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lunes, 9 de septiembre de 2013

Suiza Mantiene Vigente Orden de Expulsión de Embajadora Mapuche

08 de septiembre de 2013
Existe incertidumbre en muchos mapuche sobre el destino de la Misión Permanente Mapuche ante las Naciones Unidas (1), pues, no obstante la apelación hecha por el abogado de Flor Calfunao, el peligro de su expulsión de Ginebra persiste. Esto se debe al hecho que Flor Calfunao es en la actualidad la única mapuche con asiento en Ginebra, miembro de la Misión Mapuche.
Pu werken Mariqueo & CalfunaoFUENTE: Mapuche-Nation
Por Reynaldo Mariqueo.-
La decisión de las autoridades del gobierno suizo de negar el asilo político a la Apo Werken (2) Flor Calfunao se ha tomado tras consulta previa al gobierno chileno sobre las perspectivas e idoneidad de un posible regreso de Flor a Chile. La respuesta afirmativa del gobierno chileno, añadiendo que su libertad estaba condicionada al respeto de las legislaciones chilenas, selló precipitadamente la decisión del gobierno helvético. Para cualquier observador europeo las explicaciones del gobierno chileno y su comentario parecieran ser totalmente razonable si no fuera por el hecho cierto de que en la democracia chilena el Estado de Derecho, especialmente en la región de La Araucanía, no opera bajo los estándares europeos o en conformidad con las normas internacionales establecidas por las Naciones Unidas.
La decisión del gobierno suizo no es ninguna novedad ya que tiene algunos precedentes; existen numerosos ejemplos de defensores de los derechos humanos que habiendo tomado refugio en Europa han sido devueltos a sus países de origen con consecuencias desastrosas para su vida y seguridad personal. Para comprender el dilema en que se encuentra la Embajadora Mapuche citaremos sólo el ejemplo de un caso emblemático por todos conocidos: la activista birmana Aung San Suu Kyi. Este caso demuestra que a pesar de la notoriedad y el protagonismo que ciertos activistas puedan tener en el ámbito internacional, su relevancia es ignorada por los regímenes que violan los derechos humanos. La activista birmana, quien obtuviera el Premio Nobel de la Paz, era libre de denunciar en toda Europa y en los órganos de Naciones Unidas la violación de los derechos humanos en Birmania, una vez que volvió a su país, el régimen birmano la mantuvo en arresto domiciliario por casi veinte años.
A nivel internacional -obviamente incluyendo Suiza- pareciera existir un consenso sobre el hecho de que en la actual democracia chilena no se dan las garantías necesarias para el regreso de Flor ya que de todos es sabido la clara vulneración de los derechos humanos que multitud de casos atestiguan. Así quedó demostrado por las propias autoridades helvéticas en julio de 1997 al acoger la solicitud de asilo político del ciudadano chileno Patricio Ortiz Montenegro y posteriormente rechazar la solicitud de extradición presentada por las autoridades chilenas. Las autoridades helvéticas entonces estimaron que en el momento que presentó Ortiz su demanda de asilo, en Chile no existían condiciones para un juicio justo y el interesado corría riesgos de perder la vida” (3). A ello nosotros añadimos que poco o nada ha cambiado en el transcurso de estos años.
Esta misma posición fue nuevamente reiterada por las autoridades helvéticas durante las deliberaciones del Informe Periódico Universal de 2009 presentado por el gobierno de Chile al Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Entre las recomendaciones hechas por el gobierno suizo al gobierno chileno le interpeló a que “ajustara el sistema de justicia militar a las normas internacionales, para garantizar el derecho a un juicio imparcial”, agregando que “los civiles no debían ser juzgados por tribunales militares” y que “la Ley antiterrorista no se aplicara a actos vinculados con las reclamaciones de los pueblos indígenas” (4).
