.
Formas de operación
En la etapa de transición entre la DINA 51 la CNI, esto es, en 1977, continúan los arrestos arbitrarios, las torturas y los amedrentamientos, manteniéndose los lugares de detención, tanto públicos como secretos.
Se usan también otras tácticas, como la agresión física contra las personas y la destrucción de bienes. Estos métodos se dirigen contra miembros de partidos políticos, activistas sindicales o personas que tratan de ayudar a los presos políticos o familiares de personas desaparecidas.
Los detenidos son puestos a disposición de tribunales militares, los que funcionan bajo el procedimiento de tiempo de guerra; otros son dejados en libertad en horas de la noche. En este período no se registran detenciones prolongadas en los recintos secretos.
Desde noviembre de 1917 la prensa comienza a dar cuenta de acciones llevadas a cabo por la C.NI. En un discurso pronunciado el 11 de ese mes, Pinochet señala que la Central es un organismo cuya «función es eminentemente informativa en el campo de la seguridad, a diferencia de las labores ejecutivas que, excepcionalmente, fue necesario entregar a la entidad que la precedió».
En 1978 la CNI actúa desembozadamente, tiene ya su personal establecido y comienza a completar sus fichas-datos.
La CNI intensifica la detención, por períodos breves, de personas que luego son puestas en libertad sin ser entregadas a tribunal competente. Los procedimientos son similares a los utilizados por la DINA: el vendaje, la tortura intensa, la incomunicación en lugares secretos, las amenazas contra la familia, las represiones para colaborar y la advertencia de no denunciar los hechos a la Vicaría de la Solidaridad.
Los métodos de amedrentamiento siguen siendo utilizados en gran escala NI con absoluta impunidad (seguimiento, concurrencia de civiles no identificados a domicilios, llamadas telefónicas anónimas). La policía se niega a intervenir cuando por casualidad observa la perpetración de estos delitos.
Los individuos que participan en los operativos de la CNI visten de civil y tienen a menudo aspecto delictivo. Se movilizan en autos particulares, incluyendo taxis.
Con la aparición de la CNI se abandona la práctica de hacer «desaparecer» personas, utilizada profusamente por la DINA, pero ahora se recurre al expediente de supuestos enfrentamientos de opositores con personal de seguridad, lo que permite la eliminación física absolutamente impune de personas indeseables para el régimen. En este método de asesinato enmascarado la prensa desempeña un papel decisivo, ya que confiere credibilidad a las versiones oficiales sobre los enfrentamientos. El cuerpo legal que le dio origen asignó a la CNI sólo funciones informativas. La ley 18.3 15, del 14 de junio de 1984, le concede la facultad de detener personas, que el organismo había utilizado intensamente desde su creación.
En efecto, la nueva ley estipula en su artículo único:
«Agréguese el siguiente artículo transitorio al decreto-ley número 1.878, de 1977, pasando el actual artículo transitorio a su artículo primero transitorio:
»Artículo 2.º Transitorio: Durante la vigencia de la disposición vigésimo cuarta transitoria de la Constitución política, los arrestos que en virtud de ella se dispongan podrían ser cumplidos por la Central Nacional de Informaciones en sus propias dependencias, las que para todos los efectos legales se considerarán como lugares de detención.»
En el Diario Oficial de la misma fecha se publica el decreto que entrega un listado de las dependencias de la Central Nacional de Informaciones que serán consideradas como lugares de detención para los efectos del cumplimiento de los arrestos que se dispongan en virtud de la disposición vigésimo cuarta transitoria de la Constitución Política de la República de Chile.
Un par de días después «El Mercurio» informa: «Portavoces autorizados indicaron que el oficio del Ministerio del Interior que acompaña al citado decreto precisa que... "tales recintos están bajo las normas del fuero militar y que, en consecuencia, los jueces civiles no pueden constituirse en ellos, salvo en los lugares específicos de detención que están delimitados por la orden del día y son una parte del total de la dependencia".
"Sólo los fiscales militares y eventualmente los ministros de la Corte de Apelaciones que conozcan de un recurso de amparo pueden visitar estos cuarteles. Nadie más." En el citado oficio se agrega "que los lugares de reclusión tendrán un encargado especial del recinto, como también un libro de ingreso y observaciónes".
Análisis comparativo de algunos artículos del Decreto-Ley número 521, que creó la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) y del Decreto-Ley número 1.878, el que estableció la Central Nacional (CNI)
- Propósitos
Decreto-Ley número 521
«Considerando la necesidad de que el Supremo Gobierno tenga la colaboración inmediata y permanente de un organismo especializado que le proporcione en forma sistemática y debidamente procesada la información que requiera para adecuar sus resoluciones en el campo de la Seguridad y Desarrollo Nacional, la junta de Gobierno ha acordado dictar el siguiente ... » (Preámbulo.),
«... cuya misión será la de reunir toda la información a nivel nacional, proveniente de los diferentes campos de acción, con el propósito de producir la inteligencia que se requiera para la formulación de políticas, planificación y para la adopción de medidas que procuren el resguardo de la seguridad nacional y el desarrollo del país.» (Artículo l.)
Decreto-Ley número 1.878 (por el que se crea la CNI)
«Considerando la necesidad de que el Supremo Gobierno cuente con la colaboración inmediata y permanente de un organismo especializado que reúna todas las informaciones a nivel nacional que requiera para la adopción de las medidas más convenientes, especialmente en resguardo de la seguridad nacional, la Junta de Gobierno de la República de Chile acuerda dictar el siguiente ... » (Preámbulo.)
«... que tendrá por misión reunir y procesar todas las informaciones a nivel nacional, provenientes de los diferentes campos de acción, que el Supremo Gobierno requiera para la formulación de políticas, planes, programas, la adopción de medidas necesarias de resguardo de la seguridad nacional y el normal desenvolvimiento de las actividades nacionales y mantención de la institucionalidad establecida.» (Artículo l.)
- Naturaleza de la institución
«Créase la Dirección de Inteligencia Nacional, organismo militar de carácter técnico profesional ... » (Artículo l.)
«Créase la Central Nacional de Informaciones (CNI), organismo militar especializado, de carácter técnico y profesional ... » (Artículo 1)
- Dirección
«La Dirección de Inteligencia Nacional estará dirigida por un Oficial General o Superior, en servicio activo, de las Fuerzas de la Defensa Nacional, designado por decreto supremo, el que, con el título de Director de Inteligencia Nacional, tendrá la dirección superior, técnica y administrativa del Servicio. En el ejercicio de sus facultades podrá dictar las resoluciones e impartir las instrucciones internas que sean necesarias para el funcionamiento de la repartición.» (Artículo 2.)
«La Central Nacional de Informaciones estará dirigida por un Oficial General o Superior en servicio activo, de las Fuerzas Armadas o de Orden, designado por Decreto Supremo, el que, con el título de Director Nacional de Informaciones, tendrá la dirección superior, técnica administrativa del Servicio. En el ejercicio de sus facultades podrán dictar las resoluciones e impartir las instrucciones internas que sean necesarias para el funcionamiento de la repartición.» (Artículo 2.)
