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viernes, 31 de octubre de 2014

Teleton


Fallece Arturo Jirón, ex médico personal del Presidente Allende

 18:11 hrs.
El amigo y médico personal del ex Mandatario falleció a la edad de 76 años en el Hospital San Juan de Dios. Sus restos serán cremados este viernes en el cementerio Parque del Recuerdo.

Este jueves se conoció la muerte del ex médico personal del ex Presidente de la República Salvador Allende, Arturo Jirón Vargas, a los 76 años de edad. El Colegio Médico confirmó que el facultativo falleció en el Hospital San Juan de Dios.
La senadora socialista e hija del ex Mandatario, Isabel Allende, señaló en su cuenta de Twitter: “Hoy nos ha dejado uno de los grandes, quien salvara mi vida el año 97, el querido y leal Arturo Jirón”.
Los funerales del ex ministro de Salud del gobierno de Salvador Allende se realizarán este viernes en el crematorio del cementerio Parque del Recuerdo, mientras que sus restos serán velados en el auditorio Rodolfo Armas Cruz, ubicado en el segundo piso del recinto asistencial.
El también amigo del ex Presidente Allende estuvo junto al Jefe de Estado en la mañana del Golpe de Estado, el 11 de septiembre de 1973 y fue uno de los primeros que lo vio muerto en La Moneda.
El ex ministro Jirón fue uno de los defensores de la tesis de que el ex Presidente Allende se suicidó en el Palacio de Gobierno.
Luego del golpe militar, el médico fue detenido, y tiempo después fue trasladado al campo de detención en Isla Dawson. Al salir de este lugar tuvo que partir al exilio a Venezuela.
Arturo Jirón obtuvo su título de médico en la Universidad de Chile y fue nombrado ministro de Salud en noviembre de 1972, cargo que ocupó hasta 11 de septiembre de 1973.


http://radio.uchile.cl/2014/10/30/fallece-arturo-jiron-ex-medico-personal-del-presidente-allende


El pacto secreto entre la Concertación y Pinochet… o la reforma que impide la Asamblea Constituyente

La Concertación nos dijo a todos que con ese referéndum se iniciaba la transición hacia la democracia plena, que los cambios permitirían otros cambios mayores. Entonces, ¿por qué aceptaron aumentar los quórum a 4/7 y hasta 2/3 para cualquier cambio constitucional? ¿Por qué constitucionalizaron el sistema binominal? ¿Por qué eliminaron el derecho a plebiscito que sí estaba antes del 89?