Colonización del territorio Mapuche
El gobierno chileno, ya antes de que comenzara la guerra de ocupación del territorio Mapuche entre 1862 y 1883, mantenía una fuerte campaña en Europa para atraer emigrantes a la región de La Araucanía, entre ellos a ciudadanos de origen suizo. Bajo un falso pretexto de legitimidadutis possiditis invocaba supuestos derechos de herencia del territorio Mapuche de España. En efecto, con la complicidad o indiferencia europea, los estados de Chile y Argentina anexaron por la fuerzas de sus armas el territorio del entonces independiente, libre y soberano Estado Mapuche, cuya jurisdicción comprendía todos los territorios al sur del río Bio-Bio (Chile) y río Colorado (Argentina) al extremo sur del continente Sudamericano.
Es por ello que la preocupación del gobierno suizo sobre los derechos humanos en Chile no sólo obedece a un gesto humanitario, sino que tiene mucho que ver con las consecuencias del proceso migratorio impulsado por Chile y la colonización del territorio Mapuche. Si damos una mirada retrospectiva veremos que, si bien es cierto, Suiza no participó en la guerra colonialista chilena, miles de emigrantes suizos se beneficiaron de ella: entre los años 1883 y 1900básicamente en los sectores cercarnos a Victoria y Traiguén. Se estima que 8 mil familias recibieron concesiones de tierras en esta zona, cuya descendencia actual supera los 100.000 habitantes, una de las más grandes de Latinoamérica” (5).
El mundo y un creciente número de chilenos (6) y argentinos reconocen hoy que se cometió un crimen contra un pueblo que era independiente y soberano, que además de constituir un despojo injustificado fue también ilegal por el quebrantamiento de tratados internacionales contraídos por ambos estados con la nación Mapuche. Esta política deliberada que condenó a todo un pueblo a la indefensión, la miseria y la extrema pobreza para beneficiar a los emigrantes europeos sigue siendo cuestionada por los mapuches y un creciente número de criollos.
Si consideramos que el despojo y subyugación del pueblo mapuche tuvo lugar, en términos históricos, en un pasado relativamente corto, los medios alternativos de comunicación han comenzado a dar voz a aquellos cuya lucha por la justicia les fue silenciada por 130 años. En efecto, la lucha del pueblo mapuche por la restitución de sus tierras ancestrales nunca ha cesado y los emigrantes europeos lo saben, incluyendo las familias de origen suizo. Muchas de ellas enfrentan las reclamaciones territoriales con la misma persistencia y determinación de antaño por las comunidades mapuches concernientes.
Situación actual
Para apaciguar el clima de hostilidad existente en la región de La Araucanía un grupo de descendientes de colonos suizos entregaron en septiembre de 2009 una carta al Sr. José Antonio Viera-Gallo (ex Ministro de la ex Presidenta Bachelet) durante una visita en la región. En la misiva le señalaron que “alrededor de 40 de ellos estarían de acuerdo en poner a disposición del Estado para que éste compre las 14 mil hectáreas de tierra que ellos poseen en la zona, para que sean entregadas a los mapuche” (7).
Mientras algunos suizos reaccionan con un sentido de justicia y reparación frente a los justos reclamos de los destituidos mapuches, otros como las familias Luchsinger y René Urban (ambos descendientes de colonos suizos) reaccionan de manera hostil. A pesar de contar con resguardo policial las 24 horas del día, juntos con otros latifundistas integran grupos paramilitares que operan libres y con total impunidad en la región de La Araucanía, según lo han denunciado portavoces de comunidades mapuche (8).
Algunas familias suizas como los mencionados, forman parte de una casta privilegiada que está por encima de la ley. Son intocables y tienen poder para acusar, con pruebas fabricadas o sin pruebas, a cualquier mapuche que no sea de su agrado, ya sea porque es dirigente o simplemente miembro de una comunidad en conflicto. La comunidad de Temucuicui, que reclama tierras ancestrales bajo la administración de Rene Urban, ha experimentado los más horrendos crímenes, allanamientos durante el día o la noche, destrucción de puertas y ventanas, sus alimentos botados al suelo, sus muebles destruidos, niños secuestrados, detenciones arbitrarias y torturas.