- Organización Y estructura interna
« La organización, estructura institucional y deberes de la Dirección de Inteligencia Nacional serán establecidas por- un Reglamento Orgánico dictado a propuesta de su Director ... » (Artículo 3.)
«La organización, estructura institucional interna v deberes de la Central Nacional de Informaciones serán establecidas por un Reglamento Orgánico dictado a propuesta de su Director...» (Artículo 3.)
- Personal
Dirección de Inteligencia Nacional (DINA).
«La planta estará constituida por personal proveniente (le las instituciones de la Defensa Nacional. Cuando sea necesario contratar personal que no provenga de las instituciones de la Defensa Nacional deberá ser aprobado por decreto supremo, suscrito, además, por el Ministro de Hacienda. El régimen jurídico y los niveles remunerativos respectivos serán los mismos por los que se rige el personal civil de las Fuerzas Armadas...» (Artículo 3.)
Central Nacional de Informaciones (CNI).
«La dotación estará integrada por personal de su planta y por aquel de las Instituciones de la Defensa Nacional. Cuando sea necesario contratar personal que no provenga de las Instituciones de la Defensa Nacional, deberá ser aprobado por decreto supremo, suscrito además por el Ministro de Hacienda. El régimen jurídico \ los niveles remunerativos respectivos serán los mismos por los que se rige el personal civil de las Fuerzas Armadas... » (Artículo 3.)
- Facultades conferidas en materia de información
«El Director de Inteligencia Nacional podrá requerir de cualquier servicio del Estado, municipalidades, personas jurídicas o creadas por ley de las empresas o sociedades en que el Estado o sus empresas tengan aportes de capital, representación o participación, los informes o antecedentes que estime necesarios para el eficaz cumplimiento de sus cometidos. Del incumplimiento de esta obligación podrá dar cuenta al Contralor General de la República a fin de que aplique al infractor directamente cualquiera de las sanciones adminis1rativas contempladas en el respectivo estatuto que rija su desempeño. Las normas que establecen el secreto o reserva sobre determinadas materias no obstarán a la que se proporcione a la Dirección de Inteligencia Nacional la información o antecedente solicitados, sin perjuicio de que sobre su persona pese igual obligación de guardar reserva o secreto.» (Artículo 4.)
- Facultades conferidas para la aplicación de la Ley número 17.798. de Control de Armas
«Agrégase en la letra a) del artículo 19 de la Ley número 17.798, de Control de Armas, el siguiente inciso nuevo: "Asimismo las diligencias a que se refieren los incisos precedentes podrán ser cumplidas por la Dirección de Inteligencia Nacional en la forma y condiciones señaladas en esos preceptos 11 .» (Artículo 8.)
«Sustitúyase en el inciso final de la letra a) del artículo 19 de la Ley, número 17.798, de Control de Armas, agregado por el Decreto-Ley número 521, de 1974, las expresiones "Dirección de Inteligencia Nacional- por "Central Nacional de Informaciones".» (Artículo 8.)
- Coordinación con otros organismos de información
«El Director de Inteligencia Nacional y los Jefes de Servicio de Inteligencia dependientes de las Instituciones de Defensa Nacional podrán coordinar directamente sus actividades para el cumplimiento de sus misiones específicas. Sin perjuicio (le lo anterior, y, cuando lo reclamare la necesidad imperiosa de la defensa del régimen constitucional del Estado, la Junta de Gobierno podrá disponer la participación o cooperación de todos los organismos de inteligencia anteriormente mencionados, en funciones propias de la Dirección de Inteligencia Militar.» (Artículo 9, de difusión restringida.)
«En trabajos conjuntos dispuestos por el Supremo Gobierno, la Central Nacional de Informaciones coordinará la acción de los diferentes servicios de inteligencia de las instituciones de la Defensa Nacional, cuando se trate de cumplir misiones que involucren su función específica.» (Artículo 9.)
(Fuente: «Informe del Consejo Económico y Social. Protección de los Derechos Humanos en Chile», A/32/227, 29 de septiembre de 1977.)
Lugares de interrogatorio
En los meses posteriores al golpe, los lugares más frecuentes utilizados por los Servicios de Inteligencia para interrogar a los detenidos fueron los siguientes:
Antofagasta
Santiago:
- Base Aérea Cerro Moreno
- Primera Comisaría de Carabineros
- Cuartel de Investigaciones
Valparaíso:
- Bases Aéreas de Colina y El Bosque
- Academia de Guerra Aérea
- Regimientos Tacna, Buin, Ferrocarriles de Puente Alto, Infantería de San Bernardo, Ingenieros Militares de Tejas Verdes.Escuela Militar
- Hospital Militar
- Subterráneo del Ministerio de Defensa Nacional
- Recinto Naval de Quinta Normal
- Cuartel General de Investigaciones
- Estadio Nacional
- Campamento de Tejas Verdes, a cargo del Regimiento de Ingenieros Militares
- Recinto militar de Cerro Chena, a cargo del Regimiento de Infantería de San Bernardo
- Buques «Lebu», «Maipo» y el escuela «Esmeralda»
- Academia de Guerra Naval
Concepción:
- Cuartel Silva Palma
- Base Aérea de Quintero
Osorno:
- Base Naval de Talcahuano
- Fuerte Borgoño
- Estadio de Concepción
- Cuarteles de Investigaciones de Talcahuano y Concepción
- Isla Quiriquina
Temuco:
- Tercera Comisaría de Carabineros
- Centro de Instrucción Militar de Canal Bajo
- Estadio Español
Varios de estos recintos dejan de funcionar en los primeros meses del año 1974.
- Base Aérea Maquehua
- Regimiento Lautaro
- Punta Arenas
- Antiguo Hospital Naval
- Regimiento Pudeto
- Base Aérea Bahía Catalina
- Regimiento de Infantería de Marina, Cochrane
Antofagasta: A mediados de 1974 los lugares listados son sustituidos por la construcción abandonada de la antigua iglesia «La Providencia», en calle Matta, a media manzana de la avenida Argentina.
Santiago: En noviembre de 1973 se deja de utilizar el Estadio Nacional. En marzo de 1974 se cierran los campamentos de Tejas Verdes y Cerro Chena. Permanecen: AGA, Regimiento Tacna, Buin y Ferrocarriles de Puente Alto, además de los centros secretos implementados por la DINA.
A comienzos de 1974 se abre la casa de Londres, número 38. En agosto es reemplazada por dos inmuebles ubicados en avenida José Domingo Cañas, esquina a la calle República de Israel. En noviembre entra a funcionar una parcela denominada Villa Grimaldi.
En el primer semestre de 1974 y durante todo 1975 la DINA usa el inmueble de la calle Santa Lucía, número 162, conocido como Clínica Santa Lucía.
Desde 1973 el SICAR utiliza, además de las diversas Comisarías, la Brigada de Servicios Especiales, en la calle San Isidro, Y el subterráneo de la plaza de la Constitución.
En 1975 se cierra el AGA-SITA. Los detenidos son trasladados a la calle Maruri, número 650, y, a la avenida Apoquindo, número 3.182.