por Matías Sagredo // 20 de junio de 2014

El Plebiscito del 30 de julio de 1989 significó el fraude más grande realizado al pueblo chileno, pacto responsable de todos los impedimentos que durante los próximos 24 años han truncado cualquier proyecto de cambio profundo, incluyendo la convocatoria a una Asamblea Constituyente.
Tanto el Gobierno Militar como la Concertación de Partidos por la Democracia llamaron a votar SÍ en el referéndum del 30 de julio de 1989, logrando un 91% de aprobación. Cincuenta y cuatro reformas que hicieron más rígido el sistema e incambiable durante ya 24 años y quizá varios más. Viera-Gallo, Aylwin y la cúpula de la Concertación lo sabían, pero no informaron a la ciudadanía ni a sus bases militantes de este retroceso histórico que significó el haberse puesto de acuerdo a espaldas de los ciudadanos, en un verdadero pacto secreto que nos amarraría por siempre a un sistema económico injusto y monopolizante.
La Dictadura bajo presión de Estados Unidos –y los mismos poderes fácticos que respaldaron el Golpe– aceptaba dejar de gobernar, mientras que a su vez la Concertación aceptaba gobernar sin el poder de cambiar nada y con la obligación de subordinarse por dos décadas a la Constitución de 1980, a los dictados de EE.UU. y de los organismos financieros internacionales –FMI, Banco Mundial y otros– que se dedican a presionar a los Estados para que faciliten el camino institucional a las operaciones financieras de las empresas transnacionales.
Edgardo Boeninger, principal ideólogo de la Concertación, terminó por aclarar sin espacio a dudas, al reconocer que el objetivo de las negociaciones con el gobierno de Pinochet era “reconocer la legitimidad de la Constitución”, puesto que, de no ser así, “el gobierno de Aylwin enfrentaba la oscura perspectiva de desangrarse en una difícil lucha por una Asamblea Constituyente”.
¿Valía la pena sacar de La Moneda a un general con uniforme para que otros cumplieran las directrices dejadas por él? ¿Existió realmente la Transición?
Claro que no. Nunca ha habido transición alguna, todo lo contrario, desde 1990 en adelante ha sido, como dijo el mismo Pinochet en octubre de 1988, un avance progresivo en la “aplicación del ideario e itinerario constitucional trazado” por la Dictadura. Las reformas de 1989 sólo aseguraron que esto se cumpliera a cabalidad.
¿Por qué no existen actas de las reuniones de preparación de las reformas entre Aylwin y el gabinete de Pinochet? ¿Por qué no se tomaron actas de las reuniones entre la comitiva de la Concertación, entre los cuales estaba Viera-Gallo, y las comitivas de RN y el gobierno militar, donde discutieron y pactaron las 54 reformas?
Si no tienen nada que esconder, entonces que hablen sobre ello, que no evadan este tema como lo han hecho durante 24 años cada vez que se les pregunta.
La Concertación nos dijo a todos que con ese referéndum se iniciaba la transición hacia la democracia plena, que los cambios permitirían otros cambios mayores. Entonces, ¿por qué aceptaron aumentar los quórum a 4/7 y hasta 2/3 para cualquier cambio constitucional? ¿Por qué constitucionalizaron el sistema binominal? ¿Por qué eliminaron el derecho a plebiscito que sí estaba antes del 89?
Gran parte de los senadores y diputados concertacionistas, con los que Bachelet pretende avanzar hacia una Nueva Constitución, participaron de este engaño y hoy buscan impedir la convocatoria a una Asamblea Constituyente (nuevamente).
Bajo este sistema a lo máximo que se puede aspirar es a “proyectos” de reformas que nazcan de la ciudadanía luego de presión masiva, como ocurrió el 2006 con las propuestas de los estudiantes que nos tomamos nuestros colegios y universidades para derogar la LOCE. “Proyectos”, porque jamás llegarán a convertirse en ley ni mucho menos en institucionalidad, puesto que, al igual que lo que ocurrió con la LGE, terminan siendo filtrados por la actual Constitución y las negociaciones que exige el sistema binominal con los grupos conservadores de la Alianza y la Concertación.
Debemos organizarnos para construir un proceso constituyente y un movimiento con una nueva fuerza superior a las cúpulas partidistas, superior a las formas hasta ahora inútiles. Un movimiento que propague y explique de la A a la Z qué significa una Asamblea Constituyente, en cada rincón del país. Llegó la hora de tomar el destino en nuestras propias manos, ya no podemos seguir esperando la venida de un salvador.
Al revisar los videos de campaña publicitaria a favor del Plebiscito de 1989, uno ve claramente que tanto el gobierno de Pinochet como la oposición de la naciente Concertación llamaron a votar SI, pero con argumentos diferentes. El gobierno militar llamó a aprobar las 54 reformas para lograr “perfeccionar el modelo instalado por nosotros”. La Concertación también llamó a aprobar las 54 reformas, pero según ellos para “iniciar la transición”. ¿Cómo se explica esto, qué sentido tiene? ¿Transición es sinónimo de cambio de administración?
Pinochet aclaró en cadena nacional que las elecciones presidenciales posteriores a su mandato eran “tan sólo la elección de la persona que debería conducir al país hacia la aplicación plena de la Carta Fundamental”, pues “no está en juego el ideario ni el itinerario constitucional trazado”.
Jaime Guzmán también lo señaló previamente al decir que “esta Constitución está hecha para que, no importa quien gobierne, se vea constreñido a tomar una acción no tan distinta de lo que nosotros haríamos”. Será que Patricio Aylwin lo sabía bien al decir su famosa frase “en la medida de lo posible”.
Edgardo Boeninger, principal ideólogo de la Concertación, terminó por aclarar sin espacio a dudas, al reconocer que el objetivo de las negociaciones con el gobierno de Pinochet era “reconocer la legitimidad de la Constitución”, puesto que, de no ser así, “el gobierno de Aylwin enfrentaba la oscura perspectiva de desangrarse en una difícil lucha por una Asamblea Constituyente”.
Quienes creen que Bachelet puede cambiar las cosas sin Asamblea Constituyente, están perdiendo el tiempo y quienes participan de su gobierno bajo conocimiento de esta situación están siendo parte, aunque no lo reconozcan, de un nuevo engaño de proporciones históricas.
No tenemos otra alternativa, sólo la Asamblea Constituyente puede devolverle al país la democracia –aún secuestrada–, la soberanía y la cordura, pues la Dictadura sigue intacta y quienes gobiernen sin impulsar el proceso constituyente estarán trabajando para la dictadura de los poderes que gobiernan tras la cortina, esos de los que hablaba Allende ante las Naciones Unidas. La transición recién comienza con la Asamblea Constituyente.
Basta de Pactos Secretos: ¡abolición al Pacto del 89 y la Constitución de 1980! Queremos ser soberanos. Queremos un Proceso Constituyente nacional, democrático y con protagonismo ciudadano. Queremos que los pueblos indígenas, los compatriotas en las regiones extranjeras, las minorías sociales y todos quienes habitamos este hermoso país, decidamos por nuestra propia voluntad el destino nacional.