Aquellos dirigentes que son individualizados son continuamente hostigados, perseguidos y torturados, se les detiene dentro de sus comunidades o durante el trayecto de sus comunidades a la ciudad o viceversa. Bajo el pretexto del seguimiento de una línea de investigación, los comuneros son detenidos y acusados de cualquier crimen ocurrido, en cualquier punto de La Araucanía. Con la complacencia de las autoridades chilenas, la policía abusa abiertamente de su poder, la presunción de inocencia no se respeta ni los procedimientos policiales son observados, porque ellos cumplen órdenes emanadas de latifundistas como el Sr. Urban o de empresas asentadas en la región que utilizan a la policía como sus subordinados, induciéndoles a estar prestos para cumplir cualquier función encomendada.
La reacción del gobierno helvético ha sido, con justa razón, apoyar las reivindicaciones de los descendientes suizos asentados en La Araucanía, después de todo, ellos heredaron un problema creado por el estado chileno. Diversas organizaciones, tales como la Asociación de Descendientes Suizos de la Araucanía (ADES), la Asociación de Jóvenes Descendientes Suizos de la Araucanía (AJDS), la Sociedad de Damas Suizas, etc. ejercen un permanente lobby para lograr apoyo y reconocimiento del gobierno helvético. Según fuentes suizas hasta el año 2010, 3.875 habían obtenido doble nacionalidad, en la que se incluye el ex presidente chileno Eduardo Frei, además de lograr el establecimiento en la ciudad de Temuco (corazón de La Araucanía) de un consulado suizo para atender sus necesidades.
Muy distinta es la situación de los mapuches, la comunidad de la Embajadora Mapuche Flor Calfunao ha sido continuamente allanada, sus casas destruidas con pérdida de vida humana. La Lonko Juana Calfunao (jefe de la comunidad), hermana de Flor, ha sido brutalmente torturada, en una de esas embestidas perdió al bebe que esperaba, y toda su familia ha sido encarcelada. Para ella no hay apoyo ni justicia, para su comunidad no hay resguardo policial, no hay compensación por los daños causados ni devolución de las herramientas de trabajo e instrumentos de comunicación (celulares, walky-talkys, computadores, etc.) confiscados, además de dineros sustraídos por la policía durante los allanamientos que por lo general se realizan de manera arbitraria e ilegal.
Solicitud de Asilo y nombramiento de embajadora de Flor Calfunao
La amenaza de expulsión de Flor Calfunao de Suiza por la negación de su solicitud de asilo político constituye “una afrenta para el pueblo mapuche, que la designó como representante de sus intereses en Ginebra y además, pone en riesgo su seguridad, pues ha sido amenazada, en nuestro país” (9). Esto no lo dice un mapuche sino que lo dice un diputado del parlamento chileno que, independientemente de las consideraciones políticas o filosóficas que sustente, representa el sentimiento de muchos mapuches del Wallmapu. Porque queramos o no reconocer, la expulsión de Flor de Suiza representa una decepción y ofensa para aquellas autoridades mapuches que le invistieron con títulos ancestrales para que los represente ante las Naciones Unidas.
Para muchos mapuche la actitud de Suiza les resulta insólita e incomprensible, considerando que es uno de los países mas ricos del orbe y que cuenta con la población de compatriotas más grande de Latinoamérica en Chile, en su mayoría asentados en el territorio ancestral de la nación Mapuche y que tanto se han beneficiado de nuestros recursos naturales. Negarle el asilo político a una mujer defensora de los derechos humanos y embajadora de un pueblo oprimido que busca desesperadamente hacer oír su voz ante la comunidad internacional, demuestra falta de sensibilidad y coherencia con los principios humanitarios que dice sustentar.
Es importante recordar que el pueblo Mapuche fue el primer estado nacional organizado, cuya independencia le fuera reconocida por España siglos antes de que surgieran los estados nacionales del continente Americano. Es más, los estados nacientes de Chile y Argentina no sólo reconocieron la frontera del pueblo mapuche establecida con España en el Tratado de Killen de 1641, sino que además celebraron nuevos tratados y fortificaron dicha frontera.