Además, son utilizados los dos locales del ex diario «Clarín», ubicado en calle Dieciocho y, Gálvez con Alonso Ovalle.
En diversos testimonios se comienza a mencionar la casa ubicada en calle Irán con Los Plátanos.
Igualmente se menciona una parcela en Walker Martínez, comuna de La Florida, adonde llevan a los detenidos de Cuatro Alamos.
Valparaíso: Durante 1974 sigue funcionando, contiguo a la Academia de Guerra Naval, el Cuartel Silva Palma, que es el principal centro de interrogatorios de los Servicios de Inteligencia de la zona.
En Concepción funcionan hasta los primeros meses de 1975 la Base Naval de Talcahuano y el Fuerte Borgoño (que se encuentra en su interior).
En Osorno continúa en funcionamiento hasta fines de 1975 el recinto de Canal Bajo.
En Punta Arenas la mayoría de los recintos señalados anteriormente dejan de funcionar en el primer semestre de 1974.
Otros lugares
Casa ubicada en el balneario El Quisco, avenida Costanera, loteo Angamos, sitio 1, manzana E, La Puntilla. A cargo aparentemente de un alto oficial del Ejército que trabaja en la DINA.
Las Cabañas, lugar cercano a Bucalemu, al sur de las Rocas de Santo Domingo, Departamento de San Antonio, provincia de Santiago.
Dique de Constitución, en las obras cosieras de Constitución, en el dique «El Submarino» (provincia de Matile), habrían habido 70 personas detenidas en 1975.
Principales campos de prisioneros
Pisagua: Ubicado en la provincia de Tarapacá, en la costa entre Iquique y Arica.
Había sido usado en diversas ocasiones 11 como campamento de prisioneros (1948, gobierno de Gabriel González Videla; 1952, gobierno de Carlos Ibáñez del Campo), y últimamente, 1982, 27 relegados por el actual gobierno; 1984-1985, relegados provenientes de allanamientos y detención en las poblaciones de Santiago, según el gobierno con ficha delictual.
Después del 11 de septiembre se organiza un campamento militar para albergar a los políticos, especialmente de la zona norte, bajo la dependencia de la Sexta División del Ejército.
Durante su funcionamiento estuvieron prohibidas las visitas de familiares y de funcionarios de organismos de derechos humanos.
En este campamento fueron ejecutadas 19 personas: siete en virtud de sentencias pronunciadas por consejos de guerra, cinco por sentencia de muerte en consejos de guerra cuyo texto se desconoce y siete por la aplicación de la denominada Ley de Fuga.
Chacabuco: Ubicado aproximadamente a 110 kilómetros de Antofagasta y 1.500 de Santia,zo, se encuentra en el desierto de Atacama. Es un pueblo abandonado desde el tiempo de la crisis de las salitreras.
Abierto como campo de prisioneros en los primeros días de noviembre de 1973, albergó entre 600 y 1.000 prisioneros políticos bajo la jurisdicción de la Primera División del Ejército, con asiento en Antofagasta.
Durante los seis primeros meses de 1,974 los detenidos fueron siendo paulatinamente liberados. A partir de julio el campamento comenzó a vaciarse, siendo los restantes prisioneros trasladados a los recintos de Tres Alamos, Ritoque y Puchuncaví, en la zona central.
Tres Alamos: Ubicado en la ciudad de Santiago, en la calle Canadá, número 53, próximo a Vicuña Mackenna y Departamental, es abierto en junio de 1974 como «lugar de tránsito para hombres y mujeres», sustituyendo así al Estadio de Chile en estas funciones.
Este recinto albergó permanentemente un total aproximado de 300 detenidos: unos 250 en libre plática y alrededor de 150 mujeres. Se mantenía en incomunicación a los detenidos en un pabellón denominado «Cuatro Alamos»,
Los detenidos llegan a este recinto en calidad de arrestados en virtud de la Ley de Estado de Sitio, después de haber sido interrogados (y haber permanecido desaparecidos durante algún tiempo) por los Servicios de Inteligencia. Llegaban primeramente a Cuatro Alamos, desde donde solían sacarlos para someterlos a nuevos interrogatorios. La DINA utilizaba para tal efecto una villa ubicada a escasa distancia de este recinto, en la calle Walker Martínez.
En Cuatro Alamos los detenidos se recuperaban de las torturas. El tiempo de permanencia en este pabellón era variable (quince a veinte días). En 1976 y 1977 pasa a ser utilizado como centro de interrogatorio y tortura.
El campo estuvo a cargo de carabineros. El trato a los detenidos era variable, según el carácter del oficial que lo dirigiera. Los detenidos, que presenciaban el ingreso de personas en deplorables condiciones físicas, que provenían de recintos secretos de tortura, vivían bajo la constante amenaza de ser puestos nuevamente a disposición de los servicios de seguridad.
Puchuncaví (Melinka): Ubicado en el pueblo de Puchuncaví, a pocos metros de la carretera ' provincia de Valparaíso, había pertenecido a la Central Unica de Trabajadores, que lo utilizaba como lugar de veraneo.
Es abierto en julio de 1974, con 58 detenidos provenientes del Estadio Chile. En octubre son trasladados desde Chacabuco otros prisioneros, completando alrededor de 250 detenidos.
Estaban a cargo de la Armada y lo custodiaban infantes de Marina.
Además del trabajo forzoso, los detenidos eran sometidos a diversos castigos cuando, según los guardias, transgredían las reglas impuestas. Estos castigos incluían amenazas, vejaciones, golpes, ejercicios extenuantes, prohibición de visita de los familiares, simulacros de fusilamiento y otros maltratos. Entre estos últimos destacaban el «plantón», que consiste en obligar al detenido a permanecer por varías horas en pie; el «picadero», en que el prisionero, escoltado por guardias, debe obedecer órdenes y contraórdenes, recibiendo maltrato a discreción, habiéndose incluso utilizado perros policías para obligar a las víctimas a realizar estos ejercicios; incomunicación absoluta y prolongada del detenido.
Ritoque: Ubicado en la provincia de Valparaíso, cercano a un pueblo del mismo nombre a la orilla del mar, había sido, igual que Puchuncaví, un balneario popular, perteneciente a la CUT.
En junio de 1974 fueron trasladados allí desde la isla Dawson los principales integrantes del gobierno de la Unidad Popular, a quienes se les mantuvo separados de los demás prisioneros que pocos meses después llegaron provenientes de Chacabuco, y de Tres Alamos.
El campo dependía de la Fuerza Aérea de Chile (FACH), Base de Quintetos; sin embargo, en custodia de los prisioneros los efectivos de esta institución se turnaban con carabineros.
Frecuentemente eran allanadas las barracas y cuartos de los detenidos, requisándoseles diversos objetos de uso diario. Como método de amedrentamiento se disparaban ráfagas de ametralladora, especialmente de noche.
Cuando se estimaba que habían desobedecido las reglas impuestas los detenidos eran sometidos a castigos como suspensión de visitas, «plantón», formaciones con listas cada dos horas, jornadas intensivas de aseo del campo, cortes de pelo y barba, requisa de aparatos de radio y televisión y de material de lectura.