Alerta Mapuche por hallazgo de restos humanos ancestrales donde construyen centrales hidroeléctricas en Melipeuco - See more at: http://mapuexpress.org/2014/10/30/alerta-mapuche-por-hallazgo-de-restos-humanos-ancestrales-donde-construyen-centrales#sthash.ysg1sNni.VojErNXH.dpuf

Melipeuco/Temuco, 30 de octubre de 2014. (Mapuexpress.org)— Comunidades y organizaciones de Melipeuco, en la cordillera de la Araucanía, y el Grupo de Trabajo por los Derechos Colectivos del Pueblo Mapuche, enviaron cartas de consulta a las autoridades regionales y nacionales respecto a los hallazgos de restos arqueológicos, que podrían corresponder a sepulturas ancestrales en territorios donde se están instalando centrales hidroeléctricas.
La carta dirigida a diferentes autoridades y funcionarios públicos consulta “acerca de si tienen información sobre hallazgos arqueológicos de Cementerios Mapuche en la comuna de Melipeuco especialmente en lugares donde se ha avanzado en la construcción de infraestructura de industrias de generación eléctrica, trazado de líneas de alta tensión o pisciculturas”.
La misiva enviada al Intendente de La Araucanía, Francisco Huenchumilla, al director de la Conadi Alberto Pizarro Chanilao, y al Consejo Nacional de Monumentos Nacionales, solicita además que si estas oficinas no tienen información puedan “consultar desde su cargo como autoridad a las empresas ICAFAL que opera en la comuna y a las demás compañías que mantienen trabajos en diversos lugares de Melipeuco, acerca de si en los terrenos que ocupan han encontrado hallazgos arqueológicos (cerámica, puntas de flecha, etc.), o de cuerpos de personas”.
Los territorios del Llaima, donde se ubica la comuna de Melipeuco, están siendo invadidos por industrias extractivas y energéticas, las cuales han ocupado los cursos de agua del sector sin consultar a las comunidades e imponiéndo de manera fragmentada, silenciosa y sistemática su infraestructura de producción de salmón -una especie exótica en estos ecosistemas- y de generación y transmisión de electricidad.*****FIN*****
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150 leyes secretas de Pinochet al desnudo