Esto nos muestra que el pueblo mapuche no solo posee instrumentos jurídicos sólidos, vinculantes en el derecho internacional, sino que tiene la autoridad moral para reclamar tanto sus derechos como el reconocimiento que merece dentro de las naciones libres del mundo. Por lo tanto la decisión a mantener una Misión Diplomática ante la ONU, no debería ser tan asombroso por que forma parte del derecho a ejercitar nuevamente la autonomía y libre determinación que les fuera arrebatada por los estados anteriormente mencionados.
Para concluir…
Es cierto que Flor Calfunao no tiene la notoriedad internacional de Aung San Suu Kyi ni ha recibido el Premio Nobel de la Paz, sin embargo fue laureada en marzo de 2008 por su compromiso con la causa de los derechos humanos con el premio “Femme Exilee, Femme Engagee” (mujer exiliada, mujer comprometida) por la Association du Prix de la ciudad de Ginebra, Suiza. El premio fue entregado de manos del ex alcalde de Ginebra Sr. Patrice Mugny en el Palacio Eynard; el evento tuvo lugar “durante un acto público en la que participaron autoridades políticas, diplomáticas, invitados especiales y representes de organizaciones no gubernamentales”(10).
Invitamos al gobierno Suizo a impregnarse del espíritu de justicia y reconciliación de sus propios compatriotas asentados en La Araucanía, especialmente de aquellos que están dispuestos a devolver las tierras a las comunidades que reclaman tenencia ancestral. Instamos además a que no cercene el trabajo de la primera Misión Permanente Mapuche ante la Naciones Unidas establecida por autoridades del pueblo Mapuche. Deseamos que la neutralidad del gobierno suizo en su política exterior no sea óbice para cumplir con sus compromisos humanitarios dentro de los parámetros de referencia de la ONU.
En marzo de 1923 Suiza acogió al Jefe Cayuga Deskaheh, primer embajador de las “Seis Naciones” de los Iroquois de Norteamérica, facilitándole la oportunidad para que en un acto público se dirigiera al pueblo de Ginebra, después de que los países miembros de la Sociedad de Naciones se opusieran a recibirlo. Hoy bajo una situación diferente de nuevo Suiza tiene la oportunidad de demostrar ante el mundo el respeto a los derechos de los pueblos indígenas concediéndole a Flor Calfunao el estatus de asilo político y reconociendo el derecho del pueblo Mapuche a tener su propia Misión Diplomática en conformidad con los derechos de los pueblos a la autonomía y libre determinación establecido en la Carta de la ONU y la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

Notas y referencias
1. El 20 de Septiembre de 2011 un importante número de autoridades de la Nación Mapuche, asignaron a Flor Calfunao Paillalef y a Reynaldo Mariqueo para que organicen la Misión Permanente Mapuche ante las Naciones Unidas. Desde entonces la Misión Mapuche se ha afianzado e incorporado nuevos miembros, ademas de recibir nuevas muestras de apoyo de autoridades y agrupaciones mapuche.
2. Apo Werken. Para desarrollar el trabajo diplomático con el aval y apoyo necesario, autoridades mapuche invistieron a Flor Calfunao y a Reynaldo Mariqueo con los títulos, acorde con la tradición y cultura Mapuche, de Apo-werken y Futha-werken respectivamente.
5. Retratos fotográficos: Los niños-colonos que poblaron la Araucanía. swissinfo.ch – International Service of the Swiss Broadcasting Corporation.
6. Ver en mapuexpress Radio Cooperativa Encuesta: Siete de cada 10 chilenos apoya las demandas del pueblo mapuche 04-Sep-2013.
9. Carta al Gobierno Suizo del Diputado Chileno Hugo Gutierrez Galvez. Valparaíso, a 14 de agosto del 2013.
Información Relacionada
- Firmar petición contra la expulsión de Flor Calfunao Paillalef en el link de Change.org

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