Varios detenidos fueron castigados en febrero de 1975, acusados de haber llegado tarde a la formación. Se les obligo a correr perseguidos por perros policías, siendo atacados y mordidos por éstos.
Los familiares eran allanados (incluso los niños), fichados y tratados en forma violenta y vejatoria cuando visitaban a sus presos.
Isla Dawson: Ubicada en el extremo sur de Chile, en la provincia de Magallanes, servía de base para un campamento de ingenieros de la Armada.
El 16 de septiembre, cinco días después del golpe de Estado, se abre allí un campo de prisioneros, en el que son recluidos los principales integrantes del Gobierno de Allende.
Los detenidos son sometidos a trabajos forzados. Algunos de ellos deben extender alambradas y postes telefónicos. Trabajan también en un pantano sacando fango y vegetales en descomposición. Otros trabajos consisten en cargar camiones con piedras grandes, limpiar caminos, abrir zanjas y canales, acarrear ripio en sacos al hombro y al trote.
Además de integrantes del Gobierno de la Unidad Popular, son enviados a Dawson alrededor de 300 prisioneros de la provincia de Magallanes.
Este campo estaba bajo la jurisdicción de la División del Ejército con asiento en Punta Arenas. La custodia del campo estaba a cargo de infantes de Marina y efectivos del Ejército alternándose.
No se permitían visitas de familiares, y la correspondencia era censurada en forma rigurosa, lo mismo que las encomiendas.
A los detenidos se les obligaba a marchar y a ejecutar diversos tipos de formación militar y calistenias.
Se efectuaban simulacros de fusilamientos y grandes despliegues de fuerza, como si la isla fuese a ser atacada desde el exterior.
Los principales políticos del Gobierno de Allende fueron trasladados a Santiago a comienzos de junio de 1974. Los demás prisioneros son trasladados a la cárcel de Punta Arenas y algunos puestos en libertad. El campo se cierra en octubre de 1974.
Base Naval de Talcahuano: Funcionó como lugar de interrogatorio desde los primeros meses después del golpe hasta comienzos de 1975.
El número de detenidos fluctuaba entre 20 y 45 personas, las que eran custodiadas por infantes de Marina. Recibían escasa alimentación. Por las mañanas debían formar y correr largo tiempo; comúnmente varios caían al suelo, dada su debilidad. Sufrían vejaciones y humillaciones constantes. Durante los interrogatorios eran incomunicados por diversos lapsos. Los torturas consistían en golpes y aplicación de electricidad.
Fuerte Borgoño: Ubicado en el interior de la Base Naval de Talcahuano, albergaba usualmente a unos 40 a 50 detenidos, en grupos de a ocho, en calabozos. Debían dormir sin abrigo sobre el suelo de cernento. La comida era escasa y mala. El tiempo de permanencia variaba entre uno a diez días, durante los cuales eran sometidos a brutales torturas.
Desde el Fuerte Borgoño eran conducidos al gimnasio de la Base, donde se les obligaba a firmar una declaración e que no habían recibido malos tratos. Luego eran liberados o se les trasladaba a la isla Quiriquina, en calidad de incomunicados, o en libre plática.
Isla Quiriquina: Este recinto estaba ubicado en la isla del mismo nombre, emplazada en el océano Pacífico, frente a la bahía de Talcahuano, en la provincia de Concepción. La isla tiene unos cuatro kilómetros de extensión y unos 500 metros de anchura. Sirve de base a la Escuela de Grumetes, provista de casino, gimnasio, casa de residencia de los instructores, etc.
Durante los primeros meses posteriores al golpe militar los detenidos en libre plática eran mantenidos en el gimnasio, y los incomunicados en unos pabellones cercanos. Llegó a tener cerca del millar de detenidos políticos de uno v otro sexo.
Durante estos meses los detenidos son obligados a construir el actual recinto, llamado Fuerte Rondizzoní, extenso pabellón que comprende dormitorios, comedores, baños y una pequeña enfermería y, otras habitaciones para el personal de guardia.
Al comienzo los detenidos son sometidos a frecuentes castigos. Se les permite, sin embargo, intercambiar encomiendas y cartas dos veces por semana con sus familiares.
En el primer trimestre de 1975 el campo de prisioneros deja de funcionar, siendo trasladados sus ocupantes a la cárcel de Concepción o a Tres Alamos.
Punta Arenas: «El Palacio de las Sonrisas»: Este centro de tortura comenzó a funcionar desde el mismo día 11 de septiembre de 1973, en el recinto del antiguo hospital naval de Punta Arenas, situado en la calle Colón, contiguo a la Compañía de Teléfonos.
Las personas interrogadas regresaban con huellas de haber sido bárbaramente torturadas (fracturas en brazos y costillas), pero no se les prestaba atención médica o se las atendía sólo tiempo después.
Base Babía Catalina, de la FACH:- En este recinto los detenidos eran mantenidos en «containers» (cajones) de material de guerra hacinados en grupos de hasta 30 personas. Con los ojos vendados, los prisioneros eran sometidos a golpes de palo, laques, puños, hierros, látigos. También eran amarrados con una soga al cuello y tirados al estrecho de Magallanes, arrastrándolos luego fuera del agua.
Regimiento Cochrane: En este recinto se hacía a los prisioneros correr desnudos por la noche, con temperaturas bajísimas, por campos con obstáculos; luego se les arrojaba a las letrinas de los conscriptos y se les obligaba a comer y beber excrementos. Siempre desnudos, eran arrastrados con cuerdas sobre matas de calafate (planta de la zona que tiene espinas más grandes que las rosas), por lo que quedaban con el cuerpo convertido en llaga viva. Otras ves les amarraban los testículos con cuerdas, obligándoles a correr y propinándoles golpes en el resto del cuerpo.
Los incomunicados eran mantenidos en tiendas pequeñísimas, a la intemperie, privados de alimentos durante varios días, forzándoseles a ingerir sus propios excrementos y orines. Se realizaban frecuentes simulacros de fusilamiento. Los prisioneros eran arrojados al estrecho, cuyas aguas son gélidas.
Los detenidos en libre plática eran hacinados en un cobertizo inmundo, en el que penetraba la nieve desde el exterior. De allí la gente era sacada para ser torturada, traída y luego de vuelta para que se recuperara.
Algunas descripciones de los centros de tortura
Tejas Verdes: Funcionó como centro de detención e interrogatorio entre enero y mayo de 1974. Estaba situado cerca del Regimiento del Ejército «Zapadores de Tejas Verdes» (a unos 120 kilómetros de Santiago), junto a la desembocadura del río Maipo.
De acuerdo a múltiples testimonios se sabe que, en número de 10 a 15, los prisioneros eran encerrados con los ojos vendados en unas cabañas en las que permanecían veinticinco días de promedio. Se les sometía a interrogatorio e intensas torturas en un lugar distante unos diez minutos en vehículo, probablemente en el Regimiento. El largo período de subalimentación, encierro permanente, angustia y humillación a que eran sometidos configuraban formas de apremio psicológico previos al interrogatorio. Durante el desarrollo del mismo el prisionero era mantenido encapuchado, prácticamente desnudo y sentado sobre sus talones. Se le rociaba el cuerpo con agua, conectándole luego cables eléctricos en diferentes partes del cuerpo.