Tras una investigación periodística, ArchivosChile.org reveló 150 de las leyes que el fallecido dictador Augusto Pinochet decretó para conseguir por vía legal los objetivos de la dictadura. Entre ellas, destacan la creación de los organismos represores como la Dina y CNI, además de traspasos de dineros que, hasta hoy, no se sabe dónde están.
“El Ministerio de Hacienda deberá incluir anualmente en el presupuesto de la nación un mínimo de 6 millones de dólares para cada una de las Instituciones de Defensa Nacional, destinado a la mantención de las unidades y equipos”. Decreto de Ley 410, 6 de abril de 1974.
Lo anterior es una muestra de los textos legales que Augusto Pinochet Ugarte, dictador de Chile, emitió durante su mandato al frente del país, entre los años 1973 y 1990. En total, fueron 150 leyes hasta ahora desconocidas, y que el sitio web de investigación periodísticaArchivosChile.org publicó en extenso y con detalles.
Se trató de una investigación de meses, realizada por los periodistas Jorge Escalante yJohn Dinges (el último, autor de varios libros sobre diversos asesinatos perpetrados por la dictadura), y que fueron publicados parcialmente, en ese momento, y sin los documentos en manos en el diario La Nación en febrero pasado.
Hoy, los decretos están disponibles, y reflejan las operaciones con que la dictadura logró posicionarse por 17 años en el poder, llegando incluso a concretar acciones que podrían, eventualmente, terminar en algún tipo de investigación judicial.
PLATAS DUDOSAS
Si bien, la mayoría de estas leyes hoy no están vigentes, sí produjeron cambios relevantes para esos años. Entre las destacadas se encuentra, por ejemplo, la Ley Reservada del Cobre, que destinó el 10 por ciento de los excedentes del mineral a las Fuerzas Armadas. Esa ley, vale precisar, es la única que sigue vigente.
La investigación de Dinges y Escalante también reveló que en 1978 y 1981, Pinochet obtuvo desde la Tesorería General de la República un total de 442 millones de dólares para fines de los cuales aún no se sabe nada. Incluso, en 1980 el dictador se atribuyó poderes para adjudicarse 250 millones de dólares más, que por medio de las leyes 3.466 y 3.467, sólo él fijaría el destino de los recursos.
“Es absurdo hablar de una ley secreta, porque la esencia de una ley es que sea promulgada y pública. (…) Lo que llama la atención es que en materia de derechos humanos, prácticamente no se presentan leyes secretas, sí hay muchas que tienen que ver con traspasos de dineros. O sea, no querían que el público se diera cuenta de los millones y millones de dólares que se estaban traspasando del fisco a las instituciones militares”, explica desde Estados Unidos el investigador John Dinges.
“Puede que Pinochet haya manejado personalmente esos fondos. Eso plantea dos preguntas: ¿Qué se hizo con ese dinero? (…) No sabemos la respuesta a esa pregunta. Esto es materia de mucha importancia todavía para el Gobierno”, sentencia Dinges.
LA BASE PARA LA REPRESIÓN
Entre otras, de las 150 leyes dadas a conocer, destacan la base jurídica para la creación de los centros represivos como la Dirección Nacional de Inteligencia, Dina, y posteriormente el Centro Nacional de Inteligencia, CNI.
Por intermedio del Decreto Reservado 521, del 17 de junio de 1974, el Ministerio del Interior creó la cuestionada Dina, encargándole la “misión de reunir toda la información a nivel nacional, proveniente de los diferentes campos de acción, con el propósito de producir la inteligencia que se requiera, para la formulación de políticas, planificación y para la adopción de medidas que procuren el resguardo de la Seguridad Nacional y el desarrollo del país”.
De acuerdo a la investigación, dicho decreto contiene los artículos secretos 9, 10 y 11, que indican que la coordinación de los Servicios de Inteligencia de las Fuerzas Armadas con el director de Dina; dispone su facultad para el traslado, arresto, allanamiento y aprehensión de personas; además de que es la continuadora legal de la Comisión Dina, creada en noviembre de 1973.
De igual forma, cinco años más tarde, el 22 de octubre de 1979, con el Ministerio de Hacienda, se fijan las plantas y normas sobre el personal de la Central Nacional de Informaciones (CNI). Rige a contar del 1 de julio de 1979 y considera 552 funcionarios, entre planta directiva, administrativa y de servicios.
OBSTÁCULO EN LA INFORMACIÓN PÚBLICA
Conseguir toda esta información, sin embargo, no fue fácil. Si bien se trata de material denominado público, las trabas para lograr dar con las fuentes y los datos originales hoy siguen siendo una realidad.
Desde ArchivosChile aclaran que la Ley de Transparencia y de acceso a la información tiene falencias, o simplemente no se está cumpliendo.
“Estas leyes están en varias reparticiones públicas, pero ninguna se empodera de la ley de transparencia, que indica que todos los documentos públicos son de los ciudadanos y ninguna las entrega. Están buscando de alguna manera distintos subterfugios” para evitarlo, explica la periodista María José Vilches, investigadora de Archivos Chile.
Han intentado por todas las vías legales y protocolares conseguir la información de mano directa de las autoridades, pero aún no han recibido respuesta satisfactoria. Por vías extraoficiales, ArchivosChile logró acceder a los documentos auténticos y los recopiló, con el fin de darlas a conocer a la ciudadanía.
El equipo de investigación prepara una apelación al Consejo para la Transparencia para lograr un fallo a favor y revertir esta situación. Por el momento, mantienen en su Web el detalle de estos documentos valiosos para la historia y que ayudarán a crear un juicio propio, con antecedentes en manos, de cómo fueron esos 17 años en la historia de nuestro país.
Por Julio Sánchez Agurto
El Ciudadano