Después de los interrogatorios los prisioneros eran trasladados de vuelta al campo y colocados en otra sección, donde se les permitía salir de las cabañas. Al cabo de unos diez días eran liberados o trasladados a otro campo, frecuentemente el Estadio Chile.
Casa Londres, número 38: A cargo de la DINA, funciona entre enero y agosto de 1974. Se la conoce principalmente como «la casa de las campanas», ya que en su interior se escuchan claramente las campanas de la vecina iglesia de San Francisco. Los prisioneros arrestados son conducidos en furgones frigoríficos herméticos; los que llegan lo hacen tendidos boca abajo y vendados en el suelo de camiones de diferentes marcas y modelos, que se introducen en el garaje, donde son fichados y registrados. A los prisioneros se les mantiene con los ojos tapados, amarrados de pies y manos y sentados en una silla día y noche. Periódicamente se les sacaba a interrogatorio en el tercer piso de la casa, donde se les sometía a intensas torturas. No recibían alimentación y sólo excepcionalmente se les daba de beber.
En un comienzo, la permanencia en el lugar fluctuaba entre dos a diez días, al cabo de los cuales el detenido es puesto en libertad en la vía pública o trasladado a Tejas Verdes o al Estadio Chile. Posteriormente la permanencia se prolonga. La gran mayoría es trasladada a Cuatro Alamos (pabellón de incomunicados), y luego aparecen en libre plática en Tres Alamos, o bien son transferidos a Chacabuco, en calidad de arrestados en virtud de las disposiciones de la Ley de Estado de Sitio. Algunos son puestos en libertad.
El personal de la DINA a cargo de este recinto era de bajo nivel cultural, posiblemente lumpen, y demostraba especial animosidad en contra de los detenidos que denotaban estudios.
Destacaba entre este personal un hombre de treinta y cinco años, alto y corpulento, con acento argentino, al que llamaban «el Che». Aparentemente dirigía los interrogatorios y en varias ocasiones practicó detenciones.
Venda Sexi (Tortura Sexual): Llamada también «La Discotheque», se ubicaba en la calle Irán, esquina de Los Plátanos, cerca de la intersección de Quilín y Macul, en la comuna de Ñuñoa. Era «una casa de dos pisos con subterráneo, con piso de parquet, una ventana redonda en el baño y una escalera de mármol, impresionante, muy grande, curva y ancha. Continuamente había música estridente, e incluso una vez pusieron en la pieza dos discos con la música a todo volumen, que nos produjo una terrible sensación».
«Fui bajada a un subterráneo donde comenzaron a torturarme a golpes, corriente, etc.»
«Esa noche dormí en una pieza común que al parecer estaba destinada a los nuevos detenidos. Al día siguiente fui llevada a una pieza de mujeres, lugar donde vi a numerosas personas que estuvieron conmigo.»
«Continuamente, además, entraban individuos a la pieza que nos vejaban de todas las formas imaginables y posibles.»
Esta descripción forma parte de declaraciones formuladas en procesos seguidos a causa de la desaparición de personas, ya que algunos detenidos de los que nunca más se ha vuelto a saber estuvieron en ese centro de la DINA, entre ellos personas que se mencionan en la denominada lista de los 119.
Casas de José Domingo Cañas: La DINA utilizó entre agosto y noviembre de 1974 como lugares de detención las viviendas signadas con los números 1.369 y 1.549 de la avenida José Domingo Cañas. Hoy en día sirven de casas de residencia a la CNI.
Durante la permanencia en este recinto los prisioneros eran mantenidos con los ojos vendados. No se les proporcionaba comida y sólo eventualmente algo de beber.
El número de ocupantes fluctuaba entre 20 y 35 personas. El tiempo de permanencia era variable, desde uno a treinta días. Los interrogatorios estaban a cargo de suboficiales al servicio de la DINA. Los torturadores eran elementos lumpen que demostraban gran agresividad. Las atroces torturas produjeron desaparecidos y muertos.
Academia de Guerra Aérea (AGA): Ubicada en la avenida Las Condes de Santiago, es sede de la Academia de Guerra de la Fuerza Aérea desde 1972. A partir del mismo 11 de septiembre de 1973, se la utiliza para mantener detenidos políticos. Principalmente allí queda confinado el grupo de civiles, suboficiales y oficiales de la FACH que sería enjuiciado en el Proceso 1-73 denorninado contra Bachelet y otros. Este grupo permanece allí durante algunas semanas, siendo trasladado a fines de año a la Cárcel Pública de Santiago.
El local se convirtió más tarde en el principal centro de detención de personas incomunicadas por el Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea, SIFA, reemplazando así a la Base Aérea de Colina. Los detenidos en esta última son trasladados al AGA.
A cargo del recinto y de la SIFA se encontraba el comandante Edgar Ceballo, secundado por Roberto Fuentes Morrison.
Este recinto colinda con el Hospital de la FACH, al que eran llevados los detenidos que habían, sido heridos durante la detención o cuya vida peligraba a causa de1as torturas. Estas provocan en 1974 la muerte del detenido Alfonso Carreño Díaz, siendo su cadáver trasladado al hospital adyacente.
Los detenidos son ubicados en las salas de clases de la AGA y en el subterráneo. En virtud de su condición de incomunicados, se les mantiene vendados y sentados en una silla, con las rodillas pegadas a una muralla.
Después de los interrogatorios, permanecen largo tiempo en este recinto, por períodos de hasta diez meses. En casos excepcionales son trasladados a campos de prisioneros o bien liberados.
Aparentemente, la AGA deja en enero de 1975 de ser ocupada para estos fines. Algunos de los detenidos son trasladados a la Base Aérea de Colina; otros, a centros secretos de detención y tortura. Hay también quienes son enviados a la Penitenciaría de Santiago (Proceso 80-74), Tres Alamos, Ritoque.
Sin embargo, testimonios de algunos arrestados en 1975 aseveran que la AGA sigue siendo por ese entonces un centro de incomunicación, interrogatorio y tortura.
Clínica Santa Lucía: Situada en la calle Santa Lucía, número 162, local que antes del 11 de septiembre había pertenecido al Partido MAPU, una de las colectividades de la Unidad Popular.
En el segundo semestre de 1979 se reciben las primeras denuncias de detenidos que habían sido interrogados en ese establecimiento, en el que agentes de seguridad se hacen asesorar en sus prácticas de tortura por personal médico. Los detenidos no permanecen allí nunca más de un par de días.
Las piezas estaban arregladas para albergar tres o cuatro camas. Fuera del recinto había a menudo ambulancias estacionadas.
Villa Grimaldi: Esta propiedad, que ocupa una hectárea en la calle José Arríeta (altura 8200), en la comuna de La Reina, fue hasta noviembre de 1974 el restaurante. «El Paraíso». A fines de ese año es expropiada por Resolución Exenta número 3.575 de la Corporación de Mejoramiento Urbano, y se transforma en el cuartel general de la Brigada de Inteligencia Metropolitana, BIM, bajo la dirección de Manuel Contreras Sepúlveda. Opera hasta 1978, pero un par de años antes su actividad empieza a decaer.