http://www.elciudadano.cl/2010/07/20/24636/150-leyes-secretas-de-pinochet-al-desnudo/

Sepulturero de la Caravana de la Muerte Rompe el Silencio 40 Años Después




fuente: diariodigital.cl



Casi al atardecer del 19 de octubre de 1973, el grupo de soldados baja con displicencia los 26 cadáveres de un camión. Cerca de ahí, detrás de los cerros, está la carretera que une Calama con San Pedro de Atacama. Víctor Gutiérrez Ramírez, 19 años, cabo del Ejército y hombre de confianza del teniente Contreras, bebe un sorbo de pisco puro que le fue entregado para darse valor. Tras esto, se echa un cuerpo a la espalda y camina lento, casi zigzagueando. Los fluidos que expele el fallecido le hacen apurar el paso. La fosa que ya está dispuesta es de un metro 80 de profundidad y de una dimensión comparable a un jacuzzi. Apila el cuerpo, que minutos antes fuera acribillado por fusiles Sig, y respira.

 Repite la acción un par de veces. Minutos más tarde sube al camión militar para perderse en el desierto. Han pasado casi 40 años de este hecho. Hoy, Víctor Gutiérrez, 58 años, quien mantiene la profesión de docente de francés, casado y cuatro hijos, decidió revelar ese período de su vida.

Estamos en una playa en el sector sur de Antofagasta. Con la mirada puesta en el mar reconoce no estar arrepentido, pues para arrepentirse está el segundo antes de cometer el hecho. “El daño ya está”, afirma. Si bien entregó su testimonio a la Comisión de Derechos Humanos a finales de la década de 1980 e incluso acompañó a los abogados al lugar de la fosa, Gutiérrez nunca contó esto con su nombre y apellido. “No se puede justificar lo injustificable. No puedo esperar comprensión por las condiciones en que quedaron”, dice.


Un ejército de locos


Gutiérrez Ramírez se enroló al ejército en 1972. Hizo su servicio militar en el Regimiento de Calama y se especializó en morteros. A pesar de las aparentes lealtades de los generales de entonces, hacia el gobierno de Salvador Allende; Gutiérrez recuerda que dentro de la milicia se podía evidenciar el futuro. Había un concientización a los soldados de que en algún momento, ellos salvarían al país. Recuerda que la paranoia era resumible en los cigarrillos Monza. Al invertir la palabra quedaba como “Z Now”, o sea (traducción al inglés) “Plan Z ahora”.


El denominado Plan Z era un supuesto autogolpe de Allende. “Eso nos decían en el ejército”.


“Lo primero que me dijeron es que estábamos en guerra. Todos los días, durante la mañana, había una arenga patriótica donde se nos decía que éramos los salvadores de Chile, los guardianes del país; fue comparable al nazismo hitleriano. Nuestro uniforme nos daba superioridad. Los milicos estábamos de moda. En adelante, todos nos sentimos como Rambo. Fui Rambo.”

El protagonista de esta historia se hizo de confianza del teniente Contreras. Durante la mañana del 19 octubre de 1973, Contreras buscó cuatro personas de su confianza. En Calama ya habían aterrizado los helicópteros de la célebre “Caravana del muerte”, con Sergio Arellano Stark a la cabeza. los Excesos El general Arellano viaja a la mina de Chuquicamata.