El interior de este centro ha sido descrito de la siguiente forma por algunos de los que permanecieron confinados en su interior:
Existen tres edificaciones: las casas «Corvi», las casas «Chile» y la «Torre». Las casas «Corvi» son habitaciones de 80 por 80 centímetros donde se mantiene durante un tiempo a los detenidos con el propósito de «ablandarlos». La sala de interrogatorios está cerca de estos cubículos. Allí el detenido es insultado y golpeado; si no responde, es desnudado y puesto en la parrilla, amarrado y amordazado. Es frecuente que funcione una radio al máximo de su volumen para sofocar los gritos de la víctima. La aplicación de tortura, tanto física como psicológica, puede prolongarse por varios días; esto depende de la actitud asumida por el detenido y de la urgencia con que los agentes requieran la información que les interesa.
Una vez que se considera finalizada la etapa de tortura salvaje, el detenido es llevado a las casas «Chile», que tienen dos metros por uno, cada una de las cuales es ocupada por cinco personas.
La torre tiene unos seis metros de altura y había sido acondicionada con nichos cuyas puertas miden unos 60 centímetros. En ellos es encerrado en aislamiento absoluto el prisionero que se niega a entregar información y a colaborar.
Por testimonios de secuestrados que lograron, sobrevivir a su paso por Villa Grimaldi se sabe que al menos 35 personas que fueron vistas o escuchadas en ese lugar desaparecieron posteriormente.
Villa Grimaldi, o «El Palacio de la Risa», como lo llamaban muchas personas, albergaba un centro de comunicaciones que comprendía un equipo y antenas para comunicaciones HF, que permitía la escucha de personas en cualquier parte del mundo, y antenas y equipo VHF. Este último era utilizado para entablar comunicación directa con el presidente de la República y con los vehículos y los grupos en operaciones. Existía además un departamento de registro, archivo y análisis, dotado al parecer de un moderno ordenador.
La planta del personal que trabajaba en Villa Grimaldi estaba constituida por personal proveniente de las Fuerzas de la Defensa Nacional (Ejército, Marina, Fuerza Aérea y Carabineros) y Servicio de Investigaciones, así como civiles contratados directamente por la DINA.
La suerte de los arrestados se determinaba al parecer en reuniones de consulta que celebraban los comandantes de grupo y el de la BIM, información que era transmitida a la jefatura de la DINA. La decisión de matar se reflejaba en el traslado del prisionero a la Torre, donde quedaba aislado. Las víctimas eran sacadas del recinto durante la noche, en grupos de hasta 20, con objeto de ser eliminadas. Posteriormente la ficha de identidad individual del muerto era extraída de los archivos de la BIM.
Por lo general, los detenidos más afortunados de Villa Grimaldi no eran liberados directamente, sino que eran trasladados a Cuatro Alamos o a Tres Alamos.
Colonia Dignidad: En organismos internacionales de Derechos Humanos y en testimonios entregados en Chile se ha denunciado que Colonia Dignidad sirvió de centro de tortura de la DINA, Se trata de una comunidad agrícola situada en Parral, provincia de Linares, en el camino que conduce a las termas de Catillo, unos 400 kilómetros al sur de Santiago. Pertenece a una supuesta sociedad de beneficencia formada por personas de nacionalidad alemana, una verdadera fortaleza, a la cual es imposible ingresar permiso de los dueños.
La Colonia Dignidad está social y geográficamente aislada. Desde su fundación por una secta a principios de la década del 60, tiene el carácter de «Estado dentro de un Estado», es decir, no se ha sometido a la legislación chilena.
Su territorio abarca hasta la frontera de la República Argentina. Cuenta con un aeropuerto propio y es vigilado por su propia guardia armada.
Se puede asegurar que la Colonia Dignidad ha sido utilizada al menos tres veces como campo de torturas y prisión para otros tantos grupos de detenidos políticos. En enero de 1975, 30 mineros fueron confinados en Colonia Dignidad.
Según otra información indirecta, en mayo de 1975 un grupo de personas fue detenido en las cercanías de Talca por un hombre que hablaba con acento alemán y llevado por él mismo a Colonia Dignidad.
El tercer testimonio se refiere a un grupo más grande de detenidos que estuvieron algunas semanas en Colonia Dignidad. Ellos informan a su vez de un nuevo grupo que ingresó poco tiempo después en el lugar.
Una parte del terreno de la Colonia Dignidad estaba a disposición de la DINA, la que infligía torturas bajo la dirección de especialistas brasileños, según sistema científico que incluye un test psicológico y la aplicación de electricidad.
Las salas de tortura de la Colonia están dotadas de instalaciones técnicas que permiten comparar y revisar inmediatamente las declaraciones de los detenidos. También está provista de medicamentos para los torturados (NOTA *).
Según diversos testimonios, en la Colonia Dignidad se ha sometido a diversos «experimentos» a los detenidos: hay perros entrenados para atacar a hombres y mujeres en los órganos sexuales; se efectúan experimentos para probar hasta qué límites pueden soportarse distintos métodos de torturas (golpes, electroshocks, «colgamientos», etc.); se administran drogas que ayudan a quebrantar psíquicamente a los detenidos, largos períodos de aislamientos y otras condiciones inhumanas. A todo esto hay que aña
dir que en este campo los detenidos no escuchan nada de sus guardianes fuera de las órdenes para torturar. Al parecer, en Colonia Dignidad existe un centro de torturas en un lugar subterráneo especialmente equipado y con pequeñas celdas a prueba de ruidos, herméticamente cerradas. A los detenidos se les cubre la cabeza con capuchones de cuero que son pegados al rostro con sustancias supuestamente químicas. En estas celdas se efectúan interrogatorios a través de un equipo electrónico con parlantes y micrófonos, mientras los detenidos permanecen desnudos y atados a rejillas metálicas, recibiendo electroshocks (NOTA **).
En un testimonio prestado en audiencia pública en la Tercera Sala de lo Civil del Tribunal Estatal de Bonn, República Federal de Alemania, el 30 de octubre de 1979, en la demanda presentada por la Colonia Dignidad contra Amnesty International, don Samuel Enrique Fuenzalida Devi dijo que mientras realizaba su servicio militar (de abril de 1973 a marzo de 1975) se vio trasladado (después del golpe militar) a la DINA, donde sirvió hasta 1975. El señor Fuenzalida dijo que había conducido a Colonia Dignidad a una persona conocida por «Loro Matías», alias de Alvaro Modesto Vallejos Villagrán, que figura en la lista de desaparecidos.
«Hice mi primera visita a la Colonia Dignidad cuando todavía estaba empleado en la Villa Grimaldi, de Santiago. Eso fue en invierno de 1974... Recibimos órdenes de ir primero a Cuatro Alamos, donde debíamos recoger a un preso... El nombre del preso que debíamos recoger era "Loro Matías", y ya sabía yo que estaba preso... "Matías" era hijo de un suboficial del Ejército. En el período siguiente al golpe de 1973 su padre trabajaba en el Ministerio de Defensa. El hijo era estudiante.
»Recogimos a "Loro Matías", esposado, en Cuatro Alamos. El preso estaba deshecho; lo habían torturado. Habían pasado demasiadas cosas para que resultara posible volver a- ponerlo en libertad.
»En aquella época yo tenía acceso en Villa Grimaldi al fichero en el que figuraban todas las personas sometidas a observación o presas. Por el fichero vi que el preso "Loro Matías" tenía en su ficha, después de su nombre, las palabras "Puerto Montt". Era una clave. Se utilizaba cuando un preso no debía vivir más tiempo. También esta palabra en clave significaba que la persona de que se tratara debía eliminarse "en tierra". No conozco los detalles de cómo se hacía esto, porque nunca maté a nadie. Había otra palabra en clave, "Moneda". Esta significaba que a la persona había que liquidarla en el aire o en el mar: por ejemplo, tirarla desde un avión o echarla al mar metida dentro de un saco con lastre... »
En su declaración el testigo describió detalladamente el camino que siguieron para acceder a Colonia Dignidad.
«Entonces llegamos en el coche a la puerta de entrada de nuestro destino. Había un letrero que decía: "Prohibidas las visitas" o algo así. Frente a la puerta, que estaba abierta, vimos un auto de turismo de cuatro puertas color azul cielo, un "Mercedes", en una especie de estacionamiento. Nos estaban esperando...
»Después nos alejamos en coche de la puerta hacia el centro de la colonia...
»El alemán que había venido en el coche conmigo nos llevó a mí y al ordenanza del capitán a la casa. Había una mesa puesta para todos. Cuando nos sentamos entró el capitán con el alemán que había ido con él en el "Mercedes", al que el capitán llamó después "Profesor"... Cuando entró, el "Profesor" hizo un gesto con los dos brazos, que interpreté en el sentido de que el preso había muerto. Al hacer ese gesto, que no podía significar más que "terminado", el "Profesor" dijo algo así como "fertig", en que alemán...
»El gesto que hizo el "Profesor" en realidad no me sorprendió. Se limitó a confirmar lo que va era de prever: después de todo, yo ya sabía que el preso estaba condenado a muerte... »
Borgoño, número 1.470: Con anterioridad, este inmueble, con salida a avenida Santa María, albergaba dependencias del Servicio Nacional de Salud.
Las primeras informaciones acerca del nuevo uso asignado a este inmueble datan de mayo de 1977. En testimonios de detención y tortura de personas secuestradas por la DINA se refiere:
«Todo indicaba que el lugar de entrada lo constituía un gran portón de hierro por donde entraban y salían numerosos vehículos y motos de diversos tipos o clases. Probablemente el recinto se encontraba cerca de una línea ferroviaria y/o estación, pues sistemática y regularmente (se escuchaba) el flujo de trenes.
»Escuchaba el ruido de un río o un canal cercano. También reconocía el ruido de vehículos que transitaban a gran velocidad, lo que pudiera significar que se trataba de una autopista o avenida. »
El 24 de abril de 1979, a raíz del estallido de una bomba que causa la muerte del teniente Luis Carevic Cubillos, los medios de prensa suministran informaciones contradictorias sobre el recinto. El Departamento de Relaciones Públicas del Ejército afirmó que se trata de «dependencias del Servicio Nacional de Salud, según reza un comunicado que publica "El Mercurio" de esa fecha, en tanto que otra crónica aparecida en el mismo diario señala que «allí funcionó un local del Servicio Nacional de Salud y ahora está establecido un cuartel preventivo de los servicios de seguridad».
Según la mayoría de los testimonios, los detenidos pasan casi la totalidad del tiempo en un sótano del edificio, que cuenta con una sala de recepción, una sala para exámenes médicos, una pieza donde se fotografía y toman las huellas digitales a los detenidos, una pieza de interrogatorio y tortura, celdas individuales y un baño con duchas. Arriba hay un cuarto dotado de equipos de sonido y vídeo. Desde sus celdas los detenidos escuchan ruidos similares a los que se producen en una oficina.
Los vehículos entran por la calle Borgoño-, el edificio tiene otra salida hacia avenida Santa María, Vendados los ojos, los detenidos son conducidos a una puerta, bajan una escalera de ocho a diez peldaños y llegan a la recepción.
Luego son llevados generalmente al examen médico de ingreso, el que tiene lugar en una sala que cuenta con una camilla.
Las celdas miden entre 1,50 y 2,50 metros de ancho por 2,50 metros de largo aproximadamente, v están pintadas de amarillo. La cama es de cemento, no habiendo ningún otro mueble. Sobre la puerta hay una luz eléctrica que está prendida permanentemente de día y noche. En lo alto de la puerta hay una pequeña mirilla enrejada.
La sala de interrogatorio y tortura está dotada del equipo necesario, somieres metálicos, sillas, generadores eléctricos, picanas y electrodos.
La sala de filmación está condicionada con cajas de huevos vacías con el propósito de ínsonorizarla, y es bastante grande.
La rutina en un recinto secreto de tortura
Borgoño, número 1470: Una vez allí... «me hicieron bajar ocho a diez escalones y procedieron con groserías y amenazas a desnudarme, obligándome a vestir una camisa de mezclilla como las que usan los mecánicos, que dice "Tanelco", y unas zapatillas de goma; cambiaron el scotch por una venda o especie de antifaz y me llevaron a una celda color crema, en la cual hay una cama de cemento pegada a la pared. Hay un ventana pequeña que tiene un latón con agujeros redondos, la puerta es de metal con cerrojo y sobre ella, en un hueco de la pared, una ampolleta que se mantiene encendida día y noche, protegida por una rejilla.»
El detenido al llegar es examinado por un médico, quien pregunta por enfermedades que ha tenido, ausculta y examina en forma superficial. En ocasiones le recomienda que colabore en los interrogatorios. En algunos casos inyecta y/o da algún remedio. Si la tortura produce efectos considerados de riesgo, el médico es llamado para reanimar a la persona y determina si se suspende o se continúa la tortura.
Los torturadores tienen asignados diferentes papeles. Están los que amenazan, gritan e insultan, golpean y aplican corriente. Y hay otros que aparentan ayudar al detenido, haciendo el papel de «buenos»; le invitan a café, le dan cigarrillos y le aconsejan. Entre estos últimos destaca uno, al que sus compañeros llaman "Doc", hombre grueso y alto de alrededor de cuarenta años, quien discute sobre política y en ocasiones hasta se plantea dudas sobre su quehacer. Además, en algunos casos hace de hipnotizador.
Los detenidos tienen a veces la impresión de que a sus comidas se le han añadido subrepticiamente drogas, ya que se han sentido mareados y no pueden coordinar bien.