Quienes vienen con Arellano permanecen en el regimiento y abren el juicio, “que nunca fue un juicio pues a los prisioneros se les leyeron los cargos, que en la mayoría de las veces eran inventados, y sin derecho a defensa, se les condena a la muerte”. Los prisioneros son llevados en un camión para ser fusilados en algún punto del desierto. Gutiérrez, quien no participa en la matanza, dice que eran alrededor de las 17 horas.

Gutiérrez reconstruye las ejecuciones según relatos que conoció después:

“Algunos prisioneros fueron acribillados en ráfaga de 20 tiros por fusil; en consecuencia sus cuerpos quedaron prácticamente destrozados. A uno de los prisioneros le dispararon en el bajo vientre y su cuerpo se vino hacia adelante; sin embargo a puras ráfagas lo levantaron hacia atrás. Todos los cuerpos soltaron los esfínteres. Fue deplorable lo que hicieron con ellos”.

Los excesos continúan antes de ser enterrados en la fosa. Esto vio Gutiérrez:

“Algunos soldados estaban nerviosos. Cuando fueron acomodados los cuerpos, alguien vio que uno de estos pareció moverse. Debimos tranquilizarlo antes que le disparara”.

El acto más infame lo comete un cabo de apellido Concha:

“Con su corvo le cortó el dedo anular a algunos cadáveres para extraerle el anillo de matrimonio. Mientras cortaba, el cabo decía: este oro servirá para la reconstrucción nacional”, dice Gutiérrez.

-¿Se ha encontrado hoy con alguno de sus compañeros?-

-He visto a dos, pero nadie saluda ni siquiera mira. Uno de estos maneja un taxi en Antofagasta. Otros continuaron en el ejército.

-¿Hay un pacto de silencio?-

-En ese momento nuestros superiores nos recalcaron que no debíamos contarle ni a la familia de lo que sucedió ese día; a nadie. A la vez, había un temor tácito pues quienes hablaban podían correr la misma suerte de los prisioneros. Deshumanización La vorágine de aquellos días, genera una deshumanización entre los soldados, que Gutiérrez, intenta explicar. “Proyectábamos temor entre la gente. Había detenciones arbitrarias sólo porque tal persona te miró mal o antes, hablo mal de ti. Se detenía sin previa explicación”.

Gutiérrez recuerda que, entre otras acciones, resguardó prisioneros.

“Ellos se ubicaban por horas en cuclillas y con las manos en la nuca; así quedaban indefensos. Había otro método en que uno les echaba la espalda hacia adelante y caían como dominó”.

-¿Qué lleva a algunos solados a cometer ensañamientos?

-Hay estados mentales que derivan en situaciones de abuso como el continuar golpeando al no existir respuesta. La respuesta pasiva ante los golpes genera más castigo. En general, la tortura fue un triste acto de cobardía; de abuso de poder. Hay un ejemplo: el marido que golpea a su esposa. Al no haber respuesta; la violencia intrafamiliar continúa. Cuando las fuerzas en disputa son similares la situación cambia. En este caso el ejército de Chile no tuvo respuesta del otro lado, la supuesta subversión. Al final el abuso de poder corrompió y sucedió lo que todos saben.

-¿A su juicio, que responsabilidad tuvo Pinochet?

-Hay una frase del general: En Chile no se mueve una hoja sin que yo lo sepa. Eso lo resume todo. Pinochet siempre estuvo al tanto de lo que sucedía en Chile y en su ejército. Al final, los ingleses hicieron el trabajo de la justicia chilena. A la vez, Arellano Stark y Contreras (“Mamo”) han recibido un castigo mínimo por las atrocidades que se cometieron.

A Gutiérrez le pregunto cómo ha sido convivir 40 años con esto. El hombre guarda silencio. Dice que dos veces se ha quebrado contando; ambas con sus hijas. Ahora se mantiene firme. Confiesa que casi todo se puede resumir en algo es que no puede ver películas de guerra, pues le afloran las imágenes.

“No pretendo justificarme, sin embargo la carga sicológica siempre está presente”, afirma este hombre que no exagera ni teme.


Rodrigo Ramos
vía: diariodigital.cl
http://www.elciudadano.cl/2014/10/30/123204/sepulturero-de-la-caravana-de-la-muerte-rompe-el-silencio-40-anos-despues/#primera-linea


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