Durante los primeros días la persona es sometida a exhaustivos interrogatorios e intensas torturas. Estas incluye golpes repetidos en todo el cuerpo, aplicación de electricidad en parrilla y/o con picana en las partes más sensibles del cuerpo, colgamiento, etc. A menudo se le formulan las mismas preguntas una y otra vez por parte de los equipos de torturadores, que * se van rotando en este quehacer. A veces la víctima es llevada frente a un escritorio para continuar el interrogatorio; en ocasiones se le propinan pequeños golpes sorpresivos, se le amenaza se le acusa, se le alude a lo mucho que se sabe de ella y se procura dar la impresión de omnipotencia y omnisapiencia. En algunos casos se le propone que colabore y se le ofrece protección, pero si la persona se niega recibe nuevas y peores amenazas.
En su celda de aislamiento no se permite al detenido descansar. Su sueño es interrumpido ya sea por preguntas 0 con golpes en las puertas. Como las celdas no tienen luz de día y la ampolleta está encendida continuamente, la persona pierde la noción del tiempo; en ocasiones, además, instalan fuertes reflectores que le impiden conciliar el sueño. Es llevada dos veces al día al servicio, donde no tienen ninguna intimidad.
Algunos detenidos refieren haber pasado varios días esposados, parados en corredores o sentados en sillas, con prohibición de moverse. La privación de alimentos y de- agua es uno de los métodos que se usan para debilitar; otras veces se les alimenta a horas extrañas, práctica que busca hacer perder la noción del tiempo.
Cuando los agentes de seguridad consideran que no pueden conseguir más del detenido y no tienen motivos para presentarlo ante los tribunales, se le deja en libertad, previa firma de documentos que no se le permiten leer.
La persona es filmada en una sala especial, en diferentes poses, y a veces con literatura considerada subversiva, con armas u otros objetos, para lo cual es maquillada y peinada. Tanto quienes son dejados en libertad como los que son llevados a presencia de un tribunal reciben amenazantes instrucciones para que no denuncien las torturas que se les ha infligido.
El 15 de junio de 1984 se publica en el Diario Oficial el siguiente decreto:
Ministerio del Interior. Señala lugares de detención para los efectos que indica. Núm. 594. Santiago, 14 de junio de 1984.
Decreto:
Artículo único: Las siguientes dependencias de la Central Nacional de Informaciones serán consideradas como lugares de detención, para los efectos del cumplimiento de los arrestos que se dispongan en virtud de la disposición vigésimo cuarta transitoria de la Constitución Política de la República de Chile:
Región Metropolitana
I Región Tarapacá.
- Santiago. Avenida Santa María, número 1.453
II Región Antofagasta
- Arica. Casa-habitación ubicada en Parcela 35, San Miguel de Azapa
IV Región Coquimbo
- Antofagasta. Latorre, número 2.192
V Región Valparaíso
- La Serena. Colo Colo, número 2,001
VII Región del Maule
- Viña del Mar. Agua Santa, número 980
VIII Región del Bío Bío
- Talca. Avenida Dos Sur, número 1.403
X Región de Los Lagos
- Concepción, Pedro de Valdivia, número 710
XI Región Aysén
- Valdívia. Pérez Rosales, número 764
XII Región de Magallanes y Antártica Chilena
- Coyhaique. Casa-habitación ubicada en la intersección de las calles Obispo Michelatto con Carrera
Otros recintos en Santiago (Fortín Mapocho, 28-VI-84)
- Punta Arenas. Kusma Síavic, número 920
Provincias (Fortín Mapocho, 5-VII-84)
- República, número 517, esquina Toesca. Es el edificio principal de la CNI. Alberga las oficinas del director y de los funcionarios más importantes del organismo. Las dependencias destinadas a Relaciones Públicas están en el edificio de enfrente, por el costado poniente de calle República.
- José Domingo Cañas, casi esquina a República de Israel.
- Rancagua con José Miguel Infante. El recinto, de unos 30 metros de frente, está ubicado por Rancagua, a tinos 50 metros de José Miguel Infante. En su interior hay varias casas de madera y un gran estacionamiento & vehículos. Por el costado de Infante se aprecian algunas casonas en mal estado. Se dice que en este recinto funciona la división explosivos de la CNI.
- Loyola entre Martí y Neptuno. Se trata de una gran casona amurallada por una pandereta de ladrillos de unos cuatro a cinco metros, con alambrada de espino en su parte superior. Cuenta con un amplio estacionamiento de autos y, tina antena de unos cinco metros.
- Isidora Goyenechea. Se la conoce como «Clínica El Bosque», aunque en su fachada no exista ningún cartel que la identifique como tal ni su nombre aparezca en la guía de teléfonos.
Arica: Avenida Santa María, en medio del cementerio industrial, al lado de Edelnor, la empresa eléctrica del Norte. Se trata de una ex industria que se ve desmantelada, con rejas altas y que linda por detrás con un patio de ferrocarriles. Tiene puertas de hierro que permanecen cerradas.
La Serena: Avenida El Estadio, casi en la esquina norte, donde comienza la calle frente al Estadio La Portada. Es una casa tipo español, sin número.
La Calera: En esta ciudad fue detenido el 1 de junio por la CNI, José del Carmen Ponce Bugueño, cuarenta y cinco años. La abogado Laura Soto denunció que luego de ser entregado por la CNI, Ponce Bugueño quedó en muy malas condiciones físicas y psíquicas, producto de las torturas. El lugar en que permaneció detenido se encuentra en el sector de la industria Cemento Melón.
Viña del Mar: Habana, 476. También existen denuncias de tortura en este local.
Curicó: Camino a Los Niches y ubicado a un costado de la piscicultura. Allí permanecieron detenidos en 1981 siete profesores que fueron brutalmente torturados. Entre los detenidos estaban Guillermo Muñoz y Sergio Edwards, entonces miembro de la Comisión Chilena de Derechos Humanos. Se les torturó con electricidad, se les obligó a ingerir excrementos y se les golpeó con la «técnica del teléfono».
Concepción: Frente a Playa Blanca, frente a la carretera principal que conduce a Lota. Se trata de un conjunto de cabañas que se usaron para el veraneo de niños becados, Aquí estuvieron detenidos N, fueron torturados, entre otros, los hijos de Sebastián Acevedo: María Candelaria y Galo.
Temuco: En la madrugada del 18 de junio fue detenida la profesora Aída Baeza. Aunque el primer contacto con su abogado tras la detención lo tuvo en el Cuartel de Investigaciones, la profesora asegura haber estado detenida antes en otro lugar no identificado. Allí fue sometida a tratos inhumanos. Llama la atención que ante una queja de los periodistas de Ternuco por el impedimento que opuso un oficial de la CNI para que la prensa fotografiara en Investigaciones cierta documentación incautada en el caso, la policía civil explicó que ellos sólo facilitaban la dependencia y que la pesquisa era de la CNI.
Castro (Chiloé): Casa-habítación en calle Magallanes, sin número. Con ocasión de la protesta de marzo de este año, manifestantes apedrearon este recinto, resultando destruidos los cristales de los vehículos estacionados frente al local.
NOTA** A31/253, 8 de octubre de 1976, pág. 59. Informe del Consejo Económico y Social, Naciones Unidas. Protección de los Derechos Humanos en Chile.
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